Por Walter J. Velásquez
En la búsqueda de la espiritualidad, muchos
empiezan a jugar el juego del santurrón. Un santurrón es una persona que quiere
cambiar todo lo que no le gusta de sí mismo, y empieza a adoptar
comportamientos “espirituales” que se reflejan en su forma de hablar, de
vestir, de comer, etc. Pero todo esto es realmente falso, la mayoría de los
comportamientos que adopta son imitaciones. Imitan a Buda, a Jesús o a
cualquier otro maestro; lo cual impide que puedan ser auténticos y reales.
El primer error de los buscadores
espirituales es el concepto mismo de la búsqueda. Buscar implica que estamos
incompletos y que no aceptamos plenamente el Ahora. Por ello buscamos una
“verdad” que supuestamente debe estar en alguna doctrina o en alguna
experiencia mística que se encontrará en el futuro.
El Ahora siempre trae lo que necesitamos
para aprender y despertar, pero la mayoría de las personas quieren escapar del
Ahora en búsqueda de un "futuro mejor”. Si dejamos de buscar y estamos
atentos a captar el regalo que es el presente, entonces estaremos listos para
estar Despiertos a cada instante. Aquí y Ahora ya estamos completos, solamente
necesitamos empezar a integrar esas partes de la personalidad que rechazamos.
Cuando hacemos esto nos damos cuenta de que en aquello que rechazábamos de
nosotros mismos había una cantidad inmensa de energía para ser usada a nuestro
favor.
El segundo error es la búsqueda del cambio.
Querer cambiar la conducta o la forma de pensar involucra que estamos en
conflicto con el Ahora, incluso cuando el Ahora implique nuestras
imperfecciones del presente. No estoy diciendo que demos rienda suelta a esas “imperfecciones”
de manera deliberada, ya que esto implicaría entrar en otra clase de juego del
ego. Lo que digo es que podemos hacernos Conscientes de nuestros pensamientos y
conductas sin juzgarlas.
Cuando aprendemos a observarnos a nosotros
mismos entonces los pensamientos y comportamientos basados en el ego empiezan a
perder fuerza por sí solos, ya que lo que mantiene estas conductas es el hecho
de que son automáticas e inconscientes. En el momento en que empezamos a
observarnos a nosotros mismos sin juzgarnos se genera un proceso de
transmutación real, de un cambio genuino que viene desde adentro, del Ser del
individuo. Una persona madura acepta todo aquello que le guste de sí y lo que
le disgusta, por lo tanto no vive en guerra contra sí mismo y se transforma de
una manera lenta y segura.
El tercer error de las personas
espirituales es creer que hay un mundo espiritual separado del mundo material.
El cielo o el infierno están aquí y ahora, en el momento presente, y dependen
de la actitud con que miramos la vida misma. El Despertar no se dará en el
“cielo lejano” ni cuando la Tierra ingrese a otra “dimensión” más avanzada. El
Despertar sólo puede ocurrir Aquí y Ahora, y esto sucede cuando estamos atentos
al presente con nuestros cinco sentidos. Muchas personas desprecian el
presente, desprecian el cuerpo y la experiencia material. Ellos buscan la
salvación en el futuro, por ello nunca la podrán encontrar, ya que el futuro no
existe.
Toda experiencia es “espiritual” ya que
tiene todo lo que la persona necesita para su crecimiento. Por ejemplo, una
prostituta está viviendo la experiencia más adecuada que el Universo le puede
dar para su aprendizaje. Por ello es tan absurdo juzgar a otros por su
comportamiento.
El cuarto error de los buscadores
espirituales es quedar atrapados en los “debería”. Ellos se inscriben en una
doctrina o creencia y a continuación empiezan a adoptar los comportamientos que
otros han delineado. “Deberías vestir de este color”, “No deberías comer esta
comida”, “Deberías hablar de esta manera”. Cuando adoptamos los “deberías” que
otros han impuesto entonces empezamos a actuar en la vida de acuerdo a un guion
establecido, esquematizado, estereotipado. De esta manera creamos un libreto
con unas respuestas pre establecidas para cada situación. En ese momento
estamos muertos, dejamos de Ser. Una persona así es totalmente predecible,
todos saben qué esperar de ella. Esto le encanta a la mayoría de los líderes
religiosos porque saben que cuando alguien actúa así es porque está bajo su
control.
Por otro lado, una persona que está atenta
al Ahora con sus cinco sentidos no es predecible, ella reacciona de acuerdo a
las necesidades que presenta la situación. Cuando estamos Conscientes de lo que
está sucediendo en el momento presente veremos que la situación misma nos dirá
si hay que huir, actuar, hablar o callar. Esto irrita a los líderes religiosos,
por ello ni siquiera estarán de acuerdo con que leas estas líneas.
Por último, ¿Quién soy yo para señalar los
“errores” de los buscadores espirituales? En primer lugar no soy nadie, no hay
un “yo” que habla estas cosas. Antes de esto hubo un “yo” que pasó por todos
estos errores para darse cuenta de que no conducían a ningún lado, excepto,
perder la conexión con el Ser. Y en segundo lugar quiero aclarar que a lo que
me refiero como “errores” es a experiencias necesarias de aprendizaje. Lo cual
quiere decir que esos “errores” fueron absolutamente necesarios, peldaños
diseñados para nuestro crecimiento. Por lo tanto es inútil tratar de presionar
a otros para que dejen de estar en el “error”. Cada fruta madura a su tiempo,
no antes ni después. Aceptar esto es un síntoma de que realmente aceptamos el
Ahora tal como es.