martes, 30 de diciembre de 2014

Mecanismos de defensa del ego - Parte I: La proyección

La proyección es un fenómeno mencionado por Freud que consiste en ver en otros aquello que rechazamos ver en nosotros. Cuando hablamos del tema de las polaridades mencionamos que cada vez que buscamos desarrollar algún tipo de virtud, le damos fuerza a su contrario en el inconsciente. Pues bien, la proyección es la forma inconsciente como lidiamos con la polaridad que queremos tener reprimida en la sombra.

Veamos algunos ejemplos: los homofóbicos suelen tener deseos homosexuales reprimidos y lidian con ellos rechazando en otros lo mismo que niegan dentro de sí. Los puritanos rechazan a las personas hedonistas porque así se enfrentan en otros a los deseos reprimidos que no quieren ver en ellos mismos. Llevando esto a un nivel personal, podemos ver que cada una de las personas que odiamos o que nos disgustan nos recuerda partes negadas o reprimidas de nosotros mismos. Cada persona que nos genera molestia es un espejo que refleja todo aquello que no queremos ver en nosotros.



Existe otra clase de proyección, la que se presenta cuando sentimos atracción hacía ciertas personas que hacen cosas que nosotros desearíamos hacer pero lo hemos reprimido. Conocí a un hombre que era un gran puritano, fue vegetariano una buena parte de su vida y se esforzaba al máximo por practicar la castidad. Sin embargo, este hombre admiraba a personajes hedonistas famosos. Recuerdo que él se divertía viendo los programas de televisión de Anthony Bourdain, un hombre que viaja por el mundo disfrutando de los placeres del vino y la comida. A mi amigo le encantaba Anthony ya que proyectaba en él sus deseos reprimidos, pero al mismo tiempo no se permitía ninguno de esos placeres para sí.

La fascinación de personas “normales” por personajes macabros o asesinos en serie también muestra como proyectan sus deseos inconscientes más ocultos. Estas personas jamás se atreverían a matar a nadie, pero gozan leyendo las noticias judiciales de los diarios porque allí pueden odiar –y secretamente amar- al asesino inconsciente que llevan dentro.

Pero la proyección no es algo malo, en realidad es una gran oportunidad que nos da el Universo. Cada vez que nos encontremos con personas por las cuales sentimos aversión u odio, en vez de buscar la causa de la emoción en el otro, observémonos a nosotros mismos, hagámonos conscientes de los pensamientos y emociones que surgen cuando nos encontramos con esta persona. De igual manera, si sientes fascinación por una estrella de rock o un actor de cine que hace cosas que crees jamás harías, aprovecha la oportunidad para darte cuenta de las emociones que emergen y conocerás más de ti mismo. Has esto sin juzgar lo que emerge como “bueno” o “malo” y de esta manera lo inconsciente se hará consciente y serás libre de los grilletes creados por ti mismo a través de la represión.


miércoles, 24 de diciembre de 2014

Being Conscious of the unconscious: A guide to spiritual self realization


“Ser Consciente de lo inconsciente”, la guía hacía la autorrealización espiritual, ahora en idioma inglés. 


Mucho se ha dicho sobre el Despertar Espiritual, pero este libro recoge y sintetiza las enseñanzas de Oriente y Occidente sobre este tema y las presenta de una forma práctica y sencilla de tal manera que las podamos aplicar naturalmente en nuestra vida cotidiana.


This book is a guide towards spiritual illumination in the Here and Now. In it you will learn how to free yourself from the ego net which fills your life with bitterness. After reading it you will no longer be the same person. Here you will find a series of practical tools, meditations and exercises which will help you to leave worries, depression and anxiety behind , in order to be happy Now. Start to enjoy life fully and find benediction which hides behind every situation. 


Why is it important to be conscious of the unconscious? Human beings are victims of programming and conditioning which is harbored deep in our mind. Even though we may want something, often the unconscious betrays us, sabotaging our own plans. Learn to empty your mind of trash and live life in a more natural and complete manner, free from the limitations of the human ego.





Comentarios de lectores en Amazon.com:


martes, 16 de diciembre de 2014

Las polaridades

En la cultura Occidental buscamos lo “bueno” mientras tratamos de alejarnos de lo “malo”. Pero lo uno no puede existir sin lo otro. Ambos son conceptos dualísticos que necesitan de su opuesto para existir. Si te pones de parte del “bien”, estás afirmando veladamente la existencia del “mal”; si decides ser “malo”, indirectamente le das poder a lo “bueno”. La palabra paz sólo cobra sentido al existir la palabra guerra, es decir que, sin la guerra la palabra paz es completamente  innecesaria. Sea que te pongas de parte de la paz o de la guerra, estarás afirmando su contrario, así es la dualidad.

¿Cómo funciona esto? La mente se divide en dos niveles: conciente e inconsciente. Jung decía que cuando uno conscientemente se identifica con una polaridad ignorando o rechazando la otra, el lado rechazado se auto-afirma en el inconsciente. Por ejemplo, si decides ser casto y puro, en el inconsciente acumularás deseos y fantasías sexuales muy fuertes. Si decides ser bondadoso, en el inconsciente afirmarás la dureza de corazón. Si decides ser santo, en el inconsciente afirmarás tu propio diablo interior (la sombra).

Esto contradice la mentalidad Occidental que motiva a las personas a buscar el bien y abandonar el mal. A pesar de esta creencia, vemos que la violencia y las violaciones sexuales son más fuertes donde esta mentalidad prevalece. Una cultura reprimida genera inconscientemente una contra-cultura desenfrenada. Sucedió en Estados Unidos con el Rock y en América latina con el Reggaetón, la juventud utilizó estos ritmos musicales como una rebelión inconsciente contra la represión sexual promulgada por los religiosos y puritanos.

Lo que afirmo es que si te pones de parte de lo “bueno” das poder a lo que llamas “malo”. Pero esto no quiere decir que apoyes lo “malo”, ya que sólo generarás nueva fricción entre los pares de opuestos. Lo que propongo es que te eleves por encima de lo “bueno” y lo “malo”, que trasciendas el nivel de la dualidad. Esto puede ser logrado cuando observas a tu mente, cuando eres consciente de los pensamientos y los miras sin juzgarlos como “buenos” o “malos”. Al desaparecer las etiquetas mentales de “bueno” y “malo” empiezas a actuar desde un nivel más profundo, el nivel de la Consciencia, allí no hay polaridades, no hay dualidad. Hacer esto es regresar a la inocencia de tu Ser, vivir la vida sin afectaciones o luchas internas.

Pero esto incluye un cambio de léxico. Palabras como “bueno” o “malo”, “agradable” o “desagradable”, “bonito” o “feo” deben ir desapareciendo poco a poco a medida que te das cuenta que solamente afirman la dualidad y alimentan el conflicto interior en lo conciente y lo inconsciente. Entonces las cosas son como son y no necesitas encasillarlas o etiquetarlas en términos de dualidad. Una flor es una flor, no es fea ni bonita. Una situación es una situación, no es agradable o desagradable. Un pensamiento es un pensamiento, no es bueno ni malo. Cuando haces esto penetras más profundamente en la vida y la experimentas de forma directa, sin ser afectado por las programaciones y etiquetas que el mundo te ha impuesto.



domingo, 30 de noviembre de 2014

Preceptos para una Vida Plena

Por Claudio Naranjo 


Les comparto los preceptos de Claudio Naranjo, psiquiatra chileno impulsor de la Gestalt, psicoterapia basada en el Aquí y Ahora:

1.   Vive Ahora. Preocúpate del presente antes que del pasado o del futuro.

2.   Vive Aquí. Ocúpate de lo que está presente antes de lo que está ausente.

3.   Deja de imaginar cosas. Experimenta lo real. 

4.   Deja de pensar en cosas innecesarias. En lugar de ello gusta y mira.

5.   Expresa en vez de manipular, explicar, justificar o juzgar.

6.   Entrégate a la desazón y al dolor de la misma manera en que te entregas al placer. No limites tu conciencia.

7.   No aceptes otros "debes" ni "deberías" más que los que tú te impongas. No adores a ídolo alguno.

8.   Asume plena responsabilidad por tus acciones, sentimientos y pensamientos.


9.   Acepta ser como eres.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

El "Darse cuenta"

Por Jiddu Krishnamurti

Este vídeo resume en pocas palabras la experiencia total de "Darse cuenta", es decir, tomar consciencia de la realidad sin etiquetar lo que es.


sábado, 1 de noviembre de 2014

OVNIS y dioses ¿Arquetipos del Alma?


Cuando el hombre rechaza sus propias emociones y pensamientos estos no desaparecen sino que son reprimidos en el inconsciente. Pero está energía dinámica no puede continuar aprisionada por mucho tiempo, una de las maneras por medio de las cuales se libera es por medio de la proyección, es decir, proyectando hacía afuera lo que hay dentro.

En los antiguos dioses y demonios de la mitología vemos proyecciones del inconsciente colectivo que encarnaban tanto el lado “bueno” como oscuro de la mente. Por ejemplo, para los griegos, los dioses del Olimpo representaban aquello de sí mismos de lo que eran conscientes; mientras que los dioses subterráneos como Hades o Neptuno eran un símbolo de su sombra, la parte que no querían reconocer en ellos.

Lo interesante es que para los griegos, egipcios o hindúes, sus dioses eran reales, incluso muchas personas narraron haberlos avistado o haber recibido favores de ellos. El inconsciente colectivo posee una fuerza notable, capaz de hacer que “veamos” nuestras propias proyecciones de forma casi física.

En la mitología antigua se usa mucho el símbolo universal de lo esférico que en diferentes culturas es representado como un círculo, esfera o mándala. Esto representa la totalidad psíquica, el todo, la completitud, es decir, la totalidad de la conciencia y el inconsciente juntos. Es la unión de los opuestos aparentemente irreconciliables.

La psiquis, es decir pensamientos y emociones, es un aparato que no está completo. La psiquis se ha ido fragmentando a medida que negamos, reprimimos o rechazamos partes de nosotros mismos. De ahí que la humanidad se siente vacía y desolada, como si le faltara algo. Por lo tanto en la simbología Universal el círculo o la esfera siempre ha llamado la atención del hombre porque representa su propia psique en estado ideal, es decir, completa. De ahí que para Jung fue evidente ver en los Ovnis símbolos arquetípicos del alma, ya que son redondos o esféricos representando la necesidad inconsciente de completitud.

Según Jung: “el inconsciente tiene propiedades sobre las cuales la conciencia no tiene dominio”. La aparición de OVNIS en todas partes del mundo hace que este sea un fenómeno masivo que puede estar conectado con el miedo colectivo a la muerte o a la destrucción, que según los seguidores del fenómeno OVNI, podría devenir por medio de una invasión extraterrestre. La humanidad siempre ha permanecido presa del miedo a la destrucción por parte de agentes externos a la Tierra como son los dioses de la antigüedad, el Apocalipsis bíblico y más recientemente, la supuesta injerencia de fuerzas provenientes de otros mundos.

El fenómeno OVNI se ha ido transformando de acuerdo a los avances científicos. Al principio se creía que los extraterrestres provenían del lado oculto de la luna, que se suponía habitada. Cuando la NASA llegó a la luna demostrando que estaba deshabitada, los fanáticos de los OVNIS enseñaban que estos provenían del planeta Marte. Después de que las sondas enviadas al planeta rojo mostraran la ausencia de una civilización avanzada allí, los seguidores de los OVNIS afirmaron que estos provienen de galaxias o estrellas muy lejanas, con lo cual queda imposible contradecir sus afirmaciones.

El objetivo de este artículo no es en ningún momento afirmar o negar la existencia de los OVNIS sino mostrar su posible simbolismo desde el punto de vista del inconsciente colectivo de la humanidad. En la antigüedad, los conflictos internos de la psique eran proyectados por el inconsciente en la forma de dioses buenos y malos, ángeles y demonios, duendes y hadas. Poco a poco la ciencia ha ido destronando todas estas figuras mitológicas al demostrar que los poderes que se les había asignado pertenecen a fuerzas naturales del Universo.[1] Pero lo inconsciente busca la manera de expresarse, adaptándose a los tiempos y a la cultura del momento. Dado que estamos en una cultura tecnológica, los OVNIS aparecen como los nuevos dioses y ángeles, está vez influidos por la tecnología y la ciencia ficción de Hollywood.

Sean los OVNIS objetos reales o no, es innegable que fascinan a millones de personas. Tal vez porque sus “naves” que, vistas desde abajo, parecen círculos perfectos nos recuerdan con anhelo el momento que nuestras almas recuperen su completitud. Pero esto puede empezar a suceder ahora mismo, si somos valientes y arriesgados y nos atrevemos a empezar a aceptar las partes de nosotros que hemos rechazado o reprimido. Aceptarlas no significa permitir que nos dominen, sino hacernos conscientes de ellas para hacer uso de todo el potencial y energía que está allí reprimido. De esta manera alcanzaremos nuestra completitud y seremos en la Tierra, la esfera perfecta que hemos buscado en el cielo.


Bibliografía:
Carl Jung. Arquetipos e inconsciente colectivo. Editorial Paidós.
Carl Jung. El hombre y sus símbolos. Editorial Paidós.
Carl Jung. Sobre cosas que se ven en el cielo. Editorial Nilo-Mex.








[1] Aunque algunos movimientos de la nueva era han revivido un neo-paganismo en el cual han reactivado el culto a los antiguos dioses de las religiones primitivas. 

sábado, 25 de octubre de 2014

Consciencia, consciencia, consciencia

En los diferentes artículos que publicamos volvemos una y otra vez al tema central de este Blog: la Consciencia Plena de la experiencia presente. Para algunos, esto puede ser una “repetición de lo repetido”, sin embargo es necesario volver sobre este tema central hasta que logremos interiorizar y poner en práctica la Consciencia en nuestra experiencia diaria.

Recuerdo haber estado en un grupo religioso donde nos enseñaban de todo: Budismo Tibetano, hinduismo, Kábala, psicología etc. Éramos un océano de conocimiento, pero con un centímetro de profundidad, sabíamos de todo pero al final no sabíamos nada. Ahora he preferido dejar atrás toda clase de conocimientos teóricos y especializarme en una sola cosa: la práctica de la Consciencia. La ecuación es sencilla: cuando hay Consciencia el ego y la mente no pueden actuar, eso responde a la búsqueda de toda mi vida.

Ahora quiero dejarlos con un extracto del libro “Ser Consciente de lo inconsciente”, el cual aclara aún más este punto:



Consciencia, consciencia, consciencia
Una vez un joven discípulo le preguntó a su maestro: “¿Cuál es la clave de la iluminación?”. El maestro respondió: “Consciencia”. El discípulo dijo: “Si, ya sé que la consciencia es importante, pero ¿Qué debo hacer para despertar?”. Consciencia, consciencia”, replicó el maestro. “está bien, dijo es discípulo, ¿pero qué más debo hacer además de tener consciencia?”. El maestro calmadamente respondió: “consciencia, consciencia, consciencia”. El discípulo un poco disgustado preguntó: “¿Pero qué significa eso?”. “consciencia, consciencia, consciencia, significa: consciencia”, fue la respuesta.

Vivir en consciencia significa estar atento a lo que sucede dentro y fuera de ti. Significa estar atento a observar los pensamientos y las emociones. Consciencia significa convertirte en el testigo de tu vida. Así no podrás identificarte con tu mente o tu ego y verás la vida desde una perspectiva más amplia. Esta capacidad de des-identificarte con lo que sucede es la esencia de la iluminación, es el gran descubrimiento que han hechos místicos de todas las religiones o de ninguna en particular. Pero muy pocas personas lo saben.

Como vez, la iluminación no es un evento que se dará en el futuro. Si en este momento estás consciente del movimiento de tu mente, si estás consciente de lo que hay a tu alrededor y de lo que sucede dentro de tu cuerpo, sea esto la respiración o el latido de tu corazón, ya estás despierto.

Algunas personas piensan que puede ser abrumador estar consciente todos los días de tu vida de aquí en adelante. Pero no tienes que estar consciente todos los días de tu vida, solamente debes estarlo en este momento. El despertar se manifiesta en el instante en que eres consciente, no necesitas nada más. No necesitas procesos o iniciaciones, sólo necesitas estar atento, estar alerta, estar despierto.

El maestro zen Kodo Sawaki dice lo siguiente acerca del satori,  que es otro término para referirse al despertar espiritual:

“Pensar que se ha alcanzado el satori es una ilusión. Si un monje zen confiara en que su satori de ayer sigue siendo válido hoy, se estaría haciendo ilusiones. Cada instante es el primero de tu vida. Cada instante es el último.

¿Experimentaste una vez el satori y desde entonces todo está en orden? No, el satori sólo tiene validez en este preciso instante. En el instante siguiente ya ha pasado. Si crees haber escalado hasta el punto más alto y haber logrado el satori, a continuación irás cuesta abajo. Practicar el zen significa continuar escalando durante toda tu vida.

¿Cuál es, en último término, el propósito de esta vida? Tomar las riendas de tu verdadero yo. Reconocer cuál es tu auténtica tarea. Satori significa ser realmente tú mismo. Conocerte a ti mismo y sostenerte con los pies firmes sobre la tierra. Y realizar la Vía significa avanzar seguro sin perderte a ti mismo de vista.”






domingo, 19 de octubre de 2014

El poder de la profecía autorrealizada

A los humanos no encantan las profecías porque nos dan la sensación de controlar nuestro futuro y de escapar del presente. Muchos acuden a astrólogos y videntes para que les “muestren” que les augura el mañana. Pero el mañana no está escrito en los astros ni en las bolas de cristal, el mañana se está tejiendo constantemente con los pensamientos, emociones y comportamientos que manifiesto hoy. Si enfocamos nuestra atención en que algo terrible nos va a ocurrir, eso llegará; pero también, si tenemos una Fe absoluta en que el Universo siempre conspira a nuestro favor, recibiremos experiencias congruentes con ello.

Los dejo con un cuento del  escritor Gabriel García Márquez en el cual muestra de manera jocosa el poder de la profecía autorrealizada:



“Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:

-No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo.

Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:

-Te apuesto un peso a que no la haces.

Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Contesta:

-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo.

Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá o una nieta o en fin, cualquier pariente. Feliz con su peso, dice:

-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.
-¿Y por qué es un tonto?
-Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo. 

Entonces le dice su madre:

-No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.


La pariente lo oye y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero:

-Véndame una libra de carne -y en el momento que se la están cortando, agrega-: Mejor véndame dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado.

El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne, le dice:

-Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas.
Entonces la vieja responde:
-Tengo varios hijos, mire, mejor deme cuatro libras.

Se lleva las cuatro libras; y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo, en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice:
-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?
-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!

(Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.)

-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.
-Pero a las dos de la tarde es cuando hay más calor.
-Sí, pero no tanto calor como ahora.

Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:
-Hay un pajarito en la plaza.
Y viene todo el mundo, espantado, a ver el pajarito.
-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.
-Sí, pero nunca a esta hora.

Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.
-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Hasta el momento en que dicen:
-Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos.

Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo.
Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice:

-Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa -y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, clamando:
-Yo dije que algo muy grave iba a pasar, y me dijeron que estaba loca.”


domingo, 12 de octubre de 2014

Compasión no es lástima

El infierno y el cielo se viven en la Tierra Aquí y Ahora. Cada cual crea su propia ilusión basado en su estado de consciencia –o inconsciencia. Los que han avanzado en el Despertar Espiritual experimentan cierta paz y armonía en sus vidas. Pero muchas veces son afectados, no por sus propios problemas, sino por los infiernos creados por sus seres queridos. Cuando escuchan las quejas y el dolor de las personas que aman, en ocasiones se identifican con ese dolor y terminan entrando en el infierno personal del otro.

Una opción fácil para no caer en esto sería pensar que todo es una ilusión y volvernos insensibles ante el dolor ajeno. Pero Maestros como Buda o Jesús nos enseñaron el valor de la Compasión por aquellos que duermen en la inconsciencia. La pregunta es ¿Cómo ayudarlos sin identificarnos con sus infiernos personales? La clave está en ayudar al otro desde la Compasión en vez de hacerlo desde la lástima.

La lástima es una emoción del ego, es la falsa caridad que surge de la creencia de que el otro en inferior a mí, y por lo tanto debo apiadarme de él. La lástima hace que minimice al otro, pensando que está incapacitado y no puede valerse por sí mismo.

En cambio, la Compasión me permite ver el que otro no es menos que yo. Permite reconocer el potencial inmenso que hay en él y comunicárselo de tal manera que él también pueda llegar a verlo. La compasión permite que ayudes al otro desde un estado de consciencia superior en el cual le das las herramientas para elevarse también.

Cuando alguien se está ahogando no puedes regalarle un manual de natación, allí debes lanzarle el salvavidas. Así ocurre con las personas a las que ayudamos, muchas veces necesitan una ayuda física y rápida, pero esta debe ir acompañada de la convicción poderosa de que esa persona no es una víctima de la vida y de las palabras o acciones adecuadas para mostrarle que él o ella está en capacidad de levantarse y reclamar su propia victoria sobre la ilusión del sufrimiento.


sábado, 4 de octubre de 2014

La parábola del vaso

La siguiente historia ilustra cómo, cuando nos aferramos a un pensamiento, este se convierte en una pesada carga que obstaculiza nuestra felicidad.


Un psicólogo en una sesión grupal levantó un vaso de agua. Ya todo el mundo esperaba la típica pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin embargo, preguntó:
- ¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
El psicólogo respondió: "El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo 1 minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará.
El peso real del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, y más difícil de soportar se vuelve."
Y continuó: "Las preocupaciones de nuestro día a día son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más empiezan a doler, pero si piensas en ellas todo el día, acaban paralizándote, te impiden hacer nada"
El objetivo de esta historia no es enseñarte a luchar contra los pensamientos tratando de evitarlos, sino que los observes sin juzgarlos. Cuando te conviertes en el observador, entras en la dimensión de la Consciencia y las imágenes creadas por la mente ya no pueden afectarte. La autoobservación te permite  desidentificarte del ego, de esta manera este pierde energía y se debilita. Esta es la Clave central del Despertar.


sábado, 27 de septiembre de 2014

Guerreros de mierda

Algunas veces, a pesar de tus mejores esfuerzos e intenciones, a pesar de tu increíble 'progreso espiritual', simplemente te sientes como una mierda. Entonces... ¡siéntete como una mierda! ¿Cuál es el problema, realmente, cuando te sumerges sin temor alguno en el corazón de esa experiencia única? ¡Siéntete como mierda, pero conscientemente! ¡Sumérgete en ella, conscientemente!
Y descubre que 'sentirte como mierda' puede ser el sentimiento más espiritual de todos, una nueva (y sumamente mal interpretada) puerta hacia la gracia, tan sagrada como la alegría más profunda, tan llena de vitalidad como la creación de un universo. Sin auto-compasión, sin drama, sin justificaciones, sin búsqueda; sólo un crudo y roto corazón, una nueva herida re-abierta al amor, sin ningún deseo de escapar. Tú forjas una nueva espiritualidad con tu valor de permanecer en ese sitio de confusión, imbuyendo la tristeza con tu brillante luz.
Tal vez esto salvará al mundo: hermanos y hermanas los suficientemente valientes como para sentir esta mierda con toda consciencia, sin adormecerse a sí mismos o tratar de evitar el dolor. Guerreros de mierda. ¡Vaya guerreros!
Comencemos una revolución.



sábado, 20 de septiembre de 2014

¿Dominar el ego?

Cuando estudiamos las enseñanzas espirituales de Oriente y Occidente encontramos a muchos maestros que promulgan la necesidad de dominar el ego. Eso suena muy bien, parece un ideal justo. Sin embargo, “dominar” implica controlar, entrar en con conflicto con algo, iniciar una lucha o una guerra. La guerra engendra guerra y el único camino para la paz es la paz misma, por lo tanto, no podemos obtener nada beneficioso como producto de la lucha.

La idea de la guerra contra el ego está muy incrustada en nuestra cultura, podemos ver sus orígenes en el concepto cristiano del Armagedón –la lucha planetaria entre el bien y el mal- así como en la Yihad o guerra santa promulgada por muchos musulmanes. Este sentido de lucha se origina en la dualidad, es decir, en la percepción “bien y el mal” relativo que se da cuando observamos el mundo a través de la mente y sus condicionamientos culturales, religiosos, etc.

¿Hay otro camino para liberarnos del ego que no sea luchando contra él? Claro que sí, es el camino de la Consciencia, el cual implica estar consciente, o ser el observador de los diferentes juegos que el ego utiliza en cada momento. Por medio de la observación, las estrategias de ego son descubiertas y empiezan a perder fuerza. La clave está en observar los juegos del ego sin juzgar, sin poner etiquetas de bueno o malo, simplemente observamos de forma ecuánime a la mente y su funcionamiento.

Pero hay que ir más allá de ser un simple observador, es necesario tomar consciencia de las emociones generadas por el ego. Esto lo hacemos sintiendo en qué parte del cuerpo se experimentan y aceptando plenamente esa emoción. El resultado de esto es una transformación radical que viene desde adentro.

Por su puesto, es más fácil el camino de la represión o la guerra contra el ego, pero sus resultados no son duraderos. La Consciencia puede parecer que obra más lento, pero produce resultados perdurables y radicales.

Así que cuando escuches a alguien que te diga frase como:

·         “No te sientas ofendido.”
·         “Libérate de la necesidad de ganar”
·         “No te dejes controlar por los celos”

Puedes cambiarlas por frases como estas:}

·         “Observa los pensamientos que alimentan tu ofensa”
·         “Hazte consciente de la necesidad de ganar”
·         “Toma consciencia de tus celos, ubícalos en tu cuerpo y permíteles ser como son”

Al hacer esto podrás observar la transformación que se genera de forma natural por medio de la Consciencia. Aquí no hay lucha o conflicto, solamente aprendes a nadar con la corriente del río de tus pensamientos y emociones en vez de nadar río arriba.

Esta enseñanza no es para nada nueva. Ya la había dado Lao-Tsé 550 años antes de Cristo y hoy ha resurgido en la voz de cientos de personas de todas las culturas y religiones que están despertando a la comprensión profunda que viene de la desidentificación con la mente y ego.