Hace poco me preguntaron “¿Crees en Dios?” a lo cual respondí lo siguiente:
Si
me preguntas por un dios que vive en el cielo, un dios que sólo salvará y
protegerá a los que pertenecen a una determinada religión, un dios en cuyo
nombre los hombres se dividen y pelean entre sí por cuestiones religiosas,
entonces mi respuesta es No. Ese dios ha sido creado por la mente humana, por
lo tanto no puede ser algo real.
Mi
amigo me respondió: ¿Entonces eres ateo?
-No,
el ateísmo y el teísmo son posturas de la mente que limitan nuestra visión de
la realidad.
-Entonces
¿qué es Dios?
Para
empezar, Dios no es la palabra Dios, es algo mucho más grande y al mismo tiempo
algo muy cercano; algo que es incompresible para la mente humana, por ello la
mente necesita crear imágenes de Dios para poder sentir que tiene algún control
sobre lo divino.
Dios
es la vida, es la naturaleza misma, es la inteligencia que gobierna el
movimiento de las galaxias y los átomos. La palabra Dios es el peor obstáculo
para conocer a Dios ya que esa palabra está cargada por una serie de ideas erróneas
creadas por la mente.
Para
conocer realmente a Dios hay que liberarse de la palabra Dios y de cualquier
descripción humana. Dios es el Todo en todo, es la vida que anima nuestras
células, el aíre que respiramos, la comida que ingerimos, los animales, las
personas. Para conocer lo divino es necesario ver las cosas por lo que son.
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