Carl Gustav Jung |
Una explicación de ciertos
fenómenos psíquicos como la canalización o el exorcismo desde la perspectiva de
Carl Jung
Por Walter Javier Velásquez
Por Walter Javier Velásquez
Hay algo en el ser humano, que lo impulsa a buscar una respuesta
espiritual y un significado a la vida. Pero, mientras nuestro sendero sea
vivido desde la mente, recibiremos respuestas al nivel de la mente, las cuales
no nos llevarán a la verdad. Para descubrir la verdad debemos estar dispuestos
incluso a cuestionar nuestras creencias más preciosas.
Los arquetipos
inconscientes
Los arquetipos son las imágenes ancestrales, comunes a todos
los pueblos y religiones, que están sumergidas en el inconsciente colectivo de
la humanidad. Los arquetipos más comunes son el de la madre, el padre, el
anciano sabio, el héroe, la doncella, el maligno, etc. Por ejemplo, la madre
como algo sagrado, está presente en todas las grandes religiones bajo
diferentes nombres: María, Isis, Kali, Kwan Yin, etc.
Todas las culturas del mundo les han conferido un poder y
una significación especial a estos arquetipos. Desde el nacimiento, las
personas tienen un conocimiento intuitivo acerca de ellos, esto se debe a que
forman parte del inconsciente colectivo. Desde este punto de vista podemos
concluir que son una especie de imágenes mentales cargadas de significado que
llevamos en lo profundo de nuestra psique.
Un ejemplo de un arquetipo moderno es el nerd. Siempre se
representa como un joven estudioso que usa gafas. Esta imagen se ha quedado
grabada ya en nuestro inconsciente y forma parte de nuestra cultura.
Cuando un individuo sensible, se abre al mundo inconsciente,
puede llegar a canalizar estos arquetipos los cuales aparecen en la mente
consciente en la forma de maestros de sabiduría. Ejemplos de esto son El Morya
(arquetipo del padre), Saint Germain (arquetipo del héroe), la Virgen María (la
madre), etc.
Cuando estos arquetipos inconscientes emergen hasta el nivel
de la mente consciente, esta los adapta a sus necesidades poniéndoles un nombre
y diseñándoles una personalidad determinada.
Generalmente los mensajes que transmite el canal hablan de
amor, libertad, hermandad, etc. Pero con el tiempo, la mente puede distorsionar
estos mensajes haciendo que se adapten a las necesidades del canal. Por
ejemplo, los “maestros” que hablan pueden pedir obediencia y respeto al canal,
así como la necesidad de comprometerse con su causa personal.
Blavatsky y los maestros. Después se comprobó que la foto era un montaje. |
La mayoría de las personas tienen la necesidad de creer en
estos “maestros”, puesto que estos llenan las carencias o vacíos que hay en su
piscología. Por ejemplo, si alguien siente (inconscientemente) que su padre no
le ofreció lo suficiente, puede volverse devoto de El Morya (que representa el
arquetipo del padre perfecto), con el fin de suplir su carencia. El canal
también cree que, efectivamente, los mensajes que recibe son genuinos. Es más,
él es el primero que necesita creer, ya que por este medio no sólo llena sus
propios vacíos, sino que además recibe beneficios como ingresos económicos o el
placer que le genera controlar las vidas de otros.
Conozco a alguien que creció sintiendo que su madre no
correspondía al arquetipo materno universal. Durante su vida perteneció a tres
sectas diferentes, cada una de las cuales eran lideradas por mujeres
espirituales –y controladoras. Finalmente se casó con una mujer espiritual y
controladora. Esta persona había estado buscando siempre a la madre perfecta,
por eso era tan dependiente de estas figuras maternas que aparecían en su vida.
En mi caso personal, siempre buscaba como pareja a mujeres
desprotegidas o en situaciones de vulnerabilidad. Allí estaba buscando el
arquetipo de la doncella, que en los cuentos de hadas siempre se la retrata
prisionera en el castillo de un dragón o dormida bajo la influencia de algún
hechizo maléfico. Cuando buscamos salvar a otros, en realidad estamos
respondiendo a nuestra necesidad inconsciente de salvarnos a nosotros mismos.
El perfil de los
seguidores y sus líderes
El tipo de personas que son atraídos por estos canales, son
aquellas con una personalidad muy dependiente, por eso les gusta que les digan
qué alimentos deben comer y de qué color deben vestirse. Usualmente los líderes
de estas sectas suprimen la capacidad del miembro para decidir por sí mismo y
este se entrega por completo a la voluntad del líder. El perfil del líder es el
de alguien con una profunda necesidad de poder, y por medio de sus
“canalizaciones” encuentra la forma ideal para lograrlo. A través del poder que
ejerce sobre otros, el líder compensa su autoestima, generalmente dañada.
Un viejo truco que se maneja en estas sectas es dirigir la
atención de los miembros hacía un enemigo externo. Esto lo vemos magnificado en
el nacionalismo, el cual desvía la atención del pueblo hacía un enemigo
internacional, con el fin de asegurar la unidad de las personas en torno a su
gobierno. Eso se ha visto en gobiernos como el del fallecido presidente
venezolano Hugo Chávez o en Corea del Norte. Esa misma actitud la vemos muchas
sectas y grupos religiosos que enfocan la atención de sus seguidores en el enemigo
externo, llámese diablo, demonio, o cualquier persona particular, para asegurar
de esta manera la lealtad de sus seguidores basada en un sentido de compañerismo
entre ellos y sus líderes.
El hecho de creer que se tiene la verdad más elevada del
mundo, o que los miembros de la secta son los seres más evolucionados, les
permite lidiar con su baja autoestima, la cual es también la causa de su fuerte
necesidad de dependencia. Para asegurar su control, el líder aísla a los
miembros del mundo exterior, evitando que lean libros o hablen con personas que
puedan hacer que cambien su forma de pensar. Cuando el esposo o esposa de los
miembros no comparte la creencia, suele haber una sutil presión para que se
separen, aduciendo que estar con alguien así frena su crecimiento espiritual.
Con esto quieren hacer que haya familias de creyentes, lo que asegura que los
hijos también compartirán las mismas ideas, y por tanto, la secta asegurará su
crecimiento. Desafortunadamente, esto ha dado lugar a la ruptura de muchos
hogares.
Es también común que los padres que forman parte de una
secta religiosa quieran influir sobre sus hijos para que sigan las mismas
creencias. Muchas veces la presión es tan grande, que hace que los jóvenes se
rebelen contra ella y decidan retirarse de la iglesia en particular. Hay casos
muy conocidos de líderes sectarios, donde los hijos han rechazado la creencia,
e incluso han decisivo volverse ateos, como una forma de defenderse contra la
presión que ejercen sus padres sobre ellos.
Otro aspecto que hace que una persona sea vulnerable a
pertenecer a esta clase de movimientos religiosos, es la necesidad de creer en
algo mágico y sobrenatural. Esto lo heredamos de nuestros ancestros, quienes al
no tener una explicación científica a los fenómenos naturales, explicaban estos
con la existencia de dioses de la lluvia, dioses del fuego, etc. Esto ha
quedado grabado en nuestro inconsciente colectivo y algunas personas son más
proclives a buscar el tipo de explicaciones mágicas que coincidan con estas
creencias inconscientes. Por ejemplo, a la usanza de la edad media, le
atribuyen las adicciones o los comportamientos hostiles a la injerencia de
espíritus malévolos. Con esto dejan de lado la explicación psicológica que los
llevaría a una sanación profunda.
El psicodrama
religioso y la explicación de ciertos fenómenos espirituales
El psicodrama es una forma de psicoterapia basada en el
poder de los símbolos para generar trasformaciones en la mente de los
individuos. A través del Psicodrama el sujeto alcanza
una comprensión más profunda de sus emociones y de las consecuencias de estas.
Una forma clásica de psicodrama son los “trabajos” que hacen
los chamanes y sacerdotes religiosos. Por medio de sus ritos, estos logran
canalizar ciertas emociones reprimidas en el inconsciente de las personas,
generando un cambio en el comportamiento. Por ejemplo, si una persona está
sumida en una relación dependiente con otra que la maltrata constantemente, el
chamán le dirá que su pareja le ha dado a comer algún bebedizo por medio del
cual la ha hechizado. Como parte del rito, el chamán le da a beber un vomitivo,
a través del cual la persona cree que expulsa aquello que se ha “tragado” de su
pareja. Si la persona está dispuesta realmente a soltar su dependencia, el rito
del chaman le servirá para catalizar su decisión por medio del acto de expulsar
por su boca aquello que no se quiere tragar más, en este caso, la relación dependiente.
Otro ejemplo es el del exorcismo, uno de los rituales más
conocidos. He participado directamente en varios exorcismos y esto es lo que he
podido evidenciar: cuando un individuo que ha crecido en una familia donde se le
han inculcado valores religiosos, decide
vincularse al satanismo, la magia negra, o alguna clase de hechicería,
se genera un conflicto interno en su mente, una lucha entre dos polaridades del
inconsciente, que hace que genere trastorno de identidad disociativo. El
exorcista debe ser una persona que represente una figura de autoridad para el exorcizado,
de esta manera se genera un psicodrama religioso en el cual el primero
“conjura” los demonios del segundo. Para que esto sea posible se establece un
acuerdo inconsciente en el cual ambos representan los papeles de los arquetipos
del bien y del mal.
Otro caso es el de un fenómeno muy conocido en la Nueva Era,
que se conoce como la “Llama Violeta”. Se trata de un fuego espiritual que se
supone, consume las impurezas y los pecados del individuo. Muchas personas afirman
que sus vidas se han trasformado con el uso de la llama violeta. Para explicar
este fenómeno, quiero citar un envento que presencié hace algunos años. Una
psicóloga fue invitada a la fundación de niños en la cual yo trabajaba. Muchos
niños tenían problemas de agresividad e ira inconsciente. La psicóloga les pidió
que se acostaran y por medio de una fantasía dirigida hizo que visualizaran una
hoguera, luego, cada uno de ellos arrojaba en esa hoguera todo su odio o rencor
acumulado. Los niños reportaron sentirse muy livianos después del ejercicio. El
fuego es un arquetipo universal de purificación, y tanto en el ejercicio hecho
por la psicóloga como en la llama violeta, el principio es el mismo: por medio
de un fuego simbólico se “purifican” de los pensamientos o emociones de
culpabilidad que los atormenta.
Esto mismo, aunque de forma diferente, sucede durante el
ritual de la confesión católica. El hecho de sentirse culpable por los
“pecados” cometidos hace que las personas caigan en situaciones de ansiedad,
depresión o estrés. Al confesarse, sienten que toda esa carga desaparece y
reportan sentirse como si se liberaran de una gran carga emocional. El punto es
este: la culpabilidad es un pensamiento, y por medio de un símbolo (sea la
llama violeta o el ritual de confesión) la mente procesa ese pensamiento y se
libera de ella.
Un momento de terror
Lo que acabo de escribir puede sonar terrorífico para muchas
personas. Saber que hemos estado viviendo una mentira es un golpe muy duro para
el ego. Una iglesia o una enseñanza espiritual, muchas veces, es lo que le da seguridad
y significado a nuestras vidas; en otras palabras, es una forma de dependencia.
Escribo estas líneas con profundo amor para aquellos que están listos para dar
el paso hacía la felicidad que es Dios. Y aquellos que no lo están, simplemente
las leerán y las dejarán pasar de largo. Eso está bien, cada cual está en el
sendero que necesita, de acuerdo a las necesidades psicológicas y al tipo de
lecciones que necesita aprender.
Cuando renuncié a la creencia en la que había estado por
años, sentía mucho miedo, me sentía muy solo. Realmente fue un paso muy
difícil. Pero después de esa etapa entré en una paz inmensa, una paz que no dependía
de nada externo a mí. Esa paz llegó cuando me di cuenta de que no tenía que
buscar ningún otro sendero para llenar el vacío que había dejado el grupo al
que pertenecía, ¡Ni siquiera tenía que buscar a Dios! Tu mente puede estar diciéndote
que soy un hereje, pero es que yo descubrí que eso que llamamos Dios, es una Conciencia
viviente que está presente en cualquier lugar y momento donde vayamos. No necesitamos
buscarlo o luchar para llegar a Él. En verdad, no ha habido nunca un momento en
que no seamos Dios. Lo único que nos ha “separado” de Él es un pensamiento
basado en una mentira. Para mí fue un gran alivio cuando me di cuenta de que ya
no necesitaba dedicar varias horas al día para invocar al cielo por sus
bendiciones. El cielo es un estado de consciencia, y cuando nos hacemos
conscientes de ese algo infinito que somos, las bendiciones está presentes en
cada instante de nuestras vidas. No hay tiempo ni espacio que las pueda limitar
jamás, entonces la vida se convierte en una bendición constante.
Cuando hablo en este escrito de las carencias psicológicas presentes
en un seguidor de cultos nueva era o en un líder… ¡me incluyo también! Yo fui
amabas cosas, y por supuesto que había muchas carencias en mi psicología que me
llevaron a interpretar esos papeles.
En el momento en que aprendí a ser el observador de mi mente,
me di cuenta de que no necesitaba “trabajar duro” para sanar mi psicología. La psiquis
es la mente y tratar de arreglarla es tratar de seguir viviendo desde la mente,
pero de una forma más funcional. Al observar la mente esta se transforma,
porque ya no puede controlar nuestra vida y porque los patrones tóxicos son consumidos
cuando nos damos cuenta de ellos. En el mero hecho de hacernos conscientes de
nuestras programaciones y falsas creencias hay un poder transformador inmenso. Por
lo tanto, descubrí que en vez de vivir luchando por sanar mi mente, debería
hacerme consciente de lo que soy, que es Puro, Perfecto y Eterno.
Conclusión final
Por último, quiero aclarar que no quiero llegar a generalizar
sobre todos los movimientos religiosos existente. Hay algunos casos de canales
que, al parecer, se comunican con algo mucho más profundo y sagrado. Es como si
algunos mensajes provinieran directamente del Ser del individuo, o incluso del
maestro al que dicen canalizar, poseyendo un poder transformador tremendo en
las personas que los estudian. Ejemplo de esto es Un Curso de Milagros, elCamino de Cristo o Conversaciones con Dios, (Puede que haya muchos
más que desconozca) donde a través del mensaje no se busca controlar las vidas
de las personas ni dominarlas, sino darles las herramientas para que puedan ser
realmente libres.
Quiero finalizar con esta frase:
“No se le puede convencer de nada
a un creyente, porque su creencia no se basa en la evidencia, sino en una
profunda necesidad de creer”
Carl Sagan. Astrofísico, astrónomo
y escritor.
Nota: Para más información sobre Carl Gustav Jung y su investigación sobre los arquetipos haga clic aquí.
Nota: Para más información sobre Carl Gustav Jung y su investigación sobre los arquetipos haga clic aquí.
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