miércoles, 22 de agosto de 2018

El dolor es la puerta

Por Walter J. Velásquez

En la cultura de la felicidad fútil, el dolor emocional es el enemigo que debe ser negado, rechazado, reprimido e ignorado. Pero la experiencia demuestra que esto, aunque genera un alivio temporal, a largo plazo hace que la aflicción se haga más fuerte convirtiendo el dolor en sufrimiento.

Pero… ¿Y qué tal si el dolor en vez de ser el obstáculo a la felicidad sea una puerta? Suena paradójico ¿verdad? Pero es cierto, el dolor emocional es una puerta a la felicidad. Por ello, en vez de luchar contra la angustia, la depresión o la frustración, te invito a meterte por completo en ese sentimiento.

Meterte completamente en el dolor incluye estar plenamente consciente de las sensaciones que este produce en el cuerpo. Para que este proceso sea más fácil es importante empezar por ubicar el dolor emocional en tu cuerpo y respirar profundo. Con cada respiración imaginarás que el aire viaja a la parte del cuerpo donde está ubicado el dolor y haciendo que este se vuelva más intenso. A medida que la angustia o la ira, por ejemplo, se hacen más intensa te haces más consciente de ella. Esto significa sentir con el mayor detalle posible.

Cuando el dolor emocional deja de ser un enemigo y entras completamente en él, se convierte en una puerta que al atravesarla conduce a una sensación de paz y bienestar. Para la mayoría de las personas es toda una revelación darse cuenta de que el dolor contra el que luchaban para alcanzar la felicidad, en realidad es una puerta a ella. Al intensificar el dolor con cada respiración, este se asemeja a un globo que se infla hasta un punto donde no puede crecer más y entonces se desvanece por sí sólo dejando una sensación de tranquilidad en el cuerpo.

Así que la próxima vez que sientas la depresión, ansiedad, angustia o ira; entra en estos sentimientos conscientemente y descubre un “pasadizo secreto” a la felicidad.