Los atentados de Paris pusieron la atención del mundo en el conflicto librado entre ciertos países de Occidente e ISIS. Este último grupo es hijo de Al-Qaeda, el cual fue creado por la CIA para combatir al comunismo en Afganistán. Veamos lo que el libro “Ser Consciente de lo inconsciente” tiene para decirnos acerca de la guerra que se libra en el medio oriente:
Capítulo 13:
“De la sombra a la Consciencia”; página: 246
“La
humanidad suele sentirse víctima de los tiranos de todas las épocas. Pero es en
realidad la humanidad la que crea a sus propios tiranos y verdugos. Los deseos
más perversos u odios de la humanidad se alojan en el gran océano del
inconsciente colectivo, que es la suma de la mente inconsciente de todos los
individuos. Cuando un número significativo de personas comparten los mismos
temores, rencores o deseos perversos inconscientes, llega un momento en que
aquello se materializa en una persona o situación que encarne tales
emociones.
Fue así como
los europeos de principios del siglo XX vertieron sus rencores y sentimientos
racistas en el inconsciente colectivo de Europa. Adolfo Hitler –por su propio
estado mental y emocional- logró canalizar y encarnar perfectamente esos
pensamientos inconscientes e hizo lo que muchos querían pero en el fondo no se
atrevían a
hacer.
Solamente
hasta que cada persona esté dispuesta a asumir su responsabilidad personal por
lo que ocurre en su vida, podremos generar un verdadero cambio en lo colectivo.
Debemos hacernos conscientes de que, si emitimos odio o venganza, estas
emociones irán a formar parte del inconsciente colectivo y atraeremos a
nuestras vidas emociones similares. Si sembramos odio recibiremos odio de
vuelta, si perseguimos seremos perseguidos y si rechazamos seremos rechazados.
El Universo es un espejo que nos regresa de vuelta lo que enviamos a
él.
En otro
ejemplo, el imperialismo del ego Estadounidense hizo reaccionar al ego
musulmán. Esto creó las condiciones para que Osama Bin Laden canalizara todo el
odio inconsciente de muchos musulmanes e hiciera lo que ellos querían pero no
se atrevía a hacer. En otras palabras, el estado de consciencia del pueblo
americano y de los musulmanes creó a Bin Laden -y la CIA lo entrenó y le dio
armas.
(...)Los
ejemplos anteriores nos muestran que no existe tal cosa como el victimismo, la
humanidad es víctima, pero de su propio invento. Sin embargo, a la gente
religiosa le encanta buscar a un culpable externo para cargarle su
responsabilidad, llámese diablo, demonio o lo que sea. Pero las grandes
masacres de la historia han sucedido porque los propios demonios inconscientes
creados por los hombres son canalizados en las mentes de personas que vibran
con ese estado mental. Por ello hay tanta sabiduría en la frase: “Si quieres
cambiar el mundo, empieza por cambiarte a ti mismo”. El despertar es la cura a
la maldad humana, porque al despertar tú, afectas al resto de la humanidad."
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