jueves, 12 de noviembre de 2020

El bypass espiritual

Por Walter J Velásquez



En 1980 John Welwoood creó el término en inglés spiritual bypass, el cuál definió como una "tendencia a usar ideas y prácticas espirituales para eludir o evitar enfrentar problemas emocionales no resueltos, heridas psicológicas y tareas de desarrollo inconclusas". 

John Welwoood, quien era psicoterapeuta budista, se refería con esto a la propensión de muchas personas espirituales a evitar entrar en contacto con las emociones que les resultan desagradables. Veamos algunos ejemplos: una persona siente ansiedad y empieza a rezar; otra está deprimida y recita un mantra; otro siente mucha ira y empieza a hacer afirmaciones de paz. Todas estas prácticas tienen una cosa en común: evadir el contacto con la emoción.

El pensamiento dualístico juzga y divide las emociones entre “buenas” y “malas”. Esta es la raíz del conflicto interno, porque cuando una persona etiqueta una determinada emoción como “maligna”, ya nunca va a querer entrar en contacto con ella. Pero las emociones no son buenas ni malas, son energía en movimiento.

Cuando rechazamos una emoción, está responde buscando llamar nuestra atención. Imagina que una emoción es como un niño, que al ser rechazado o ignorado por su madre, empieza a dañar objetos de la casa con tal de llamar la atención. Del mismo modo, cuando la ansiedad produce un ataque de pánico -por ejemplo- lo que está buscando es llamar la atención del individuo. Normalmente las personas evaden el llamado de sus emociones rechazadas, mediante la adicción a sustancias psicoactivas u otras adicciones como al sexo, al trabajo, a relaciones toxicas, etc.

En este sentido, el psicólogo estadounidense  John Welwoood creó el término bypass espiritual al observar que algunas personas, al recurrir a la espiritualidad para evitar emociones o desafíos difíciles o dolorosos, tendían a suprimir aspectos de su identidad y necesidades, estancando su desarrollo emocional.

Siendo budista, John Welwoood conoció los preceptos de Siddhartha Gautama, en los cuales enseñó a observar las emociones de manera ecuánime. Actualmente dentro de la psicología existen corrientes como la Terapia Gestalt que habla de entrar en contacto con las emociones, o el Mindfulness que enseña a observarlas sin emitir ningún juicio y en una actitud de apertura y aceptación.

Volviendo a la comparación de la emoción con un niño pequeño que busca llamar la atención, este “niño rebelde” o emoción desbocada puede sanarse a través de la aceptación y el amor incondicional. De esta manera la energía que antes estaba en un estado de rebelión contra el individuo, procede a la integración, generando bienestar emocional y un sentido de estar completo.