lunes, 29 de abril de 2013

El poder de los arquetipos

Carl Gustav Jung

Una explicación de ciertos fenómenos psíquicos como la canalización o el exorcismo desde la perspectiva de Carl Jung

Por Walter Javier Velásquez


Hay algo en el ser humano, que lo impulsa a buscar una respuesta espiritual y un significado a la vida. Pero, mientras nuestro sendero sea vivido desde la mente, recibiremos respuestas al nivel de la mente, las cuales no nos llevarán a la verdad. Para descubrir la verdad debemos estar dispuestos incluso a cuestionar nuestras creencias más preciosas.

Los arquetipos inconscientes
Los arquetipos son las imágenes ancestrales, comunes a todos los pueblos y religiones, que están sumergidas en el inconsciente colectivo de la humanidad. Los arquetipos más comunes son el de la madre, el padre, el anciano sabio, el héroe, la doncella, el maligno, etc. Por ejemplo, la madre como algo sagrado, está presente en todas las grandes religiones bajo diferentes nombres: María, Isis, Kali, Kwan Yin, etc.

Todas las culturas del mundo les han conferido un poder y una significación especial a estos arquetipos. Desde el nacimiento, las personas tienen un conocimiento intuitivo acerca de ellos, esto se debe a que forman parte del inconsciente colectivo. Desde este punto de vista podemos concluir que son una especie de imágenes mentales cargadas de significado que llevamos en lo profundo de nuestra psique.

Un ejemplo de un arquetipo moderno es el nerd. Siempre se representa como un joven estudioso que usa gafas. Esta imagen se ha quedado grabada ya en nuestro inconsciente y forma parte de nuestra cultura.

Cuando un individuo sensible, se abre al mundo inconsciente, puede llegar a canalizar estos arquetipos los cuales aparecen en la mente consciente en la forma de maestros de sabiduría. Ejemplos de esto son El Morya (arquetipo del padre), Saint Germain (arquetipo del héroe), la Virgen María (la madre), etc.
Cuando estos arquetipos inconscientes emergen hasta el nivel de la mente consciente, esta los adapta a sus necesidades poniéndoles un nombre y diseñándoles una personalidad determinada. 

Los “mensajes” que recibe el canal son afectados por su mente (condicionamientos, creencias y expectativas) haciendo que dichos mensajes coincidan casi siempre con las propias creencias del canal.
Generalmente los mensajes que transmite el canal hablan de amor, libertad, hermandad, etc. Pero con el tiempo, la mente puede distorsionar estos mensajes haciendo que se adapten a las necesidades del canal. Por ejemplo, los “maestros” que hablan pueden pedir obediencia y respeto al canal, así como la necesidad de comprometerse con su causa personal.

Blavatsky y los maestros. Después se comprobó
que la foto era un montaje.
Helena Blavatsky fue una mujer muy sensitiva que logró canalizar muchos arquetipos inconscientes, a los cuales bautizó con los nombres de El Morya o Saint Germain. Blavatsky usó sus mensajes para su propio beneficio personal. Se cuenta que los “maestros” les pedían dinero a los miembros ricos de la sociedad Teosófica o pedían obediencia absoluta al canal.

La mayoría de las personas tienen la necesidad de creer en estos “maestros”, puesto que estos llenan las carencias o vacíos que hay en su piscología. Por ejemplo, si alguien siente (inconscientemente) que su padre no le ofreció lo suficiente, puede volverse devoto de El Morya (que representa el arquetipo del padre perfecto), con el fin de suplir su carencia. El canal también cree que, efectivamente, los mensajes que recibe son genuinos. Es más, él es el primero que necesita creer, ya que por este medio no sólo llena sus propios vacíos, sino que además recibe beneficios como ingresos económicos o el placer que le genera controlar las vidas de otros.

Conozco a alguien que creció sintiendo que su madre no correspondía al arquetipo materno universal. Durante su vida perteneció a tres sectas diferentes, cada una de las cuales eran lideradas por mujeres espirituales –y controladoras. Finalmente se casó con una mujer espiritual y controladora. Esta persona había estado buscando siempre a la madre perfecta, por eso era tan dependiente de estas figuras maternas que aparecían en su vida.

En mi caso personal, siempre buscaba como pareja a mujeres desprotegidas o en situaciones de vulnerabilidad. Allí estaba buscando el arquetipo de la doncella, que en los cuentos de hadas siempre se la retrata prisionera en el castillo de un dragón o dormida bajo la influencia de algún hechizo maléfico. Cuando buscamos salvar a otros, en realidad estamos respondiendo a nuestra necesidad inconsciente de salvarnos a nosotros mismos.

El perfil de los seguidores y sus líderes
El tipo de personas que son atraídos por estos canales, son aquellas con una personalidad muy dependiente, por eso les gusta que les digan qué alimentos deben comer y de qué color deben vestirse. Usualmente los líderes de estas sectas suprimen la capacidad del miembro para decidir por sí mismo y este se entrega por completo a la voluntad del líder. El perfil del líder es el de alguien con una profunda necesidad de poder, y por medio de sus “canalizaciones” encuentra la forma ideal para lograrlo. A través del poder que ejerce sobre otros, el líder compensa su autoestima, generalmente dañada.

Un viejo truco que se maneja en estas sectas es dirigir la atención de los miembros hacía un enemigo externo. Esto lo vemos magnificado en el nacionalismo, el cual desvía la atención del pueblo hacía un enemigo internacional, con el fin de asegurar la unidad de las personas en torno a su gobierno. Eso se ha visto en gobiernos como el del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez o en Corea del Norte. Esa misma actitud la vemos muchas sectas y grupos religiosos que enfocan la atención de sus seguidores en el enemigo externo, llámese diablo, demonio, o cualquier persona particular, para asegurar de esta manera la lealtad de sus seguidores basada en un sentido de compañerismo entre ellos y sus líderes.

El hecho de creer que se tiene la verdad más elevada del mundo, o que los miembros de la secta son los seres más evolucionados, les permite lidiar con su baja autoestima, la cual es también la causa de su fuerte necesidad de dependencia. Para asegurar su control, el líder aísla a los miembros del mundo exterior, evitando que lean libros o hablen con personas que puedan hacer que cambien su forma de pensar. Cuando el esposo o esposa de los miembros no comparte la creencia, suele haber una sutil presión para que se separen, aduciendo que estar con alguien así frena su crecimiento espiritual. Con esto quieren hacer que haya familias de creyentes, lo que asegura que los hijos también compartirán las mismas ideas, y por tanto, la secta asegurará su crecimiento. Desafortunadamente, esto ha dado lugar a la ruptura de muchos hogares.

Es también común que los padres que forman parte de una secta religiosa quieran influir sobre sus hijos para que sigan las mismas creencias. Muchas veces la presión es tan grande, que hace que los jóvenes se rebelen contra ella y decidan retirarse de la iglesia en particular. Hay casos muy conocidos de líderes sectarios, donde los hijos han rechazado la creencia, e incluso han decisivo volverse ateos, como una forma de defenderse contra la presión que ejercen sus padres sobre ellos.

Otro aspecto que hace que una persona sea vulnerable a pertenecer a esta clase de movimientos religiosos, es la necesidad de creer en algo mágico y sobrenatural. Esto lo heredamos de nuestros ancestros, quienes al no tener una explicación científica a los fenómenos naturales, explicaban estos con la existencia de dioses de la lluvia, dioses del fuego, etc. Esto ha quedado grabado en nuestro inconsciente colectivo y algunas personas son más proclives a buscar el tipo de explicaciones mágicas que coincidan con estas creencias inconscientes. Por ejemplo, a la usanza de la edad media, le atribuyen las adicciones o los comportamientos hostiles a la injerencia de espíritus malévolos. Con esto dejan de lado la explicación psicológica que los llevaría a una sanación profunda.

El psicodrama religioso y la explicación de ciertos fenómenos espirituales
El psicodrama es una forma de psicoterapia basada en el poder de los símbolos para generar trasformaciones en la mente de los individuos. A través del Psicodrama el sujeto alcanza una comprensión más profunda de sus emociones y de las consecuencias de estas.

Una forma clásica de psicodrama son los “trabajos” que hacen los chamanes y sacerdotes religiosos. Por medio de sus ritos, estos logran canalizar ciertas emociones reprimidas en el inconsciente de las personas, generando un cambio en el comportamiento. Por ejemplo, si una persona está sumida en una relación dependiente con otra que la maltrata constantemente, el chamán le dirá que su pareja le ha dado a comer algún bebedizo por medio del cual la ha hechizado. Como parte del rito, el chamán le da a beber un vomitivo, a través del cual la persona cree que expulsa aquello que se ha “tragado” de su pareja. Si la persona está dispuesta realmente a soltar su dependencia, el rito del chaman le servirá para catalizar su decisión por medio del acto de expulsar por su boca aquello que no se quiere tragar más, en este caso, la relación dependiente.


Otro ejemplo es el del exorcismo, uno de los rituales más conocidos. He participado directamente en varios exorcismos y esto es lo que he podido evidenciar: cuando un individuo que ha crecido en una familia donde se le han inculcado valores religiosos, decide  vincularse al satanismo, la magia negra, o alguna clase de hechicería, se genera un conflicto interno en su mente, una lucha entre dos polaridades del inconsciente, que hace que genere trastorno de identidad disociativo. El exorcista debe ser una persona que represente una figura de autoridad para el exorcizado, de esta manera se genera un psicodrama religioso en el cual el primero “conjura” los demonios del segundo. Para que esto sea posible se establece un acuerdo inconsciente en el cual ambos representan los papeles de los arquetipos del bien y del mal.

Otro caso es el de un fenómeno muy conocido en la Nueva Era, que se conoce como la “Llama Violeta”. Se trata de un fuego espiritual que se supone, consume las impurezas y los pecados del individuo. Muchas personas afirman que sus vidas se han trasformado con el uso de la llama violeta. Para explicar este fenómeno, quiero citar un envento que presencié hace algunos años. Una psicóloga fue invitada a la fundación de niños en la cual yo trabajaba. Muchos niños tenían problemas de agresividad e ira inconsciente. La psicóloga les pidió que se acostaran y por medio de una fantasía dirigida hizo que visualizaran una hoguera, luego, cada uno de ellos arrojaba en esa hoguera todo su odio o rencor acumulado. Los niños reportaron sentirse muy livianos después del ejercicio. El fuego es un arquetipo universal de purificación, y tanto en el ejercicio hecho por la psicóloga como en la llama violeta, el principio es el mismo: por medio de un fuego simbólico se “purifican” de los pensamientos o emociones de culpabilidad que los atormenta.

Esto mismo, aunque de forma diferente, sucede durante el ritual de la confesión católica. El hecho de sentirse culpable por los “pecados” cometidos hace que las personas caigan en situaciones de ansiedad, depresión o estrés. Al confesarse, sienten que toda esa carga desaparece y reportan sentirse como si se liberaran de una gran carga emocional. El punto es este: la culpabilidad es un pensamiento, y por medio de un símbolo (sea la llama violeta o el ritual de confesión) la mente procesa ese pensamiento y se libera de ella.

Un momento de terror
Lo que acabo de escribir puede sonar terrorífico para muchas personas. Saber que hemos estado viviendo una mentira es un golpe muy duro para el ego. Una iglesia o una enseñanza espiritual, muchas veces, es lo que le da seguridad y significado a nuestras vidas; en otras palabras, es una forma de dependencia. Escribo estas líneas con profundo amor para aquellos que están listos para dar el paso hacía la felicidad que es Dios. Y aquellos que no lo están, simplemente las leerán y las dejarán pasar de largo. Eso está bien, cada cual está en el sendero que necesita, de acuerdo a las necesidades psicológicas y al tipo de lecciones que necesita aprender.

Cuando renuncié a la creencia en la que había estado por años, sentía mucho miedo, me sentía muy solo. Realmente fue un paso muy difícil. Pero después de esa etapa entré en una paz inmensa, una paz que no dependía de nada externo a mí. Esa paz llegó cuando me di cuenta de que no tenía que buscar ningún otro sendero para llenar el vacío que había dejado el grupo al que pertenecía, ¡Ni siquiera tenía que buscar a Dios! Tu mente puede estar diciéndote que soy un hereje, pero es que yo descubrí que eso que llamamos Dios, es una Conciencia viviente que está presente en cualquier lugar y momento donde vayamos. No necesitamos buscarlo o luchar para llegar a Él. En verdad, no ha habido nunca un momento en que no seamos Dios. Lo único que nos ha “separado” de Él es un pensamiento basado en una mentira. Para mí fue un gran alivio cuando me di cuenta de que ya no necesitaba dedicar varias horas al día para invocar al cielo por sus bendiciones. El cielo es un estado de consciencia, y cuando nos hacemos conscientes de ese algo infinito que somos, las bendiciones está presentes en cada instante de nuestras vidas. No hay tiempo ni espacio que las pueda limitar jamás, entonces la vida se convierte en una bendición constante.

Cuando hablo en este escrito de las carencias psicológicas presentes en un seguidor de cultos nueva era o en un líder… ¡me incluyo también! Yo fui amabas cosas, y por supuesto que había muchas carencias en mi psicología que me llevaron a interpretar esos papeles.

En el momento en que aprendí a ser el observador de mi mente, me di cuenta de que no necesitaba “trabajar duro” para sanar mi psicología. La psiquis es la mente y tratar de arreglarla es tratar de seguir viviendo desde la mente, pero de una forma más funcional. Al observar la mente esta se transforma, porque ya no puede controlar nuestra vida y porque los patrones tóxicos son consumidos cuando nos damos cuenta de ellos. En el mero hecho de hacernos conscientes de nuestras programaciones y falsas creencias hay un poder transformador inmenso. Por lo tanto, descubrí que en vez de vivir luchando por sanar mi mente, debería hacerme consciente de lo que soy, que es Puro, Perfecto y Eterno.

Conclusión final
Por último, quiero aclarar que no quiero llegar a generalizar sobre todos los movimientos religiosos existente. Hay algunos casos de canales que, al parecer, se comunican con algo mucho más profundo y sagrado. Es como si algunos mensajes provinieran directamente del Ser del individuo, o incluso del maestro al que dicen canalizar, poseyendo un poder transformador tremendo en las personas que los estudian. Ejemplo de esto es Un Curso de Milagros, elCamino de Cristo o Conversaciones con Dios, (Puede que haya muchos más que desconozca) donde a través del mensaje no se busca controlar las vidas de las personas ni dominarlas, sino darles las herramientas para que puedan ser realmente libres. 


Quiero finalizar con esta frase:


“No se le puede convencer de nada a un creyente, porque su creencia no se basa en la evidencia, sino en una profunda necesidad de creer”



Cómo estar centrado en el ahora


Este párrafo es un extracto de una entrevista hecha a Eckhart Tolle para la revista “Science of Mind”. Puedes encontrar la entrevista completa en: Advaita info. En estas pocas palabras, Eckhart nos muestra cuan sencillo es estar presentes en el ahora.



Pregunta: ¿Puede usted sugerir algunas maneras de mantenerse centrado en el ahora?

Respuesta de Eckhart Tolle: Una cosa que podemos hacer es darnos cuenta de las pequeñas cosas que nos rodean, prestando atención a los detalles, como los pájaros en los árboles y las flores en el jardín o en el parque —sólo darnos cuenta de la belleza en todas partes, incluso en las cosas más pequeñas. Para darnos cuenta de las cosas aparentemente insignificantes se requiere estar alerta. Este estado de alerta es la clave. Es lo incondicionado. Es la consciencia misma. Otra práctica útil es observar la respiración y respirar conscientemente. Si prestamos atención a la respiración, no podemos estar pensando en otra cosa al mismo tiempo. Nuestra atención está en el ahora y no en nuestras preocupaciones de ayer o nuestros planes que haremos la próxima semana. Sólo estamos respirando, no pensando. Esta práctica de la meditación en la respiración es una manera eficaz de despertar porque nos saca de la actividad del pensamiento. De hecho, la respiración, ya que no tiene forma como tal, ha sido tradicionalmente equiparada con el espíritu, la Vida Una sin forma. En el idioma alemán, la palabra atmen, que significa "respirar" se deriva de atman, que en sánscrito, el idioma de la antigua India, se refiere a la esencia más intima o ser universal.

miércoles, 24 de abril de 2013

El credo de Buda


El siguiente texto, conocido popularmente como el credo de Buda, es un extracto de uno de los sermones que el maestro dio después de su iluminación. No quiero comentar sobre él ya que las palabras hablan por sí solas.



No creáis en nada simplemente porque lo diga la tradición, ni siquiera aunque muchas generaciones de personas nacidas en muchos lugares hayan creído en ello durante muchos siglos.                                                                                                              

No creáis en nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo crean.                                                                                                                                                                     

No creáis en nada porque así lo hayan creído los sabios de otras épocas.                               

No creáis en lo que vuestra propia imaginación os propone cayendo en la trampa de pensar que Dios os lo inspira.                                                                                                  

No creáis en lo que dicen las sagradas escrituras, sólo porque ellas lo digan.                        

No creáis a los sacerdotes ni a ningún otro ser humano.                                                      

Creed únicamente en lo que vosotros mismos hayáis experimentado, verificado y aceptado después de someterlo al dictamen del discernimiento y a la voz de la conciencia.

martes, 23 de abril de 2013

Meditar es...



Lo que normalmente se enseña como meditación es una enfermedad. Al tratar de aquietar la mente se obtiene una quietud artificial. Visualizar luces, figuras de budas o maestros no es más que un ejercicio mental sin mayor trascendencia. No puedes escapar de la esclavitud de la mente con la mente misma.
La meditación es estar conscientes aquí y ahora de lo que está sucediendo.

Meditar es:

Estar conscientes de lo que sucede en el mundo: las formas, los sonidos, los colores, los olores, edificios, calles, montañas, vehículos, etc. Hay muchos que van por el mundo dormidos con los ojos abiertos, están tan sumidos en sus pensamientos que ni siquiera se dan cuenta de los lugares por los que pasan o las personas que los rodean.

Meditar es:

Estar conscientes de nuestro cuerpo, de la posición que adoptamos al sentarnos, de la forma en que nuestros brazos ondulan al caminar, de nuestra respiración.

Meditar es:

Estar conscientes de nuestros pensamientos, poder verlos y escucharlos sin juzgarlos, observar la mente y sus numerosos procesos, tomar consciencia de nuestras emociones (alegría, ira, envidia, amor, etc.) sentir en qué parte del cuerpo se alojan, sentirlas sin tratar de escapar de ellas.

Para meditar no necesitamos posturas extrañas ni ninguna técnica o proceso. Meditar es vivir en consciencia y podemos hacerlo todo el tiempo, no depende de una hora o lugar especial.

Al hacer esto entramos en contacto con el Universo, con lo que es, con la realidad.,.. En otras palabras… con Dios.

Muchos buscan a Dios en los templos o en la oración cuando Dios es la vida misma y está disponible para ti Aquí y Ahora. Solo necesitas estar consciente.

domingo, 21 de abril de 2013

Enciende tu fuego


“Hubo un hombre que inventó el arte de producir fuego. Tomó sus herramientas y fue a una tribu que residía en un lugar del norte en que hacía mucho frío, un frío cortante. Les enseño a los de la tribu a producir fuego. Ellos se interesaron muchísimo. Les enseño que el fuego era útil para varias cosas: para cocinar, para calentarse, etc. Ellos estaban muy agradecidos con él por haberles enseñado el arte de producir fuego. Pero antes de que pudieran expresar su gratitud, el hombre desapareció. A él no le interesaba el reconocimiento o la gratitud de la tribu; le interesaba el bienestar de ésta. Fue a otra tribu, en la cual también se dedicó a enseñarles el valor de su invento. Allí también la gente estaba interesada, un poquito demasiado interesada para la paz mental de sus sacerdotes, quienes empezaron a notar que este hombre congregaba multitudes mientras ellos perdían popularidad. De manera que decidieron eliminarlo. Lo envenenaron, lo crucificaron, díganlo como quieran. Pero temían que ahora la gente se volviera contra ellos, de manera que fueron prudentes, incluso astutos, ¿Saben que hicieron? Mandaron hacer un retrato del hombre y lo pusieron sobre el altar principal del templo. Enfrente del retrato pusieron los instrumentos del fuego, lo cual hicieron debidamente durante siglos. Siguieron la veneración y la adoración, pero no había fuego.”

Anthony de Mello


Esta historia nos recuerda lo que ha sucedido con todos los maestros que han venido a despertarnos a lo largo de la historia. Buda no necesitó budistas sino budas, Cristo no necesitaba cristianos sino cristos. Pero la religión organizada nos enseña a adorar a estos maestros en vez de enseñarnos a hacer lo que ellos hicieron. En la nueva era vemos también el culto a los maestros donde se les adora, se les invoca e incluso se les tiene en preciosos altares. Muchos líderes de la nueva era –al igual que los sacerdotes de la historia- quieren que adores el retrato del maestro y te vuelvas dependiente de él invocándolo para cada problema; pero lo que ellos no quieren es que enciendas el fuego que los maestros encendieron. 

Un proverbio zen dice: “No sigas a los hombres sabios del pasado, busca lo que ellos buscaron”. Al hacer esto estarás siendo fiel a los maestros porque ellos vinieron al mundo a liberarnos, no a volvernos dependientes de ellos mismos.

viernes, 19 de abril de 2013

Más allá de los límites de la mente

El Ser que eres no es un Ser individual separado de los demás seres. El Ser que eres el Todo, el Absoluto, el Universo y más allá. La individualidad es una ilusión que sólo se percibe cuando tenemos un cuerpo. Al nacer, el cerebro va formando una identidad humana por medio de las diversas impresiones que va recibiendo a lo largo de la vida. Esa identidad creada por la mente –llamada ego- está hecha de las experiencias del pasado, y como el pasado no existe ya que es tan solo un recuerdo, el ego no existe en realidad.

El ego sólo parece real cuando te identificas con él y vives la vida basado en los traumas, recuerdos, nostalgias y rencores de ese ego. Sólo en el ego existe la ilusión de “yo” y “tú”, ya que este se siente separado de la totalidad de la vida.

El Ser que eres nunca ha nacido y nunca morirá, ya que es la vida misma. El objetivo de tener un cuerpo es tomar consciencia de lo que eres a través del cerebro y el cuerpo, a eso se llama despertar. Pero el Ser no despierta cuando te das cuenta de él, este siempre está despierto, lo que sucede es que ahora puede actuar libremente a través del cerebro y el cuerpo.

Entonces ¿qué es eso que llamamos fantasmas o espíritus del más allá que se dice que sobreviven después de la muerte del cuerpo? Los fantasmas son tan solo un recuerdo, la mente que sigue repitiendo los mismos patrones después de que el cuerpo ha expirado. Si tienes anhelos de continuar una vida después de la muerte o tienes esperanza en reencarnar para encontrarte de nuevo con los seres que amas, es el ego mismo el que desea sobrevivir a la muerte y regresar a la Tierra para seguir su existencia egoísta e ilusoria.
El Ser no reencarna, Él siempre permanece Eterno y puro, sin mancharse con nada de lo que hagas o dejes de hacer. Digo que el Ser no reencarna porque Él está en un nivel donde no es afectado por los ires y venires del ego a través de los diferentes cuerpos. Desear seguir viviendo como tú (pedro, Juan o Claudia) después de la muerte, es desear la inmortalidad del ego humano.

La Consciencia Universal es Una, aunque la mente en su ignorancia  la perciba como muchos seres. La Consciencia Universal es un Océano infinito de pureza y tú eres una ola de ese Océano, pero si lo miras bien, la ola es el océano mismo. Los seres espirituales como Jesús, los Ángeles, etc. son olas del mismo océano, por lo tanto, eres ellos mismos. Cuando se llega a esta comprensión –no como un entendimiento intelectual- sino como una experiencia en Consciencia, te das cuenta de que las oraciones y plegarias sobran porque al orar le estás pidiendo algo a un Dios o un Ser externo a ti, y ¿Cómo puede haber un Ser externo a ti si eres la Totalidad de Dios?

No estoy diciendo con esto que no debes orar, ya que sería una forma de violentar tu proceso. Pero habrá un momento en que comprenderás que no es necesario porque en el Ser infinito que eres está todo lo que necesitas (amor, sabiduría, protección, etc.), cuando sabes esto sólo vives para Ser.

Si la mente que está hecha de pasado y el resultado de la mente que es el ego son una ilusión, lo único real es Dios, el Ser, la Consciencia o como quieras llamarlo. ¿Cómo entonces escapas de la ilusión de estar identificado con la mente y el ego? Esto sucede cuando empiezas a observar tus pensamientos, tus reacciones, tus creencias. Al observar a la mente y al ego puedes verlos como lo que son: una ilusión, un pensamiento y estos ya no tienen la energía para controlarte. Pero lo más importante es que al observar sin juzgar te das cuenta de que eres el Observador, una Consciencia más allá de los límites de la mente y el ego. Ese observador es el Ser Absoluto, es Dios mismo tomando consciencia de sí. Este es el despertar del que tanto hablamos.

lunes, 15 de abril de 2013

La mente es como un río


Por medio de esta corta historia podrás comprender mejor el concepto de la autoobservación. Si te has dado cuenta, en este Blog no dedicamos nuestro tiempo a enseñarte teorías o dogmas que nunca podrás comprobar. Enfocamos gran parte de nuestras letras a enseñarte a practicar la autoobservación ya que es una práctica diaria cuyos resultados podrás ver en tu propia vida. Por medio de ello no necesitarás un largo proceso para trascender el miedo o los hábitos perniciosos, por el mero hecho de observar la mente sin juzgar los pensamientos, estos son consumidos instantáneamente por el observador (la Consciencia).

El dogmatismo es el enfoque que hace que creas en algo, simplemente porque una autoridad lo dice. Muchas organizaciones religiosas buscan afanosamente hacer que creas una serie de conceptos –muchos de ellos absurdos- que nunca llegarás a comprobar y que ni siquiera son prácticos en tu vida diaria. El enfoque de esta página es más científico, en el sentido de que te damos las herramientas para que tengas tu propia experiencia, en vez de convertirte en el seguidor ciego de los pensamientos de alguien más.

domingo, 14 de abril de 2013

Vivir en Consciencia


Es inevitable que por cierto tiempo, los recuerdos y emociones del pasado, continúen visitándonos en el presente. Lo importante es que cuando esto suceda tomemos consciencia de ellos y podamos observarlos y sentirlos claramente. Cuando hacemos esto, dichos pensamientos o emociones ya no tienen poder sobre nosotros. La clave está en observarlos sin juzgarlos como buenos o malos y sabiendo que no somos ese pensamiento o emoción, sino el observador imparcial, el Ser.

¿Pero qué sucede cuando “olvidamos” que somos el observador? Entonces esos pensamientos o emociones llegan y nos identificamos con ellos, pensamos que somos ese pensamiento y toman –por algún tiempo- el control de nuestras vidas. Pero incluso cuando tomamos consciencia de que esto ha sucedido, el observador se activa y gana terreno en nuestras vidas.

No es malo que estos pensamientos lleguen, el problema es que ocurra sin ser conscientes de ello. Traer el pasado al presente es nocivo la mayoría de las veces, aunque a veces es absolutamente necesario para poder explicar algo. Pero lo nocivo no es el pasado, sino el componente psicológico de dolor o ira que puede haber en el recuerdo. Eso no quiere decir que debemos reprimir esas emociones, de ningún modo, hay que dejarlas que salgan, pero siendo plenamente conscientes de ellas, siendo el observador.

La lección de todo esto es que debemos permanecer siempre alertas y vigilantes, observando cada emoción o pensamiento que entran en nuestro mundo para saber cuál es nuestro estado de ánimo actual. Al hacer esto no sólo somos conscientes de la emoción, y esta es consumida por el hecho de ser observada, sino que además somos conscientes del observador, que no es un Ser individual, sino el Ser de todo el Universo, la vida misma, la Totalidad de la Consciencia Infinita y eterna que llamamos Dios.

Una vida sin consciencia no vale la pena ser vivida. Cuando dejamos que nuestros pensamientos nos controlen, nos convertimos en títeres de los condicionamientos y programaciones de los que la mente ha sido objeto desde el nacimiento del cuerpo. Vivir conscientemente es estar despiertos para observar cada pensamiento, para ser conscientes de nuestra programación. De esta manera, esta ya no tendrá el control de nuestras vidas y seremos libres completamente, libres para vivir plenamente cada instante disfrutando de los maravillosos regalos que nos trae la vida.

viernes, 12 de abril de 2013

Por qué aprendí a odiar a Krishnamurti


Desde muy joven aprendí a odiar a J. Krishnamurti. La causa de mi odio era que la secta religiosa a la que yo pertenecía en aquella época decía que este hombre era un caído, un falso maestro que había traicionado la verdad. Lo más loco que un hombre puede hacer es llegar a odiar a alguien sin conocerlo, sin saber qué es lo que transmite con su mensaje, sólo porque alguien a quien consideramos una autoridad, nos dice que es falso. Este es el extremo de la ceguera, del fanatismo y de la idiotez. Si nos consideramos personas sensatas, no podemos rechazar a alguien que no conocemos, debemos investigar por nosotros mismos.

Cuando me di a la tarea de conocer a Krishnamurti –conocer sus enseñanzas- supe que la líder de mi secta lo rechazaba por una sola cosa: porque Krishnamurti buscaba que fuéramos libres de todo condicionamiento, teoría y dogma; porque sólo así podríamos encontrar la verdad. A ella no le gustaba que estudiáramos a Krishnamurti porque él contradecía su deseo de que nos convirtiéramos en esclavos de su personalidad, de sus dogmas y de sus teorías fantásticas y absurdas. En pocas palabras, Krishnamurti era un peligro inminente para el fabuloso negocio que ella había creado.

La lección de todo esto es que no debemos crearnos una imagen de otras personas basados en lo que otros nos dicen, o peor aún, en los prejuicios o estereotipos sociales que etiquetan a las personas como si fueran productos de supermercado. Cuando interactuemos con otros, debemos vaciar nuestra mente de toda idea de ellos y conocerlos realmente por lo que son en el aquí y ahora.

Quiero compartirles hoy la biografía de Krishnamurti, es un viaje desde su niñez hasta el momento en que fue convertido en el líder de una religión de alcance mundial: la sociedad Teosófica. Ellos creían que Krishnamurti era el mesías que los salvaría, ellos necesitaban un gurú al cual adorar. Pero Krishnamurti se dio cuenta de que todo eso no era más que una manipulación, un juego del cual él era parte, así que renunció a sus títulos, dinero y propiedades –incluyendo un castillo en Holanda- para dedicarse a la búsqueda de la verdad en su propio interior, porque él sabía que sólo la verdad puede hacer que seamos realmente libres.

La verdad no es una teoría o dogma, la verdad es la vida misma cuando la vemos sin los filtros de nuestras creencias o teorías. Una creencia, un dogma, o una religión, son como un lente que nubla nuestra visión de la vida. Cuando miramos la vida con estos lentes, ya no la vemos por lo que Es, solamente vemos lo que queremos ver –o lo que otros quieren que veamos. La enseñanza de Krishnamurti implica soltar todas nuestras creencias, todos los lentes que usamos, y ver la realidad cara a cara, en su estado puro. Entonces, cuando vemos un árbol, ya no lo vemos a través de la imagen mental –desarrollada desde la infancia- de lo que es un árbol, cuando vemos el árbol vemos lo que es, sin descripciones o ideas basados en la memoria, solamente nos enfrentamos a la realidad tal cual. Y esa realidad pura y sin interpretaciones mentales, es lo que la gente llama “Dios”.


jueves, 4 de abril de 2013

El guerrero pacifico


El guerreo pacifico es una película inspirada en hechos reales. Lo que la hace única es que nos muestra de forma práctica el significado del despertar espiritual viviendo en el Ahora. Este film es recomendado para toda la familia ya que contiene un mensaje profundo, y la vez muy práctico.

Sinopsis
Dan Millman (Scott Mechlowicz) es un joven deportista de éxito y campeón olímpico que lo tiene todo: fama, fortuna y chicas. Pero su vida dará un vuelco cuando, un día, conoce en una gasolinera a un extraño hombre (Nick Nolte) que le enseñará nuevos mundos de fuerza y entendimiento.





lunes, 1 de abril de 2013

Ver la realidad

Imagina un pájaro al cual le ponen el plumaje de otro pájaro. Por más vistoso que este sea, nunca crecerá, porque no le pertenece. Igual sucede con la sabiduría, cualquier conocimiento o teoría que adoptes es un plumaje prestado. La única sabiduría que es real, es la que realizas a través de la experiencia misma.

Existen numerosas sectas y religiones que llenan tu cabeza de teorías que nunca podrás comprobar si son ciertas o no. Ese tipo de conocimiento es un obstáculo que no te permite conocer la verdad. Cuando sigues la verdad de otro, solamente encontrarás lo que el otro quiere que encuentres, nada más.

Para conocer la verdad debes vaciar tu cabeza de toda clase de teorías o dogmas, ya que estas no dejan que la verdad penetre. Ves al mundo y lo interpretas basado en los condicionamientos y programaciones de la sociedad y la religión, por lo tanto no ves a mundo realmente por lo que es.

El objetivo de este Blog es mostrarte cómo conocer la verdad por ti mismo. En este Blog no hay dogmas o teorías acerca de la vida. Solamente te enseña a practicar la autoobservación[1] y la respiración consciente como medios para ver por ti mismo. Pero no debes aceptar nada de eso como una verdad, debes ponerlo en práctica y probar si realmente funciona. Yo no soy un gurú o una autoridad, solamente soy un facilitador que te muestra cómo acceder al océano infinito que llamamos Dios. 

La taza vacía
Según una vieja leyenda, un famoso guerrero, va de visita a la casa de un maestro Zen. Al llegar se presenta a éste, contándole de todos los títulos y aprendizajes que ha obtenido en años de sacrificados y largos estudios. Después de tan sesuda presentación, le explica que ha venido a verlo para que le enseñe los secretos del conocimiento Zen.

Por toda respuesta el maestro se limita a invitarlo a sentarse y ofrecerle una taza de té. Aparentemente distraído, sin dar muestras de mayor preocupación, el maestro vierte té en la taza del guerrero, y continúa vertiendo té aún después de que la taza está llena.

Consternado, el guerrero le advierte al maestro que la taza ya está llena, y que el té se escurre por la mesa. El maestro le responde con tranquilidad "Exactamente señor. Usted ya viene con la taza llena, ¿cómo podría usted aprender algo? Ante la expresión incrédula del guerrero el maestro enfatizó: "A menos que su taza esté vacía, no podrá aprender nada"

Este cuento ilustra la actitud que se debe tener para aprender. Si lees este Blog comparando lo que aquí se expone con otras teorías o dogmas que has estudiado, no le sacarás el provecho. Únicamente cuando abandonas cualquier concepto –incluso lo que aquí se expone.- y te dedicas a la práctica de la autoobservación de forma sincera, podrás entrar al caudal del conocimiento interno. El único conocimiento valido que deberías aceptar en tu vida, es aquel que te llegue por medio de tu experiencia. Lo demás es simple cháchara.

Sin embargo, hay algo en la mente humana de las personas que no son serias en su búsqueda de la verdad, que hace que acepten cualquier teoría, --como las ideas locas y absurdas que hay en la mayoría de movimiento de la nueva era. Ese tipo de teorías son enseñanza mental, porque se almacenan en la mente. Esa es una actitud ciertamente infantil que sólo te llevará a permanecer atado al sufrimiento propio de la mente humana. La mente no te puede sacar del lío creado por ella misma. Hay que trascender el nivel de la mente y Ser el Ser para poder conocer la verdad que hay más allá de la mente.

El falso maestro, aquel que te quiere convertir en esclavo de su doctrina, jamás te permitirá libérate de sus teorías para ser realmente libre. Él necesita que seas su seguidor. El maestro sincero, se parece al que se describe en el siguiente cuento:

¿Para qué sirve un Maestro?, preguntó alguien.Y un discípulo respondió:
- Para enseñarte lo que siempre has sabido, para mostrarte lo que siempre has estado mirando.Y como la respuesta dejó perplejo al visitante, añadió el discípulo:
- Con sus pinturas, un artista me enseñó a ver la puesta del sol, con sus enseñanzas, el Maestro me ha enseñado a ver la realidad de cada momento.[2]






[2] El título de este cuento es “Ver la realidad”, su autor es Anthony de Mello.