jueves, 8 de abril de 2021

Qué hacer cuando tu maestro te decepciona

Por Walter J. Velásquez

 

Los maestros espirituales alternativos

En la Tierra hay miles de millones de buscadores de la verdad. Algunos de ellos se han salido del molde de las regiones tradicionales. Se han ido, tal vez cansados de la hipocresía de muchos líderes religiosos que predican moralidad, pero en sus vidas privadas tienen comportamientos contrarios a sus propias enseñanzas. Un ejemplo de esto son los escándalos sexuales que han sacudido al mundo y en los que se han visto involucrados sacerdotes católicos, pastores cristianos, monjes budistas y  brahmanes de la antigua tradición india.

Muchos buscadores, al separase de las grandes religiones, han salido en busca de una espiritualidad que les de la respuesta que su iglesia no les ha podido dar. Es así como han terminado estudiando las enseñanzas de otro tipo de maestros a los que llamo alternativos. Me estoy refiriendo a aquellos que se oponen a crear una religión organizada en torno suyo y a establecer dogmas de fe. Un dogma es una creencia que debe ser aceptada ciegamente, sin que haya ninguna evidencia que permita verificar su realidad.

Entre los que llamo maestros alternativos existen muchos seres, pero quiero nombrar únicamente a aquellos cuya obra he conocido aunque sea parcialmente: J. Krishnamurti, Osho, Eckhart Tolle, Gangagi, Raphael, Francis Lucille, Adyashanti, Alan Watts, Jeff Foster, Anthony de Mello y Sergi Torres. Ellos no forman parte de ninguna organización que los aglutine. Lo único que tienen en común es su énfasis en lo que en inglés se conoce como Awareness, y que ha sido traducido al español como el Darse Cuenta o simplemente la Consciencia del momento presente.

Como puedes ver, entre los maestros alternativos no he nombrado a nadie perteneciente al movimiento de la Nueva Era. La razón de esto es que la Nueva Era es un paso intermedio entre las religiones tradicionales y la no dualidad. Yo mismo estuve en la Nueva Era por años y entiendo que comparada con las antiguas religiones, es un paso muy importante hacía el despertar. Sin embargo, no es el final del camino.

Dentro de algunos círculos se les conoce a estos maestros como neo-advaita debido a que hablan desde la no dualidad. Esta es una tendencia que afirma que nuestra naturaleza esencial es el Universo. No dualidad significa que no hay separación entre el hombre y Dios, o entre Dios y el Cosmos. En la no dualidad no hay necesidad de dogmas, rituales o iniciaciones. Lo único que se requiere es despertar a nuestra verdadera naturaleza. Una características de los maestros neo-advaita es que no pertenecen a ningún linaje oficial, ni están interesados en recibir discípulos de una manera formal.

Pero… ¿Qué pasa si te enteras que alguno de estos maestros ha tenido comportamientos contrarios a sus propias enseñanzas? ¿Cómo manejar el shock emocional que eso provoca? Esto fue lo que ocurrió con muchos estudiantes de Osho después de ver el documental de Netflix Wild Wild Country. Así que en esta serie de artículos exploraremos las vidas de algunos de estos maestros, poniendo sus enseñanzas en el contexto de los escándalos que los han rodeado.

 

El papel del maestro espiritual

Todos los maestros espirituales, al estar y moverse en este mundo, están sujetos a las limitaciones propias de la dualidad. Cuando hablo de dualidad, me refiero a la creencia de que estamos separados del todo, o a la idea de que Dios es un ente externo al Universo. La dualidad implica desconectarse del Aquí y Ahora, por lo tanto, conduce a estados de inconsciencia total o temporal.

Cuando una persona despierta entra en el estado de no-dualidad, lo cual quiere decir que deja de verse a sí mismo como un “yo” separado y se da cuenta de que su verdadera naturaleza es el Todo. Debido a su Compasión, algunos maestros despiertos adaptan su mensaje para que pueda ser comprendido por las personas que siguen atrapadas en la dualidad. Por ejemplo, cuando Buda realizó su iluminación se dio cuenta de que el “yo” era una ilusión creada por la mente. Sin embargo, para que la gente lo entendiera, seguía hablando en términos de “yo” y “tú”.  

El papel esencial del maestro espiritual es ser un facilitador para que sus estudiantes puedan realizar la verdad por ellos mismos. Un verdadero maestro no debería hacer que sus estudiantes generen dependencia hacía él. Más bien busca darles las herramientas para que estos puedan llegar a ser interdependientes.

La interdependencia implica realizar la verdad y poder seguir interactuando con el maestro y alimentándose de su sabiduría sin desarrollar una fe ciega. Para esto es necesario poner en práctica las enseñanzas y evidenciar si realmente funcionan. Es decir, que se permite dar cabida a la duda. Si un maestro no permite la duda, es posible que lo único que esté buscando son ovejas obedientes para su rebaño.

 

Cuando los estudiantes destruyen al maestro

El maestro espiritual sincero te quiere libre. Él no busca que seas un esclavo de sus enseñanzas sino que despiertes por ti mismo a la realidad. Sin embargo, todo maestro, estando en un cuerpo humano puede tener momentos en los cuales se des-identifica de la Consciencia y actúa desde el “yo”. Es por ello que los estudiantes deben estar alerta, para reconoces esos impasses. Un estudiante que desarrolla idolatría por su maestro no podrá reconocer esos puntos muertos.  

Krishnamurti decía que los discípulos destruyen a sus maestros y esto es muy cierto. Los seguidores se quieren sentir importantes, y para ello ponen a su maestro en un pedestal. El razonamiento es muy sencillo: si él maestro es importante eso los hace importantes a ellos. A continuación empiezan a darle un trato preferencial, digno de una persona “especial”. Si el maestro se llega a creer que él realmente es “especial”, puede empezar a identificarse con el “yo”, confundiéndolo con la Consciencia Cósmica.

Pero esto no debería resultar un problema para un estudiante serio. En primer lugar, si el estudiante está arraigado en su Consciencia, simplemente dejará de lado aquello que no le aporte nada, y tomará las enseñanzas de su maestro que le resulten nutritivas. A esto se llama discernimiento.

 

Tenemos el maestro que necesitamos

Cuando el buscador espiritual ha alcanzado cierta madurez comprende que lo que realmente importa es la Consciencia Cósmica. Su maestro simplemente es un vehículo para que dicha Consciencia se exprese, y el vehículo se puede equivocar. La perfección humana es un mito. Lo único perfecto es la Consciencia no dual.

El estudiante sincero nunca se sentirá defraudado cuando vea a su maestro equivocarse porque entiende perfectamente el absurdo de esperar encontrar la perfección humana en alguien. Ningún maestro te puede defraudar, porque el sentimiento de decepción se produce cuando tus expectativas no se cumplen. Y ningún maestro es responsable por las expectativas que pongas en él.

En un nivel más profundo, todo maestro es perfecto. Me refiero al hecho de que toda persona atrae a su vida los padres, hermanos, experiencias y maestros que necesita para aprender las lecciones que requiere su evolución. Por ejemplo, si alguien está bajo el control de un líder religioso manipulador y abusivo, esa experiencia extrema puede ayudarle a desarrollar la capacidad de ponerle fin a ese tipo de situaciones. Si aprende la lección, estará listo para seguir avanzando. Pero si no aprende nada, el Universo le repetirá la lección una y otra vez en la forma de maestros, jefes o parejas manipuladoras.

Años atrás tuve una líder espiritual muy controladora. Ella nos decía qué comer, qué libros leer o cuántos rituales hacer diariamente. Ese control muchas veces no era directo. A veces solamente buscaba la manera de hacernos sentir mal por no hacer las cosas que ella quería. Ocurrió algo que me permitió ver su gran ambición de control y me enfrenté a su autoridad. Al principio sentí miedo, y perdí muchos amigos por haber tomado esa decisión. Después de abandonar ese movimiento religioso me sentí empoderado y a partir de allí nunca más me sometí a la autoridad de alguien que quisiera manipularme. En ese momento veía esta persona como una falsa maestra. Pero ahora le agradezco inmensamente porque era justamente la maestra que yo necesitaba para aprender un par de lecciones y convertirme en alguien con mayor madurez espiritual.

Es probable que cualquiera de nosotros haya tenido maestros espirituales o parejas que han ejercido algún tipo de control, maltrato o manipulación en nuestras vidas. En vez de entrar a juzgar a esa persona, mi invitación  es mirar dentro de nosotros mismos para buscar qué hay en nuestro interior que hace que atraigamos este tipo de personas. Si queremos ver cambios afuera, primero hay que realizarlos dentro.

 

 Ver: La sombra de Krishnamurti


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