jueves, 11 de junio de 2020

Preguntas y respuestas sobre la Consciencia Cósmica Universal

Por Walter J Velásquez

¿Dónde y cuándo se encuentra la Consciencia Cósmica Universal?

La Consciencia está siempre presente en al Aquí y Ahora. No existe lugar donde esta no se encuentre. Tampoco existen lugares privilegiados o “sagrados” donde la Consciencia se manifiesta con más fuerza. Todo lugar donde estemos en cualquier momento es el más sagrado porque es el lugar del Universo donde están las condiciones y oportunidades precisas que necesitas para aprender y despertar en ese instante.

 El mejor momento para entrar en contacto con la Consciencia es Ahora mismo. No se le puede conocer en el pasado ni en el futuro. Por ello no existen fechas “sagradas” o especiales. La fecha más sagrada del Universo es hoy, porque sólo contamos con este día para aprender y despertar. El ayer ya no está, el mañana es solamente una posibilidad. Lo único real es este día que estamos viviendo. Por ello podemos enfocar nuestra energía en estar Conscientes sólo por este día. El mañana traerá su propio afán.


¿Cómo se entra en contacto con la Consciencia Cósmica Universal?

Deliberadamente, la anterior pregunta está enfocada de forma equivocada, pero es la única manera en que la mente puede comprender ciertos conceptos. Lo primero que hay que saber es que nunca ha habido un momento en que no seas la Consciencia. Todos los seres sin excepción, son la Consciencia Cósmica Universal. No es que seamos una parte de ella, es que somos la totalidad de la Consciencia de la misma manera en que la ola, que parece separada, en realidad es la totalidad del océano.

De aquí surge la siguiente pregunta ¿Si somos la Consciencia porque nos cuesta tanto permanecer en ella? La respuesta es que estamos identificados con la mente. Creemos que somos nuestros pensamientos, creemos que los pensamientos y las emociones son reales y por ello nos quedamos atrapados en ese nivel. Por eso, para entrar en contacto con la Consciencia Cósmica Universal que ya somos, es necesario dar un paso atrás y observar los pensamientos y emociones sin juzgarlos.

El velo de maya que no nos permite ver la realidad es el filtro de la mente. La mente está programada con una serie de prejuicios, estereotipos y condicionamientos que no nos permite ver la realidad. Por eso hay que salir de la esfera de la mente y pasar a la esfera de la Consciencia.

Recuerda que todo en el Universo está hecho de átomos, los cuales a su vez están formados por partículas subatómicas que aparecen y desaparecen en el vacío cuántico. Tanto el vacío cuántico como las partículas que emergen de él son Conciencia Pura. Por lo tanto todo en el Universo está hecho de Consciencia. Así que al contemplar un atardecer, disfrutar de una comida, sentir una caricia o cualquier otra cosa que hagas -Conscientemente- estás entrando en contacto con la Consciencia Cósmica Universal.

Cuando estas en él Ahora es el Universo tomando Consciencia de sí mismo a través de ti. Entonces el observador y lo observado se convierten en Uno y cesa todo sentido de separación.

Por otro lado, técnicas específicas como la meditación Vipassana Budista, la contemplación católica, la respiración consciente, el Mindfulness de la psicología cognitiva conductual, el Darse Cuenta de la Terapia Gestalt, la práctica de mantras, yoga o danza; pueden ser puertas para entrar en contacto con la Consciencia Cósmica Universal que ya somos, siempre y cuando se realicen en el Ahora.

La Consciencia y el concepto del bien y el mal

El bien y el mal son conceptos relativos creados por la mente. Lo que es “bueno” para unos será “malo” para otros y viceversa. O lo que hoy parece “bueno”, mañana podría llegar a parecer “malo”. En la Consciencia no hay distinción de lo bueno o lo malo, las cosas simplemente son lo que son.


¿Quiere decir esto que en el mundo no debería existir la moral o las normas? Aquellos que están profundamente dormidos necesitan de la moral y las normas para guiar sus actuaciones y evitar hacer daño a otros. Por otro lado, una persona que actúa desde la Consciencia simplemente es incapaz de hacer daño a otros, no porque la moral se lo impida, sino porque en la Consciencia solamente hay amor y armonía infinitos.

Si el concepto del bien y el mal no es real ¿Cómo es posible que en el mundo existan personas que cometen asesinatos, genocidios y violaciones? Las personas que hacen esto no son malas, lo que sucede es que están dormidas en la más profunda inconsciencia. Sólo una persona inconsciente podría dañar a otros. Así que el mundo no se divide entre “buenos” y “malos”, lo que hay es un espectro de la Consciencia. En la base de esta línea están las personas más inconscientes, y al final aquellos que han despertado. Entre un extremo y otro de la línea hay muchos grados de consciencia.


Ciencia, religión y Consciencia

Históricamente la religión ha atacado a la ciencia y la ciencia a la religión. La religión se basa en dogmas, o postulados que deben ser aceptados ciegamente por sus seguidores. Por ejemplo, si el pastor de una iglesia dice a sus fieles que el mundo se creó en siete días, estos no tienen otra opción que obedecer. Si empiezan a cuestionar el dogma, serán señalados por otros miembros de su iglesia. El pastor ve a los que cuestionan como elementos muy peligrosos para la estabilidad de su iglesia. Finalmente, si la persona persiste en sus cuestionamientos, será excluida de su comunidad religiosa lo cual le generará sufrimiento a su ego. Un dogma no necesita de evidencia científica para ser creído, el dogma es una prisión mental que mantiene encerradas a las personas en sus propios sistemas de creencias.

 En la Nueva Era también hay canalizadores que postulan dogmas para que las personas los acepten sin cuestionar. Muchos canalizadores gozan de gran imaginación y crean historias muy elaboradas para darle sentido a aquello que desconocen. Podemos entender todas esas historias como parábolas o alegorías en vez de tomarlas como algo literal. La mayoría de las veces los canalizadores se creen sus propias historias así como los antiguos griegos se creían los mitos fantásticos de sus dioses. Ahora los psicoanalistas han analizado el mensaje simbólico que se escondía detrás de esos mitos. Siguiendo el mismo sistema se puede encontrar el mensaje simbólico detrás de los mitos creados por los canalizadores.

Por su parte en la ciencia, que forma parte de la Consciencia (Cons-Ciencia), también puede haber algunas posturas dogmáticas. A esto se le ha llamado “cientificismo”, es decir, la creencia de que solo la ciencia puede conocer. Lo cierto es que la ciencia puede conocer aquello que sus instrumentos actuales le permiten. También es cierto que la ciencia codifica lo que conoce de manera cuantitativa, utilizando valores numéricos. Pero existen otros fenómenos que solo pueden ser expresados en valores descriptivos y que son difíciles de replicar. La ciencia no suele tener en cuenta esta clase de información, dada la dificultad de codificarla en números. Además, debido a la inmensa cantidad de charlatanes y estafadores que quieren engañar a las personas, este tipo de fenómenos se encuentra bastante desprestigiados.

Algo que hay que reconocerle a la ciencia es la capacidad de aceptar la incertidumbre. Por ejemplo, un físico de partículas con un doctorado y un posdoctorado no tiene ningún problema en responderle: “no sé” a algo que le preguntes y para lo cual, la ciencia aun no tenga la respuesta. En cambio un líder de una iglesia creerá que decir que no sabe puede ser interpretado como un signo de debilidad por sus seguidores, así que podría inventar una respuesta para quedar bien ante su público.

La Consciencia Cósmica Universal puede ser conocida tanto a través de la ciencia como de la espiritualidad. Para que esto sea posible tanto científicos como espiritualistas no deben aceptar dogmas ni cerrar sus mentes a nuevas posibilidades. Podrá llegar un momento en que ciencia y espiritualidad se unan generando una nueva dimensión del conocimiento.


 





[1] De ahora en adelante, desde que se hable de la Consciencia Cósmica Universal se firmará como “Nadie”. Lo cual indica que no hay necesariamente un “yo” comprometido en este proceso. Walter J Velásquez es un personaje como lo es Juan, Pedro o María. Por lo tanto, en este proceso vamos a dejar al “personaje” a un lado para que haya una mayor transparencia en el proceso.


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