viernes, 20 de octubre de 2017

No hay un “yo” llamado Walter J. Velásquez


Hace poco un lector de este Blog quedó confundido cuando, en el artículo Los cuatro “errores” que bloquean el Despertar, afirmé: “No soy nadie, no hay un “yo” que habla estas cosas”. El lector pregunta: “Si no hay un "yo" que habla estas cosas como dices, ¿Qué es lo que hay?

¿Qué es el yo?
El “yo”, o ego, es el apego más grande al que se aferra la humanidad. La gente lucha entre sí por demostrar que su “yo” es mejor que los otros “yo”. El nacionalismo, la violencia religiosa o la división de la política surgen cuando el “yo” se identifica a sí mismo con una ideología, nacionalidad o creencia. Es decir, el concepto del “yo” es la raíz misma de la violencia.

Incluso las personas que transitan la senda espiritual suelen estar muy apegados al concepto del “yo”. Muchos esperan ir al cielo al morir o trascender a otros planos superiores, siempre y cuando, puedan preservar una versión mejorada de su “yo”. Ellos quieren un “yo” libre de los apegos mundanos, pero el problema es que el “yo” en sí mismo es el principal apego.

Ahora examinemos si realmente existe el “yo” o la personalidad. Esta última palabra tiene origen griego y significa mascara. La personalidad es un constructo de la mente conformado por elementos del carácter que se han ido formando por medio de las experiencias previas. Es decir, que el “yo” es la suma de recuerdos de experiencias pasadas. Lo que hace la mente es unir todos estos recuerdos para crear una historia personal a la que llamamos “yo”. Esta historia nunca es objetiva, siempre reúne los elementos que la mente quiere proyectar. Así que existen “yoes” exitosos, “yoes” victimas, “yoes” seductores, etc.

La Consciencia
Más allá del “yo” y de la mente existe la Consciencia. Mientras el “yo” califica cada experiencia en la dualidad de bueno y malo, la Consciencia es no-dual, por lo tanto no emite juicios acerca de las experiencias. Mientras el “yo” se imagina separado del resto, la Consciencia sólo percibe Unidad. Trascendemos al nivel de la Consciencia cuando empezamos a observar al “yo” desde la perspectiva de un observador externo que no juzga ni califica.

Entonces si no hay un “yo”, ¿Qué es lo que hay? Lo que existe es un organismo que forma parte de un Campo más grande que es el Universo. Aunque el organismo parece estar separado del Universo por la frontera llamada piel, en realidad está interconectado él ya que respira, come, suda y defeca absorbiendo elementos del Universo y regresándolos a este en un proceso constante de retroalimentación.

La parábola de la ola y el océano ilustra muy bien el concepto del “yo”. El océano es una metáfora del Todo (el Universo). Las olas representan los organismos humanos. Cuando la ola emerge a la superficie cree que está separada del océano. Empieza a fijarse en otras olas y se compara con ellas viéndose o más chica o más grande. Cuando la ola se sumerge de nuevo en el océano pierde la noción del “yo” y se ve a sí misma como el océano.



Es importante aclarar que no estoy apelando a renunciar a nuestra identidad ya que sin ella no es posible funcionar en el mundo moderno. Podemos dejar que este “yo” funcione, lo más importante es observarlo constantemente. Cada vez que es observado este pierde espacio, el cual es llenado por la Consciencia. Podemos seguir funcionando en el mundo sabiendo que no hay un “yo” o un hacedor detrás. No hay un “yo” que respira, solamente existe el proceso de respirar. No hay un “yo” que piensa o siente, sólo existe el proceso de pensar o sentir. No hay un “yo” que camina, solamente existe el caminar. No hay un “yo” que sufre, solamente existe el sufrimiento.

En conclusión podemos decir lo siguiente:
  • Existen organismos humanos que forman parte de un Campo más grande llamado Universo.
  • Existe una Consciencia Universal no-dual que abarca todos los organismos y objetos del Universo.
  • El organismo humano posee una mente, la cual crea la ilusión del “yo”.
  • El “yo” se basa en la mentira de estar separado del todo, dicha separación es la raíz de la violencia.
  • Se puede trascender el “yo” cuando este es observado desde la Consciencia.
  • Para que la observación sea correcta no pueden haber juicios acerca de las actividades del “yo”.


lunes, 18 de septiembre de 2017

Ni cagar ni bajarse de la bacinica

Por Walter J. Velásquez

Una vez le preguntaron a Fritz Perls acerca de la meditación. Él respondióː “Meditar es ni cagar ni bajarse de la bacinica”. Algunos han visto esto como un desprecio a la meditación, pero yo no lo veo de esa manera. Siento que Perls se refería a las personas que dividen su vida en dos partesː una cuando meditan y otra cuando no están meditando. Me explico mejorː muchas personas usan la meditación como un escape a la realidad, se zambullen en ella para evadir sus problemas y dificultades. Es como si se hipnotizaran para tener una experiencia placentera y luego… cuando salen de nuevo a la vida se identifican con su ego y se sumergen en todos sus dramas de una manera completamente inconsciente.

La meditación verdadera debería considerarse como una preparación para enfrentar la vida diaria, en vez de como un escape a la vida. Por ejemplo, la meditación Vipassana permite que el individuo se haga consciente del Universo a través de sus sentidos y pueda Darse Cuenta de sus pensamientos y emociones. Entonces, si se la toma como una preparación, al salir a la calle el individuo estará más atento a sus propias actitudes, palabras o comportamientos; estará más atento a los sonidos, olores y colores que lo rodean. Al hacer esto la vida entera se convierte en una meditación permanente. Entonces ya no hay una división entre meditar y no meditar. Lo que se genera es un continuum del Darse Cuenta en todo momento.

Por supuesto, no estoy diciendo que sea sencillo estar a cada momento en Consciencia del momento presente. Muchas veces nos perderemos en nuestras divagaciones acerca del pasado o el futuro. Sin embargo al tomar la decisión de intentarlo cada día, sin importar cuantas veces nos perdamos, estaremos desarrollando un hábito muy saludable. Desarrollar el hábito de estar presentes en el Ahora puede ser un proceso que requiere práctica. Lo más importante es empezar Ahora mismo, al terminar de leer este texto, tomando consciencia de tu respiración por unos segundos.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Los cuatro “errores” que bloquean el Despertar

Por Walter J. Velásquez


En la búsqueda de la espiritualidad, muchos empiezan a jugar el juego del santurrón. Un santurrón es una persona que quiere cambiar todo lo que no le gusta de sí mismo, y empieza a adoptar comportamientos “espirituales” que se reflejan en su forma de hablar, de vestir, de comer, etc. Pero todo esto es realmente falso, la mayoría de los comportamientos que adopta son imitaciones. Imitan a Buda, a Jesús o a cualquier otro maestro; lo cual impide que puedan ser auténticos y reales.

El primer error de los buscadores espirituales es el concepto mismo de la búsqueda. Buscar implica que estamos incompletos y que no aceptamos plenamente el Ahora. Por ello buscamos una “verdad” que supuestamente debe estar en alguna doctrina o en alguna experiencia mística que se encontrará en el futuro.

El Ahora siempre trae lo que necesitamos para aprender y despertar, pero la mayoría de las personas quieren escapar del Ahora en búsqueda de un "futuro mejor”. Si dejamos de buscar y estamos atentos a captar el regalo que es el presente, entonces estaremos listos para estar Despiertos a cada instante. Aquí y Ahora ya estamos completos, solamente necesitamos empezar a integrar esas partes de la personalidad que rechazamos. Cuando hacemos esto nos damos cuenta de que en aquello que rechazábamos de nosotros mismos había una cantidad inmensa de energía para ser usada a nuestro favor.

El segundo error es la búsqueda del cambio. Querer cambiar la conducta o la forma de pensar involucra que estamos en conflicto con el Ahora, incluso cuando el Ahora implique nuestras imperfecciones del presente. No estoy diciendo que demos rienda suelta a esas “imperfecciones” de manera deliberada, ya que esto implicaría entrar en otra clase de juego del ego. Lo que digo es que podemos hacernos Conscientes de nuestros pensamientos y conductas sin juzgarlas.

Cuando aprendemos a observarnos a nosotros mismos entonces los pensamientos y comportamientos basados en el ego empiezan a perder fuerza por sí solos, ya que lo que mantiene estas conductas es el hecho de que son automáticas e inconscientes. En el momento en que empezamos a observarnos a nosotros mismos sin juzgarnos se genera un proceso de transmutación real, de un cambio genuino que viene desde adentro, del Ser del individuo. Una persona madura acepta todo aquello que le guste de sí y lo que le disgusta, por lo tanto no vive en guerra contra sí mismo y se transforma de una manera lenta y segura.

El tercer error de las personas espirituales es creer que hay un mundo espiritual separado del mundo material. El cielo o el infierno están aquí y ahora, en el momento presente, y dependen de la actitud con que miramos la vida misma. El Despertar no se dará en el “cielo lejano” ni cuando la Tierra ingrese a otra “dimensión” más avanzada. El Despertar sólo puede ocurrir Aquí y Ahora, y esto sucede cuando estamos atentos al presente con nuestros cinco sentidos. Muchas personas desprecian el presente, desprecian el cuerpo y la experiencia material. Ellos buscan la salvación en el futuro, por ello nunca la podrán encontrar, ya que el futuro no existe.

Toda experiencia es “espiritual” ya que tiene todo lo que la persona necesita para su crecimiento. Por ejemplo, una prostituta está viviendo la experiencia más adecuada que el Universo le puede dar para su aprendizaje. Por ello es tan absurdo juzgar a otros por su comportamiento.

El cuarto error de los buscadores espirituales es quedar atrapados en los “debería”. Ellos se inscriben en una doctrina o creencia y a continuación empiezan a adoptar los comportamientos que otros han delineado. “Deberías vestir de este color”, “No deberías comer esta comida”, “Deberías hablar de esta manera”. Cuando adoptamos los “deberías” que otros han impuesto entonces empezamos a actuar en la vida de acuerdo a un guion establecido, esquematizado, estereotipado. De esta manera creamos un libreto con unas respuestas pre establecidas para cada situación. En ese momento estamos muertos, dejamos de Ser. Una persona así es totalmente predecible, todos saben qué esperar de ella. Esto le encanta a la mayoría de los líderes religiosos porque saben que cuando alguien actúa así es porque está bajo su control.

Por otro lado, una persona que está atenta al Ahora con sus cinco sentidos no es predecible, ella reacciona de acuerdo a las necesidades que presenta la situación. Cuando estamos Conscientes de lo que está sucediendo en el momento presente veremos que la situación misma nos dirá si hay que huir, actuar, hablar o callar. Esto irrita a los líderes religiosos, por ello ni siquiera estarán de acuerdo con que leas estas líneas.


Por último, ¿Quién soy yo para señalar los “errores” de los buscadores espirituales? En primer lugar no soy nadie, no hay un “yo” que habla estas cosas. Antes de esto hubo un “yo” que pasó por todos estos errores para darse cuenta de que no conducían a ningún lado, excepto, perder la conexión con el Ser. Y en segundo lugar quiero aclarar que a lo que me refiero como “errores” es a experiencias necesarias de aprendizaje. Lo cual quiere decir que esos “errores” fueron absolutamente necesarios, peldaños diseñados para nuestro crecimiento. Por lo tanto es inútil tratar de presionar a otros para que dejen de estar en el “error”. Cada fruta madura a su tiempo, no antes ni después. Aceptar esto es un síntoma de que realmente aceptamos el Ahora tal como es.

viernes, 9 de junio de 2017

La violencia del cambio

Por Walter J. Velásquez

Toda la violencia del ser humano surge de su necesidad de cambiarse a sí mismo. El cambio ya implica una actitud agresiva en contra de su propia naturaleza. Sé que muchos pueden objetar esto diciendo que una persona agresiva o adicta debe procurar por cambiar y convertirse en alguien pacífico y tranquilo. Pero esto es lo que hemos estado tratando de hacer por milenios y no ha funcionado. Observemos las religiones que más procuran cambiar al ser humano como son el judaísmo, el cristianismo y el islam. Ellos han creado la mayoría de las guerras, desde las cruzadas hasta el fundamentalismo islámico.

En vez de tratar de cambiar, yo invito a las personas a aceptarse a sí mismas tal como son. En vez de luchar contra su ira, deberían entrar en la ira, sentirla, aceptarla y ser conscientes de ella. Al hacerlo, la ira perderá su fuerza, la intensidad que surge cuando se trata de reprimirla. Esto es lo que hacen los budistas Zen o los estudiantes del Vedanta Advaita. Por ello no escuchas de que un seguidor de Ramana Maharshi o un monje Zen se inmolen en una embajada para reivindicar una causa social o religiosa. Ellos observan sus pensamientos y emociones sin entrar en conflicto, entonces sucede una transformación a un nivel más profundo.

Alan Watts, en “La vida como juego” afirma que “Cuando más tratamos de poner las cosas en orden, más las embrollamos”. Esto es cierto para nuestras emociones. Muchas religiones creen que las emociones son diabólicas y luchan para destruirlas. Pero la fricción que se genera sólo logra que las emociones se desboquen creando aberraciones. Es así como el enojo se convierte en cólera; la tristeza en depresión; el miedo en ansiedad, el deseo sexual en perversión, etc. todos estos trastornos surgieron cuando empezamos a tratar de cambiar aquello que en principio era natural.

El sabio no trata de cambiar sino que acepta lo que es plenamente. En la Terapia Gestalt se habla del principio de auto-actualización, el cual consiste básicamente en “Ser lo que se es y no lo que se debería ser”. Esto implica observarse a sí mismo (pensamientos, emociones, comportamientos) sin juzgarse ni ponerle etiquetas a lo que se ve. Esto produce un Darse Cuenta que en sí mismo es transformador. Este es el principio de Blake, dejar al loco persistir en su locura para que se convierta en sabio.

Si en vez de luchar contra la tristeza, que es una emoción natural, persistes en ella sintiéndola sin ninguna resistencia, está se transformará por sí sola. Pero las personas entran en conflicto con la tristeza, entonces crean una falsa alegría para esconderla y mientras tanto, la tristeza así reprimida se deforma y  termina socavando los cimientos de la psiquis humana. Vivimos en una cultura de la felicidad donde está prohibido sentirse triste. Esto ha ocasionado que la depresión llegue a ser la segunda causa de ausentismo laboral en los países desarrollados.


Si cuando viéramos a un amigo triste, en vez de pedirle que esté feliz, lo acompañáramos para que pudiera vivir plenamente su tristeza, prestaríamos un gran servicio. Pero lo que hace la mayoría es exhortar al otro para que se engañe a sí mismo. Por ello aliento a las personas a ser auténticas, lo que incluye ser sinceros y permitir que los estados emocionales fluyan como un río hasta que se resuelvan por sí solos. Si pones una barrera para detener el río, tarde o temprano la romperá destruyendo lo que encuentre a su paso. No luches contra el río, fluye con él.

viernes, 2 de junio de 2017

La respiración Consciente y el manejo de la ira

Por Walter J. Velásquez

Respiración Consciente


Beneficios: La respiración consciente ayuda a reducir los niveles de estrés, ansiedad y agresividad.

Cómo funciona: Durante la práctica el cerebro genera endorfinas, las hormonas de la felicidad. Se activan las áreas del cerebro relacionadas con la concentración mejorando el rendimiento académico y la capacidad para enfocarte en el Aquí y Ahora.

La práctica:

1.    Siéntate con la espalda recta y la mirada al frente. Sonríe.
2.    Respira suavemente como si trataras de llevar el aire al abdomen.
3.    Observa la respiración. Siente el aire desde que entra por las fosas nasales, llena tus pulmones y vuelve a salir.
4.  Si te distraes pensando en otra cosa, recuerda que la mente es como un niño. De manera amorosa enfócala nuevamente en la respiración. Hazlo las veces que sea necesario de manera amable: sin pelear con la mente.

La primera semana realiza este ejercicio durante 1 minuto al levantarte y otro minuto antes de acostarte. A la siguiente semana duplica el tiempo y así sucesivamente hasta llegar a un tiempo que sea confortable para ti. 

Nota: Durante el día (en el semáforo, en la fila o en las pausas de tu trabajo) hazte consciente de una o dos respiraciones. Esto ayudará a mantenerte alerta en el momento presente.

Manejo de la ira con la respiración Consciente

Cuando estés enojado(a) con alguien sigue los siguientes pasos:



1.    1. Antes de responder con un insulto o un golpe has una pausa. Puede ser allí mismo o te puedes retirar a otro lugar si es posible.
2.    2. Siente tu cuerpo y date cuenta en qué parte de este sientes la ira con mayor fuerza y…
3.    …Respira profundo sintiendo la ira. Hazte consciente de ella. Acéptala sin juzgarla. Al hacer esto verás cómo tu cuerpo empieza a calmarse y a relajarse.
4.    3. Una vez estés tranquilo (puede ser en ese mismo momento o después), busca a la persona que te agredió y expresa tu enojo usando el Manual de la comunicación no violenta de Marshall B. Rosenberg. Ej.: “Pedro, estoy enojado contigo porque hace un rato me empujaste y a mí no me gusta que me traten en forma brusca. Te pido que no lo vuelvas a hacer”. 

sábado, 14 de enero de 2017

La cuestión de Dios

Por Walter J. Velásquez

No creo que los ateos odien realmente a Dios. Ellos simplemente han visto toda la confusión, todas las guerras y todo el negocio que se ha creado alrededor de la palabra “Dios”. ¿Saben? No soy ateo, y al mismo tiempo tampoco creo en un Dios. Esto puede sonar confuso o contradictorio pero no lo es. Si alguien me dice que Dios es un anciano sentado en un trono juzgando o salvando gente, mi respuesta es: No creo en ese Dios. Ese es un falso dios creado a imagen y semejanza del hombre, un dios que es una proyección de lo mejor y lo peor del ser humano. En muchos casos, también es un buen sustituto psicológico para aquellos que no tuvieron una imagen paterna con la cual pudieran identificarse.

Mi concepción de un Dios es muy distinta. Yo siento una inteligencia suprema que está en todo y es todo. Dios es el Universo, es la vida misma. Entonces, para evitar confusiones prefiero hablar de Universo en lugar de decir “Dios”. Quizá la palabra que más se acerca a mi concepción de esa inteligencia es Tao. El Tao es la naturaleza misma, es la vida y es la fuerza que hace que las partículas subatómicas se organicen para formar los átomos de los objetos animados e inanimados.

Así que les presento a George Carlin, un comediante conocido como icono de la contracultura. En su monologo sobre la religión, expone al falso dios creado por el hombre para controlar al hombre. Por otro lado, siento que hay una Consciencia Suprema que está más allá de la mente y de la dualidad de este mundo. Esa Consciencia es trascendental y podemos acceder a ella cuando observamos los pensamientos y emociones sin emitir ninguna clase de juicio. Esa Consciencia no necesita crear religiones ni controlar a las personas, simplemente está disponible para todo aquel que haga algo tan sencillo como observar su respiración Aquí y Ahora.


De nuevo, les presento a George Carlin. Las personas religiosas podrán ofenderse a menos que entiendan que el dios al que él se refiere nos es la Consciencia trascendental, sino el ídolo de piedra creado por los hombres.