jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Y qué pasará si el mundo no se acaba el 16? - Parte I


En un artículo anterior hablamos de una secta religiosa espera que el próximo 16 de diciembre ocurra una catástrofe global producida por una gran llamarada solar que afectará la Tierra. Además, a nivel espiritual será el día del Juicio Final en el cual personas como yo, que se han atrevido a cuestionarlos, quedaremos convertidos en polvo. Publico la primera parte de este artículo el día de hoy porque según la profecía, hoy 28 de noviembre, empezarán las primeras señales del apocalipsis. La única señal clara que veo esta mañana es la que me dice que algunas personas que están leyendo este artículo y que son miembros de dicha secta van a conocer directamente lo que se siente ser engañados y asaltados en su buena fe.

Ya hemos estudiado en otros artículos las posibles causas psicológicas que hacen que las personas que pertenecen a esta clase de sectas entreguen su voluntad a un “gurú todopoderoso” que termina controlando sus vidas. En este artículo veremos algunas de las técnicas que usan las sectas para convencer a sus seguidores, y en la segunda parte que será publicada en los próximos días, haremos un pronóstico sobre cómo van a reaccionar estas personas una vez llegue la fecha esperada y obviamente no ocurra nada de nada.

Técnicas de persuasión y control mental

La persuasión es la capacidad que tiene una persona de convencer a otras para que la sigan y acepten su liderazgo. Existen varias técnicas de persuasión que son aplicadas hoy en día en la publicidad, y que las sectas religiosas ponen en práctica cuando se trata de atraer y retener a sus miembros. Si eres consciente de estas técnicas podrás reconocerlas más fácilmente cuando alguien trate de persuadirte de algo.

Técnica número uno: La preparación
¿Puedes ver el bello conejito en la siguiente figura?


Si lo viste es porque yo te preparé para ello. El dibujo puede ser interpretado como conejo o como pato, todo depende del condicionamiento previo que hayas tenido. Si te hubiera dicho que vieras un pato lo hubieras visto con la misma facilidad que el conejo. La preparación es una técnica empleada por las sectas, por medio de ella te condicionan y te preparan para que veas lo que ellos quieren que veas. Es como si te pusieran unos lentes que sólo te permiten ver la vida de un color determinado. Cuando llevas puestos los lentes de una secta o religión particular, pierdes la capacidad de la ver la vida por lo que es. Una vez que has sido preparado por tu secta, relacionas todo lo que sucede en tu vida con lo que esta te ha condicionado. Así que crees que tomas decisiones cuando en realidad otros las han tomado previamente por ti. 

Volviendo al caso del apocalipsis anunciado para el 16 de diciembre, los miembros de la secta están viendo señales por todos lados. Si hace mucho calor en una época que normalmente es calurosa, dicen que es un síntoma de que el sol se está preparando para una gran erupción. Si se caen las comunicaciones, lo ven como un signo de las radiaciones solares que tanto esperan. Ellos han sido preparados por su líder para ver lo que esta mujer, trastornada mentalmente por la separación con su marido, quiere que vean.

Técnica número dos: La falacia del experto.
No hay nada tan peligroso como convertir a alguien en una autoridad en tu vida. Cuando creemos que alguien es una autoridad en algo (medicina, espiritualidad, educación), aceptaremos sin cuestionar cualquier cosa que nos diga, por loca o absurda que sea.

Jim Jones fue un carismático líder religioso que llevó a más de novecientas personas a la Guyana francesa. Allí los sometió y los manipuló hasta tal punto, que finalmente los convenció de que se suicidarán para reunirse con Dios. ¿Crees que los seguidores de Jim Jones estaban locos? ¿Qué crees que hubieras hecho tú en las mismas circunstancias? ¿Qué pasaría si tu líder espiritual te convenciera de que el mundo está por terminar y debes huir a un refugio en las montañas? Si tienes una personalidad dependiente[i] –típica de los miembros de sectas- y fueras sometido a la misma presión psicológica que fueron sometidos los seguidores de Jim Jones, tendrías muchas probabilidades de terminar como ellos. Es por eso que decidir creer que tu líder espiritual posee la verdad absoluta es sumamente peligroso porque te somete completamente a su voluntad.

Pocos líderes sectarios llegarán al extremo de llevarte al suicidio o a matar a otros, pero una cosa es segura, ellos buscarán matar tu capacidad de ser libre, ellos te encerrarán en una prisión de creencias donde crees que eres libre para tomar decisiones cuando en realidad cada decisión que tomas estará condicionada inconscientemente por tu líder. Ellos necesitan parecer especiales, los únicos que tienen una relación directa certificada con Dios. Esta necesidad narcisista de ser reconocidos como seres especiales lo hemos visto en personajes como Charles Manson, Elizabeth C. Prophet, Sai Baba, Jim Jones y muchos otros.

En la foto vemos algunos líderes religiosos que se han caracterizado
por su narcisismo y el control mental que han ejercido sobre sus seguidores.
De izquierda a derecha: Sai Baba, Elizabeth C.P., Jim Jones y Charles Manson.
Una seguidora de Charles Manson dijo lo siguiente sobre su líder: “Mi líder es el único que tiene conexión con Dios y sabe qué va a suceder.” ¿Te parecen familiares estas palabras? Es lo que escuchamos todos los días en las sectas religiosas. El líder te seduce, te hechiza para que creas que es especial, y finalmente cedas a sus deseos. Este tipo de líderes religiosos suelen sufrir ciertos trastornos de la personalidad como el trastorno narcisista, paranoia y esquizotipia. Como dijimos, sus seguidores pueden poseer el trastorno de personalidad dependiente el cual hace que sean atraídos por este tipo de líderes carismáticos y controladores.

Técnica número tres: Efecto de la rana hervida
Hay una teoría que dice que si pones una rana en una olla con agua fría, y luego las vas calentando levemente en la estufa, la rana no sentirá el cambio de temperatura tan suave y será cocinada sin darse cuenta. El quid del asunto es que si pones la rana en agua caliente ella saltará de la olla, pero no sentirá el cambio gradual.


Realmente no sé si esta teoría es cierta o no, y no estoy dispuesto a probarla por respeto a las ranas, pero sirve para ilustrar algo que sucede en las sectas. Al principio todo es bello, te hablan de chacras, de ángeles y mantras; y poco a poco van introduciendo en tu mente conceptos más y más bizarros los cuales aceptarás –a veces con dificultad- ya que la dosis del veneno ha sido suministrada gradualmente. Cuando menos piensas, estás comprando conservas para protegerte del fin del mundo.

Esto fue exactamente lo que sucedió con los teosofianos. Al principio las enseñanzas eran muy universales, incluyentes. Recuerdo perfectamente a su líder decir en Armenia que en el mundo había enseñanzas más elevadas que la suya. Eso era una muestra de gran humildad. Después del divorció todo cambió, ella fue muy afectada con esta situación y su mente empezó a trastornarse. Sintió mucho odio por Kim y su  nueva esposa, pero nadie podía saber que ella tenía odio, así que creó la teoría del “karma de Adán” para sublimar y justificar su obsesión y ataque constante hacía su ex marido. Muchas mujeres que habían sufrido en sus relaciones con los hombres se vieron identificadas con Lorraine ya que por medio del “karma de Adán” podrían justificar su rencor. Y muchos hombres que en su infancia tuvieron conflictos con la figura materna se vieron atraídos por la “madre” Lorraine estableciendo con ella una relación ambivalente de amor, de miedo, sumisión y dependencia al mismo tiempo. En conclusión, los teosofianos han sido cocinados muy lentamente en el fuego de sus creencias ¿alguien saltará de la olla en este punto?

Técnica número cuatro: El miedo mueve a los creyentes
La raíz del miedo es la creencia de que estamos separados de Dios. Las sectas utilizan esta falsa creencia a su favor para controlar la vida de las personas. Veremos cómo el miedo es el aceite que mantiene el engranaje de las sectas en perfecto funcionamiento.

La personalidad del seguidor ciego (aquel que no cuestiona) está dominada por el miedo a equivocarse. Por ello cumple con extremo detalle las normas impuestas por su doctrina. Él es capaz de poner a su religión por encima de los individuos. Ama tanto a Dios que llega a olvidarse de dedicar tiempo a su familia, que es la expresión misma de Dios. El miedo a equivocarse lo lleva a ser sumiso, ya que según cree él, al someterse al gurú o a las normas completamente, no habrá forma alguna de caer en el error, por ello evita al máximo decidir por sí mismo. Su miedo se torna en ira cuando alguien cuestiona los ideales que  defiende, la ira es el mecanismo de defensa del miedoso para protegerse de cualquier punto de vista que pueda crear dudas en su fe.

Seguidores ciegos
Una manifestación del miedo es la paranoia, una creencia constante de que se es perseguido. Para justificar su paranoia, los miembros de sectas crean enemigos imaginarios (tanto físicos como espirituales) y creen ser víctimas de una conspiración mundial que busca destruirlos. Esta idea procede generalmente de la mente enferma y delirante del líder.

Muchos de los miembros de sectas suelen ser asaltados por dudas razonables sobre la veracidad de sus creencias. Pero hay un tipo de miedo que evita que puedan tomar una decisión sabia: el miedo a aceptar que estuvieron equivocados. Esto resulta particularmente perturbador para el ego, quien necesita tener un autoconcepto positivo. Reconocer que uno ha sido víctima de un engaño es doloroso para el ego mismo y esto paraliza a la mayoría de las personas a tomar una decisión clara y directa sobre sus creencias. Así que la mente lucha contra la evidencia creando explicaciones cada vez más “sofisticadas” para negar los engaños e incongruencias de su líder.

Otra clase de miedo es el temor a estar solos. Muchos forman parte de una secta únicamente por sentir que forman parte de algo más grande, esto les hace sentir especiales y al mismo tiempo les ayuda a lidiar con sus sentimientos de vacío y soledad. Desde la época de las cavernas, el hecho de estar de acuerdo con la tribu incrementaba las posibilidades de supervivencia. Así que estas personas se someten a las creencias del grupo con tal de ser aceptados por este.

Conclusión
Lo primero que debemos hacer es liberarnos de cualquier clase de culpa por haber formado parte de un engaño. La vida es una escuela, y formar parte de una secta de este tipo, era una lección absolutamente necesaria por la cual teníamos que atravesar para madurar en la escuela de la vida.

En segundo lugar debemos poner toda nuestra fe en Dios, que se manifiesta a través del Universo y dentro de cada uno de nosotros. Pidámosle a Dios –que es nuestro propio Ser- que nos muestre el camino a seguir, que permita que podamos aprender las lecciones en la escuela de la vida y Despertar a la realidad de nuestra identidad espiritual. Entonces no estaremos solos porque la humanidad será nuestra familia, el Universo nuestro hogar y la Divinidad nuestro guía.

Notas:




[i] Trastorno de la personalidad por dependencia
La mayoría de los miembros de sectas sufren en menor o mayor medida de este trastorno. Cuando uso la palabra “trastorno” no quiero decir que sea un signo de locura, de hecho todas las personas sufren de algún tipo de trastorno en mayor o menor grado. Según criterios del manual de diagnóstico DSM IV, si posees tres o más de los siguientes signos puedes sufrir de este trastorno cuya causa profunda es el miedo y hace que seas fácilmente manipulado por líderes religiosos o políticos muy carismáticos. Si eres lo suficientemente honesto contigo y encuentras que tres de las siguientes características se presentan en tu relación con el grupo religioso al que perteneces, es muy probable que estés permitiendo que alguien más controle tu vida.
1.    Tiene dificultades para tomar las decisiones sin un excesivo aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás.
2.    Necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las áreas fundamentales de su vida.
3.    Tiene dificultades para expresar desacuerdo debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación.
4.    Tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera.
5.    Va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y apoyo de los demás.
6.    Se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores exagerados.
7.    Cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación.
8.    Está preocupado por el miedo al abandono y que tenga que cuidar de sí mismo.

sábado, 23 de noviembre de 2013

El problema del pensamiento positivo incongruente

Hoy en día corrientes como la metafísica o la programación neurolingüística fomentan un pensamiento positivo en las personas. Una de sus técnicas principales es la repetición de frases o afirmaciones que buscan enfocar la mente en pensamientos positivos. Por ejemplo, si sientes tristeza, puedes repetir una frase como esta: “Soy felicidad”, “Estoy feliz”, etc.

El problema subyacente de esta técnica es que busca enmascarar las emociones desagradables, lo cual es una forma de negación[1]. En vez de eso, podemos permitirnos sentir plenamente la emoción, entrar en ella yendo hasta la raíz misma del problema. El budismo Zen, por ejemplo, nos enseña a dejar a un lado el conflicto de la mente entre lo que se siente y lo que se cree que se  debería sentir, y estar en armonía perfecta con la emoción que aparece en el aquí y ahora –cualquiera que sea. Cuando hay Consciencia plena de la emoción, aunque está resulte incomoda, la emoción tiende a desaparecer y la Consciencia se expande dentro del campo material y energético del individuo.

No quiero decir que las afirmaciones positivas no sean una herramienta válida de transformación personal. De hecho Jesús utilizó muchas afirmaciones en su vida pública como: “Yo Soy la resurrección y la vida”, “Yo Soy el camino, la verdad y la vida”, etc. Pero Jesús se preparó antes a nivel emocional, es decir, él realmente sentía y creía lo que decía con absoluta certeza. Sus frases eran sinceras y no buscaban negar o enmascarar una emoción desagradable.

No quiero que decir que seas inferior a Jesús, de hecho él es una parte de tu Ser que ya despertó, lo que quiero decir es que no puedes construir las paredes de una casa sin antes haber construido los cimientos. La base del trabajo espiritual que presento en este blog es la Consciencia plena del momento presente. Al practicar la Consciencia de lo que sentimos, las emociones discordantes se consumen, ya que Consciencia y ego (lo Real y lo irreal) no pueden coexistir en el mismo espacio.

Otro error de la metafísica y la PNL[2] es buscar –mediante afirmaciones- atraer en el futuro situaciones positivas a la vida, situaciones que hagan que seamos felices. El problema de esto es que clasificamos la vida entre momentos “buenos” y momentos “malos”. La verdad es que todas las situaciones que llegan a nuestras vidas las hemos atraído para aprender las lecciones que necesitamos y crecer en Consciencia. Desde este punto de vista todas las experiencias son positivas -si es que queremos usar esa palabra.

Si rechazamos las situaciones que consideramos “malas”, entraremos en conflicto con la vida, nos haremos sus enemigos. Pero si sabemos que todo lo ocurre es perfecto, si aprendemos a aceptar plenamente lo que la vida nos trae, podemos aprender rápidamente las lecciones; entonces nos haremos amigos de la vida y esta siempre estará de parte nuestra. De hecho lo está, pero somos nosotros los que entramos en guerra con la vida cuando clasificamos y rechazamos las experiencias vitales con las etiquetas mentales de “buenas” y “malas”, “positivas” y “negativas”.

Para concluir, quiero decir que las afirmaciones metafísicas y de PNL realmente funcionan, siempre y cuando no se conviertan en frases que usamos para enmascarar lo que realmente sentimos. Si consumimos las emociones y pensamientos disfuncionales a través de la práctica de la Consciencia, entonces estaremos realmente en paz. Desde esa paz, desde esa Consciencia, podremos decir con total  honestidad: “Yo Soy la felicidad”, “Yo Soy paz”, “Estoy feliz y agradecido por la Abundancia que se manifiesta Aquí y Ahora”. Entonces habrá congruencia total entre lo que sentimos, pensamos y decimos. Mientras uno de estos tres elementos (pensamiento, sentimiento y habla) esté en conflicto con los otros dos, quiere decir que estamos fragmentados, que no hay integridad en la totalidad de lo que somos.

La práctica de la Consciencia nos ayuda por encima de todo a ser íntegros. Ya que al sentir y observar lo que sucede dentro, sin calificarlo ni juzgarlo, entonces aceptamos las partes rechazadas de nosotros. De esta manera la fragmentación cesa y logramos la congruencia e integridad a la cual se refieren los budistas Zen en la frase, que define su enseñanza:
“Ve directamente por la vida, y sobre todo, no vaciles”[3]  




[1] La negación es uno de los mecanismos de defensa que utiliza el ego para protegerse de aquello que le desagrada.
[2] PNL. Siglas de Programación Neuro-Lingüística.
[3] Que no hay conflicto entre pensamiento, sentimiento y acción.

martes, 19 de noviembre de 2013

Kumar, el gran Maestro de la India


Kumar fue un maestro hindú que se asentó en Phoenix, Arizona para cautivar a un gran público con su sonrisa cálida y la profundidad de sus enseñanzas. Muchos de sus seguidores aseguran que sus vidas cambiaron después de seguir las enseñanzas de este santo y repetir los mantras místicos que enseñaba. Incluso muchos llegaron a sentir la bendita presencia del maestro y su luz magnifica a través de las fotografías de Kumar que pusieron en sus altares.
Después de un tiempo de impartir darshan a sus seguidores, el gran maestro Kumar los reunió para darles una gran noticia: todo lo que había enseñado era mentira, él no era un maestro hindú sino un director de cine que había inventado todo esto con el fin de investigar hasta qué punto los seres humanos pueden llegar a convertirse en seguidores de alguien que les da lo que ellos quieren recibir: la presencia de un maestro perfecto que lo salve de este valle de lágrimas.
Esta historia es real y lo que nos demuestra es cómo las personas necesitan a alguien a quien seguir, alguien que les diga qué hacer y cómo comportarse. Afortunadamente Kumar les contó a las personas que todo había sido un experimento; pero otros falsos maestros van por el mundo convenciendo a los incautos, a aquellos que tienen la necesidad de creer. Sería muy valioso tener en cuenta este suceso y cuestionarnos a nosotros mismos para ver si las experiencias maravillosas que hemos tenido siguiendo a nuestros gurús pueden o no haber sido resultado del “efecto placebo”, el cual ha sido demostrado científicamente por la medicina.
El efecto placebo consiste en que algo nos puede curar o ayudar emocionalmente únicamente por el hecho de creer en qué funciona. Si la mente cree en algo, puede hacerlo realidad. Sin embargo, los estudios han demostrado que el efecto placebo no tiene efectos duraderos, ya que después de un tiempo, las personas regresan al estado anterior de enfermedad o ansiedad.
La siguiente es la historia completa de Kumar, el maestro fugaz –que a pesar de haber engañado a muchos- nos dio quizá la más valiosa de las lecciones. El artículo completo fue tomado de la página Web erraticario.

 "¿Quieres saber sobre gurúes? Todos esos que ves no son gente espiritual. Sólo quieren dinero. No es tan fácil, colega... llevar una vida espiritual es muy difícil". Así le habló un asceta de Ganga, al norte de la India, a Vikram Gandhi, un director de cine que pasaba por allí durante unas vacaciones.
Tras regresar a Nueva York, decidió hacer un documental sobre el ambiente espiritual que triunfa en Occidente. Para él, el yoga y sus símbolos se han convertido en una marca más con que hacer dinero. Mucho dinero.

¿Por qué tanta gente está dispuesta a pagar lo que haga falta para que alguien con pose tranquila y eterna sonrisa les venda la felicidad, una semana sí y a la otra también bajo un nuevo formato más efectivo, recién estrenado y, lo más importante, muchísimo más fácil que el anterior?

El objetivo era poner en marcha un experimento social que se denominó "efecto placebo espiritual". ¿Puede una falsa espiritualidad proporcionar los mismos efectos que otra presuntamente auténtica? Si los hechos no son reales, ¿significa que lo experimentado por los discípulos no es real?

Así que Vikram se instaló en Phoenix, Arizona. Comenzó a hacerse llamar Kumaré y a ir acompañado de dos ayudantes para los "asuntos mundanos". Se inventó su propio ritual, sus himnos y mantras, les adosó una explicación y los acompañó de algún que otro truco de prestidigitación con que caer más simpático. “Mi trabajo era ser feliz todo el tiempo”.

En breve, se hizo un buen currículum. Una psíquica vio que tenía el aura de un gran maestro y otra tuvo experiencias con los antepasados místicos de Kumaré. Más aún, según afirmaba ella, el arcángel Metatrón estaba detrás de sus poderes.

Tras una temporada, se marchó a compartir ideas con otros gurúes. Fue sometido a terapias con sonidos, a limpiezas energéticas y se consagró como un iluminado. La gente sentía su energía a través de sus fotos cuando las colocaban en un altar y sus roces eran percibidos como una bendición procedente de los mundos divinos.

Con el tiempo, eran más quienes se acercaban a él y cada vez eran más graves los problemas personales que le contaban, desde relaciones de pareja hasta adicciones. Todos buscando la solución inmediata que les librara de sus problemas.

Le invitaron a dar clases magistrales en diferentes centros de meditación y campamentos especializados en retiros espirituales. Todos tenían una cosa en común con Kumaré: su constante e interminable ejercicio de felicidad.

Se inventó la “meditación en la luz azul”, la cual daba resultados brillantes, y esto le confirmó como “un gurú de verdad y no otro engaño de los tantos que hay ahí fuera”, según aseguraban una y otra vez alumnos con larga experiencia en el mundo de la New Age, quienes estaban enormemente agradecidos al Universo por haber encontrado por fin el camino definitivo para su evolución espiritual.
Luego desarrolló el “yoga del espejo”, por el que uno proyecta en Kumaré los traumas y problemas propios y le da consejos al respecto, exteriorizando la solución que lleva dentro sí. Se le recibía con conciertos de kirtan en honor al ser superior que representaba. Estar cerca de él era una inyección de energía positiva y regeneración interior. Y al abrazarle, tanta sensibilidad a flor de piel les hacía llorar.
Todos creían en Kumaré. "No pienso que fuera porque soy un gran actor, sino porque Kumaré es un sueño en el que merece la pena creer", dice Vikram. Al ser una ficción, no podía cobrar dinero, al contrario que los gurúes "de verdad". "Mi personaje sólo conoció lo más elevado de cada persona; su motivación era hacerles felices, engañarles para ser felices".

Poder personal, encuentro con la verdad de la vida y liberación es lo que sus alumnos experimentaban; se encadenaban a la misma mentira cuyas cadenas creían estar rompiendo. Dice Kumaré en voz en off: “Lo primero que les habría enseñado es que yo nunca necesité un gurú…”. Pero cuanto más se dice esta frase, en más gurú se convierte uno y mayor termina siendo el número de quienes le siguen, afirmando con alegría que tiene razón.

Esa es su enseñanza y la recalca una y otra vez: dejad de buscar gurúes y enfrentaros a vuestra vida. Tras unos cuantos meses, tuvo un grupo estable de estudiantes que le querían con pasión y que le agradecían de todo corazón la forma en que estaba cambiando sus vidas. Los lazos se habían estrechado más de lo que Kumaré podía imaginar y, a partir de aquí, al espectador que continúe con el documental le puede quedar un poso bien amargo.

Conforme se acerca el final, la inquietud aumenta con sólo imaginar cómo va a acabar la historia cuando se sepa la verdad. De todos ellos que dicen haber aprendido la lección y que ven obvio que no se ha de seguir a ningún gurú, ¿quiénes se enfurecerán cuando descubran que no es un gurú?, ¿quiénes se pararán a reflexionar sobre su propia actitud de dejarse engañar con tanta facilidad?, ¿quiénes profundizarán en el problema de falta de voluntad que les obliga a tanta dependencia y necesidad de productos mágicos que les salven del mundo?

Quizás una mirada superficial al asunto lo deje en una mera exhibición cínica, pero hay un fondo demasiado real para darle de lado. Puede que destruir las ilusiones de un mazazo sea el mayor acto espiritual que puede haber, tal y como escribía Vikram.

De hecho, es lo que siempre han hecho los maestros espirituales de todas las épocas, y los de esta que sobreviven ajenos a la fiebre espiritual-consumista de medio planeta.

No estamos ante la burla cruel de un listillo que persigue humillar a un puñado de tontos. Se trata de mucho más y se hunde en las raíces de una civilización que parece, definitivamente, perdida en su desesperación.


Ver la película completa con subtitulos en español:




viernes, 15 de noviembre de 2013

La varita mágica

Muchos buscadores espirituales viven en la búsqueda de la varita mágica que solucionará todos sus problemas. Ellos siempre están atentos para practicar el nuevo mantra, la última afirmación o someterse a la última técnica “milagrosa” pregonada por el gurú de moda en el mercado de las creencias religiosas.

Los líderes religiosos que promueven sus enseñanzas como la “cura mágica” a los problemas humanos terminan amasando grandes fortunas y creando emporios económicos. Pero, después de un tiempo, los seguidores terminan desilusionándose y salen corriendo en busca del nuevo gurú. Otros, logran procesar el fracaso en sus mentes de tal manera que puedan seguir anclados en su “verdad”, que se ha convertido para ellos en un sistema de creencias que le ofrece seguridad a sus mentes miedosas.

Esto me recuerda el mercado de los multiniveles: una forma de vender productos que está de moda hoy en día. Cada nuevo producto que aparece es promocionado como la cura contra “todas las enfermedades humanas”, muestras supuestos reportes científicos y testimonios de cómo su producto logró curar el cáncer y muchas enfermedades más. Los vendedores de multinivel se parecen mucho a los miembros de una secta: ellos creen realmente poseer la última verdad sobre la curación  de las enfermedades y con fervor místico, buscan convencer a otros de que entren a formar parte de su línea de vendedores.

El problema de muchas religiones y sistemas de multinivel es hacer creer a las personas que ellos tienen la “varita mágica” para solucionar todos sus problemas. No existe tal cosa como la solución automática, sin embargo, es más fácil creer en ello ya que implica entregarle la responsabilidad por tu sanación o desarrollo espiritual a alguien más, o a algo como un mantra o una técnica de meditación.

Para Despertar de la ilusión del ego se necesita asumir la responsabilidad por el contenido de nuestra mente y nuestras emociones, las cuales conforman la estructura de la personalidad humana o ego. Se requiere disciplina para mantenernos vigilantes, observando la mente y su funcionamiento. Se requiere disciplina para asumir nuestras emociones y vivirlas plenamente a pesar de que –al principio- eso pueda ser muy molesto y desagradable. Se requiere disciplina para mantenernos en el Aquí y Ahora y evitar fugarnos al pasado o al futuro.

Algunos creen que yo propongo una enseñanza facilista, pero la constancia y disciplina requerida para estar Conscientes en cada momento dista mucho del facilismo tradicional de aquellos que pregonan que para “salvarte” debes unirte a una iglesia, aceptar ciertos dogmas, someterte a la voluntad del pastor o gurú de turno, cumplir las normas y repetir los rituales preestablecidos. Eso los convierte en robots espirituales que no necesitan pensar o discernir ya que tienen a un gurú “omnisapiente” que piensa por ellos y ofrece todas las respuestas.

Pero la disciplina de la que hablo aquí no puede ser la disciplina que genera tensión y represión, la cual pregonan los puritanos en sus iglesias. No, tampoco puede ser la disciplina de la rigidez o la intransigencia consigo mismo. Nada de esto, la raíz misma de esta disciplina de la cual hablo debe ser la alegría y la dicha que nacen cuando sabes que estas despertando a tu Ser real. Así que se trata de una disciplina alegre y vivaz, libre de la culpa y la vergüenza que acompañan a la disciplina tradicional de las iglesias y llena de amor, pasión y motivación por la libertad máxima del Despertar.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Me enseñaron la vergüenza

Poema tomado del blog "Faktoria Lila" que defiende el derecho de la mujer a Ser. Puedes ingresar al blog y leer otros poemas a través del siguiente link: http://www.faktorialila.com/index.php/es/



Me enseñaron a avergonzarme de mi cuerpo, de mis actos, de mis pensamientos.

Me enseñaron que lo que pienso es absurdo, que lo que hago es ridículo, que lo que deseo es sucio.

Y aprendí a no decir lo que pensaba, por vergüenza de que alguien a mi alrededor pensara algo mejor.

Y aprendí a no hacer lo que me apetecía, por vergüenza de que alguien a mi alrededor creyera que era inoportuno.

Y aprendí a no perseguir lo que deseaba, por vergüenza de que alguien a mi alrededor opinara que era inapropiado.

No contenta con someterme a la mirada externa, me plegué también a la vergüenza ajena.

Y aprendí a preguntarle a la vergüenza cómo vestirme, no vaya a ser que alguien pensara que voy buscando gustar, destacar. Y aprendí a escuchar a la vergüenza al desnudarme, no vaya a ser que me sintiera cómoda en mi cuerpo, y me acostumbrara a enseñar(me)lo sin miedo. Y aprendí a consultar con la vergüenza antes de abrir la boca, no vaya a ser que dijera sin filtro lo que me pasa por la cabeza, y se enterara la gente.

Y dejé de bailar, de reír a carcajadas, de rascarme el culo, de preguntar lo que no entiendo, de opinar lo que pienso, de compartir lo que siento, de pedir ayuda, de ponerme faldas, de ir a la playa, de comer o llorar en la calle, de ir sin sujetador, de pintarme, de salir sin pintar, de bajar a la calle despeinada, de usar esa ropa que dicen que no me pega nada, de llamar a quien echo de menos, de tomar la iniciativa, de decir que no, de decir que sí, de quejarme, de vanagloriarme, de estar orgullosa, de admitir que estoy asustada.

Y, a base de sentirme cada día más avergonzada, entendí que mi vergüenza nunca iba a sentirse saciada. Que toda la vida iba a imponerse entre yo y mi representante impostada. Así que busqué a mi sinvergüenza interna. Y le costó salir un poco, le daba vergüenza. Pero acabó sacándome a bailar, haciéndome dúo al cantar, saliendo conmigo a la calle con la cara sin lavar, animándome a hablar, a ignorar las cosas que me deberían avergonzar...


Y ahora no tengo tiempo para sentir vergüenza. Estoy ocupada viviendo.

jueves, 7 de noviembre de 2013

El ego no puede derrotar al ego

Una forma de religión muy conocida es la imitación. Las personas buscan imitar a sus líderes o maestros creyendo que eso los hace mejores. Pero lo único que se logra por este medio es crear un ego espiritual, sintético y vacío. Para Despertar debemos ser nosotros mismos, y para ser nosotros mismos es necesario quitarnos esa máscara de la personalidad artificial que hemos creado –aunque sea una personalidad espiritual.

Muchos dicen que debemos liberarnos del ego pero, ¿cómo saben que no es el mismo ego quien está diciendo eso? Al ego le encanta crear batallas para, supuestamente, destruir al ego. Entonces la gente empieza a reprimir sus impulsos y adoptar el comportamiento esperado por sus líderes religiosos para sentirse mejor. Lo que allí sucede es que el ego se camufla, se transforma ¡incluso habla de amor y compasión! Pero no es más que una estratagema para continuar viviendo de una forma más sutil.

He escuchado a mucha gente decir: “Estoy venciendo a mi ego en este aspecto…” pero lo que ellos no sabe es que el ego es la personalidad misma que habla. “Personalidad” es una palabra que viene del griego y significa máscara. La muerte del ego implica la muerte de la persona, incluyendo las creencias, condicionamientos y programaciones que hemos almacenado en la cabeza desde que nacimos. La muerte del ego es la muerte de todo aquello que creemos que somos. Eso suena aterrador y monstruoso. Así que es mejor seguir pensando –desde el ego- que un día destruiré al ego.

La no-dualidad plantea que solamente existe el Ser puro y eterno. El ego es una proyección de la mente que se hace real cuando nos identificamos con él. Pero entre el Ser y el ego no hay nada, o somos el Ser real o vivimos en la ilusión del ego. No hay un punto medio entre estos dos. Así que si crees que estás en la mitad del camino entre el Ser y el ego, es el ego el que está pensando eso. El Ser simplemente Es, y desde su estado de realidad absoluta observa a la mente y su funcionamiento, es el testigo inmutable de todas las estrategias del ego por perpetuarse en su propia ilusión. Pero su observación no es pasiva, en el mero hecho de observar está la alquimia misma de la trasformación. Porque cuando lo real observa la ilusión, esta se esfuma como lo hace la niebla ante los rayos del sol.

¿Cómo desaparece el ego? Recuerda que este solamente vive en el pasado o en el futuro. El ego no puede estar en el presente. Así que cuando te quedas extasiado contemplando una flor o una puesta de sol, cuando haces eso sin dejar que la mente aparezca para clasificar o categorizar la experiencia, en ese momento no hay ego. El ego también pierde toda su fuerza y poder cuando es observado. Al tomar consciencia de sus estrategias y pensamientos, estos ya no pueden controlarte, y entonces desaparece.


domingo, 3 de noviembre de 2013

Mente de piedra (Koan)

Hogen, un maestro Zen chino, vivía solo en un pequeño templo en el campo. Un día, cuatro monjes peregrinos llegaron y le pidieron permiso para hacer un fuego en el patio para calentarse.

Mientras construían un fuego, Hogen les oyó hablar acerca de la subjetividad y la objetividad. Se les unió y dijo: "Supón que hay una piedra muy grande, ¿la consideras que esta fuera o dentro de tu mente?".

Uno de los monjes le contesto: "Desde el punto de vista del Budismo todo es una representación mental, así que yo diría que está dentro de mi mente."

"Debes de sentir tu cabeza muy pesada," observo Hogen, "si vas por ahí cargando con una piedra como esa en tu mente."