viernes, 28 de marzo de 2014

"Sati" o Consciencia del momento presente

Cansado de escuchar a muchos gurús en busca de la verdad, Gautama Buda se sentó a meditar debajo del árbol Bo y  decidió no levantarse hasta haber alcanzado la iluminación. ¿En qué medito Buda todo ese tiempo? Buda practicó Anapana-Sati o Consciencia de la respiración. Esto le permitió a Gautama mantener la atención en el Ahora por un lapso de tiempo considerable, lo cual le llevó a la iluminación.

Un tiempo después, Gautama Buda entregó a sus discípulos el Noble Óctuple Sendero con las siguientes palabras:

 "Esta es, oh monjes, la noble verdad sobre el camino que conduce a la supresión del sufrimiento, hacia el Despertar, el nirvana, El camino de las ocho ramas, el sendero óctuple por ejemplo:

1.       Comprensión correcta
2.       Pensamiento correcto
3.      Palabra correcta
4.      Acción correcta
5.      Ocupación correcta
6.      Esfuerzo correcto
7.      Atención correcta
8.      Concentración correcta”

En la doctrina budista “Sati” es el término original usado por Gautama para referirse a la “Atención Correcta”, el cual es el séptimo factor del Noble Óctuple Sendero. La palabra “Sati”, perteneciente a la lengua Pali, se refiere al presente y conlleva el significado de “Atención” o “Consciencia”. También se le llama Sammá-Satí (Recta Atención) y hace referencia a estar presente o Consciencia correcta del Ahora.

Cuando practicamos el séptimo factor del Noble Óctuple Sendero, estamos incluyendo todo los demás. Sati es Consciencia de nuestros pensamientos, emociones y acciones. La Consciencia y el ego no pueden ocupar el mismo espacio, por lo tanto, al practicar Sammá-Sati (Recta Atención o Consciencia Plena) en nuestro diario vivir, tendremos como resultado natural Comprensión correcta, Pensamiento correcto, Palabra correcta, Acción correcta, Ocupación correcta y Esfuerzo correcto.

Por ejemplo, si mantenemos la Atención Consciente en nuestros pensamientos, aquellos que provengan del ego quedarán neutralizados. Pensamientos correctos generarán palabras correctas y esto a su vez hará que nuestras acciones sean correctas ¡Nunca mataríamos a nadie estando Conscientes! Todo esto llevaría a que tengamos una ocupación (o trabajo) correcto, por ejemplo, no podríamos vivir en Consciencia y al mismo tiempo trabajar en algo que degrade la vida de las personas.

Creo que Gautama Buda creó estas normas de conducta porque sabía que no todas las personas tendrían la disciplina para mantener la Atención Consciente a lo largo del día. Pero al Ser Conscientes, las reglas y normas ya no son necesarias porque la Consciencia consume aquello que es irreal, este es el paso trascendental hacía el Despertar.

Así que la Consciencia –o Sammá-Sati- es el tesoro más grande que podemos cultivar. Al respecto puedo decir que no es tan fácil como suena, se requiere disciplina y constancia. Pero tampoco es imposible ni debe ser visto como una lucha que debamos emprender en contra de la mente. En esto no puede haber nunca conflicto, al contrario, se trata de observar todo lo que llega (pensamiento, emociones, olores, colores…) sin emitir juicio alguno, de forma ecuánime y compasiva.


lunes, 24 de marzo de 2014

El Universo está en ti


En un punto del camino espiritual necesitamos dioses y deidades para adorar. Luego, cuando penetramos en la esencia de todas las cosas –el eterno Vacío- los dioses y deidades se disuelven en el Océano de la Consciencia.

Cuando consideramos que una Deidad es superior a nuestro Ser, estamos en la mente dualística, porque estamos fragmentando a Dios y dividiéndolo en partes (unas más importantes que otras). El mismo Dios habita en la Deidad, en el Buda, en el ratón, en la flor y en ti. De hecho, tú mismo eres Dios -no una parte o un fragmento- sino la Totalidad de Dios. Pero, como observas el Universo desde los ojos de la mente que es limitada e ignorante, te ves a ti mismo como una persona que está separada del todo y que está buscando a Dios. A esta percepción ilusoria, los hindúes la llaman maya. Lo único que te separa de Dios es el pensamiento de que estás separado.

Los Budas, los dioses, los ángeles, etc. son hermosos símbolos creados por la mente para acercarnos a lo Real. El milagro sucede cuando descubrimos que todos esos Budas, ángeles y dioses habitan en nosotros y nosotros habitamos en ellos. Entonces cesa toda dependencia a un Dios externo y descubrimos que el Universo es una proyección de nuestra mente.

Nada de esto que estoy diciendo puede ser descubierto de manera intelectual. Este conocimiento llega de forma intuitiva en la medida en que nos convertimos en el Observador y tomamos consciencia de la respiración, de nuestros pensamientos y emociones, o de las maravillas del Universo; entonces, al convertirnos en el Observador, nos liberamos de la identificación con la mente y el ego y somos libres para vislumbrar –aunque sea por un segundo- la realidad.

Tranquilos, este estado no llega de la noche a la mañana. La Autoobservación o Consciencia Plena del momento presente es un arte, una habilidad, y como tal podemos desarrollarla así como desarrollamos los músculos en el gimnasio. Cada pequeña ganancia es una victoria. Incluso si en este día pudiste estar un segundo en el Ahora, eso es una victoria grandísima para ti. Ya no volverás a ser el mismo, ya sabes que hay un mundo real que no es afectado por los juicios de la mente.

No te desanimes, persevera. Practica la Atención Consciente en el Ahora una y otra vez. Cuando hayas practicado lo suficiente, se habrá convertido en algo natural. Entonces ya no necesitarás esfuerzo, cada vez será más y más fácil. No conviertas esto en una lucha. Descansa, fluye con el río, conéctate con la vida. Se consciente del aquí y ahora.

sábado, 22 de marzo de 2014

Mindfulness

Mindfulnes (traduce Atención Plena o Consciencia Plena) es un tipo de psicoterapia que se basa en la Consciencia del momento presente. Esta técnica ha demostrado ser muy efectiva en el tratamiento de enfermedades mentales y físicas, es la aplicación del Vipassana –la enseñanza de Buda- al campo de la salud. Quiero compartir con ustedes la introducción a Mindfulness de Vicente Simón, ya que engloba la esencia del estado de Presencia en el Ahora.

En la gráfica vemos al hombre con la mente llena de basura
(Mind Full) y al perro con su atención plena en el Aquí y
Ahora (Mindful)
“A medida que nos hacemos plenamente conscientes de nuestros procesos mentales (nuestras percepciones, pensamientos, emociones, cavilaciones, etc.) alumbramos la posibilidad de distanciarnos de ellos. Empezamos a comprender que sólo son un producto de nuestra mente. Percibimos directamente que todo ese mundo en el que creemos vivir lo hemos ideado nosotros y, por eso mismo, no somos nosotros. Esta comprensión hace posible que nos vayamos desprendiendo afectivamente de nuestra propia creación mental. Es como si nos hubiéramos construido una jaula y nos hubiésemos encerrado dentro. Un buen día nos percatamos de que podemos abrir la puerta y salir. Pero es necesario darnos cuenta de la presencia de la jaula y acordarnos de que fuimos nosotros mismos los que, a lo largo de nuestra vida, la hemos ido construyendo.”
 Iniciación al Mindfulness, Vicente Simón (2012).http://mindfulnesspsicoterapia.com/

miércoles, 19 de marzo de 2014

Los sonidos del silencio

Esta hermosa canción nos habla de cómo las personas dormidas adoran a sus líderes sectarios como si se tratara de luces de neón. También nos dice que Dios habita en el silencio y que es allí donde podemos encontrarlo. Una hermosa lirica para inspirar a aquellos que han roto con la programación del mundo para buscar el Despertar espiritual en el Aquí y Ahora.



Khalil Gibran, en el profeta nos dijo que: “En verdad sólo cantareis realmente cuando bebáis del río del silencio…”. Esto es una gran verdad y muchos místicos han encontrado a Dios en el silencio de sus corazones, por ello quiero compartir con ustedes la letra de esta canción:

Vieja amiga oscuridad 
otra vez quisiera hablar 
porque he tenido nuevamente 
una visión que suavemente 
iba cambiando mi manera de pensar 
la oigo hablar 
la escucho en el silencio 

En sueños caminaba yo 
entre la niebla y la ciudad 
por calles frías desoladas 
cuando una luz blanca y helada 
hirió mis ojos 
y también hirió la oscuridad 
la vi brillar 
la veo en el silencio 
en la desnuda luz mire 
vi mil personas tal vez más 
gente que hablaba sin poder hablar 
gente que oía sin poder oír 
y un sonido que 
los envolvía sin piedad 
lo puedo oír 
sonidos del silencio 
entonces yo les quise hablar 
entonces los quise ayudar 
quise sentirlos como hermanos 
quise tomarlos de las manos 
pero no podían 
no podían despertar 
y entender 
de un día en el silencio 
se arrodillaban a rezar 
aquella luz era su dios 
yo les grite que despertaran 
que la verdad ahí no estaba 
que los profetas no, no son luces de neón 
y que Dios 
siempre habla en el silencio.

sábado, 15 de marzo de 2014

El control implica resistencia

Por J. Krishnamurti

"Los meditadores profesionales nos dicen que es necesario ejercer el control. Cuando prestamos atención a la mente, vemos que el pensamiento vaga sin rumbo, por lo que tiramos de él hacia atrás tratando de sujetarlo; entonces el pensamiento vuelve a descarriarse y nosotros volvemos a sujetarlo, Y de ese modo el juego continúa interminablemente. Y si podemos llegar a controlar la mente de manera tan completa que ya no divague en absoluto, entonces —se dice— habremos alcanzado el más extraordinario de los estados. Pero en realidad, es todo lo contrario: no habremos alcanzado absolutamente nada. El control implica resistencia. La concentración es una forma de resistencia que consiste en reducir el pensamiento a un punto en particular. Y cuando la mente se adiestra para concentrarse por completo en una sola cosa, pierde su elasticidad, su sensibilidad, y se vuelve incapaz de captar el campo total de la vida.... 

(....) El principio de la meditación es el conocimiento de sí mismo. Cuando las actividades del yo han cesado, sólo entonces hay silencio. Ese silencio es la verdadera meditación y, en ese silencio, lo eterno se manifiesta"

miércoles, 12 de marzo de 2014

Mercado de gafas


Imagina que vas caminando por un mercado y encuentras a un vendedor de gafas. Cada gafa tiene un color diferente y al ponértela, ves el mundo de una manera distinta. Las gafas representan las diferentes creencias religiosas y los paradigmas científicos rígidos. Una vez adoptas un paradigma, solamente verás al mundo a través de él, entonces, ya nunca volverás a ver la realidad.

Pero incluso desde que somos muy niños, nuestros padres y profesores programan nuestra mente para ver el mundo de una determinada manera. Nadie nace racista u homofóbico, el racismo o la homofobia, por ejemplo, son creencias que hemos adoptado de la sociedad. Así mismo, nadie nace cristiano o judío, nuestra religión depende de la geografía, es decir, del lugar donde nacemos.

¿Podemos escapar de la programación para ver la vida tal como es? No es tan sencillo, se necesita cierta disciplina en la capacidad de observar la mente. Cuando observamos un pensamiento y descubrimos que ese pensamiento surge de la programación que hemos recibido del mundo, entonces este ya no puede controlarnos. El pensamiento que es observado es desarmado, se desenmascara, y pierde su poder, entonces nos liberamos de la programación. He ahí la clave de la libertad.

sábado, 8 de marzo de 2014

¿Existe Dios?



Hace poco me preguntaron “¿Crees en Dios?” a lo cual respondí lo siguiente:

Si me preguntas por un dios que vive en el cielo, un dios que sólo salvará y protegerá a los que pertenecen a una determinada religión, un dios en cuyo nombre los hombres se dividen y pelean entre sí por cuestiones religiosas, entonces mi respuesta es No. Ese dios ha sido creado por la mente humana, por lo tanto no puede ser algo real.

Mi amigo me respondió: ¿Entonces eres ateo?

-No, el ateísmo y el teísmo son posturas de la mente que limitan nuestra visión de la realidad.

-Entonces ¿qué es Dios?

Para empezar, Dios no es la palabra Dios, es algo mucho más grande y al mismo tiempo algo muy cercano; algo que es incompresible para la mente humana, por ello la mente necesita crear imágenes de Dios para poder sentir que tiene algún control sobre lo divino.

Dios es la vida, es la naturaleza misma, es la inteligencia que gobierna el movimiento de las galaxias y los átomos. La palabra Dios es el peor obstáculo para conocer a Dios ya que esa palabra está cargada por una serie de ideas erróneas creadas por la mente.

Para conocer realmente a Dios hay que liberarse de la palabra Dios y de cualquier descripción humana. Dios es el Todo en todo, es la vida que anima nuestras células, el aíre que respiramos, la comida que ingerimos, los animales, las personas. Para conocer lo divino es necesario ver las cosas por lo que son.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Comienza Ahora

Alan Watts nos entrega en este discurso un mensaje directo acerca del Despertar Espiritual, el cual no está condicionado por la pertenencia a una creencia determinada sino por la capacidad de estar presentes Aquí y Ahora.

(Activar subtítulos en la parte inferior derecha del vídeo).

martes, 4 de marzo de 2014

Ver sin juicio


Los seres humanos tendemos a aceptar algunos aspectos de nuestra vida y a rechazar otros. Por ejemplo, aceptamos fácilmente la bonanza financiera o la fama, pero rechazamos la enfermedad o la depresión. En la medida en que pasamos por la vida aceptando algunas cosas y dejando de lado otras no somos completos, sencillamente estamos fragmentados y no reconocemos a la vida como un todo holístico integral.

La aceptación de la realidad presente es fundamental para ser íntegros. Esto incluye estar dispuestos a ver y reconocer lo que está pasando dentro de nosotros (pensamientos, emociones) y fuera de nosotros (lluvia, calor) y estar en paz con ello.

¿Significa eso que debo convertirme en una persona conformista? Claro que no. Creo que lo verdaderamente mágico de esto es que en la medida en que somos capaces de ver lo que ocurre en nuestro interior (pensamientos destructivos, emociones desplacientes) eso se transforma. En el acto de ver hay un poder transmutador increíble. Creo que por ello Carl Jung decía: “Lo que miras desaparece, lo que resistes persiste”. Por otro lado, cuando observamos de forma ecuánime lo que está sucediendo “afuera” podemos actuar con mayor claridad para hacer algo al respecto, o quedarnos quietos si es el caso. Pero aquí la acción o la quietud no estarán manchadas por el ego.

Desafortunadamente las personas religiosas o espirituales viven en conflicto con la vida. Sus mentes piensan en función del bien y el mal. Este pensamiento en blanco y negro hace que rechacen una parte importante de su experiencia por considerarla como parte del “pecado”. Pero cuando rechazamos un pensamiento o una emoción estos no desaparecen, solamente se sumergen en el inconsciente esperando el momento oportuno para emerger de nuevo. Solamente cuando observamos los contenidos de la mente como un Testigo imparcial, sin intentar cambiarlos o modificarlos, entonces podemos liberarnos de la programación mental al mismo tiempo que la transformamos. En el ver sin juzgar existe quizá, uno de los más grandes poderes transformadores que la humanidad jamás ha conocido. 

sábado, 1 de marzo de 2014

La mente y el martillo

¿Cuántas veces –sin darnos cuenta- nos encontramos perdidos en nuestros pensamientos creando conflictos imaginarios? ¿Te ha ocurrido que la mente imagina discusiones y problemas que no han sucedido? A eso se refiere Paul Watzlawick en “La historia del martillo”, un cuento que encontramos en su libro: El arte de amargarse la vida.

La mente crea conflictos imaginarios todo el tiempo. Pero no debes luchar contra ella o tratar de detenerla, ya que eso acentúa el conflicto y divide aún más la mente. Algo diferente que puedes hacer es observarla como si se tratara de una película. La mente sólo puede operar cuando no somos conscientes de ella, pero, cuando es observada, esta se detiene. El cuento es el siguiente:


 Un hombre quiere colgar un cuadro. El clavo ya lo tiene, pero le falta un martillo. El vecino tiene uno. Así, pues, nuestro hombre decide pedir al vecino que le preste el martillo. Pero le asalta una duda: ¿Qué? ¿Y si no quiere prestármelo? Ahora recuerdo que ayer me saludó algo distraído. Quizás tenía prisa. Pero quizás la prisa no era más que un pretexto, y el hombre abriga algo contra mí. ¿Qué puede ser? Yo no le he hecho nada; algo se le habrá metido en la cabeza. Si alguien me pidiese prestada alguna herramienta, yo se la dejaría enseguida. ¿Por qué no ha de hacerlo él también? ¿Cómo puede uno negarse a hacer un favor tan sencillo a otro? Tipos como este le amargan a uno la vida. Y luego se imagina que dependo de él. Sólo porque tiene un martillo. Esto ya es el colmo… Así, nuestro hombre sale precipitadamente a casa del vecino, toca el timbre, se abre la puerta y, antes de que el vecino tenga tiempo de decir “buenos días”, nuestro hombre le grita furioso: “¡Quédese usted con su martillo, son penco!”.