viernes, 19 de abril de 2013

Más allá de los límites de la mente

El Ser que eres no es un Ser individual separado de los demás seres. El Ser que eres el Todo, el Absoluto, el Universo y más allá. La individualidad es una ilusión que sólo se percibe cuando tenemos un cuerpo. Al nacer, el cerebro va formando una identidad humana por medio de las diversas impresiones que va recibiendo a lo largo de la vida. Esa identidad creada por la mente –llamada ego- está hecha de las experiencias del pasado, y como el pasado no existe ya que es tan solo un recuerdo, el ego no existe en realidad.

El ego sólo parece real cuando te identificas con él y vives la vida basado en los traumas, recuerdos, nostalgias y rencores de ese ego. Sólo en el ego existe la ilusión de “yo” y “tú”, ya que este se siente separado de la totalidad de la vida.

El Ser que eres nunca ha nacido y nunca morirá, ya que es la vida misma. El objetivo de tener un cuerpo es tomar consciencia de lo que eres a través del cerebro y el cuerpo, a eso se llama despertar. Pero el Ser no despierta cuando te das cuenta de él, este siempre está despierto, lo que sucede es que ahora puede actuar libremente a través del cerebro y el cuerpo.

Entonces ¿qué es eso que llamamos fantasmas o espíritus del más allá que se dice que sobreviven después de la muerte del cuerpo? Los fantasmas son tan solo un recuerdo, la mente que sigue repitiendo los mismos patrones después de que el cuerpo ha expirado. Si tienes anhelos de continuar una vida después de la muerte o tienes esperanza en reencarnar para encontrarte de nuevo con los seres que amas, es el ego mismo el que desea sobrevivir a la muerte y regresar a la Tierra para seguir su existencia egoísta e ilusoria.
El Ser no reencarna, Él siempre permanece Eterno y puro, sin mancharse con nada de lo que hagas o dejes de hacer. Digo que el Ser no reencarna porque Él está en un nivel donde no es afectado por los ires y venires del ego a través de los diferentes cuerpos. Desear seguir viviendo como tú (pedro, Juan o Claudia) después de la muerte, es desear la inmortalidad del ego humano.

La Consciencia Universal es Una, aunque la mente en su ignorancia  la perciba como muchos seres. La Consciencia Universal es un Océano infinito de pureza y tú eres una ola de ese Océano, pero si lo miras bien, la ola es el océano mismo. Los seres espirituales como Jesús, los Ángeles, etc. son olas del mismo océano, por lo tanto, eres ellos mismos. Cuando se llega a esta comprensión –no como un entendimiento intelectual- sino como una experiencia en Consciencia, te das cuenta de que las oraciones y plegarias sobran porque al orar le estás pidiendo algo a un Dios o un Ser externo a ti, y ¿Cómo puede haber un Ser externo a ti si eres la Totalidad de Dios?

No estoy diciendo con esto que no debes orar, ya que sería una forma de violentar tu proceso. Pero habrá un momento en que comprenderás que no es necesario porque en el Ser infinito que eres está todo lo que necesitas (amor, sabiduría, protección, etc.), cuando sabes esto sólo vives para Ser.

Si la mente que está hecha de pasado y el resultado de la mente que es el ego son una ilusión, lo único real es Dios, el Ser, la Consciencia o como quieras llamarlo. ¿Cómo entonces escapas de la ilusión de estar identificado con la mente y el ego? Esto sucede cuando empiezas a observar tus pensamientos, tus reacciones, tus creencias. Al observar a la mente y al ego puedes verlos como lo que son: una ilusión, un pensamiento y estos ya no tienen la energía para controlarte. Pero lo más importante es que al observar sin juzgar te das cuenta de que eres el Observador, una Consciencia más allá de los límites de la mente y el ego. Ese observador es el Ser Absoluto, es Dios mismo tomando consciencia de sí. Este es el despertar del que tanto hablamos.

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