domingo, 27 de abril de 2014

El cambio



Hay cuatro maneras por medio de las cuales una persona puede cambiar, tres de ellas son violentas y una no. Las formas violentas incluyen la represión, la conformidad social y la imitación. La forma no violenta es la Consciencia. Estudiemos cada una de ellas.

La represión, como su nombre lo indica, consiste en reprimir los impulsos negándolos o reemplazándolos por ideales más altos. Digo que aquí hay violencia porque al reprimir estamos rechazando lo que es en función de “lo que debe ser”. Es un rechazo al presente, un escapismo. La gran mayoría de las personas religiosas usan la represión como método. Esto sucede cuando te sometes al cumplimiento de una serie de normas y tratas de cumplirlas siendo esforzado y disciplinado. Ante la sociedad esto es digno de alabanzas, pero en el fondo, es un autoengaño muy grande porque todo lo que reprimes no desaparece, se sumerge en las aguas del inconsciente.

La otra forma es la conformidad social. La mayoría de las personas necesitan pertenecer a un grupo, y esto no sería un problema sino fuera porque esa necesidad se origina en un vacío psicológico. La conformidad social hace que cambies con la idea, muchas veces inconsciente, de ser aceptado por el grupo. Así que si entras a formar parte de un grupo de yoga donde todos son vegetarianos, y quieres ser aceptado por ellos, terminas haciéndote vegetariano también. Por lo tanto este cambio no viene de adentro, es superficial, tiene una función adaptativa para el ego.

La tercera es la imitación. En nuestra sociedad se alienta a las personas a imitar a los grandes líderes religiosos como Jesús, incluso hay un libro llamado “La imitación de Cristo”. Por otro lado, el sacerdote católico Anthony de Mello decía que no imitáramos a nadie, ni siquiera a Jesús, porque Jesús se convirtió en el Cristo siendo él mismo. Por lo tanto, si queremos ser el Cristo (estar Despiertos) debemos ser nosotros mismos, ser auténticos, originales y esto sólo lo logramos cuando actuamos desde el Ser, el cual es el único autentico, ya que no está controlado por las convenciones sociales y toda esa basura que vemos hoy en día.

Por último, hablemos de la Consciencia, la cual se refiere a la capacidad de observar nuestros pensamientos, emociones y actuaciones de manera imparcial. Probablemente es la más compleja de las cuatro porque requiere estar alertas, pero es la única que brinda la libertad total. Carl Jung decía: “Lo que miras desaparece, lo que resistes persiste”, la Consciencia consiste en mirar al ego y sus juegos. Pero este es un mirar diferente, es un mirar que no busca cambiar, juzgar o controlar nada. Sin embargo, cuando hacemos esto empezamos a ver la vida desde una perspectiva más amplia, empezamos a ver cuán tontos son los juegos del ego… y empezamos a cambiar de forma natural. Puede que a veces sea un cambio lento, pero es seguro, es auténtico, aquí no hay violencia. Algunas personas, sin ningún conocimiento espiritual al respecto, hacen esto de manera natural cuando se dan cuenta súbitamente de que un hábito o manera de comportarse es absurdo y nos les ofrece ningún beneficio.


Para practicar la Consciencia no hay que pertenecer a ninguna iglesia o religión, sin embargo es algo muy espiritual. Incluso la práctica de la Consciencia ha logrado entrar a la ciencia y hoy en día existen dos psicoterapias (la Gestalt y el Mindfulness) que trabajan desde la Consciencia, el arte de observar sin juzgar. Es así como algo muy espiritual, que de hecho fue enseñado por el Buda Gautama, puede someterse al rigor del método científico sin miedo a ser destruido. Pienso que una verdadera espiritualidad no puede pelear con la ciencia. De hecho, es la espiritualidad ficticia y vacía la que teme a la ciencia, porque sabe que sus mentiras pueden quedar al descubierto fácilmente.

viernes, 25 de abril de 2014

Anestesiados


El ser humano no quiere sentir el dolor que él mismo ha creado y que se manifiesta en su cuerpo. Para no sentir el dolor la persona debe anestesiarse con el fin de no sentir su cuerpo. Pero esto tiene en alto precio, porque al estar anestesiados no sólo dejamos de sentir dolor sino que también perdemos la capacidad de sentir placer.

Es así como las personas no disfrutan plenamente de una buena comida o de unas vacaciones. La persona no puede disfrutar plenamente de esto porque la mente está constantemente viajando al pasado o al futuro con tal de escapar del momento presente para no sentir el cuerpo. ¿Cuántas veces hemos comido algo delicioso, con la mente enfocada en cualquier cosa, excepto la comida que estamos ingiriendo?

No sólo debemos estar conscientes del dolor sino que también debemos estar presentes en el placer y sentir con plena consciencia aquello de lo que estamos disfrutando (un viaje, una fruta, el sexo o la compañía de un ser querido). Cuando aprendemos a estar presentes en los momentos placenteros y agradables también podremos hacerlo ante el dolor. Pero el humano común no siente completamente ni el placer ni el dolor. Todo lo siente a medias, está anestesiado, se ha insensibilizado ante la vida, ya ni siquiera se estremece al ver caer la hoja de un árbol o al observar el vuelo de un ave. En verdad, es muy triste vivir así.


¡Vive conscientemente! Experimenta de manera plena el placer y el dolor. Entra en ellos. No quieras tomar ciertas partes de la vida mientras rechazas otras. Toma el paquete de la vida completo. Entonces dejarás de estar fragmentado y serás íntegro, completo. Y el dolor dejará de afectarte y entonces, ya no serás más esclavo del placer. 

miércoles, 23 de abril de 2014

La dictadura de la Belleza

Por Augusto Cury, autor del libro “La dictadura de la belleza”


Las mujeres a lo largo de la historia, siempre fueron objetos sexuales, maltratadas, quemadas, silenciadas, por los hombres. Sin embargo, el sistema machista le dio -aquí y allá- a las mujeres los derechos de votar, trabajar y estudiar, y ellas rápidamente conquistaron los primeros lugares. Pero lo que ese sistema machista dio con una mano, lo retiró con la otra. Para empezar, los mensajes subliminales de las modelos venden un cuerpo que no es el de la media de las mujeres y Hollywood comete un error serísimo porque nunca hay gorditos enredados en un romance sino que solo sirven para hacer comedias burlonas o ramplonas, y todo eso entra en el consciente colectivo. Los resultados de esa tiranía de la belleza son elocuentes: millones de mujeres detestan su cuerpo y tienen un rechazo contra diferentes partes de su anatomía.
Solo un 3 % de las mujeres se ven bellas, lo cual es muy grave porque allí están algunas de las causas de la baja autoestima femenina. Un número elevado de mujeres olvida que la belleza es un patrimonio particular de cada una y que esa singularidad se pierde cuando son homogenizadas por el bisturí.

domingo, 20 de abril de 2014

Sentir el cuerpo

Si tan sólo dedicáramos unos minutos de nuestro día a sentarnos y sentir nuestro cuerpo, empezaríamos a recobrar la consciencia del mismo. Los seres humanos no quieren sentir su cuerpo porque es en él donde se siente la ansiedad, la tristeza y todas aquellas emociones que le resultan intolerables. Entonces se desconectan del cuerpo y se van a vivir a sus cabezas donde huyen de lo que sienten a través del pensamiento.

Los seres humanos se anestesian para evitar sentir el dolor emocional y para ello usan la televisión, la religión, los rituales, las drogas, el cigarrillo o el alcohol.  Pero al tratar de negar el dolor este no desaparece sino que se sumerge en el inconsciente donde se hace más fuerte.

Pero en vez de huir del dolor deberíamos enfrentarlo, lo cual no significa entrar en conflicto con él, sino permitirnos sentirlo, vivirlo, experimentarlo, entrar en él conscientemente. De esta manera llegamos al núcleo del dolor y este pierde su razón de ser porque queda al descubierto la mentira por medio de la cual fue creado.

Entonces, te invito a tomes unos pocos minutos del día y te hagas consciente del cuerpo. En silencio, siente la respiración, siente la presión que ejercen los glúteos sobre la silla en la cual estás sentado, siente tu cuerpo y averigua en qué partes hay tensión y qué partes están relajadas. Luego, en el transcurso del día trata de darte cuenta cuando estás furioso o cuando estás deprimido, ubica esa emoción en tu cuerpo y entra conscientemente en ella. Entonces dejarás de ser un títere de tus emociones y podrás elegir cómo reaccionar. De este modo empezarás a habitar de nuevo tu cuerpo y a vivir en él  plenamente.


viernes, 11 de abril de 2014

Hoy es el día más sagrado del año


"Muchas personas aguardan con devoción las fechas que consideran sagradas, ya sea porque es la festividad de una deidad particular o porque ese día hay una alineación de planetas o una configuración astrológica especial. Pero la fecha más sagrada es este instante que estás viviendo. Cada momento es sagrado y merece que lo vivamos de manera plena y consciente. Si esperamos llegar al lugar sagrado o a la fecha especial para sentir nuestra unidad con el Todo, estaremos despreciando una oportunidad preciosa de experimentar nuestra inmensa vastedad aquí y ahora."