En los diferentes artículos que publicamos volvemos una y
otra vez al tema central de este Blog: la Consciencia Plena de la experiencia
presente. Para algunos, esto puede ser una “repetición de lo repetido”, sin
embargo es necesario volver sobre este tema central hasta que logremos
interiorizar y poner en práctica la Consciencia en nuestra experiencia diaria.
Recuerdo haber estado en un grupo religioso donde nos
enseñaban de todo: Budismo Tibetano, hinduismo, Kábala, psicología etc. Éramos un
océano de conocimiento, pero con un centímetro de profundidad, sabíamos de todo
pero al final no sabíamos nada. Ahora he preferido dejar atrás toda clase de
conocimientos teóricos y especializarme en una sola cosa: la práctica de la Consciencia.
La ecuación es sencilla: cuando hay Consciencia el ego y la mente no pueden
actuar, eso responde a la búsqueda de toda mi vida.
Ahora quiero dejarlos con un extracto del libro “Ser Consciente de lo inconsciente”, el cual aclara aún más este punto:
Consciencia, consciencia, consciencia
Una
vez un joven discípulo le preguntó a su maestro: “¿Cuál es la clave de la
iluminación?”. El maestro respondió: “Consciencia”. El discípulo dijo: “Si, ya
sé que la consciencia es importante, pero ¿Qué debo hacer para despertar?”.
Consciencia, consciencia”, replicó el maestro. “está bien, dijo es discípulo,
¿pero qué más debo hacer además de tener consciencia?”. El maestro calmadamente
respondió: “consciencia, consciencia, consciencia”. El discípulo un poco
disgustado preguntó: “¿Pero qué significa eso?”. “consciencia, consciencia,
consciencia, significa: consciencia”, fue la respuesta.
Vivir
en consciencia significa estar atento a lo que sucede dentro y fuera de ti.
Significa estar atento a observar los pensamientos y las emociones. Consciencia
significa convertirte en el testigo de tu vida. Así no podrás identificarte con
tu mente o tu ego y verás la vida desde una perspectiva más amplia. Esta
capacidad de des-identificarte con lo que sucede es la esencia de la
iluminación, es el gran descubrimiento que han hechos místicos de todas las
religiones o de ninguna en particular. Pero muy pocas personas lo saben.
Como
vez, la iluminación no es un evento que se dará en el futuro. Si en este
momento estás consciente del movimiento de tu mente, si estás consciente de lo
que hay a tu alrededor y de lo que sucede dentro de tu cuerpo, sea esto la
respiración o el latido de tu corazón, ya estás despierto.
Algunas
personas piensan que puede ser abrumador estar consciente todos los días de tu
vida de aquí en adelante. Pero no tienes que estar consciente todos los días de
tu vida, solamente debes estarlo en este momento. El despertar se manifiesta en
el instante en que eres consciente, no necesitas nada más. No necesitas
procesos o iniciaciones, sólo necesitas estar atento, estar alerta, estar
despierto.
El
maestro zen Kodo Sawaki dice lo siguiente acerca del satori, que es otro término para referirse al
despertar espiritual:
“Pensar
que se ha alcanzado el satori es una ilusión. Si un monje zen confiara en que
su satori de ayer sigue siendo válido hoy, se estaría haciendo ilusiones. Cada
instante es el primero de tu vida. Cada instante es el último.
¿Experimentaste
una vez el satori y desde entonces todo está en orden? No, el satori sólo tiene
validez en este preciso instante. En el instante siguiente ya ha
pasado. Si crees haber escalado hasta el punto más alto y haber logrado el
satori, a continuación irás cuesta abajo. Practicar el zen significa continuar
escalando durante toda tu vida.
¿Cuál
es, en último término, el propósito de esta vida? Tomar las riendas de tu
verdadero yo. Reconocer cuál es tu auténtica tarea. Satori significa ser
realmente tú mismo. Conocerte a ti mismo y sostenerte con los pies firmes sobre
la tierra. Y realizar la Vía significa avanzar seguro sin perderte a ti mismo
de vista.”
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