lunes, 24 de marzo de 2014

El Universo está en ti


En un punto del camino espiritual necesitamos dioses y deidades para adorar. Luego, cuando penetramos en la esencia de todas las cosas –el eterno Vacío- los dioses y deidades se disuelven en el Océano de la Consciencia.

Cuando consideramos que una Deidad es superior a nuestro Ser, estamos en la mente dualística, porque estamos fragmentando a Dios y dividiéndolo en partes (unas más importantes que otras). El mismo Dios habita en la Deidad, en el Buda, en el ratón, en la flor y en ti. De hecho, tú mismo eres Dios -no una parte o un fragmento- sino la Totalidad de Dios. Pero, como observas el Universo desde los ojos de la mente que es limitada e ignorante, te ves a ti mismo como una persona que está separada del todo y que está buscando a Dios. A esta percepción ilusoria, los hindúes la llaman maya. Lo único que te separa de Dios es el pensamiento de que estás separado.

Los Budas, los dioses, los ángeles, etc. son hermosos símbolos creados por la mente para acercarnos a lo Real. El milagro sucede cuando descubrimos que todos esos Budas, ángeles y dioses habitan en nosotros y nosotros habitamos en ellos. Entonces cesa toda dependencia a un Dios externo y descubrimos que el Universo es una proyección de nuestra mente.

Nada de esto que estoy diciendo puede ser descubierto de manera intelectual. Este conocimiento llega de forma intuitiva en la medida en que nos convertimos en el Observador y tomamos consciencia de la respiración, de nuestros pensamientos y emociones, o de las maravillas del Universo; entonces, al convertirnos en el Observador, nos liberamos de la identificación con la mente y el ego y somos libres para vislumbrar –aunque sea por un segundo- la realidad.

Tranquilos, este estado no llega de la noche a la mañana. La Autoobservación o Consciencia Plena del momento presente es un arte, una habilidad, y como tal podemos desarrollarla así como desarrollamos los músculos en el gimnasio. Cada pequeña ganancia es una victoria. Incluso si en este día pudiste estar un segundo en el Ahora, eso es una victoria grandísima para ti. Ya no volverás a ser el mismo, ya sabes que hay un mundo real que no es afectado por los juicios de la mente.

No te desanimes, persevera. Practica la Atención Consciente en el Ahora una y otra vez. Cuando hayas practicado lo suficiente, se habrá convertido en algo natural. Entonces ya no necesitarás esfuerzo, cada vez será más y más fácil. No conviertas esto en una lucha. Descansa, fluye con el río, conéctate con la vida. Se consciente del aquí y ahora.

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