Algunos buscadores espirituales son demasiado serios y se
les dificulta reírse de ellos mismos o de aquello que les trae la vida en un
determinado momento. La alegría es nuestro estado natural, pero cuando nos identificamos
con la mente o el ego, perdemos esa alegría y permanecemos gran parte del
tiempo de mal humor o deprimidos. Las personas infelices son las que cometen
los peores crímenes, en cambio, las personas felices transmiten felicidad a
otros y sanan el mundo con su mera presencia. El siguiente video te muestra
cuan poderosa –y contagiosa- es la risa para transformar a los que nos rodean:
sábado, 28 de junio de 2014
El Poder contagioso de la risa
martes, 17 de junio de 2014
La hipocresía de las organizaciones espirituales
Después de haber renunciado a la Sociedad Teosófica, Krishnamurti fue invitado por ellos a una serie de charlas. En este extracto,
tomado de “Obras completas - tomo I”, Krishnamurti contesta por qué creía que
los teósofos eran hipócritas. Esta respuesta se adapta a muchos grupos religiosos
de la Nueva Era que existen hoy en día que dicen trabajar por “amor a la
humanidad”, pero que en el fondo sólo buscan la autoglorificación de su ego.
Pregunta:
Usted condena con toda justicia una actitud hipócrita de la mente, así como los
sentimientos y las acciones que se derivan de ella. Pero, ya que dice que no
nos juzga, sino que, por alguna razón, parece considerar como hipócrita la
actitud de algunos de nosotros, ¿podrá decirnos qué es lo que le da tal
impresión?
KRISHNAMURTI: Muy simple. Ustedes hablan de
hermandad y, no obstante, son nacionalistas. Yo llamo hipocresía a eso, porque
el nacionalismo y la hermandad no pueden existir juntos. Además, hablan acerca
de la unidad del hombre, hablan de ella teóricamente; sin embargo, tienen sus
religiones particulares, sus prejuicios particulares, sus diferencias de clase.
A eso lo llamo hipocresía. Por otra parte, recurren a la autoglorificación, una
autoglorificación sutil en lugar de la que consideran autoglorificación grosera,
propia de los hombres de mundo que buscan distinciones, concesiones y honores
del gobierno. Ustedes también son hombres de mundo y su glorificación es
exactamente la misma, sólo que un poco más sutil. Ustedes, con sus
distinciones, sus reuniones secretas, su exclusividad, también están tratando
de llegar a ser nobles, de obtener honores y grados, pero en un mundo
diferente. A eso lo llamo hipocresía. Es hipocresía porque pretenden ser
abiertos, hablan de la hermandad y unidad del hombre, mientras que, al mismo
tiempo, sus actos son completamente opuestos a sus palabras.
Que esto lo hagan consciente o inconscientemente,
carece de importancia. El hecho es que lo hacen. Sí lo hacen conscientemente,
con interés totalmente despierto, entonces, al menos lo hacen sin hipocresía.
Entonces saben lo que están haciendo. Si dicen: “Quiero glorificarme a mí mismo
pero, dado que no puedo obtener distinciones y honores en este mundo, trataré
de adquirirlos en otro; me convertiré en discípulo, seré llamado esto y aquello,
seré honrado como un hombre de calidad, de virtud”, entonces, al menos, son
perfectamente honestos. Entonces hay alguna esperanza de que descubran que este
proceso no lleva a ninguna parte.
Pero ahora están tratando de hacer simultáneamente
dos cosas incompatibles. Son posesivos y, al mismo tiempo, hablan de estar
libres de la posesión. Hablan de tolerancia y, no obstante, se están volviendo
más y más exclusivos con el fin de “ayudar al mundo”. Palabras, palabras sin
profundidad alguna. Eso es lo que yo llamo hipocresía. En un momento hablan de
amor por el Maestro, de reverencia a un ideal, a una creencia, a Dios; sin
embargo, al momento siguiente actúan con terrible crueldad. Sus actos son actos
de explotación, afán posesivo, nacionalismo, maltrato de mujeres y niños,
crueldad con los animales. Son insensibles a todo esto y, no obstante, hablan
de afecto. ¿No es hipocresía eso? Dicen: “No advertimos estas condiciones”. Sí,
es justamente por eso que existen. Entonces, ¿por qué hablan de amor?
Así que, para mí, sus sociedades, sus reuniones en
las que hablan de sus creencias, de sus ideales, son reuniones de la
hipocresía. ¿No es así? No estoy hablando con dureza, todo lo contrario;
ustedes saben lo que siento con respecto al estado del mundo. No obstante,
ustedes que pueden ayudar, que dicen que desean ayudar, ustedes que tratan de
ayudar, se están volviendo cada vez más estrechos, más fanáticos, más
sectarios. Han dejado de gritar, de llorar, de sonreír. La emoción nada
significa para ustedes. Sólo se interesan en la ganancia incesante, en ganar
conocimiento que los sofoca, que es meramente teórico, que es ciega vacuidad.
El conocimiento no tiene nada que ver con la sabiduría. La sabiduría no puede
comprarse; es natural, espontánea, libre. No es una mercadería que puedan
comprar, al precio de la disciplina, a un gurú, a un maestro. La sabiduría,
digo, no tiene nada que ver con el conocimiento. Aun así, ustedes buscan el
conocimiento, y en esa búsqueda de conocimiento, de ganancia, están perdiendo
el amor, todo sentimiento por la belleza, toda sensibilidad respecto de la
crueldad. Se están volviendo cada vez menos impresionables.
Eso nos trae a otra cuestión que tal vez
discutiremos más adelante, la cuestión de las impresiones y las reacciones.
Están poniendo el énfasis en la conciencia egocéntrica, en la limitación.
Cuando dicen: “Hago esto porque me gusta, porque me da satisfacción, placer”,
estoy enteramente con ustedes, porque entonces comprenderán. Pero si dicen:
“Estoy buscando la verdad, trato de ayudar a la humanidad”, y al mismo tiempo
incrementan su conciencia egocéntrico, su autoalabanza, entonces a esa actitud
y a esa vida de ustedes la llamo hipocresía, porque están buscando poder
mediante la explotación de otros.
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J. Krishnamurti,
maestro
sábado, 14 de junio de 2014
¿Qué pasaría si te enteraras de que toda tu vida ha sido una mentira?
La Rana René no lo podía creer cuando su psicólogo le dijo
que ella no actuaba por voluntad propia.
Se tomó exámenes y comprobó la verdad.
En realidad, era un titiritero quien controlaba sus actos y
sus palabras.
Esto no es una broma, es la realidad que muchas personas
viven en el mundo. Ellos creen que actúan de forma libre y voluntaria, pero en
realidad –como le sucede a René- otros controlan sus vidas.
¿Cómo es posible que otra persona controle tu vida? Eso
sucede cuando vives para cumplir las expectativas de tus padres, de tu pareja o
de tu gurú. Mientras vivas para complacer a otros no eres libre, eres una
marioneta de los demás.
Muchas personas son adictas al reconocimiento, siempre están
buscando que otros alaben sus logros y éxitos. Esta adicción es más fuerte que
la cocaína y es la causa de la infelicidad humana. Esta adicción hace que te
vistas, hables o actúes según lo que se espera de ti por parte de tu iglesia o
grupo de amigos. Todo esto con tal de recibir el anhelado reconocimiento.
La libertad máxima está en la posibilidad de Ser quien eres.
Para eso debes liberarte de la necesidad de complacer a la sociedad, lo cual
incluye la religión y la familia.
Ser quien eres requiere mucha valentía, hará que otros te
ataquen o se burlen de ti. Pero al final alcanzarás el don más preciado: la
congruencia. Congruencia es cuando lo que piensas, lo que sientes y lo que
haces está en armonía.
La mayoría de las personas está fragmentada: piensan una
cosa, sienten otra y dicen lo contrario. Esa es una forma de vivir muy pobre.
Para ser congruentes hay que ser auténticos, originales, hay que ser nosotros
mismos. Y eso requiere renunciar al control de los demás, renunciar al
condicionamiento y programación de la sociedad. Esto es libertad pero muy pocos
quieren obtenerla, ellos prefieren vivir dentro de la seguridad que les ofrecen
las prisiones mentales construidas con las creencias más arraigadas. Eso le
proporciona seguridad a la mente, la mente no puede vivir sin seguridad.
Para ser libres hay que dejar de tener miedo. Pero no se
trata de rechazar el miedo, sino de tomar Consciencia Plena de él para
comprender su naturaleza ilusoria.
Ahora que te das cuenta de que muchas de las cosas que has
hecho han sido con el objetivo de cumplir con las expectativas alguien más empiezas
a reflexionar sobre tu vida… ¿qué es real y qué no? ¿Es aterradora esa
sensación de vacío?
La mente se confunde, el ego busca la manera de defenderse
de este ataque. Simplemente obsérvalos de forma ecuánime. No juzgues los
pensamientos, con el sólo hecho de ser observados estos pasan a un segundo
plano y pierden el control sobre tu vida. Lo demás vendrá por añadidura…
jueves, 5 de junio de 2014
¿Izquierda o derecha? Una visión trascendental sobre la política mundial
En la medida en que
pertenecemos a una ideología política -ya sea de izquierda o derecha – perdemos
la capacidad de Ser libres. Una ideología es una prisión que nos atrapa y evita
que veamos la realidad claramente.
Si somos de la izquierda,
veremos muy claramente los errores de la derecha, incluso los veremos más
grandes de lo que son, y nos costará mucho ver las fallas de nuestro propio
partido. Si pertenecemos a la derecha, nos sucederá exactamente lo mismo. En cualquier
caso dejaremos de ser objetivos y nuestra opinión estará parcializada por
intereses políticos personales. La mitad entre la izquierda y la derecha es el
centro, el cual, también es una ideología que toma un poco de cada lado.
Eso no quiere decir que,
necesariamente evitemos tomar partido en la política. Tomar partido o no, es
una decisión individual. Pero si lo hacemos sería mejor situarnos por encima de
los opuestos relativos de la izquierda y la derecha y elegir con el corazón. Esto
solamente lo podemos lograr cuando estamos en paz. Para estar en paz es vital
convertirnos en los observadores de la mente y las emociones, en la medida en
que nos hacemos Conscientes de estas, ya no podrán afectarnos y entonces no seremos
motivados por los intereses partidistas o ideológicos. Sólo estando en paz
podemos tomar decisiones claras y contundentes.
Todos nos quejamos de los
políticos pero el problema no son ellos, el problema real es el estado de
consciencia de los habitantes de cada país que atrae ese tipo de gobernantes.
Un gobernante corrupto es el síntoma de un pueblo corrupto, un gobernante
guerrerista es el síntoma de un pueblo lleno de odio.
Si quieres cambiar a tu
país, empieza por cambiar tú. Tú cambio de Consciencia afecta a todos los que
te rodean porque eres UNO con el todo. Despertar es el mejor servicio que
puedes prestar a tu país y al mundo. Y no te preocupes si tus vecinos a
o familiares parece que no están despertando. Cada uno camina a su propio
ritmo. Sólo te concierne ser responsable por tu propio Despertar, lo demás
llegará por añadidura.
Entonces, simplemente cierra
los ojos… toma consciencia del aire que entra por tu nariz y llena los pulmones…
luego hazte consciente del aire que sale. Has esto por un minuto y serás una
persona diferente, tu estado de Consciencia habrá cambiado y habrás afectado el
estado de consciencia del mundo.
miércoles, 4 de junio de 2014
Evento: Morir antes de la muerte, un reencuentro con la Vida
La mayoría de las personan sienten un gran miedo ante la
idea misma de la muerte. Este miedo surge de nuestra identificación con el ego,
es decir, la identificación con el pensamiento que se resiste a desaparecer.
La muerte es parte de la vida y debemos reconciliarnos con ella
y aceptarla como una realidad. Las personas que se resisten a la muerte, en el
momento de la transición muchas veces agonizan de forma dolorosa en un intento
desesperado por conservar su identificación con el ego.
En este taller vivencial podrás liberarte de la ansiedad
ante la muerte y prepararte para ella teniendo un presente más pleno. Será una
gran oportunidad para reflexionar sobre tu vida actual y motivarte a hacer los
cambios que sean necesarios para tu felicidad y la de los que te rodean.
Por medio de este taller, algunas personas han alcanzado la
experiencia de la Consciencia Oceánica, es decir, la conexión con el Universo
que se da a partir de la renuncia consciente a la identificación con el ego
humano.
Este taller vivencial se llevará a cabo en la
ciudad de Cartago (Valle, Colombia)
el próximo domingo 8 de junio. La
hora de inicio son las 9:00 de la mañana
y se extiende hasta la 1:00 de la tarde.
Tallerista:
Walter Javier Velásquez
Para información sobre la dirección del evento y el costo del mismo:
……….
¿Qué ocurre en el momento
de morir? Inspirador vídeo de Eckhart Tolle:
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domingo, 1 de junio de 2014
La competencia
Vivimos en un mundo donde, desde pequeños nos enseñan a ser competitivos. Pero esa necesidad de superar al otro, que surge del deseo del ego de prevalecer sobre el ego de los demás, tiene un alto costo: la fragmentación de la sociedad, lo cual es un aliciente inconsciente para el odio que se alimenta de la ilusión de control y superioridad.
Por Anthony de Mello. Tomado del libro: “¡Despierta! Charlas
sobre la espiritualidad
(La competición) puede ser cruel si se basa en el odio a uno
mismo y a los demás. La gente se siente bien sobre la base de que otros se
sientan mal; usted gana derrotando a otro. ¿No es terrible? ¡Aceptado como
obvio en un manicomio!
Un médico norteamericano escribió sobre el efecto de la competición en su vida.
Él asistió a una escuela de medicina en Suiza, en la cual había un grupo grande
de norteamericanos. Cuenta que algunos de los estudiantes se conmocionaron
cuando se dieron cuenta que no había calificaciones, no había premios, no había
cuadro de honor, no había un primer o segundo puesto en la escuela. El
estudiante aprobaba o no aprobaba. Dijo: "Algunos no podíamos aceptarlo. Nos
volvimos casi paranoicos. Creíamos que tenía que haber algún truco". De
manera que algunos se fueron para otra escuela.
Los que se quedaron descubrieron algo extraño que nunca
habían encontrado en las universidades norteamericanas: Los estudiantes
brillantes les ayudaban a los otros a aprobar, compartiendo con ellos sus
apuntes. El hijo de este médico asiste a la escuela de medicina de los Estados
Unidos y le cuenta que en el laboratorio, la gente frecuentemente altera el
microscopio de manera que el siguiente estudiante demore tres o cuatro minutos
en ajustarlo. Competición. Tienen que tener éxito, tienen que ser perfectos.
Y relata una bella historia, la cual dice él que es
verdadera, pero que podría ser una hermosa parábola. Había una aldea en los
Estados Unidos en donde la gente se reunía por la tarde a escuchar música.
Tenían un saxofonista, un tamborero y un
violinista, la mayoría de ellos, personas de edad. Se reunían para estar juntos
y para gozar de la música, aunque no la ejecutaban muy bien. De manera que se
divertían, gozaban, hasta que un día decidieron conseguir un nuevo director que tenía mucha ambición y mucha energía.
El nuevo director les dijo: "Amigos, tenemos que dar un
concierto; tenemos que preparar un
concierto para la aldea". Luego, gradualmente, fue descartando a algunas
de las personas que no tocaban muy bien, contrató algunos músicos
profesionales, organizó la orquesta, y los nombres de todos aparecieron en el
periódico. ¿No era maravilloso? De manera que decidieron mudarse a la gran
ciudad y tocar allí. Pero algunos de los ancianos con lágrimas en los ojos, dijeron:
"Era tan maravilloso en aquellos tiempos cuando hacíamos mal las cosas y
gozábamos con ellas". De manera que la crueldad entró a su vida, pero
nadie la reconoció como crueldad. ¡Miren cuán loca se ha vuelto la gente!
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