Por Walter Javier Velásquez
“Puedes lograr todo aquello que imaginas”. ¿Será cierta la frase anterior? Gracias a esa creencia cientos de autores han vendido millones de libros y han llenado miles de auditorios para presentar sus conferencias acerca del poder del pensamiento.
“Puedes lograr todo aquello que imaginas”. ¿Será cierta la frase anterior? Gracias a esa creencia cientos de autores han vendido millones de libros y han llenado miles de auditorios para presentar sus conferencias acerca del poder del pensamiento.
Examinemos
otra frase:
“La gente es capaz, en
cualquier momento de su vida, de hacer aquello con lo que sueña”
El solo
hecho de atreverme a cuestionar estas frases inspiradoras puede hacer que
muchos amigos dejen de hablarme al considerar que soy un hereje que ha perdido
la fe en “el poder omnipotente de la mente”.
Pero antes
de emitir juicios a favor o en contra de esta creencia, deberíamos detenernos a
buscar evidencia. Podríamos empezar con algunas preguntas:
Si la mente
“todo lo puede”, ¿por qué Rhonda Byrne –autora de El Secreto- no ha podido usar
ese poder para detener su propio proceso de envejecimiento? y ¿Por qué vemos
personajes que aparecen en “El Secreto” calvos y viejos? Hay dos posibles
respuestas: la primera es que definitivamente no se preocupan por su imagen,
cosa que es poco probable para un gurú del “todo se puede”. La otra es que “El
secreto” tiene serias limitaciones de las cuales nunca se habla en la película
o en los libros que se han escrito sobre el tema.
Además de
los autores y personas que aparecen en “El Secreto”, piensa en muchos otros
autores de libros sobre el pensamiento positivo que ha habido antes de ellos y
que han muerto de enfermedades como el cáncer o similares. ¿Por qué no usaron
el poder infinito de la mente para curarse a sí mismos?
¿Por qué
todos los que estudian y practican el pensamiento positivo no son ricos y
exitosos? ¿Por qué no vemos a los gurús que usan conceptos de la física
cuántica como enganche, atravesando paredes o caminando sobre el agua?
Mi
hipótesis es que el éxito en ventas de los libros que dicen que podemos lograr
todo lo que queremos se basa en gran parte, en la necesidad del ser humano de
que le digan lo que quiere escuchar. El ego por definición cree tener la razón,
quiere ser el centro del Universo y que se cumplan todos sus deseos. Eso es exactamente
lo que estos libros le venden a la gente: “Piensa y se te dará”, “Si lo puedes
soñar lo puedes lograr”.
El pensamiento positivo funciona, pero no es suficiente
Creo
honestamente que el ser humano tiene límites claros, y reconocerlos es parte de
nuestro proceso de madurez. También es cierto que muchas personas se limitan a
sí mismos con pensamientos que menosprecian sus propias capacidades. Y es
cierto además, que muchas personas experimentan la enfermedad, el hambre y la
miseria debido a las limitaciones autoimpuestas en su cerebro.
Así mismo,
estoy seguro que pensar positivamente si es un determinante fundamental en el
éxito económico o profesional. Una persona optimista tiene mayores
posibilidades de vender algo, de generar una imagen atractiva, y de tener
seguridad en sí misma. Esto último –proyectar seguridad- es fundamental para
atraer clientes, inversionistas, parejas y muchas otras cosas.
El
pensamiento positivo sí funciona, pero no basta para lograr todo lo que
queremos. “El Secreto” da a entender que la gente más rica del mundo ha triunfado
porque piensan y sienten positivamente. Pero la realidad es que todas estas
personas desarrollaron estrategias de negocio que fueron exitosas. Ellos vendieron
algo (una bebida, un sueño, un producto tecnológico, la salvación espiritual o
un esquema de negocios) que la gente necesitaba o que les hicieron creer que
necesitaban. Para llegar tan lejos sortearon toda clase de dificultades
aplicando muy buenas estrategias para solucionarlas.
Las claves realistas de la abundancia
Algo que
hacen los autores del pensamiento positivo es relacionar la felicidad con el
dinero. Gran parte de sus cursos se enfocan en enseñarles a las personas
técnicas de visualización y afirmaciones para hacerse millonarios. Aquí la
trampa es querer hacerte rico sin esfuerzo, pero esto no funciona en la vida
real. Estadísticamente tienes más posibilidades de que te parta un rayo que de
que ganes la lotería. Y hay cientos de historias de personas que ganaron la
lotería, y luego quedaron pobres nuevamente ya que no supieron cómo administrar
su dinero.
Amiga,
amigo, no basta con sentarte en tu casa a visualizar montones de billetes para
que estos lleguen a ti de forma mágica. Puede que al visualizar esos billetes
–y creértelo sinceramente- empieces a proyectar una imagen más positiva y esto
te abra puertas ya que a muchos les gusta relacionarse con personas optimistas.
Puede que al creer que eres rico sin serlo, los demás te vean tan seguro de ti
mismo que no dudarán en confiarte recursos para tus proyectos, pero debes tener
en cuenta otros aspectos, que según diferentes especialistas, constituyen las
bases del éxito financiero:
Conocimiento: El
conocimiento es la parte que se aprende en el ambiente donde te desarrollas
como persona. Por ejemplo, puedes aprender de tu padre cómo hacer negocios o
comunicar ideas. Si tu familia no te brinda ciertos conocimientos todavía
puedes aprenderlos con otras personas. Por otro lado, existe cierto
conocimiento que solamente se puede aprender en la Universidad: si quieres ser
médico o abogado es necesario estudiar formalmente. Algunas personas lograron
hacerse ricos sin ir a la Universidad, pero es indudable que tenían
conocimientos acerca de los negocios que crearon, o se rodearon de otros que
poseyeran dicho conocimiento.
Habilidades estratégicas. La
habilidad es la maestría con la que pones en práctica el conocimiento. Puede
que estudies finanzas en Harvard o conozcas toda la teoría de las negociaciones,
pero la habilidad en estos campos solamente se hará evidente cuando desarrolles
cierto grado de maestría en estos temas por medio de la práctica continua y la
constancia. Hay que aclarar que hay personan que vienen al mundo con ciertas
habilidades latentes, este es el factor genético que también forma parte de la
ecuación. Sea cual sea el campo donde quieres triunfar (negocios de red, tecnología,
cosmetología, etc.) debes tener habilidades propias de ese campo, o también puedes
relacionarte con personas que tengan las habilidades que te hacen falta.
Estrategia de negocios. Esta
parte es fundamental, ya que sin ella no podrás llegar a ningún lado. Estudiando
la vida de los hombres más ricos, verás que todos crearon –o le copiaron a
otros- una estrategia ganadora que ha logrado sobrevivir y convertirse en
tendencia (Microsoft, Coca-Cola, Apple, General Electric, Amway). La estrategia
abarca tanto el producto como la forma de fabricarlo, venderlo, distribuirlo,
publicitarlo, etc.
Liderazgo. Aunque tengas una muy
buena estrategia, se requiere del liderazgo -que incluye habilidades como la
proactividad, efectividad, eficiencia, trabajo en equipo, influencia, etc.- para
poder conducir a un grupo de personas a convertir esa estrategia en realidad.
Daniel Goleman explica muy bien acerca de estas habilidades en su Best Seller:
“Inteligencia Emocional”.
Conocimientos de finanzas.
Entender cómo funciona el dinero y cómo administrarlo e invertirlo es básico. En
esto son muy buenos los japoneses, quienes –en vez de enloquecerse con las
ganancias iniciales de su negocio- se ponen un salario con el que puedan vivir
y reinvierten el capital en su estrategia de negocio hasta que este crezca lo
suficiente. En este punto es donde muchos fallan. Es obvio, necesitas
desarrollar inteligencia financiera para que no tires tus recursos a la basura
con una mala inversión.
Actitud. La actitud es la
forma como afrontas la vida. Aquí entra en juego la imagen que tienes de ti
mismo, el optimismo, la seguridad que proyectas a otros, etc. En otras
palabras, podríamos decir que es en este factor donde entra en juego el
pensamiento positivo. Personalmente creo que no basta con repetir afirmaciones
poderosas o hacer un “Mapa del tesoro” para tener una actitud positiva. Creo
que eso requiere de un trabajo a un nivel mucho más profundo que permita que te
conectes con tu Ser autentico. Algunos desarrollan una actitud positiva que es
solamente una máscara que esconde por dentro mucha inseguridad. Con un trabajo a nivel más profundo los Mapas del tesoro y las afirmaciones cobran sentido, de lo contrario, serán meros adornos.
Oportunidad. Además de
tener el conocimiento, las habilidades estratégicas, la estrategia de negocios,
el liderazgo, el conocimiento en finanzas y la actitud, necesitas estar en el
lugar correcto en el momento correcto. La oportunidad es el “factor suerte” que
siempre ha sido decisivo en el éxito de cualquier persona.
Un caso
famoso donde influyó la “suerte” fue el de Alexander Fleming quien observó que
un cultivo de bacterias de sus laboratorio dejó de crecer después de
contaminarse accidentalmente por un hongo. Esto llevó al desarrollo de la
penicilina. El mismo Bill Gates, refiriéndose a su éxito, reconoció que: “La
suerte tuvo un papel inmenso. El momento en que elegimos para crear la primera
empresa informática dedicada al ordenador personal fue un factor esencial para
nuestro éxito (…) la elección del momento no se debió del todo a la suerte,
pero sin mucha, no hubiera sucedido”
Para explicar
este tipo de situaciones donde la suerte juega un papel decisivo, Louis Pasteur
sentenció: “El azar únicamente favorece a los espíritus preparados”. Puede que
una gran oportunidad se presente ante ti, pero si careces totalmente de los
factores del éxito antes enunciados, no te servirá de nada. No tienes que ser
un maestro en todos estos factores, pero debes estar abierto a aprender, lo
cual requerirá tiempo y disciplina.
Volviendo al
tema que nos interesa, de si el pensamiento positivo influye o no en el éxito, podemos
ver la relación que tiene la “suerte” con el concepto de sincronicidad
desarrollado por Carl Jung. Para este psicoanalista la sincronicidad es una
coincidencia significativa que carece de una explicación causal. Jung atribuye
la manifestación de semejantes coincidencias al inconsciente del individuo el
cual es alimentado por sus pensamientos y sentimientos. (Vea: "Para cambiar algo afuera antes debes cambiarlo adentro)
Lo que
estaría indicando Jung es que la forma en que pensamos y sentimos sí importa. El
poder del pensamiento existe, pero requiere de los otros factores para
concretarse en éxito. Solamente alguien con el conocimiento y la habilidad de
Alexander Fleming podría haber descubierto un famoso medicamento a partir del
moho de pan. Cualquier otro hubiese limpiado el moho considerándolo suciedad.
La actitud
positiva es un elemento fundamental en el éxito de un negocio, pero no el único.
Ahora, reevalúa las historias de todas esas personas como Napoleón Hill
u otros que crees que se hicieron ricos únicamente porque tenían un pensamiento
positivo. Si miras de nuevo verás que eran muy hábiles negociando, escribiendo,
comunicando ideas, reconociendo oportunidades de inversión, influyendo sobre
otros, etc. Se trata de un conjunto de habilidades que no todos poseen. Aunque
creo sinceramente que cualquiera que sea lo suficientemente disciplinado y
constante las puede obtener.
Éxito. Finalmente está el
éxito, que es el resultado de la suma de todos estos factores. Aunque tengas éxito financiero, eso
no significa que seas feliz ya que esta depende de otros factores que no
analizaremos aquí. Éxito es una palabra relativa cuyo significado varía según
las aspiraciones de la persona que la pronuncia.
Reconociendo tus limitaciones
Así que una
vez que tengas todos estos factores puede que llegues a ser millonario y
aparecer en la revista Forbes. Pero aun así estarás sujeto a otras limitaciones
como el envejecimiento, la enfermedad, los accidentes, los desastres naturales,
que la persona que quieres no te quiera, etc. Afirmar que con el pensamiento
positivo todo se puede lograr es afirmar la ilusión de omnipotencia del ego.
Este artículo
no busca desanimar a nadie sino ayudarle a poner los pies en la tierra a
aquellos que sueñan con hacerse ricos solamente con el pensamiento positivo. También
quiero decirte que puedes alcanzar muchas metas que hoy te parecen imposibles, puedes
lograr cosas maravillosas que jamás habrías imaginado antes, pero nunca podrás
lograr todo lo que se te ocurra. Recuerda a Steve Jobs quien tuvo todos los
elementos de la ecuación del éxito pero fue sorprendido por una enfermedad que
el dinero no pudo curar.
Algunas personas
que leen libros del pensamiento positivo pueden llegar a hacerse exigencias
demasiado altas a sí mismos, lo cual genera sufrimiento al no poder llegar a cumplirlas.
La clave es sencilla: Si estás decidido a alcanzar un objetivo, esfuérzate y
hazlo. Y si… después de una evaluación objetiva, te das cuenta que no es
posible lograrlo, suéltalo y déjalo ir.
La palabra
“imposible” está prohibida para los que leen libros de pensamiento positivo.
Pero hay una realidad: hay cosas imposibles, al menos en este momento. Ya lo
decía Tony García en tono de broma:
“Si desea comprobar lo imposible que son algunas cosas dese
una vuelta por la Antártida en bermudas o vaya a Fukushima y respire hondo.”
El Universo
tiene límites claros y eso es parte de su equilibrio. La Felicidad se da cuando
aprendes a aceptar los límites y a convivir con ellos de forma armoniosa. Por
ejemplo, si tienes 80 años y deseas ser campeón mundial de atletismo en la
categoría de jóvenes, es hora de poner los pies en la tierra.
No importa cuántas
veces repitan que “No existen cosas imposibles sino hombres incapaces”, con
todos sus pensamientos positivos, ninguno de estos optimistas ha hecho crecer un
brazo amputado.
Vivir sin límites
Claro que
los limites desaparecen cuando pierdes la noción de ti mismo como un “yo”
separado y te das cuenta que eres el Universo mismo. Entonces, sin la
necesidad del ego como el centro de tu mundo, puedes entregarte al fluir natural
de la vida y practicar las palabras del Tao Te King:
Quienes practican el Tao disminuyen a diario, disminuyen más y más. No hacen nada y sin embargo no queda nada sin hacer.
El dominio del mundo se logra dejando que las cosas sigan su curso natural. Nunca puede lograrse interfiriendo.
Quienes practican el Tao disminuyen a diario, disminuyen más y más. No hacen nada y sin embargo no queda nada sin hacer.
El dominio del mundo se logra dejando que las cosas sigan su curso natural. Nunca puede lograrse interfiriendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario