sábado, 4 de octubre de 2014

La parábola del vaso

La siguiente historia ilustra cómo, cuando nos aferramos a un pensamiento, este se convierte en una pesada carga que obstaculiza nuestra felicidad.


Un psicólogo en una sesión grupal levantó un vaso de agua. Ya todo el mundo esperaba la típica pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin embargo, preguntó:
- ¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.
El psicólogo respondió: "El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo 1 minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará.
El peso real del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, y más difícil de soportar se vuelve."
Y continuó: "Las preocupaciones de nuestro día a día son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más empiezan a doler, pero si piensas en ellas todo el día, acaban paralizándote, te impiden hacer nada"
El objetivo de esta historia no es enseñarte a luchar contra los pensamientos tratando de evitarlos, sino que los observes sin juzgarlos. Cuando te conviertes en el observador, entras en la dimensión de la Consciencia y las imágenes creadas por la mente ya no pueden afectarte. La autoobservación te permite  desidentificarte del ego, de esta manera este pierde energía y se debilita. Esta es la Clave central del Despertar.


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