sábado, 25 de octubre de 2014

Consciencia, consciencia, consciencia

En los diferentes artículos que publicamos volvemos una y otra vez al tema central de este Blog: la Consciencia Plena de la experiencia presente. Para algunos, esto puede ser una “repetición de lo repetido”, sin embargo es necesario volver sobre este tema central hasta que logremos interiorizar y poner en práctica la Consciencia en nuestra experiencia diaria.

Recuerdo haber estado en un grupo religioso donde nos enseñaban de todo: Budismo Tibetano, hinduismo, Kábala, psicología etc. Éramos un océano de conocimiento, pero con un centímetro de profundidad, sabíamos de todo pero al final no sabíamos nada. Ahora he preferido dejar atrás toda clase de conocimientos teóricos y especializarme en una sola cosa: la práctica de la Consciencia. La ecuación es sencilla: cuando hay Consciencia el ego y la mente no pueden actuar, eso responde a la búsqueda de toda mi vida.

Ahora quiero dejarlos con un extracto del libro “Ser Consciente de lo inconsciente”, el cual aclara aún más este punto:



Consciencia, consciencia, consciencia
Una vez un joven discípulo le preguntó a su maestro: “¿Cuál es la clave de la iluminación?”. El maestro respondió: “Consciencia”. El discípulo dijo: “Si, ya sé que la consciencia es importante, pero ¿Qué debo hacer para despertar?”. Consciencia, consciencia”, replicó el maestro. “está bien, dijo es discípulo, ¿pero qué más debo hacer además de tener consciencia?”. El maestro calmadamente respondió: “consciencia, consciencia, consciencia”. El discípulo un poco disgustado preguntó: “¿Pero qué significa eso?”. “consciencia, consciencia, consciencia, significa: consciencia”, fue la respuesta.

Vivir en consciencia significa estar atento a lo que sucede dentro y fuera de ti. Significa estar atento a observar los pensamientos y las emociones. Consciencia significa convertirte en el testigo de tu vida. Así no podrás identificarte con tu mente o tu ego y verás la vida desde una perspectiva más amplia. Esta capacidad de des-identificarte con lo que sucede es la esencia de la iluminación, es el gran descubrimiento que han hechos místicos de todas las religiones o de ninguna en particular. Pero muy pocas personas lo saben.

Como vez, la iluminación no es un evento que se dará en el futuro. Si en este momento estás consciente del movimiento de tu mente, si estás consciente de lo que hay a tu alrededor y de lo que sucede dentro de tu cuerpo, sea esto la respiración o el latido de tu corazón, ya estás despierto.

Algunas personas piensan que puede ser abrumador estar consciente todos los días de tu vida de aquí en adelante. Pero no tienes que estar consciente todos los días de tu vida, solamente debes estarlo en este momento. El despertar se manifiesta en el instante en que eres consciente, no necesitas nada más. No necesitas procesos o iniciaciones, sólo necesitas estar atento, estar alerta, estar despierto.

El maestro zen Kodo Sawaki dice lo siguiente acerca del satori,  que es otro término para referirse al despertar espiritual:

“Pensar que se ha alcanzado el satori es una ilusión. Si un monje zen confiara en que su satori de ayer sigue siendo válido hoy, se estaría haciendo ilusiones. Cada instante es el primero de tu vida. Cada instante es el último.

¿Experimentaste una vez el satori y desde entonces todo está en orden? No, el satori sólo tiene validez en este preciso instante. En el instante siguiente ya ha pasado. Si crees haber escalado hasta el punto más alto y haber logrado el satori, a continuación irás cuesta abajo. Practicar el zen significa continuar escalando durante toda tu vida.

¿Cuál es, en último término, el propósito de esta vida? Tomar las riendas de tu verdadero yo. Reconocer cuál es tu auténtica tarea. Satori significa ser realmente tú mismo. Conocerte a ti mismo y sostenerte con los pies firmes sobre la tierra. Y realizar la Vía significa avanzar seguro sin perderte a ti mismo de vista.”






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