martes, 30 de diciembre de 2014

Mecanismos de defensa del ego - Parte I: La proyección

La proyección es un fenómeno mencionado por Freud que consiste en ver en otros aquello que rechazamos ver en nosotros. Cuando hablamos del tema de las polaridades mencionamos que cada vez que buscamos desarrollar algún tipo de virtud, le damos fuerza a su contrario en el inconsciente. Pues bien, la proyección es la forma inconsciente como lidiamos con la polaridad que queremos tener reprimida en la sombra.

Veamos algunos ejemplos: los homofóbicos suelen tener deseos homosexuales reprimidos y lidian con ellos rechazando en otros lo mismo que niegan dentro de sí. Los puritanos rechazan a las personas hedonistas porque así se enfrentan en otros a los deseos reprimidos que no quieren ver en ellos mismos. Llevando esto a un nivel personal, podemos ver que cada una de las personas que odiamos o que nos disgustan nos recuerda partes negadas o reprimidas de nosotros mismos. Cada persona que nos genera molestia es un espejo que refleja todo aquello que no queremos ver en nosotros.



Existe otra clase de proyección, la que se presenta cuando sentimos atracción hacía ciertas personas que hacen cosas que nosotros desearíamos hacer pero lo hemos reprimido. Conocí a un hombre que era un gran puritano, fue vegetariano una buena parte de su vida y se esforzaba al máximo por practicar la castidad. Sin embargo, este hombre admiraba a personajes hedonistas famosos. Recuerdo que él se divertía viendo los programas de televisión de Anthony Bourdain, un hombre que viaja por el mundo disfrutando de los placeres del vino y la comida. A mi amigo le encantaba Anthony ya que proyectaba en él sus deseos reprimidos, pero al mismo tiempo no se permitía ninguno de esos placeres para sí.

La fascinación de personas “normales” por personajes macabros o asesinos en serie también muestra como proyectan sus deseos inconscientes más ocultos. Estas personas jamás se atreverían a matar a nadie, pero gozan leyendo las noticias judiciales de los diarios porque allí pueden odiar –y secretamente amar- al asesino inconsciente que llevan dentro.

Pero la proyección no es algo malo, en realidad es una gran oportunidad que nos da el Universo. Cada vez que nos encontremos con personas por las cuales sentimos aversión u odio, en vez de buscar la causa de la emoción en el otro, observémonos a nosotros mismos, hagámonos conscientes de los pensamientos y emociones que surgen cuando nos encontramos con esta persona. De igual manera, si sientes fascinación por una estrella de rock o un actor de cine que hace cosas que crees jamás harías, aprovecha la oportunidad para darte cuenta de las emociones que emergen y conocerás más de ti mismo. Has esto sin juzgar lo que emerge como “bueno” o “malo” y de esta manera lo inconsciente se hará consciente y serás libre de los grilletes creados por ti mismo a través de la represión.


miércoles, 24 de diciembre de 2014

Being Conscious of the unconscious: A guide to spiritual self realization


“Ser Consciente de lo inconsciente”, la guía hacía la autorrealización espiritual, ahora en idioma inglés. 


Mucho se ha dicho sobre el Despertar Espiritual, pero este libro recoge y sintetiza las enseñanzas de Oriente y Occidente sobre este tema y las presenta de una forma práctica y sencilla de tal manera que las podamos aplicar naturalmente en nuestra vida cotidiana.


This book is a guide towards spiritual illumination in the Here and Now. In it you will learn how to free yourself from the ego net which fills your life with bitterness. After reading it you will no longer be the same person. Here you will find a series of practical tools, meditations and exercises which will help you to leave worries, depression and anxiety behind , in order to be happy Now. Start to enjoy life fully and find benediction which hides behind every situation. 


Why is it important to be conscious of the unconscious? Human beings are victims of programming and conditioning which is harbored deep in our mind. Even though we may want something, often the unconscious betrays us, sabotaging our own plans. Learn to empty your mind of trash and live life in a more natural and complete manner, free from the limitations of the human ego.





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martes, 16 de diciembre de 2014

Las polaridades

En la cultura Occidental buscamos lo “bueno” mientras tratamos de alejarnos de lo “malo”. Pero lo uno no puede existir sin lo otro. Ambos son conceptos dualísticos que necesitan de su opuesto para existir. Si te pones de parte del “bien”, estás afirmando veladamente la existencia del “mal”; si decides ser “malo”, indirectamente le das poder a lo “bueno”. La palabra paz sólo cobra sentido al existir la palabra guerra, es decir que, sin la guerra la palabra paz es completamente  innecesaria. Sea que te pongas de parte de la paz o de la guerra, estarás afirmando su contrario, así es la dualidad.

¿Cómo funciona esto? La mente se divide en dos niveles: conciente e inconsciente. Jung decía que cuando uno conscientemente se identifica con una polaridad ignorando o rechazando la otra, el lado rechazado se auto-afirma en el inconsciente. Por ejemplo, si decides ser casto y puro, en el inconsciente acumularás deseos y fantasías sexuales muy fuertes. Si decides ser bondadoso, en el inconsciente afirmarás la dureza de corazón. Si decides ser santo, en el inconsciente afirmarás tu propio diablo interior (la sombra).

Esto contradice la mentalidad Occidental que motiva a las personas a buscar el bien y abandonar el mal. A pesar de esta creencia, vemos que la violencia y las violaciones sexuales son más fuertes donde esta mentalidad prevalece. Una cultura reprimida genera inconscientemente una contra-cultura desenfrenada. Sucedió en Estados Unidos con el Rock y en América latina con el Reggaetón, la juventud utilizó estos ritmos musicales como una rebelión inconsciente contra la represión sexual promulgada por los religiosos y puritanos.

Lo que afirmo es que si te pones de parte de lo “bueno” das poder a lo que llamas “malo”. Pero esto no quiere decir que apoyes lo “malo”, ya que sólo generarás nueva fricción entre los pares de opuestos. Lo que propongo es que te eleves por encima de lo “bueno” y lo “malo”, que trasciendas el nivel de la dualidad. Esto puede ser logrado cuando observas a tu mente, cuando eres consciente de los pensamientos y los miras sin juzgarlos como “buenos” o “malos”. Al desaparecer las etiquetas mentales de “bueno” y “malo” empiezas a actuar desde un nivel más profundo, el nivel de la Consciencia, allí no hay polaridades, no hay dualidad. Hacer esto es regresar a la inocencia de tu Ser, vivir la vida sin afectaciones o luchas internas.

Pero esto incluye un cambio de léxico. Palabras como “bueno” o “malo”, “agradable” o “desagradable”, “bonito” o “feo” deben ir desapareciendo poco a poco a medida que te das cuenta que solamente afirman la dualidad y alimentan el conflicto interior en lo conciente y lo inconsciente. Entonces las cosas son como son y no necesitas encasillarlas o etiquetarlas en términos de dualidad. Una flor es una flor, no es fea ni bonita. Una situación es una situación, no es agradable o desagradable. Un pensamiento es un pensamiento, no es bueno ni malo. Cuando haces esto penetras más profundamente en la vida y la experimentas de forma directa, sin ser afectado por las programaciones y etiquetas que el mundo te ha impuesto.