viernes, 27 de noviembre de 2015

La causa psíquica del conflicto en Medio Oriente


Los atentados de Paris pusieron la atención del mundo en el conflicto librado entre ciertos países de Occidente e ISIS. Este último grupo es hijo de Al-Qaeda, el cual fue creado por la CIA para combatir al comunismo en Afganistán. Veamos lo que el libro “Ser Consciente de lo inconsciente” tiene para decirnos acerca de la guerra que se libra en el medio oriente:

Capítulo 13: “De la sombra a la Consciencia”; página: 246

“La humanidad suele sentirse víctima de los tiranos de todas las épocas. Pero es en realidad la humanidad la que crea a sus propios tiranos y verdugos. Los deseos más perversos u odios de la humanidad se alojan en el gran océano del inconsciente colectivo, que es la suma de la mente inconsciente de todos los individuos. Cuando un número significativo de personas comparten los mismos temores, rencores o deseos perversos inconscientes, llega un momento en que aquello se materializa en una persona o situación que encarne tales emociones.      
                                                                               
Fue así como los europeos de principios del siglo XX vertieron sus rencores y sentimientos racistas en el inconsciente colectivo de Europa. Adolfo Hitler –por su propio estado mental y emocional- logró canalizar y encarnar perfectamente esos pensamientos inconscientes e hizo lo que muchos querían pero en el fondo no se atrevían a hacer.  
                                                                                                                                      
Solamente hasta que cada persona esté dispuesta a asumir su responsabilidad personal por lo que ocurre en su vida, podremos generar un verdadero cambio en lo colectivo. Debemos hacernos conscientes de que, si emitimos odio o venganza, estas emociones irán a formar parte del inconsciente colectivo y atraeremos a nuestras vidas emociones similares. Si sembramos odio recibiremos odio de vuelta, si perseguimos seremos perseguidos y si rechazamos seremos rechazados. El Universo es un espejo que nos regresa de vuelta lo que enviamos a él.
                                                             
En otro ejemplo, el imperialismo del ego Estadounidense hizo reaccionar al ego musulmán. Esto creó las condiciones para que Osama Bin Laden canalizara todo el odio inconsciente de muchos musulmanes e hiciera lo que ellos querían pero no se atrevía a hacer. En otras palabras, el estado de consciencia del pueblo americano y de los musulmanes creó a Bin Laden -y la CIA lo entrenó y le dio armas. 

(...)Los ejemplos anteriores nos muestran que no existe tal cosa como el victimismo, la humanidad es víctima, pero de su propio invento. Sin embargo, a la gente religiosa  le encanta buscar a un culpable externo para cargarle su responsabilidad, llámese diablo, demonio o lo que sea. Pero las grandes masacres de la historia han sucedido porque los propios demonios inconscientes creados por los hombres son canalizados en las mentes de personas que vibran con ese estado mental. Por ello hay tanta sabiduría en la frase: “Si quieres cambiar el mundo, empieza por cambiarte a ti mismo”. El despertar es la cura a la maldad humana, porque al despertar tú, afectas al resto de la humanidad."


 




jueves, 19 de noviembre de 2015

Pensamiento positivo y abundancia

Por Walter Javier Velásquez


“Puedes lograr todo aquello que imaginas”. ¿Será cierta la frase anterior? Gracias a esa creencia cientos de autores han vendido millones de libros y han llenado miles de auditorios para presentar sus conferencias acerca del poder del pensamiento.

Examinemos otra frase:

 “La gente es capaz, en cualquier momento de su vida, de hacer aquello con lo que sueña”

El solo hecho de atreverme a cuestionar estas frases inspiradoras puede hacer que muchos amigos dejen de hablarme al considerar que soy un hereje que ha perdido la fe en “el poder omnipotente de la mente”.

Pero antes de emitir juicios a favor o en contra de esta creencia, deberíamos detenernos a buscar evidencia. Podríamos empezar con algunas preguntas:

Si la mente “todo lo puede”, ¿por qué Rhonda Byrne –autora de El Secreto- no ha podido usar ese poder para detener su propio proceso de envejecimiento? y ¿Por qué vemos personajes que aparecen en “El Secreto” calvos y viejos? Hay dos posibles respuestas: la primera es que definitivamente no se preocupan por su imagen, cosa que es poco probable para un gurú del “todo se puede”. La otra es que “El secreto” tiene serias limitaciones de las cuales nunca se habla en la película o en los libros que se han escrito sobre el tema.

Además de los autores y personas que aparecen en “El Secreto”, piensa en muchos otros autores de libros sobre el pensamiento positivo que ha habido antes de ellos y que han muerto de enfermedades como el cáncer o similares. ¿Por qué no usaron el poder infinito de la mente para curarse a sí mismos?

¿Por qué todos los que estudian y practican el pensamiento positivo no son ricos y exitosos? ¿Por qué no vemos a los gurús que usan conceptos de la física cuántica como enganche, atravesando paredes o caminando sobre el agua?

Mi hipótesis es que el éxito en ventas de los libros que dicen que podemos lograr todo lo que queremos se basa en gran parte, en la necesidad del ser humano de que le digan lo que quiere escuchar. El ego por definición cree tener la razón, quiere ser el centro del Universo y que se cumplan todos sus deseos. Eso es exactamente lo que estos libros le venden a la gente: “Piensa y se te dará”, “Si lo puedes soñar lo puedes lograr”.

El pensamiento positivo funciona, pero no es suficiente
Creo honestamente que el ser humano tiene límites claros, y reconocerlos es parte de nuestro proceso de madurez. También es cierto que muchas personas se limitan a sí mismos con pensamientos que menosprecian sus propias capacidades. Y es cierto además, que muchas personas experimentan la enfermedad, el hambre y la miseria debido a las limitaciones autoimpuestas en su cerebro.

Así mismo, estoy seguro que pensar positivamente si es un determinante fundamental en el éxito económico o profesional. Una persona optimista tiene mayores posibilidades de vender algo, de generar una imagen atractiva, y de tener seguridad en sí misma. Esto último –proyectar seguridad- es fundamental para atraer clientes, inversionistas, parejas y muchas otras cosas.

El pensamiento positivo sí funciona, pero no basta para lograr todo lo que queremos. “El Secreto” da a entender que la gente más rica del mundo ha triunfado porque piensan y sienten positivamente. Pero la realidad es que todas estas personas desarrollaron estrategias de negocio que fueron exitosas. Ellos vendieron algo (una bebida, un sueño, un producto tecnológico, la salvación espiritual o un esquema de negocios) que la gente necesitaba o que les hicieron creer que necesitaban. Para llegar tan lejos sortearon toda clase de dificultades aplicando muy buenas estrategias para solucionarlas.

Las claves realistas de la abundancia
Algo que hacen los autores del pensamiento positivo es relacionar la felicidad con el dinero. Gran parte de sus cursos se enfocan en enseñarles a las personas técnicas de visualización y afirmaciones para hacerse millonarios. Aquí la trampa es querer hacerte rico sin esfuerzo, pero esto no funciona en la vida real. Estadísticamente tienes más posibilidades de que te parta un rayo que de que ganes la lotería. Y hay cientos de historias de personas que ganaron la lotería, y luego quedaron pobres nuevamente ya que no supieron cómo administrar su dinero.

Amiga, amigo, no basta con sentarte en tu casa a visualizar montones de billetes para que estos lleguen a ti de forma mágica. Puede que al visualizar esos billetes –y creértelo sinceramente- empieces a proyectar una imagen más positiva y esto te abra puertas ya que a muchos les gusta relacionarse con personas optimistas. Puede que al creer que eres rico sin serlo, los demás te vean tan seguro de ti mismo que no dudarán en confiarte recursos para tus proyectos, pero debes tener en cuenta otros aspectos, que según diferentes especialistas, constituyen las bases del éxito financiero:

Conocimiento: El conocimiento es la parte que se aprende en el ambiente donde te desarrollas como persona. Por ejemplo, puedes aprender de tu padre cómo hacer negocios o comunicar ideas. Si tu familia no te brinda ciertos conocimientos todavía puedes aprenderlos con otras personas. Por otro lado, existe cierto conocimiento que solamente se puede aprender en la Universidad: si quieres ser médico o abogado es necesario estudiar formalmente. Algunas personas lograron hacerse ricos sin ir a la Universidad, pero es indudable que tenían conocimientos acerca de los negocios que crearon, o se rodearon de otros que poseyeran dicho conocimiento.

Habilidades estratégicas. La habilidad es la maestría con la que pones en práctica el conocimiento. Puede que estudies finanzas en Harvard o conozcas toda la teoría de las negociaciones, pero la habilidad en estos campos solamente se hará evidente cuando desarrolles cierto grado de maestría en estos temas por medio de la práctica continua y la constancia. Hay que aclarar que hay personan que vienen al mundo con ciertas habilidades latentes, este es el factor genético que también forma parte de la ecuación. Sea cual sea el campo donde quieres triunfar (negocios de red, tecnología, cosmetología, etc.) debes tener habilidades propias de ese campo, o también puedes relacionarte con personas que tengan las habilidades que te hacen falta.

Estrategia de negocios. Esta parte es fundamental, ya que sin ella no podrás llegar a ningún lado. Estudiando la vida de los hombres más ricos, verás que todos crearon –o le copiaron a otros- una estrategia ganadora que ha logrado sobrevivir y convertirse en tendencia (Microsoft, Coca-Cola, Apple, General Electric, Amway). La estrategia abarca tanto el producto como la forma de fabricarlo, venderlo, distribuirlo, publicitarlo, etc.

Liderazgo. Aunque tengas una muy buena estrategia, se requiere del liderazgo -que incluye habilidades como la proactividad, efectividad, eficiencia, trabajo en equipo, influencia, etc.- para poder conducir a un grupo de personas a convertir esa estrategia en realidad. Daniel Goleman explica muy bien acerca de estas habilidades en su Best Seller: “Inteligencia Emocional”.

Conocimientos de finanzas. Entender cómo funciona el dinero y cómo administrarlo e invertirlo es básico. En esto son muy buenos los japoneses, quienes –en vez de enloquecerse con las ganancias iniciales de su negocio- se ponen un salario con el que puedan vivir y reinvierten el capital en su estrategia de negocio hasta que este crezca lo suficiente. En este punto es donde muchos fallan. Es obvio, necesitas desarrollar inteligencia financiera para que no tires tus recursos a la basura con una mala inversión.

Actitud. La actitud es la forma como afrontas la vida. Aquí entra en juego la imagen que tienes de ti mismo, el optimismo, la seguridad que proyectas a otros, etc. En otras palabras, podríamos decir que es en este factor donde entra en juego el pensamiento positivo. Personalmente creo que no basta con repetir afirmaciones poderosas o hacer un “Mapa del tesoro” para tener una actitud positiva. Creo que eso requiere de un trabajo a un nivel mucho más profundo que permita que te conectes con tu Ser autentico. Algunos desarrollan una actitud positiva que es solamente una máscara que esconde por dentro mucha inseguridad. Con un trabajo a nivel más profundo los Mapas del tesoro y las afirmaciones cobran sentido, de lo contrario, serán meros adornos.

Oportunidad. Además de tener el conocimiento, las habilidades estratégicas, la estrategia de negocios, el liderazgo, el conocimiento en finanzas y la actitud, necesitas estar en el lugar correcto en el momento correcto. La oportunidad es el “factor suerte” que siempre ha sido decisivo en el éxito de cualquier persona.

Un caso famoso donde influyó la “suerte” fue el de Alexander Fleming quien observó que un cultivo de bacterias de sus laboratorio dejó de crecer después de contaminarse accidentalmente por un hongo. Esto llevó al desarrollo de la penicilina. El mismo Bill Gates, refiriéndose a su éxito, reconoció que: “La suerte tuvo un papel inmenso. El momento en que elegimos para crear la primera empresa informática dedicada al ordenador personal fue un factor esencial para nuestro éxito (…) la elección del momento no se debió del todo a la suerte, pero sin mucha, no hubiera sucedido”

Para explicar este tipo de situaciones donde la suerte juega un papel decisivo, Louis Pasteur sentenció: “El azar únicamente favorece a los espíritus preparados”. Puede que una gran oportunidad se presente ante ti, pero si careces totalmente de los factores del éxito antes enunciados, no te servirá de nada. No tienes que ser un maestro en todos estos factores, pero debes estar abierto a aprender, lo cual requerirá tiempo y disciplina.

Volviendo al tema que nos interesa, de si el pensamiento positivo influye o no en el éxito, podemos ver la relación que tiene la “suerte” con el concepto de sincronicidad desarrollado por Carl Jung. Para este psicoanalista la sincronicidad es una coincidencia significativa que carece de una explicación causal. Jung atribuye la manifestación de semejantes coincidencias al inconsciente del individuo el cual es alimentado por sus pensamientos y sentimientos. (Vea: "Para cambiar algo afuera antes debes cambiarlo adentro)

Lo que estaría indicando Jung es que la forma en que pensamos y sentimos sí importa. El poder del pensamiento existe, pero requiere de los otros factores para concretarse en éxito. Solamente alguien con el conocimiento y la habilidad de Alexander Fleming podría haber descubierto un famoso medicamento a partir del moho de pan. Cualquier otro hubiese limpiado el moho considerándolo suciedad.

La actitud positiva es un elemento fundamental en el éxito de un negocio, pero no el único. Ahora, reevalúa las historias de todas esas personas como Napoleón Hill u otros que crees que se hicieron ricos únicamente porque tenían un pensamiento positivo. Si miras de nuevo verás que eran muy hábiles negociando, escribiendo, comunicando ideas, reconociendo oportunidades de inversión, influyendo sobre otros, etc. Se trata de un conjunto de habilidades que no todos poseen. Aunque creo sinceramente que cualquiera que sea lo suficientemente disciplinado y constante las puede obtener.

Éxito. Finalmente está el éxito, que es el resultado de la suma de todos estos factores. Aunque tengas éxito financiero, eso no significa que seas feliz ya que esta depende de otros factores que no analizaremos aquí. Éxito es una palabra relativa cuyo significado varía según las aspiraciones de la persona que la pronuncia.


Reconociendo tus limitaciones
Así que una vez que tengas todos estos factores puede que llegues a ser millonario y aparecer en la revista Forbes. Pero aun así estarás sujeto a otras limitaciones como el envejecimiento, la enfermedad, los accidentes, los desastres naturales, que la persona que quieres no te quiera, etc. Afirmar que con el pensamiento positivo todo se puede lograr es afirmar la ilusión de omnipotencia del ego.

Este artículo no busca desanimar a nadie sino ayudarle a poner los pies en la tierra a aquellos que sueñan con hacerse ricos solamente con el pensamiento positivo. También quiero decirte que puedes alcanzar muchas metas que hoy te parecen imposibles, puedes lograr cosas maravillosas que jamás habrías imaginado antes, pero nunca podrás lograr todo lo que se te ocurra. Recuerda a Steve Jobs quien tuvo todos los elementos de la ecuación del éxito pero fue sorprendido por una enfermedad que el dinero no pudo curar.

Algunas personas que leen libros del pensamiento positivo pueden llegar a hacerse exigencias demasiado altas a sí mismos, lo cual genera sufrimiento al no poder llegar a cumplirlas. La clave es sencilla: Si estás decidido a alcanzar un objetivo, esfuérzate y hazlo. Y si… después de una evaluación objetiva, te das cuenta que no es posible lograrlo, suéltalo y déjalo ir.

La palabra “imposible” está prohibida para los que leen libros de pensamiento positivo. Pero hay una realidad: hay cosas imposibles, al menos en este momento. Ya lo decía Tony García en tono de broma:

“Si desea comprobar lo imposible que son algunas cosas dese una vuelta por la Antártida en bermudas o vaya a Fukushima y respire hondo.”

El Universo tiene límites claros y eso es parte de su equilibrio. La Felicidad se da cuando aprendes a aceptar los límites y a convivir con ellos de forma armoniosa. Por ejemplo, si tienes 80 años y deseas ser campeón mundial de atletismo en la categoría de jóvenes, es hora de poner los pies en la tierra.

No importa cuántas veces repitan que “No existen cosas imposibles sino hombres incapaces”, con todos sus pensamientos positivos, ninguno de estos optimistas ha hecho crecer un brazo amputado.


Vivir sin límites
Claro que los limites desaparecen cuando pierdes la noción de ti mismo como un “yo” separado y te das cuenta que eres el Universo mismo. Entonces, sin la necesidad del ego como el centro de tu mundo, puedes entregarte al fluir natural de la vida y practicar las palabras del Tao Te King:

Quienes practican el Tao disminuyen a diario, disminuyen más y más. No hacen nada y sin embargo no queda nada sin hacer. 

El dominio del mundo se logra dejando que las cosas sigan su curso natural. Nunca puede lograrse interfiriendo.