martes, 30 de junio de 2020

Desvelando el misterio del alma

Por nadie

En este día vamos a develar el misterio del alma. Tradicionalmente se entiende por alma una entidad inmaterial con la capacidad de sentir y pensar, que habita dentro del cuerpo, pero en otra dimensión. Las tradiciones religiosas judeocristianas buscan la salvación del alma, la cual sólo estará a salvo en el futuro cuando el individuo muera y vaya al cielo. En la Nueva Era, generalmente se piensa que el alma reencarna muchas veces, y a través de un proceso de perfeccionamiento, llega a convertirse en un ser espiritual o Maestro Ascendido.

Psique y Eros
En la Biblia, el vocablo "alma" es la traducción de la palabra hebrea nephesh y la palabra griega Psique. En la mitología griega Psique es una hermosa mortal que se convierte en inmortal gracias a amor del dios Eros por ella, y después de haber sufrido muchas desventuras.

Alma y psique

En el psicoanálisis Psique se convierte en la psiquis, que es un todo compuesto por el “ello”, el “yo” y el “superyó”. El ello es la parte inconsciente del alma, donde habitan las pulsiones y deseos. El superyó es su instancia moral, la cual juzga los deseos del inconsciente. Y el yo es el mediador entre estas dos instancias, es la personalidad.

De acuerdo a esto, el alma es un todo que incluye pensamientos, sentimientos, emociones, pulsiones, deseos, recuerdos, etc. El alma es lo que nos hace humanos. Es a través de ella que el Universo puede tomar Consciencia de sí mismo.

El alma no está separada del cuerpo como indica el dualismo cartesiano, en realidad alma y cuerpo son una unidad ya que la primera actúa a través del cerebro, el sistema nervioso y todas las células del cuerpo. Cuando se produce una emoción del alma, por ejemplo el amor, se generan cambios a nivel del cerebro, los cuales forman impulsos químicos y eléctricos a lo largo del sistema nervioso. Cuando esta información llega a las células, estas reaccionan en los órganos haciendo que el corazón aumente su frecuencia, que las manos suden y las pupilas se dilaten.

El alma es un instrumento de la Consciencia

El alma no es el propósito final de la existencia. Es solamente un instrumento para que la Consciencia pueda expresarse a través de la especie humana. Si estudias los textos religiosos como la Biblia, te darás cuenta que en ellos se dice que alma puede pecar (Ezequiel 18:20-27) y sufrir (Mateo 26:38). En cambio lo que es inmortal, la Consciencia, no puede sufrir ni entrar en la dualidad del pecado. Todos esos estados son ilusorios, y la Consciencia Cósmica no puede ser afectada por ninguna ilusión. 

Algunos textos se refieren a la Consciencia como el Espíritu (con E mayúscula), el cual se diferencia del alma en que es inmoral tal como lo relata el Bhagavad Gita capítulo 2, versos del 20 al 30:

El Espíritu nunca nace y nunca muere: es eterno. Nunca ha nacido, está más allá del tiempo; del que ha pasado y el que ha de venir. No muere cuando el cuerpo muere. Cuando un hombre reconoce el Espíritu como no nacido, imperecedero, inmutable e indestructible, ¿cómo podría este hombre matar o ser muerto? (…) Ningún arma puede herir al Espíritu, ni el fuego puede quemarlo, ni el agua puede mojarlo, ni el viento puede arrastrarlo. Más allá del poder del fuego, de la espada, del agua y del viento, el Espíritu es eterno, inmutable, omnipresente, inamovible, y siempre uno. El Espíritu está más allá del cambio y del pensamiento; los ojos mortales no pueden verlo. Reconoce que el Espíritu es lo único que permanece y cesa de sollozar.

El Universo se hace consciente a través de ti

Cuando hablamos de Consciencia Cósmica estamos insinuando que el Cosmos es una entidad viva consciente de sí misma. Pero esta entidad Cósmica aún está en proceso de hacerse consciente. Por ejemplo en la Tierra, la mayoría de las personas no están conscientes, y los animales o las rocas no poseen la misma capacidad que tienen los humanos de llegar a ser plenamente conscientes. 

No estamos diciendo que los animales son totalmente inconscientes. De hecho, hay estudios que han demostrado que algunos animales como los mamíferos y las aves muestran contenidos elaborados de conciencia. También es cierto que en simios, roedores, delfines y palomas se ha observado la capacidad de evaluar el propio conocimiento (metacognición), facultad que antes se creía que solo los humanos poseían. Sin embargo, esas capacidades no alcanzan a abarcar el conjunto de las competencias que se dan en los humanos.

Al decir que el ser humano tiene una mayor capacidad de Consciencia que los animales, no estoy apoyando la postura antropocentrista que dice que somos superiores a ellos. De hecho, hay muchas cosas que, si las aprendiéramos de nuestros hermanos del mundo animal o vegetal, nos llevarían a actuar de manera más inteligente, siendo más cuidadosos con nuestro Planeta. Lo cierto es que el ser humano posee unas estructuras nerviosas mucho más complejas que los animales, las cuales permiten que podamos experimentar la Consciencia de una forma más Plena.

El ego

El alma es un constructo mental usado para referirse a la suma de pensamientos, emociones, deseos, etc. Cuando el ser humano se identifica con esos pensamientos y emociones creyendo que son reales, entonces crea un ego. Ego significa “yo”, y este “yo” es una proyección de la mente, es la imagen que crea de sí misma, es la persona a través de la cual interactuamos en la sociedad. En últimas, el ego es la ilusión que usamos para movernos en este mundo. Pero el ego, al igual que el alma, no es el propósito final de nuestra existencia.

El propósito de la existencia es que el Universo pueda ser Consciente de sí mismo a través de ti. Lo que evita que eso suceda es el hecho de que te has identificado plenamente con el alma y el ego. A mayor grado de identificación con el ego, mayor sentido de separación del Universo. Una persona egoísta, únicamente pensará en su bienestar personal, ya que al estar tan identificada con su ego, sólo piensa en defenderlo de todo y de todos.

El deseo del alma de salvarse para habitar en el cielo eternamente o perfeccionarse para convertirse en Maestro Ascendido, no es más que el anhelo de algo ilusorio que quiere ser inmortal. Esta es la trampa en la que muchas personas han caído. El verdadero Despertar requiere estar dispuesto a desidentificarse del alma/ego. Pero son muy pocos los que quieren dar ese paso. Es por eso que el ego inventa cielos imaginarios para guardar la esperanza de habitar en ellos.

El alma puede romperse

Una característica del alma, es que es sumamente frágil. Recuerda que antes dijimos que en el alma hay un conflicto entre el superyó y el inconsciente. Cada vez que el humano experimenta deseos sexuales, ira o envidia; el superyó aparece para juzgar y criticar con mucha severidad. Cuando la persona se siente juzgada por el superyó moral, empieza a experimentar el conflicto entre lo que piensa o siente y lo que la moral le dice que debería pensar o sentir. Entonces la persona, para defenderse de sus propios instintos empieza a reprimir en el inconsciente todo lo que siente y piensa.

Esta represión empieza a ocasionar que el alma se fragmente en muchos pedazos. A medida que el alma va rechazando sus propios pensamientos, sentimientos o deseos, se va rompiendo más y más. Como el individuo está identificado con el ego, sufre con las diferentes experiencias de la vida. Esto es a lo que se le denomina traumas. Un trauma por el abandono del padre, otro trauma por el rechazo de su primer amor, otro porque su mamá lo castigaba cada vez que hablaba, etc. Todo esto fue generando una especie de “huecos” o vacíos emocionales en el alma, y ella necesitaba llenarlos con algo. El alma puede tratar de llenar sus vacíos emocionales de muchas maneras: relaciones codependientes, apegos, drogas, etc. Pero fue través de la religión que el alma humana encontró una de las maneras más creativas para llenar esos vacíos.

 

Continua en: Religión,Misticismo y Nueva Era.


miércoles, 24 de junio de 2020

Consciencia y abundancia

Por nadie

Ver: Pensamiento positivo y Consciencia

La dualidad optimismo/pesimismo y las claves para tener éxito

 

Acerca del concepto de abundancia

La palabra abundancia significa prosperidad, riqueza y bienestar. Muchas personas relacionan este concepto únicamente con la abundancia material. Pero la Abundancia integral abarca, además de lo material, la paz, la armonía, el bienestar, etc. La abundancia fluye de manera natural cuando el individuo está en sintonía con la Consciencia, la cual es la causa inmanente y trascendente del Universo.

Algunos creen que la abundancia es tener recursos ilimitados para poder gastarlos de forma desmesurada y excéntrica. La abundancia les permite a las personas vivir libres de muchas preocupaciones triviales para enfocarse en objetivos más importantes. Sin embargo hay que tener en cuenta que somos parte de esta Tierra cuyos recursos estamos agotando debido al consumismo desproporcionado. Así que con la abundancia, llega la responsabilidad de usar el recurso económico de manera sensata, cuidando de nuestro hermoso Planeta.

 

Los bloqueos de la abundancia

Lo que evita que muchas personas vivan en abundancia, además de la falta de ciertas habilidades, estrategias y conocimientos acerca del dinero y los negocios; son sus condicionamientos negativos relacionados con el dinero y arraigados en el inconsciente. Por ejemplo, pensar que el dinero es malo, o que no mereces vivir en abundancia porque no eres digno de ella.

Para cambiar estos condicionamientos se requiere observar la mente desde el lugar de la Consciencia. Al observar esos pensamientos sin juzgarlos, sabiendo que no eres la mente, estos empiezan a perder fuerza. Los pensamientos limitantes tienen poder únicamente cuando te identificas con ellos.

Es fundamental entender que aquello en lo que enfocas tu atención es atraído a ti. Por lo tanto, aquellas personas que centran su tiempo y energía en quejarse, juzgar y culpar a otros, están atrayendo constantemente personas y circunstancias que les confirmen sus quejas. Muchas veces estas personas asumen el patrón de víctimas y deciden no salir más de allí.

Gratitud como puerta a la Abundancia

Para atraer abundancia se requiere vivir en un estado de gratitud constante. Cuando agradeces y sientes satisfacción en el presente por las cosas que ya tienes, el Universo empieza a enviarte más de lo mismo. Así que ver, reconocer y agradecer todas las bendiciones que posees en el Aquí y Ahora (por ejemplo poder oler, caminar o hablar), se convierte en un elemento magnético que atrae más prosperidad.

Afirmaciones

Las afirmaciones son frases de poder pronunciadas, generalmente en voz alta, para manifestar un determinado resultado. Se diferencian de las oraciones, en que en estas últimas se pide algo partiendo del hecho de que se carece de ello. En cambio, una afirmación es la aceptación de que eso que se quiere, ya está manifestado en el presente.

Cabe advertir que no en todos los casos las afirmaciones son recomendables. Por ejemplo, si una persona se siente triste, pero hace afirmaciones como “Yo soy la felicidad”, se está engañando a sí mismo, está aumentando el conflicto interno entre lo que es (la tristeza) y lo que la mente cree que debería ser (la felicidad). Esto hará que la tristeza se reprima en el inconsciente de donde tarde o temprano volverá a emerger con mayor fuerza. Lo ideal acá sería entrar en contacto con la tristeza, aceptarla, sentirla, dejarla estar y observar cómo se transforma a través del poder de la aceptación consciente.

Cuando una afirmación no está acompañada por el sentimiento de eso que se declara, es simplemente una afirmación mental que carece de cualquier valor. Se trata de una “vana repetición” que incluso aumenta el conflicto interno.

Por otro lado, cuando una afirmación procede de lo profundo del Ser, es sumamente poderosa. Sabes que una afirmación viene del Ser cuando la sientes en cada célula de tu cuerpo. Es decir, que tu Ser total -que incluye cuerpo, mente, sentimientos- está alineado en esa afirmación.

Así que si tienes claro un objetivo en tu vida, y sientes que el impulso de materializarlo proviene desde el fondo de tu Ser, hacer afirmaciones aceptando que ya está manifestado en el Aquí y Ahora, le da un empujón enorme a la manifestación.

Alinearte con la Voluntad Cósmica

Para manifestar abundancia es importante salir de la identificación con la mente o el ego y descansar en la Consciencia Cósmica. El ego quiere manifestar abundancia únicamente para sus fines egoístas. La Consciencia genera abundancia para ponerla al servicio del Despertar de la humanidad y del cuidado del Planeta.

Mucha gente le pide cosas al Universo desde su mente limitada. La sugerencia amorosa es que, en vez de decirle al Universo lo que debería darte, podrías pedirle que te muestre qué es lo que Él quiere manifestar a través de ti. Es decir, que en vez de actuar desde la voluntad humana, podrías empezar a actuar desde la Voluntad de la Consciencia Cósmica Universal, que es perfecta.

Cuando renuncias por completo a tu voluntad humana y te entregas a la Voluntad Cósmica, te alineas con la perfección. En vez de decir: “quiero esto” o “quiero aquello”, “quiero este trabajo”; puedes entregarte completamente a esa Voluntad. Entonces observa cómo el Universo empieza a mostrarte el camino. Ese es el momento para actuar y fluir en plena sintonía con la Consciencia.

Recuerda que el Universo siempre quiere lo mejor para ti. Así que si quieres ser feliz y vivir en la abundancia, alinéate plenamente con su Propósito.

 

Ejercicio:

Toma Consciencia de tu respiración por unos segundos… y luego recita despacio, desde tu corazón la siguiente afirmación:

¡Oh Universo, estoy feliz y agradecido porque siempre quieres lo mejor para mí!

Ahora toma Consciencia de tu cuerpo y de cómo te sientes después de hacerlo.


viernes, 19 de junio de 2020

La dualidad optimismo/pesimismo y las claves para tener éxito

Por nadie



Ver: Pensamiento positivo y Consciencia


Consciencia y Abundancia


 

Optimismo vs. Optimismo

En la corriente del pensamiento positivo se habla mucho acerca del optimismo. Se supone que todos deberíamos ser optimistas siempre para que nos vaya bien. Pero el optimismo desproporcionado, así como la vitamina C consumida en forma excesiva, también puede ser muy dañino.

 

Muchas personas demasiado optimistas caen fácilmente en lo que se conoce en psicología como el "Efecto Dunning-Kruger". Este es un sesgo cognitivo que hace que una persona con habilidades muy escasas en un determinado campo, se crea superior y más inteligente que personas que están más preparadas. Quienes padecen el "Efecto Dunning-Kruger" sobrevaloran sus propias capacidades y no reconocen sus limitaciones.


Cuando una persona con exceso de confianza, y un déficit de habilidades toma decisiones importantes, pueden ocurrir grandes desastres. El exceso de confianza podría ser uno de los factores que hace que en Colombia, de los nuevos emprendimientos tan solo el 29.7% sobreviven, mientras el 70% fracasan en los primeros cinco años de existencia. 


¿Qué tiene que ver el exceso de confianza con el éxito o fracaso de un emprendimiento? Imagina a una persona muy optimista que quiere crear un restaurante exitoso en su ciudad. Esta persona cree en sí misma y además practica todos los principios de la Ley de Atracción enumerados en el libro El Secreto. Sin embargo nunca ha tenido experiencia en restaurantes. Es más, no sabe cocinar. Eso no es problema porque para eso contratará a alguien. Pero tampoco sabe cómo liderar personal, desconoce las reglas del marketing e ignora todo sobre contabilidad. Sumado a esto, no tiene en cuenta el punto de la ciudad donde pone su negocio ni la época del año en que decide abrirlo. Tampoco hace un costeo para calcular el precio que debe poner a sus productos. Todos estos factores juntos, casi con seguridad conducirán al fracaso, sin importar cuan optimista sea la persona. Es más, debido a su exceso de optimismo no sabrá cuándo parar y seguirá endeudándose para sacar su emprendimiento adelante hasta colapsar.


Si una persona con una dosis moderada de pesimismo hubiera decidido crear el mismo negocio, es probable que al desconfiar de sus propias capacidades, se hubiera asesorado mejor antes de dar cada paso para sacar adelante su negocio. Claro que una persona demasiado insegura y pesimista casi nunca se arriesga a invertir en un negocio.


Probablemente estés pensando que yo estoy afirmando que el optimismo no sirve para nada. Pero ese no es el mensaje que quiero dar. Es cierto que una persona optimista transmite su energía a sus posibles inversores, a sus clientes y a sus empleados. Una persona optimista genera confianza y es como un imán que jalona a otros a sumarse a su iniciativa. De manera proporcional, una persona demasiado pesimista aleja inversores, clientes,  e incluso empleados. Nadie quiere montarse en el carro perdedor.


Entonces la clave estaría en encontrar el justo medio enseñado por Aristóteles, muy parecido al Camino medio del budismo. Lo que busca este principio es encontrar el punto de equilibrio entre dos extremos. En un extremo está el exceso de optimismo que puede conducir a la temeridad. Por otro lado el exceso de pesimismo puede llevar a la inacción. El punto de equilibrio es la valentía, que se define como la determinación para enfrentarse a situaciones desafiantes, después de haber calculado los riesgos. Para esto es fundamental conocer de antemano el peor escenario posible, y al mismo tiempo llevar a cabo acciones para reducir la incertidumbre hasta un nivel aceptable. 

 

Las claves del éxito

Entendiendo el éxito como la obtención del resultado satisfactorio de una empresa o proyecto, es importante saber que las personas exitosas se caracterizan por haber desarrollado en cierta medida unos factores determinados. Volvamos al ejemplo del hombre que quiere crear su propio restaurante. Además del optimismo que este hombre transmite, necesita dedicarse a desarrollar los siguientes elementos:

Conocimiento: Estudiar acerca del tema o negocio que se quiere desarrollar. Conocer a fondo todas las implicaciones del mismo.


Habilidades estratégicas. Se refiere a la capacidad de poner en marcha el conocimiento adquirido. Las habilidades estratégicas se adquieren por medio de la práctica.


Estrategia de negocios. La estrategia implica el producto que se quiere vender, así como la forma de fabricarlo, venderlo, distribuirlo, publicitarlo, etc.


Liderazgo. Incluye habilidades como la proactividad, efectividad, eficiencia, trabajo en equipo, influencia, etc. (Véase Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva y la Inteligencia Emocional).


Conocimientos de finanzas. Implica entender cómo funciona el dinero y cómo administrarlo e invertirlo.


Compromiso y constancia. Seguir adelante a pesar de los escollos y dificultades que se puedan presentar en el camino.


Intuición. Se refiere a la habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata, sin la intervención de la razón. Es indispensable para tomar decisiones rápidas o en tiempos de crisis, cuando no se cuenta con todos los elementos necesarios para tomar una decisión racional.

 

Según diversos estudios realizados, todas las personas que han tenido éxito en un determinado campo poseen en mayor o menor medida estos factores. Difícilmente existirá una persona que tenga maestría en los siete, pero al menos habrá desarrollado algunos de ellos. Hay personas que nacen en culturas o familias donde muchos de estos factores son aprendidos desde niños de manera natural. En otras culturas donde estos factores son escasos, una persona puede desarrollarlos si dedica el suficiente tiempo y esfuerzo a aprenderlos.

 

Sincronicidad

Cuando una persona posee estos factores desarrollados hasta cierto punto, y le suma una buena dosis de optimismo, tiene mayores posibilidades de triunfar. Claro que falta un factor del que casi nadie habla y es la “suerte”. Muchos grandes empresarios, científicos y deportistas saben que su éxito no hubiera despegado si no hubieran estado en el lugar correcto en el momento correcto. En realidad, la suerte es una palabra insustancial que podríamos cambiar por sincronicidad. 

La sincronicidad puede definirse aquí como la capacidad de atraer, en el momento preciso, a las personas y cosas necesarias para cumplir un objetivo. Por ejemplo, estábamos buscando un local para nuestro negocio y justamente cuando pensábamos en eso escuchamos a alguien en el supermercado hablando de que quería dar en alquiler su tienda. Cuando hablamos con esa persona nos damos cuenta de que el local que tiene es justamente lo que necesitábamos.

 

Consciencia

La sincronicidad se activa cuando estamos en sintonía con la Consciencia Cósmica. Recuerda que ella es el Vacío cuántico de todas las posibilidades. Por lo tanto no se trata de un vacío estéril, sino de un vacío fértil que puede manifestar aquello que queremos. Cuando actuamos desde esa Consciencia Cósmica parece que todo se conecta de manera asombrosa para que nuestros deseos se materialicen. Se forman verdaderas cadenas de sucesos que conducen de manera natural, y sin mucho esfuerzo, a cumplir esos deseos.

 

Por otro lado, hay personas que quieren manifestar cosas en sus vidas, pero lo hacen desde su ego. Estos deseos egoístas son muy difíciles de materializar ya que, al no estar conectados con la Consciencia, no fluye el factor sincronicidad. A veces parece que el Universo, ante tanta insistencia, deja que se manifieste eso que el ego ansia, para al final darnos cuenta de que eso que queríamos en realidad sería una gran fuente de sufrimiento.


Conclusión

En conclusión, para manifestar lo que queremos en este mundo, es necesario encontrar el punto de equilibrio entre pesimismo y optimismo. Además es necesario desarrollar ciertas habilidades relacionadas con el liderazgo, los negocios y el manejo del dinero. Pero todo esto funciona mejor al estar conectados con la Consciencia, la cual precipita la sincronicidad que hace que se activen cadenas de sucesos que conducen a la manifestación de que aquello que queremos.


jueves, 18 de junio de 2020

Pensamiento positivo y Consciencia

Por Walter J Velásquez


La corriente del pensamiento positivo enseña a luchar contra los pensamientos denominados “negativos”, convirtiendo la mente en un gran campo de batalla. Cuando una persona trata de pensar únicamente en positivo, hace que los pensamientos y emociones “negativas” se repriman al inconsciente.

Los pensamientos son el resultado de la comunicación entre las neuronas llevada a cabo mediante señales eléctricas. Por otro lado, las emociones son estados de los sentimientos (como miedo, ira, excitación, amor u odio) que llegan acompañados de cambios corporales que afectan el tono muscular, la respiración, las secreciones hormonales, la presión sanguínea, etc. Es decir, que para que una emoción se manifieste en el cuerpo, este debe producir ciertas señales eléctricas y químicas. En conclusión, los pensamientos y las emociones son energía.

Según las leyes de la termodinámica, “la energía no puede ser creada o destruida”  Dicha ley también dice que “la energía puede cambiar de forma, y puede fluir de un lugar a otro”. Así que cuando se rechaza a los pensamientos y emociones negativos, estos fluyen al inconsciente donde continúan alimentándose de toda nuestra negación. Pero esta ley dice también que “la energía puede cambiar de forma”, es decir, que pensamientos y emociones “negativos” pueden ser transformados. La manera de hacerlo es por medio de la Consciencia plena, es decir, observar pensamientos y sentir emociones sin juzgarlos, aceptándolos plenamente.

Seng Tsan, quien según la tradición Zen, llegó a China en torno a la primera mitad del siglo VI al lado de Bodhidharma, enseñó que diferenciar los pensamientos como “buenos” y “malos”, estando a favor de unos y en contra de otros, en realidad genera mucha infelicidad. En una parte de su Poema de la Confianza en la Mente Pura dice lo siguiente:

El Gran Camino no es difícil para aquellos que no tienen preferencias. (…) Si quieres ver la verdad, no mantengas ninguna opinión a favor o en contra. La lucha entre lo que a uno le gusta y lo que le disgusta es la enfermedad de la mente.

La lucha “a favor y en contra” a la que se refiere Seng Tsan puede ser descrita usando la siguiente parábola: Imagina que hay una persona parada de pie en la playa, observando las olas que llegan a sus pies. Esta persona, en su mente, decide que ciertas olas son “buenas”, mientras que otras son “malas”. Entonces empieza a luchar para quedarse con las olas buenas y rechazar a las olas malas. Pero las olas buenas, que el hombre quiere conservar, así como llegan desaparecen dejando gran tristeza en él. Por otro lado las olas malas, siguen llegando una y otra vez a pesar de todos los esfuerzos que este hombre hace para rechazarlas. Puedes imaginar que este hombre debe ser sumamente desdichado. Todo se solucionaría si dejara de catalogar las olas como buenas o malas y las aceptara a todas por igual.

Esta parábola, que leí en un libro de Yubal Noah Harari, muestra de una manera gráfica el gran problema del pensamiento positivo. Las personas viven luchando diariamente por conservar los pensamientos positivos y rechazar los negativos. Lo que enseñó Gautama Buda hace miles de años es que evitemos catalogar los pensamientos y los observemos a todos de forma ecuánime, o como diría Seng Tsan, “sin mantener ninguna opinión a favor o en contra”.

Cuando logramos lo anterior, ocurren dos cosas: en primer lugar pasamos de estar identificados con la mente y su bullicio, a entrar en la dimensión del observador, es decir la Consciencia. En segundo lugar, sin quererlo ni buscarlo, la mente empieza a ser más calmada y tranquila, el bullicio baja su volumen. ¿Por qué sucede esto? Porque la lucha engendra lucha, la guerra engendra más guerra, pelear contra los pensamientos hace que estos quieran pelear contra nosotros. En cambio, la Consciencia transforma cualquier turbulencia en la más profunda paz.

 

Ver:La Consciencia, la dualidad optimismo/pesimismo y las claves para tener éxito

Consciencia y Abundancia


martes, 16 de junio de 2020

El Ápeiron o la esencia de todas las cosas

Por Walter J Velásquez

Los antiguos griegos creían que el mundo estaba conformado por cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra, que eran la base de la materia. De esa época al tiempo actual, la ciencia ha avanzado al punto de llegar a identificar los 118 elementos químicos que componen la tabla periódica. Pero, ¿De qué están hechos los elementos de la tabla periódica?

Anaximandro de Mileto
Mucho antes de Sócrates o Plantón, hubo un filósofo llamado Anaximandro de Mileto, el cual se dedicó a estudiar la naturaleza. Dibujó uno de los primeros mapas terrestres, realizó cálculos acerca de la medición de los solsticios, los equinoccios así como la distancia de las estrellas. Es quizá el predecesor de la Teoría de la Evolución, ya que enseñaba que los primeros animales surgieron del agua y que los hombres descendían de los peces. Pero lo que nos interesa en este artículo es una posible conexión de Anaximandro con la física cuántica moderna, y de ambos con la Consciencia Cósmica Universal.

Anaximandro, al igual que otros filósofos griegos de la época, buscaban cual era el Arjé, o el principio de todas las cosas. Para Tales de Mileto, el principio de todo era el agua; Anaxímenes defendía que se trataba del aire; para Heráclito era el fuego; finalmente Jenófanes pensaba que era la tierra.

Pero Anaximandro propuso que el Arjé, era una sustancia indeterminada. La palabra griega para esto era Ápeiron: sin límites, sin determinación. Es decir, que lo que conocemos como Universo está compuesto por una sustancia indeterminada, sin cualidades ni límites. De dicha sustancia se separan los contrarios generando así todas las cosas.

Cuerda
Entrando ya en el mundo de física, la teoría de cuerdas propone que todo en el Universo está compuesto de una única cosa. Según esta teoría, en el centro de cada partícula elemental se halla una pequeña cuerda en constante vibración. Del mismo modo en que una cuerda de guitarra al ser tocado genera una determinada nota musical, la forma en que oscila esta pequeña cuerda determina la carga y la masa de cada partícula mayor.

Lo que esto quiere decir es que la base fundamental de la existencia es una misma esencia indeterminada que puede crear diferentes tipos de partículas dependiendo de la manera en que vibre. Por su puesto la teoría de cuerdas no está probada todavía, aun así tiene la capacidad de seducir las mentes de muchos científicos al proponer que todo -tu cabello, las estrellas, los diamantes o una manzana- en esencia están compuestas de lo mismo.

No cabe duda que Anaximandro fue un adelantado a su época. Siento que él estuvo en contacto con la Consciencia Cósmica, de la cual obtenía información  de forma intuitiva. Y es que a pesar de la gran importancia del método científico, la intuición juega un papel fundamental en la ciencia.

Así que al hablar del Ápeiron, Anaximandro estaba hablando de la Consciencia Cósmica Universal. Desde el punto de vista teológico, lo que las personas llaman Dios no está separado del Universo sino que es la esencia de todas las cosas. Es decir que los ojos a través de los cuales estás leyendo este artículo, los fotones que emite el monitor de tu computadora, la silla en la que estas sentado y aire que respiras es la Consciencia Cósmica Universal.

Para Anaximandro el cosmos nace, se desarrolla y tiene su fin en el seno del Ápeiron, el cual es inmortal, indestructible, inengendrado, imperecedero y origen de todas las cosas. Así que vemos en el Ápeiron de este filósofo presocrático, al igual que en la Teoría de cuerdas moderna, atisbos a la Consciencia Cósmica Universal, la cual es tu verdadero yo.

Tu Ser real es el vacío cuántico, tu cuerpo extenso es el Universo. Así que cuando digas Yo Soy, en vez de hacerlo desde el ego, dilo sabiendo que eres el Cosmos tomando consciencia de sí mismo a través de ti.

 

 

 

 

 


jueves, 11 de junio de 2020

Preguntas y respuestas sobre la Consciencia Cósmica Universal

Por Walter J Velásquez

¿Dónde y cuándo se encuentra la Consciencia Cósmica Universal?

La Consciencia está siempre presente en al Aquí y Ahora. No existe lugar donde esta no se encuentre. Tampoco existen lugares privilegiados o “sagrados” donde la Consciencia se manifiesta con más fuerza. Todo lugar donde estemos en cualquier momento es el más sagrado porque es el lugar del Universo donde están las condiciones y oportunidades precisas que necesitas para aprender y despertar en ese instante.

 El mejor momento para entrar en contacto con la Consciencia es Ahora mismo. No se le puede conocer en el pasado ni en el futuro. Por ello no existen fechas “sagradas” o especiales. La fecha más sagrada del Universo es hoy, porque sólo contamos con este día para aprender y despertar. El ayer ya no está, el mañana es solamente una posibilidad. Lo único real es este día que estamos viviendo. Por ello podemos enfocar nuestra energía en estar Conscientes sólo por este día. El mañana traerá su propio afán.


¿Cómo se entra en contacto con la Consciencia Cósmica Universal?

Deliberadamente, la anterior pregunta está enfocada de forma equivocada, pero es la única manera en que la mente puede comprender ciertos conceptos. Lo primero que hay que saber es que nunca ha habido un momento en que no seas la Consciencia. Todos los seres sin excepción, son la Consciencia Cósmica Universal. No es que seamos una parte de ella, es que somos la totalidad de la Consciencia de la misma manera en que la ola, que parece separada, en realidad es la totalidad del océano.

De aquí surge la siguiente pregunta ¿Si somos la Consciencia porque nos cuesta tanto permanecer en ella? La respuesta es que estamos identificados con la mente. Creemos que somos nuestros pensamientos, creemos que los pensamientos y las emociones son reales y por ello nos quedamos atrapados en ese nivel. Por eso, para entrar en contacto con la Consciencia Cósmica Universal que ya somos, es necesario dar un paso atrás y observar los pensamientos y emociones sin juzgarlos.

El velo de maya que no nos permite ver la realidad es el filtro de la mente. La mente está programada con una serie de prejuicios, estereotipos y condicionamientos que no nos permite ver la realidad. Por eso hay que salir de la esfera de la mente y pasar a la esfera de la Consciencia.

Recuerda que todo en el Universo está hecho de átomos, los cuales a su vez están formados por partículas subatómicas que aparecen y desaparecen en el vacío cuántico. Tanto el vacío cuántico como las partículas que emergen de él son Conciencia Pura. Por lo tanto todo en el Universo está hecho de Consciencia. Así que al contemplar un atardecer, disfrutar de una comida, sentir una caricia o cualquier otra cosa que hagas -Conscientemente- estás entrando en contacto con la Consciencia Cósmica Universal.

Cuando estas en él Ahora es el Universo tomando Consciencia de sí mismo a través de ti. Entonces el observador y lo observado se convierten en Uno y cesa todo sentido de separación.

Por otro lado, técnicas específicas como la meditación Vipassana Budista, la contemplación católica, la respiración consciente, el Mindfulness de la psicología cognitiva conductual, el Darse Cuenta de la Terapia Gestalt, la práctica de mantras, yoga o danza; pueden ser puertas para entrar en contacto con la Consciencia Cósmica Universal que ya somos, siempre y cuando se realicen en el Ahora.

La Consciencia y el concepto del bien y el mal

El bien y el mal son conceptos relativos creados por la mente. Lo que es “bueno” para unos será “malo” para otros y viceversa. O lo que hoy parece “bueno”, mañana podría llegar a parecer “malo”. En la Consciencia no hay distinción de lo bueno o lo malo, las cosas simplemente son lo que son.


¿Quiere decir esto que en el mundo no debería existir la moral o las normas? Aquellos que están profundamente dormidos necesitan de la moral y las normas para guiar sus actuaciones y evitar hacer daño a otros. Por otro lado, una persona que actúa desde la Consciencia simplemente es incapaz de hacer daño a otros, no porque la moral se lo impida, sino porque en la Consciencia solamente hay amor y armonía infinitos.

Si el concepto del bien y el mal no es real ¿Cómo es posible que en el mundo existan personas que cometen asesinatos, genocidios y violaciones? Las personas que hacen esto no son malas, lo que sucede es que están dormidas en la más profunda inconsciencia. Sólo una persona inconsciente podría dañar a otros. Así que el mundo no se divide entre “buenos” y “malos”, lo que hay es un espectro de la Consciencia. En la base de esta línea están las personas más inconscientes, y al final aquellos que han despertado. Entre un extremo y otro de la línea hay muchos grados de consciencia.


Ciencia, religión y Consciencia

Históricamente la religión ha atacado a la ciencia y la ciencia a la religión. La religión se basa en dogmas, o postulados que deben ser aceptados ciegamente por sus seguidores. Por ejemplo, si el pastor de una iglesia dice a sus fieles que el mundo se creó en siete días, estos no tienen otra opción que obedecer. Si empiezan a cuestionar el dogma, serán señalados por otros miembros de su iglesia. El pastor ve a los que cuestionan como elementos muy peligrosos para la estabilidad de su iglesia. Finalmente, si la persona persiste en sus cuestionamientos, será excluida de su comunidad religiosa lo cual le generará sufrimiento a su ego. Un dogma no necesita de evidencia científica para ser creído, el dogma es una prisión mental que mantiene encerradas a las personas en sus propios sistemas de creencias.

 En la Nueva Era también hay canalizadores que postulan dogmas para que las personas los acepten sin cuestionar. Muchos canalizadores gozan de gran imaginación y crean historias muy elaboradas para darle sentido a aquello que desconocen. Podemos entender todas esas historias como parábolas o alegorías en vez de tomarlas como algo literal. La mayoría de las veces los canalizadores se creen sus propias historias así como los antiguos griegos se creían los mitos fantásticos de sus dioses. Ahora los psicoanalistas han analizado el mensaje simbólico que se escondía detrás de esos mitos. Siguiendo el mismo sistema se puede encontrar el mensaje simbólico detrás de los mitos creados por los canalizadores.

Por su parte en la ciencia, que forma parte de la Consciencia (Cons-Ciencia), también puede haber algunas posturas dogmáticas. A esto se le ha llamado “cientificismo”, es decir, la creencia de que solo la ciencia puede conocer. Lo cierto es que la ciencia puede conocer aquello que sus instrumentos actuales le permiten. También es cierto que la ciencia codifica lo que conoce de manera cuantitativa, utilizando valores numéricos. Pero existen otros fenómenos que solo pueden ser expresados en valores descriptivos y que son difíciles de replicar. La ciencia no suele tener en cuenta esta clase de información, dada la dificultad de codificarla en números. Además, debido a la inmensa cantidad de charlatanes y estafadores que quieren engañar a las personas, este tipo de fenómenos se encuentra bastante desprestigiados.

Algo que hay que reconocerle a la ciencia es la capacidad de aceptar la incertidumbre. Por ejemplo, un físico de partículas con un doctorado y un posdoctorado no tiene ningún problema en responderle: “no sé” a algo que le preguntes y para lo cual, la ciencia aun no tenga la respuesta. En cambio un líder de una iglesia creerá que decir que no sabe puede ser interpretado como un signo de debilidad por sus seguidores, así que podría inventar una respuesta para quedar bien ante su público.

La Consciencia Cósmica Universal puede ser conocida tanto a través de la ciencia como de la espiritualidad. Para que esto sea posible tanto científicos como espiritualistas no deben aceptar dogmas ni cerrar sus mentes a nuevas posibilidades. Podrá llegar un momento en que ciencia y espiritualidad se unan generando una nueva dimensión del conocimiento.


 





[1] De ahora en adelante, desde que se hable de la Consciencia Cósmica Universal se firmará como “Nadie”. Lo cual indica que no hay necesariamente un “yo” comprometido en este proceso. Walter J Velásquez es un personaje como lo es Juan, Pedro o María. Por lo tanto, en este proceso vamos a dejar al “personaje” a un lado para que haya una mayor transparencia en el proceso.


miércoles, 10 de junio de 2020

Consciencia Cósmica Universal

Por Walter J Velásquez

Mientras grababa charlas para el canal de YouTube de Ser el Ser, empecé a sentir con fuerza las palabras Consciencia Cósmica Universal. Estas tres palabras juntas me llegaron de manera intuitiva, sin conocer al principio lo que significaban. A medida que fui profundizando empecé a desglosar cada palabra para poder obtener un significado integral. Es esto lo que quiero compartir aquí, así que antes de llegar al significado holístico, analicemos el significado individual de cada una.

Consciencia

Por Consciencia se entiende el conocimiento inmediato que un individuo tiene de sí mismo, de sus actos y pensamientos. El psiquiatra canadiense Richard Maurice Bucke (1837 - 1902), distinguió tres grados de Consciencia:

·         Consciencia simple, poseída tanto por los animales como por la humanidad

·    Autoconsciencia, poseída por la humanidad, abarcando el pensamiento, la razón y la imaginación

·         Consciencia Cósmica, que es "una forma más elevada de consciencia que la poseída por el hombre común"[1]

 

Cósmica

La palabra “Cósmica” proviene de Cosmos. En este contexto, cosmos se utiliza como indicación de orden, armonía y organización. Los griegos usaron originalmente la expresión cosmos para designar la totalidad de la existencia. En la física, cosmos se refiere a un continuo espacio-tiempo dentro de un multiverso. En conclusión, el cosmos es todo lo que existe.

 

Universal

El Universo es un sistema cerrado que abarca la totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas de la materia, la energía, el impulso, las leyes y constantes físicas que las gobiernan.

 

Conciencia Cósmica Universal

Aunque las palabras universo y cosmos se utilizan como sinónimos, el concepto de cosmos es más amplio y envuelve más elementos que el de universo. La Consciencia Cósmica implica que el Cosmos es una entidad viva consciente de sí misma. Por lo tanto, el cosmos no consiste en materia muerta gobernada por el azar sino en una Inteligencia Suprema que posee un propósito. El Universo conocido es uno de los muchos Universos que existen en la Consciencia Cósmica, esto explicaría el significado completo de la frase.

 

Consciencia y el concepto de Dios

En este momento el lector podrá intuir que por Consciencia me refiero a Dios. Sin embargo quiero aclarar que la palabra Dios no puede ser utilizada aquí ya que la humanidad la asocia con un Ser Supremo que a pesar de crear el Universo, está separado de él.  En cambio, la Consciencia es el todo en Todo.

La palabra Dios tiene una connotación masculina, mientras que la Consciencia trasciende el concepto de género.  La palabra Dios se relaciona directamente con la religión, en cambio la Consciencia puede ser conocida sin necesidad de la religión. La palabra Dios se asocia a la forma, ya que se le representa como una deidad con rasgos humanos; mientras que la Consciencia está más allá de la forma y la no-forma. La palabra Dios es personal, en cambio la Consciencia es impersonal.

Cabe aclarar aquí que Consciencia es tan solo una palabra, una señal que quiere indicar algo que no puede ser nombrado. Pero ninguna palabra puede expresar algo que trasciende a la razón humana. Ninguna palabra puede llegar a sustituir la experiencia directa de la verdad.

 

Causa inmanente y trascendente

La Conciencia es causa inmanente del Universo y al mismo tiempo es trascendente a este. Por causa inmanente se refiere a que el Universo empieza y termina en la Consciencia. Parafraseando a Spinoza, la Consciencia es la causa de todas las cosas, todo lo que existe reside en la Consciencia, fuera de Ella no es concebible la existencia de nada. Por trascendente quiere decir a que la Consciencia no se limita únicamente al Universo sino que supera los límites de este, es decir que la Consciencia existe más allá de las fronteras del Universo conocido.

 

Consciencia y Física cuántica


De acuerdo a la física cuántica todo lo que existe en el Universo, desde las estrellas hasta el material del que están hechas tus uñas está formado por átomos. Así mismo, los átomos están formados por partículas subatómicas, “que a su vez son variaciones de energía e información en un enorme vacío de energía e información.”[2]

Las partículas subatómicas existen en la Consciencia, es decir, en el Vacío de todos los estados posibles de información y energía. Por lo tanto ese vacío cuántico no es realmente vacío, sino que es la Consciencia que contiene todas las ondas electromagnéticas fluctuantes y partículas que saltan dentro y fuera de la existencia. 

La Consciencia es tanto el vacío cuántico, las partículas subatómicas que emergen de él y la Inteligencia que hace estas partículas formen átomos y los átomos formen moléculas. Por ejemplo, sin esa Inteligencia no habría manera de que dos átomos de oxigeno se unieran para formar una molécula de oxigeno. Sin la Inteligencia Suprema de la Consciencia todo sería un caos de partículas sin propósito alguno.

La Consciencia es también el vacío en el que existe el Multiverso, es decir, el conjunto de los muchos universos existentes, según algunas teorías de la física.

 

Consciencia, religión y espiritualidad

Todos los seres buscan de manera intuitiva a la Consciencia, ya que es el origen de la vida misma. Desde ese punto de vista, la religión sería una forma de búsqueda. El problema con esto es que la religión ha sido utilizada como un arma poderosa para controlar y manipular a las personas, perdiendo así su objetivo inicial. Solo un puñado de religiones antiguas ha logrado interpretar de forma parcial a la Consciencia Cómica Universal (CCU), entre ellas está el Budismo, principalmente en su rama del Zen, el Taoísmo y el Vedanta Advaita de la India.

En la Nueva Era hay miles de enseñanzas espirituales que buscan entrar en contacto con la Consciencia y cada una se acerca en mayor o menor grado a Ella. La Nueva Era es  un punto intermedio entre la religión tradicional y el despertar a la Consciencia Cósmica Universal.

En las últimas décadas, empezando por Jiddu Krishnamurti, ha habido una serie de personas que ha estado trayendo una nueva forma de espiritualidad. Personas como Eckhart Tolle o Jeff Foster –por citar sólo dos ejemplos- se caracterizan porque no están interesados en crear una nueva religión, tampoco quieren organizaciones jerárquicas ni promulgar dogmas para que la gente los acepte ciegamente. Esta nueva espiritualidad, que algunos han denominado el Neo Advaita, es una forma más directa y pura de conectar a las personas con la Conciencia Cósmica Universal.

 

Consciencia y filosofía

En la filosofía existen muchas corrientes que han tenido importantes atisbos a la Consciencia. Por citar sólo dos ejemplos, tomemos el panteísmo y el panenteísmo.

El panteísmo es una concepción del mundo y una doctrina filosófica según la cual el Universo, la naturaleza y la deidad que los monoteístas llaman Dios son equivalentes. El filósofo griego Heráclito decía que lo divino se halla presente en la totalidad de las cosas; para Plotino, Dios penetra todas las realidades y se encuentra por encima de todas ellas; Giordano Bruno tenía un esquema general del universo con un intelecto completo y universal. Finalmente, Baruc Spinoza refiere que «Todo cuanto es, es en Dios, y sin Dios nada puede ser ni concebirse».  

Por otro lado está el panenteísmo, representado por Karl Christian Friedrich Krause (1781 – 1832). Este es un concepto filosófico y teológico que habla de que Dios es a la vez inmanente y trascendente al universo. Se diferencia del panteísmo en que este afirma que Dios es el Universo, mientras que el panenteísmo dice que Dios engloba el universo pero no se limita a él.

 

Multiverso
Multiverso

Nota:

Este es sólo el comienzo de viaje al interior de nuestro Ser: la Consciencia Cósmica Universal. Quedan muchas dudas y preguntas que se irán resolviendo a medida que nos hagamos más Conscientes de lo que somos y dejemos atrás lo que no somos (el yo). Si tienes preguntas y/o comentarios puedes dejarlos abajo.



[1] Bucke, Richard Maurice (2009). Cosmic Consciousness: A Study in the Evolution of the Human Mind. Mineola, New York: Dover Publications.

[2] Chopra, Deepak, Cómo crear abundancia. — Bogotá Grupo Editorial Norma, 2004.