martes, 24 de diciembre de 2013

Dios esta Aquí y Ahora

La siguiente historia nos trae una profunda enseñanza y ha sido extraída del libro: “El centro se distingue por su levedad”, del terapeuta alternativo Bert Hellinger.



En tierras de Aram (donde hoy en día se encuentra Siria) tiempos atrás vivía un general; en un principio era conocido por su fuerza y su valentía; después, empero, atormentado por una grave enfermedad, no pudo tener contacto con nadie, ni siquiera con su mujer: tenía lepra.

Un día, una esclava le contó que en su país había un hombre que sabía curar su enfermedad. Así, pues, reunió un gran séquito, cogió diez talentos de plata, seis mil monedas de oro, diez vestidos de fiesta, además de una carta de recomendación de su rey, y se puso en camino.

Al cabo de una larga marcha y de algún extravío, llegó a la casa del curandero, y a voces pidió entrada. Allí estaba, pues, con todo su séquito y todo su tesoro, la carta de recomendación de su rey en la mano, esperando. Pero nadie le hacía caso. Ya empezó a ponerse impaciente y nervioso, cuando se abrió la puerta y salió un criado, dirigiéndose a él diciendo:

—Mi amo te hace saber: «Lávate en el Jordán, entonces te curarás».
El general pensaba que se estaba burlando de él, gastándole una broma.
— ¿Qué? —dijo—. ¿Este quiere ser un curandero? ¡Al menos hubiera tenido que salir personalmente, implorar a su Dios, iniciar un largo ritual y tocar con su mano cada llaga de mi piel! ¡Eso quizás me hubiera ayudado! ¿Y ahora quiere que simplemente me bañe en ese Jordán?

Y se giró, furioso, para emprender el camino de vuelta. En el fondo, éste es el final de la historia. Pero dado que se trata de un cuento, acaba bien. Cuando el general ya llevaba unos días en el camino de vuelta, una tarde se acercaron sus criados tratando de persuadirlo con buenas palabras.

—Querido padre —dijeron—, si ese curandero  te hubiera exigido algo extraordinario, por ejemplo que cogieras un barco, te fueras a países lejanos, te sometieras a dioses desconocidos, durante años escudriñaras tu propio pensamiento, y tu fortuna se hubiera gastado, seguramente lo habrías hecho. Pero tan sólo te pidió algo muy sencillo. Y se dejó convencer.

De mal humor y mala gana fue al Jordán, con repugnancia se lavó en sus aguas, y se hizo el milagro. Al volver a casa, su mujer quería saber cómo le había ido.
—Ya ves —dijo—, vuelvo a estar bien. Pero por lo demás no hubo nada.


Reflexión

En la Nueva Era y en muchas religiones en general las personas se entregan a complejos rituales o a la repetición tediosa de oraciones o “decretos” con el fin de obtener milagros en sus vidas. Ellos creen que es necesario un gran esfuerzo para salvar el abismo imaginario que los distancia de Dios. Pero no existe tal abismo, Dios existe aquí y ahora dentro y fuera de ti, está en la luz que te baña, en el agua que lava tu cuerpo, en la comida que ingieres y en el aire que respiras. Por ello, al estar Consciente de los actos más sencillos como ducharse, comer o respirar estamos Conscientes de Dios. Entonces no existe distancia, el abismo desaparece y los milagros se manifiestan instantáneamente.

Pero, como el general del cuento, a muchas personas les cuesta creen que puedan tener una relación directa con los Divino por medio de los actos más sencillos. Santa Teresa de Ávila decía que encontraba a Dios entre las ollas de la cocina, ¿No es acaso magnifico saber esto? ¿O prefieres a un dios mezquino que exige sacrificios y rituales para amarte? Ese dios mezquino ha sido creado por los líderes religiosos, ya que por medio de él pueden controlar a las personas.

Al tomar Consciencia de la respiración –del aire que entra y sale- sin querer alterarla o cambiarle nada a ese acto tan natural, estás siendo Consciente de Dios. ¡Pruébalo! Pero, para que funcione debes estar totalmente libre tanto de prejuicios como de expectativas --y esta es la mayor dificultada para muchas personas.

Los primeros cristianos tenían la palabra griega “pneuma” para referirse al aire. Pero esa misma palabra se usaba metafóricamente para referiste al Espíritu que anima todas las cosas. En hebreo se usaba la palabra ruah para referirse al viento, a la respiración, al aire, al aliento; y puesto que todo esto es signo de vida, también se usaba para designar al Espíritu Santo. Así que cuando tomamos Conciencia de la respiración estamos haciéndonos Conscientes de Dios, de la vida, del Tao o como lo queramos llamar.

La Consciencia de la respiración –o Anapana Sati como lo llamaban los budistas- no es ninguna fórmula mágica. Simplemente funciona por el hecho de que te permite estar consciente del Aquí y el Ahora, y cuando estás en el presente el ego no puede funcionar ya que este solamente existe en el pasado o en el futuro.


Pero claro, es demasiado fácil, demasiado sencillo. Entonces la mente te dirá que debes buscar rituales más llamativos, encender velas, repetir mantras u oraciones 144 veces etcétera. Al general del cuento le pareció demasiado estúpido bañarse en un río para sanarse, pero en la sencillez estaba la clave. Dios es sencillo como una flor, pero la mente lo quiere hacer complejo con el único objetivo de que no lo encuentres en la cotidianidad, porque entonces ella ya no podrá entretenerte con sus teorías y entonces empezarás a vivir la vida plenamente. 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

El color de los chacras

El otro día escuchaba a alguien decir que sus chacras eran de ciertos colores. Le pregunté si los había visto y me dijo que no. Él cree en que sus chacras tienen ciertos colores y cierto número de “pétalos” simplemente porque su autoridad espiritual se lo dijo. Este es el ejemplo perfecto de una mente crédula.

Algunos afirman haber visto sus chacras por medio de la meditación. Aquí cabe preguntar el papel que juega la autosugestión en todo esto. “El que busca encuentra”, o mejor dicho, la mente es capaz de crear aquello que quiere ver.

Si encontrara que alguien –que jamás ha leído o escuchado nada sobre chacras- puede verlos y sentirlos entonces lo escucharía, porque ahí no estaríamos hablando de la experiencia de una mente condicionada sino de alguien carente de conceptos mentales teniendo una experiencia espiritual genuina.

Cualquier experiencia espiritual que se de en una mente programada por la religión ya no es genuina porque las creencias y expectativas son tan poderosas que nos llevan a ver aquello que conciente o inconscientemente queremos ver.

La mayoría de las personas nunca ha visto un chacra. Sin embargo, millones de ellos creen que existen. ¿No es eso una locura? Yo no afirmo que existen pero tampoco me atrevo a descartar su existencia, no tengo cómo probar ninguna de las dos hipótesis. Pero más allá de esta discusión, la pregunta central es: ¿REALMENTE IMPORTA? ¿Cómo podría afectar tu vida conocer los supuestos colores de los chacras o el número de pétalos correspondiente? ¿En qué te hace mejor? ¿Acaso esa búsqueda no procede de la mente? 

Jesús dijo: “Buscad del Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se dará por añadidura”. Creo que el Reino de Dios es la Consciencia Divina. En la medida en que estamos conscientes del momento presente el ego y la mente no puede hacer sus jugadas.

Discutir sobre la existencia o no de los chacras o sobre sus supuestos colores es tan inútil como preguntarnos si Jesús tuvo o no hijos. Cuando estamos Conscientes del momento presente nos sintonizamos con la armonía del Universo. Si los chacras existen, al estar Conscientes, estos se sintonizarán entonces con la armonía de nuestro Ser. Si no existen, pues no habrá problema alguno. Entonces ¿qué más da?


Busquemos primero la Consciencia… y todo lo demás llegará a debido tiempo.

Vipassana, por Claudio Naranjo

El Vipassana es, según la enseñanza de Gautama Buda, la cualidad de estar Conscientes del Aquí y el Ahora. El siguiente extracto es tomado del libro “Carácter y Neurosis”, el cual es quizá uno de los textos donde se exponen con mayor detalle los múltiples juegos del ego. La virtud de este libro estriba no sólo en exponer al ego con tanta claridad, sino en mostrarnos la génesis de este impostor, dada a partir de las experiencias tempranas de la infancia. Su autor, Claudio Naranjo, es un psiquiatra chileno pionero de la psicología transpersonal quien ha logrado tender un puente firme entre la espiritualidad y la psicología. En su corazón ha logrado el equilibrio entre la ciencia y el espíritu como una muestra de que estas dos disciplinas pueden convivir en armonía bajo un mismo techo. He aquí un extracto del citado  libro:


"Existen numerosos libros publicados sobre el vipassana, que pueden servir tanto de estímulo como de base para una mayor comprensión del tema, pero terminaré este conjunto de sugerencias con las siguientes instrucciones de vipassana, que pueden ponerse en práctica a partir de este mismo día:

• Siéntese en una silla o, preferentemente, en la postura de medio loto o en un banquillo de meditación.
• Cierre los ojos y relájese. Relaje los hombros, asegúrese sobre todo de relajar la lengua -más conectada con los diálogos internos de lo que normalmente se piensa-, deje su cuerpo colgar de la columna y húndase, si le es posible, en su vientre. Relaje también las manos y los pies.
• Ahora, esté atento a su respiración.
• Deje, si es posible, que su animal interno haga 'la respi­ración -o su cerebro inferior-, en lugar de ordenarse a sí mismo las inspiraciones y espiraciones de un modo militar.
• Añada ahora la conciencia de la elevación y descenso del abdomen superior a la conciencia necesaria para dejar caer las tensiones musculares y estar en contacto con la respiración. Intente sentir la pared abdominal en el epigastrio (es decir, la región triangular bajo el borde del esternón y entre las costillas inferiores descenden­tes) mientras éste sube y baja con cada ciclo respirato­rio. Mantenga contacto con su «plexo solar» mientras su pared abdominal sube y baja con cada ciclo respira­torio.

Aunque lo anterior puede ser práctica suficiente para va­rias sesiones de meditación, es sólo una base para la práctica del vipassana propiamente dicho. Cuando la haya probado y haya de­sarrollado con ella alguna capacidad, considere su respiración como un recordatorio para preguntarse en cada inspiración «¿Qué experimento ahora?». De esta manera, el ejercicio de me­ditación se transforma en un ejercicio de conciencia progresiva de los sucesos mentales, sin olvidar la respiración o el foco abdo­minal.

Por supuesto, no es necesario que la pregunta «¿Qué ex­perimento ahora?» sea puesta en palabras. El propio acto de res­pirar puede tomarse como el equivalente de una pregunta sin pa­labras o como un recordatorio mudo para estar en contacto con lo que sea que ocurra en el cuerpo, sentimientos y aspectos más sutiles de la mente.

Mientras que lo anterior se corresponde con intentos contemporáneos de la psicoterapia para estar en contacto con el «aquí y ahora», la característica distintiva de la práctica del vipas­sana es una actitud peculiar hacia la experiencia que está teniendo lugar: una actitud centrada comparable a la que hemos tratado en relación con la conciencia de la vida diaria: una actitud neutral de dejar espacio para lo que se dé, una actitud de disponibilidad panorámica de la atención. Pero, más profundamente, es una ac­titud de no retener nada y no rechazar nada: una actitud de aper­tura y de ecuanimidad desapegada.

Quizá lo más importante que puedo decir a quien me haya seguido hasta aquí, poniendo en práctica mis sugerencias, es que vaya más allá del estudio de sí mismo, de la conciencia de sí mismo y de la propia comprensión de sí mismo, a un grado mayor de confesión de esta comprensión de la personalidad que se ha obtenido. Esto puede haberse dado espontáneamente, puesto que lo que descubrimos de nosotros mismos tiende a apa­recer en nuestra comunicación, pero hay algo que puede cultivar­se, en la medida en que comprendemos que no sólo la verdad es compatible con una vida plena, sino que también el compartir con veracidad (en ciertas relaciones escogidas) puede ser un ca­mino en sí mismo; y, contrariamente, la incapacidad o la falta de deseo de ser auténtico, al menos en estas relaciones compartidas, contribuye a la perpetuación de nuestro propio encarcelamiento en el mundo."




martes, 17 de diciembre de 2013

El método científico en la espiritualidad

Roger Bacon. Monje franciscano quien desarrolló el
método científico. 


Existen cuatro maneras de afrontar el conocimiento espiritual:

La primera de ellas es el pensamiento crítico. Este alimenta en las personas la duda razonable, y las lleva a poner a prueba sus creencias por medio de la experiencia. Así mismo, evita que creamos en algo simplemente porque alguien lo dice. No niega nada de plano, pero tampoco acepta algo que no haya comprobado. Él utiliza el discernimiento puro.

En segundo lugar encontramos al criticón. Este habla mal de cualquier creencia sin siquiera haberse dado la oportunidad de conocerla. Él descarta todo aquello que esté por fuera de su propio sistema de creencias y rechaza a las personas únicamente porque piensan diferente. El criticón se cree dueño de la verdad y sus críticas sobre otros sistemas espirituales carecen de base alguna. Cuando él rechaza una creencia diferente a la suya cree que está utilizando el discernimiento, pero en realidad su discernimiento es nulo porque está condicionado con un sistema de creencias que ha aceptado previamente, allí no hay libertad para elegir.

El tercero es el crédulo. Este se afilia a un sistema de creencias y traga entero todo lo que sus líderes religiosos le dicen. Él no emplea el discernimiento, piensa que posee la verdad y se limita a aceptar todo lo que escucha en su iglesia, mezquita, secta o sinagoga. El crédulo tiene una mente perezosa, así que para él es más fácil aceptar una creencia preestablecida que investigar por su cuenta.

El cuarto es el cínico. Este niega todo, rechaza todo, no acepta nada. Para el cínico no existe la verdad, todo es subjetivo. Se limita a la experiencia, pero esta nunca puede llevarlo más allá de los límites que su propia mente le ha impuesto.

Hoy en día la espiritualidad se ha convertido en un mercado en el que cada cual escoge lo que se ajusta a sus creencias y a sus necesidades psicológicas. Las personas son atraídas por aquellos grupos o sectas que les dicen las cosas “maravillosas” que quieren oír.

Si queremos conocer la verdad debemos afrontar el conocimiento desde un punto de vista crítico, sin negar de tajo como lo hace el cínico, pero sin aceptar todo como hace el crédulo. La duda es benéfica, lo importante es que seamos capaces de ir más allá de la duda y esto sólo lo logramos por medio de la propia experiencia. Esto sería una forma de aplicar el método científico a la espiritualidad.

El método científico NO es una herramienta creada para demostrar la inexistencia de lo Divino. Al contrario, fue una persona muy espiritual -el monje católico Roger Bacon- quien lo dio a conocer al mundo. Pero muchos científicos se han atrincherado en sus creencias negando cualquier posibilidad de la existencia de lo Divino. Ellos no se diferencian de los fanáticos religiosos ya que a toda costa buscan demostrar su propia verdad.

La humanidad está entrando en un punto donde la ciencia y la espiritualidad están encontrando su equilibrio. Todavía falta mucho para que eso suceda, y es absolutamente necesario que religiosos y científicos se desprendan de sus dogmas y paradigmas para que puedan llegar a un punto donde sean capaces de ver la vida tal como es, sin los lentes limitados de la ciencia y religión actuales.

Si nos convertimos en científicos espirituales podremos conocer la verdad, para ello es necesario trascender el nivel de la mente. Entonces la autoobservación se convierte en una herramienta formidable ya que con ella somos capaces de ver los movimientos de la mente y el ego y comprender la mentira de sus creencias. Cuando hacemos esto entonces entramos en el Conocimiento perfecto, tomamos conciencia de la Consciencia por medio de acto de observar la mente y su funcionamiento en la calidad de Testigos imparciales. De esta manera el Observador gana espacio en nuestra vida y disuelve todo aquello que es irreal.

Para saber si es verdad lo que te estoy diciendo puedes actuar como el crítico, practicando la autoobservación y tomando nota de sus resultados. O puedes ser como el criticón y descartarla simplemente porque tu líder religioso dijo que era mentira. También podrías actuar como el crédulo y creer que es verdad solamente porque yo lo digo. O podrías ser como el cínico y negarlo todo de plano. En tus manos está la decisión, sea cual sea la decisión que tomes, te llevará exactamente la punto en el que necesitas estar para aprender nuevas lecciones.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

¿Y qué pasará si el mundo no se acaba el 16? - Parte II


Ver la parte uno de esta serie.

Disonancia cognitiva
La teoría de la disonancia cognitiva dice que las personas se esfuerzan por mantener una consistencia en sus creencias. Quiero usar esta teoría para demostrar de qué manera, los miembros de las sectas religiosas y partidos políticos extremistas luchan por mantener sus creencias aún en contra de la evidencia. El próximo 16 de diciembre, un pequeño grupo de personas esperan una catástrofe global en la cual ellos sobrevivirán puesto que son los únicos “elegidos” de Dios en todo este planeta. Esta será una oportunidad para mostrar de qué manera funciona la disonancia cognitiva. Esta teoría psicológica dice que mientras más fuerte sea la evidencia en contra, mayor serán las razones para seguir creyendo. Es decir, la mente buscará la forma de hacer que sigamos una creencia, ya que aceptar que estábamos equivocados sería un duro golpe para el ego, golpe que el individuo muchas veces no está dispuesto a sufrir. Así que es más cómodo encontrar excusas para continuar atrapado en la mentira.

La pregunta crucial de este artículo es: ¿Cómo reaccionarán los teosofianos cuando llegue el 16 y el 17 de diciembre y no ocurra nada? Es muy fácil predecir lo que ocurrirá. Para ello quiero citar la investigación con una secta que esperaba el fin del mundo llevada a cabo Festinger, Riecken y Schachter (1956, 1958)[i]:

Los investigadores siguieron de cerca a los “Seekers” (los buscadores) un grupo tipo secta convencido de que su ciudad y toda la costa Oeste de América sería destruida por una gran inundación en una fecha determinada. Bueno, llegó y pasó sin novedades el día del cataclismo por lo que la creencia de los Seekers en el desastre inminente se vio clara y tajantemente desconfirmada lo que les produjo disonancia. ¿Qué podrían hacer entonces los Seekers? Seguramente se sintieron como el niño que ve a su estrella de baloncesto favorita fallar una canasta. (“Pero, ¿cómo podría ser?”). Como es de esperar, algunos de los Seekers reconocieron que de hecho sus creencias no eran consistentes con los hechos y cambiaron sus creencias y conductas de acuerdo a la nueva información. Se salieron del grupo y cambiaron las creencias que habían tenido.

Sin embargo, otros miembros de los Seekers reaccionaron ante la disonancia sufrida con grandes esfuerzos por reclutar nuevos miembros. El razonamiento que hicieron fue que la desconfirmación de sus creencias no era más que una prueba de su fe y su sinceridad para con la causa. Al buscar nuevos adeptos, estos Seekers intentaban resolver su disonancia buscando a otras personas con las que compartir sus creencias. Cuanta más gente encontraran para estar de acuerdo con sus creencias más fuerte se hacía su habilidad para contraatacar la fuerza de la inconsistencia producida por la no-aparición de la gran inundación.

De acuerdo a la investigación hecha por Festinger y colaboradores sobre los Seekers, cada uno de los miembros de la secta se enfrentó a la situación disonante de una manera distinta. Sus resultados aplican perfectamente para predecir el comportamiento de los teosofianos después del 16 de diciembre:

Un grupo de teosofianos se retirará de la enseñanza definitivamente.

Otra parte de los teosofianos seguirá en el grupo, para hacer frente a la disonancia harán cambios en su entorno reclutando nuevos miembros que reafirmen sus creencias. Así mismo agregarán nuevas ideas en sus mentes que les permitan seguir creyendo en su “verdad”, por ejemplo:

  • Esto era una prueba de los maestros para demostrar mi fe en la causa.
  • Nuestras oraciones y decretos hicieron que la profecía fuera transmutada.
  • Al parecer, hubo un pequeño error de cálculo con la fecha, pero hay que estar alerta porque en cualquier momento ocurrirá el desastre.
  • No hubo error, el Juicio Final se llevó a cabo en esta fecha, pero a nivel astral.
  • El objetivo de esta profecía era separar a las ovejas de las cabras. Las ovejas son los fieles que quedarán en la enseñanza y las cabras aquellos que dudarán del gurú. 

¿Qué hacer cuando la profecía falle?
Para aquellos que decidan retirarse una vez la catástrofe no se presente, lo principal es no permitir que la culpa o la autocrítica los persiga. Se debe tomar esta experiencia con madurez, como una parte fundamental del proceso de crecimiento espiritual que todos llevamos, una lección valiosa que no podríamos haber aprendido de otra manera.

Hace dos años que dejé de formar parte de los teosofianos. Hoy agradezco al Universo haber estado allí porque esa experiencia me ayudó a adquirir mucha madurez. En realidad, Lorraine era el maestro que necesitaba en esa etapa de mi vida para que yo pudiera ser capaz de dar el paso y confiar plenamente en mi Ser.

Los mensajeros
Poco después de entrar a los teosofianos (en esa época se llamaba Shangra-la), empecé a recibir dictados de los maestros. Ahora entiendo que en realidad muchos de esos dictados salían desde la sabiduría de mi propio Ser. Como mi mente me decía que yo estaba separado de Dios, entonces utilizó los nombres de maestros y maestras para hacer que el hecho de entregar esta clase de mensajes fuera más digerible para mí y para las personas que los escuchaban. Habría sido perturbador para mí en esa época saber que procedían del Ser de Dios. Ahora entiendo que los maestros ascendidos son una metáfora creada por el Ser para introducir una enseñanza al nivel de la mente.

Sin embargo los mensajes que yo entregaba no eran puros. Mi mente estaba condicionada por enseñanzas como el Summit Lighthouse y Shangra-la, así que esta afectaba los mensajes haciendo que coincidieran con las enseñanzas de Elizabeth C.P y Lorraine. Creo que para dar un mensaje puro es necesario haber vaciado la mente de dogmas, teorías y prejuicios, y esto, muy pocos mensajeros han podido lograrlo. Pero incluso los mensajeros que lo han logrado poseen en sus mentes la creencia de la separación, porque de no ser así, no recibirían mensajes de alguien externo a ellos sino que entenderían que el maestro externo es un símbolo de su propio Ser.

Aun así, personas como Hellen Schuman de Un Curso deMilagros, Neal Donald Walsh de Conversaciones con Dios y la Canal anónima de las Cartas de Cristo han prestado un gran servicio guiando a aquellos que se sienten separados de la Divinidad al ayudarlos dar un paso hacía la no-dualidad, el estado donde cesa la creencia en la separación. Personalmente no soy seguidor ni estudio las enseñanzas antes citadas, pero a veces las recomiendo cuando veo que a alguien le pueden ser útiles. 

Una diferencia crucial de estos tres mensajeros que nombro con otros que han aparecido en el panorama de la Nueva Era es que no usaron la autoridad que les confería su rol para manipular o controlar las vidas de las personas. De hecho ninguno de ellos creó una secta basada en sus enseñanzas sino escuelas abiertas e incluyentes sin dogmatismos ni fanatismos. Por ejemplo Hellen Schuman, autora de Un Curso de Milagros, nunca buscó crear un culto a su personalidad. De hecho no permitió que nadie supiera que era la escritora del libro hasta después de su muerte. Otro ejemplo es la canal de las Cartas de Cristo, quien ha permanecido retirada en el anonimato puesto que no necesita el reconocimiento. Neald Donald Walsh de Conversaciones con Dios nunca ha tenido problemas para reconocer públicamente sus debilidades humanas. En cambio personas egocéntricas como Sai Baba, Elizabeth C. Prophet, Ramtha o Lorraine Michaels crearon verdaderos cultos a sus egos, buscando que las personas los adoraran y los reconocieran como seres muy especiales. ¿Qué necesidad podría tener un verdadero Maestro sin ego de ser adorado? Incluso Jesús confrontó al hombre que trato de idolatrarlo, él no quería un culto a su personalidad:

“Cuando salía [Jesús] para seguir su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios” (Marcos 10,17–18).

Camino hacía la no-dualidad
En algún momento de mi estancia en Shangra-la empecé a entregar unos “dictados” con un mensaje muy contundente. Estos dictados eran enfáticos en repetir una y otra vez que no había diferencia entre Dios y nosotros, que la separación era una mentira. En este periodo empecé a entrar en la consciencia de la no-dualidad.

Quiero aclarar que paralelo a esto lidiaba con muchas falencias de mi psicología. En las charlas, solía decirles a las personas que los “maestros” me habían elegido a mí para que todos entendieran que si alguien que tenía tantos problemas psicológicos podía hablar con Dios, entonces cualquiera podría hacerlo. Nunca negué mis falencias y quise mostrar mi parte humana para que las personas no me convirtieran en un ídolo, sin embargo, a veces sucumbí ante la adulación excesiva de algunos.

En algún punto sentí que en los “dictados” que yo recibía había dos tipos de conexión. El primer tipo era dictados que venías directamente de mi Ser, del YO SOY, estos eran muy puros y casi no estaba afectados por la mente. La segunda clase eran mensajes más mentales, afectados por mi condicionamiento religioso y cultural. A los primeros los puse en una sección especial de la página Web llamada: “El Sendero del Ser”. Poco a poco estaba llegando a la comprensión de que no había diferencia alguna entre la Divinidad y mi Ser.

Por aquella época Lorraine se separó del marido. Esto la afectó mucho y las enseñanzas empezaron a hacerse cada vez más radicales y rígidas. Sus dictados cambiaron drásticamente, ahora el tema central de la enseñanza era su marido y su nueva esposa. Mientras ella hablaba de eso, mis mensajes estaban centrados en reconocer nuestra identidad Divina. Recuerdo que algunas personas empezaron a cuestionarme y me preguntaban por qué mis enseñanzas no estaban en línea con Lorraine. Ella vino a Colombia y me dijo que debería conocer muy bien sus enseñanzas del “Tú Consciente”, un término sombrilla usado por ella para abarcar cualquier enseñanza que sea diferente a la suya. Lorraine dijo que yo tenía el Tú Consciente y eso me produjo gran desconcierto. Por miedo a su autoridad, inconscientemente mi mente hizo que mis mensajes confirmaran las enseñanzas de Lorraine. En ese momento empecé a sentir que me desconectaba de mi Fuente porque ya no estaba expresando mi Ser de forma espontánea y natural, ahora tenía que adoptar pensamientos y creencias que no eran los míos.

Finalmente no pude resistir la incongruencia que me generaba estar en una enseñanza cerrada y dualista. Entonces me enfrenté directamente a Lorraine, esto me generó mucho miedo ya que yo no sabía lo que era estar por fuera de un sistema de creencias. Enfrentar a quien consideraba mi gurú fue la gran iniciación de mi vida. Significó desenmascarar a la falsa madre herida y manipuladora para entrar en contacto con mi Ser y la naturaleza sintiéndolos como mi Madre Divina.

Gratitud
No quiero escribir esto para demostrar que Lorraine estaba absolutamente equivocada y yo tenía la verdad absoluta. En primer lugar le agradezco a ella porque su presencia en mi vida fue decisiva para mi desarrollo espiritual, tanto cuando me enseñó a confiar en mí Ser, como cuando me mostró que la obediencia ciega a un gurú termina cegándolo a uno mismo. También reconozco en ella su entrega y disciplina a lo que creía que era lo correcto. No creo que ella actúe con maldad, es un gran Ser, pero actúa motivada por las creencias de su mente y los bloqueos psicológicos que todos tenemos en mayor o menor medida. En segundo lugar, durante la época que formé parte de los teosofianos hice muchas cosas desde el ego y desde la mente. Tuve siempre las mejores intenciones y el deseo de hacer las cosas bien, pero los bloqueos de mi psicología me jugaron malas pasadas y actué desde lugares diferentes a mi esencia pura. Por lo tanto no fui ni mucho menos un ejemplo de la perfección humana.

Hoy en día vivo en un constante estado de libertad y paz y mi Blog es un espacio para compartir con otros mis experiencias. Cada cual sabrá si las toma o las deja, no escribo con la expectativa de que las personas acepten ciegamente lo que digo. No me considero una autoridad espiritual ni creo que mis palabras sean la verdad infalible. La verdad solamente se encuentra dentro de cada uno y lo que busco es mostrarles cómo encontrarla. Tampoco me considero el humano perfecto y muchas veces, mi conducta dista del ideal de perfección que muchas personas religiosas persiguen. Pero ahora trato de ser transparente y mostrarme como soy en cualquier lugar y circunstancia sin importar si les parece adecuado o no. Esto me ha quitado el peso enorme de tener que cargar con una máscara.

El objetivo de este Blog no es buscar seguidores para mí. De hecho he confrontado duramente a aquellos que me han pedido que me convierta en su maestro. El único Maestro valido es el Ser dentro de cada uno. Lo que pueda decir una persona o una religión son meras opiniones. No espero que nadie abandone a los teosofianos para venir conmigo. Yo no tengo nada que ofrecer, sólo te muestro lo poco que he logrado en los últimos dos años desde que práctico lo mejor que puedo la Consciencia. Sin embargo puedo decir que mi práctica no es tan constante como quisiera, pero de lo poco he sacado mucho. Lo que busco de las personas no es que piensen como yo, sino que aprendan a investigar y a llegar a sus propias conclusiones basados en la evidencia que aporta la experiencia, más que en las teorías que elabora la mente.

A nivel de mi psique he tenido cambios muy profundos. Cuando abandoné a los teosofianos estaba estudiando la carrera de psicología, ahora voy en sexto semestre. A pesar de que Lorraine se opuso a que yo estudiara, sentí que tenía que seguir. Al principio pensé que entraba a estudiar para poder sanar a otros con mayor eficiencia. Una vez estaba dentro me di cuenta de que había entrado era para sanarme a mí mismo. Hice terapia con varias psicólogas lo cual me ayudó a sanar la relación con mi madre y con las mujeres en general. Actualmente mi carrera sigue siendo una gran experiencia.

Quise terminar con estas palabras llamando la atención sobre lo absurdo de entregar nuestras vidas a una creencia prefabricada por alguien más. Este artículo le sirve al miembro de cualquier secta, sin embargo lo he escrito usando como ejemplo a los teosofianos porque fue allí donde estuve y puedo hablar con propiedad desde mi experiencia. No es nada personal, aprecio mucho a las personas con las que compartí esos años de mi vida. Les envío mucho amor y gratitud porque sin cada uno de ustedes no hubiera podido dar el paso. Tanto los que me alabaron como los que me criticaron me enseñaron de diferentes maneras. Muchas veces me mostré reacio a aceptar cuando otros me criticaban, pero ahora me doy cuenta de que algunas de las críticas estaban exponiendo aspectos de mi ego que en ese entonces no quería ver. Otras muchas críticas estaban condicionadas por lo que decía Lorraine, así que carecen de valor práctico, sin embargo también fueron esenciales para ayudarme a confiar en mí Ser. Los amo con todo mi corazón, un abrazo y mil bendiciones.

Namasté. El Dios que YO SOY saluda al Dios que Tú eres.

Ver la parte uno de esta serie.


[i] JOHNMARSHALL REEVE, Motivación y Emoción. Editorial McGrawHill, 1994. Cita literal de las páginas 180 y 181.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Cambiar la sociedad


¿No es un hecho obvio de que lo que soy en mi relación con otro, crea la sociedad, y que sin transformarse radicalmente uno mismo, no puede haber una transformación de la función esencial de la sociedad? Cuando esperamos que un sistema transforme la sociedad, simplemente evadimos la cuestión, porque ningún sistema puede transformar al hombre; el hombre es quien transforma al sistema, como lo demuestra la historia. Mientras yo, en mi relación con usted, no me comprenda a mí mismo, seré la causa del caos, la miseria, el miedo y la violencia. La comprensión de uno mismo no es una cuestión de tiempo; uno puede comprenderse a sí mismo en este mismo momento. 

- J. Krishnamurti, La Libertad Primera y Última, Capítulo 1Descripción: http://feeds.feedburner.com/~r/JKOnline_DailyQuotes_ES/~4/YgtYhUITU-M?utm_source=feedburner&utm_medium=email