Por J. Krishnamurti
"Los meditadores profesionales nos dicen que es
necesario ejercer el control. Cuando prestamos atención a la mente, vemos que
el pensamiento vaga sin rumbo, por lo que tiramos de él hacia atrás tratando de
sujetarlo; entonces el pensamiento vuelve a descarriarse y nosotros volvemos a
sujetarlo, Y de ese modo el juego continúa interminablemente. Y si podemos
llegar a controlar la mente de manera tan completa que ya no divague en
absoluto, entonces —se dice— habremos alcanzado el más extraordinario de los
estados. Pero en realidad, es todo lo contrario: no habremos alcanzado
absolutamente nada. El control implica resistencia. La concentración es una
forma de resistencia que consiste en reducir el pensamiento a un punto en
particular. Y cuando la mente se adiestra para concentrarse por completo en una
sola cosa, pierde su elasticidad, su sensibilidad, y se vuelve incapaz de
captar el campo total de la vida....
(....) El principio de la meditación es el conocimiento de
sí mismo. Cuando las actividades del yo han cesado, sólo entonces hay silencio.
Ese silencio es la verdadera meditación y, en ese silencio, lo eterno se
manifiesta"
No hay comentarios:
Publicar un comentario