martes, 13 de abril de 2021

Osho: del caos a la Consciencia

Por Walter J Velásquez 

Nota: Para mayor comprensión se recomienda leer: 

Qué hacer cuando tu maestro te decepciona.

La sombra de Krishnamurti


Etapa inicial y enseñanza

De todos los maestros cuyas enseñanzas he conocido a lo largo de mi vida, Osho es indudablemente el más controvertido. Su verdadero nombre era Chanda Mohán Jain, quien más tarde se haría llamar "Bhagwan Shree Rajneesh". Sólo hasta el final de su vida se vendría a dar a conocer como "Osho", cuyo significado es Oceánico.

Osho fue un gran erudito en diversos temas. Después de leer cientos de libros, viajó por la India en los años 60 dando charlas en diferentes ciudades. Por aquella época se desempeñaba como profesor de filosofía en la Universidad de Jabalpur. En un momento de su vida afirmó haberse iluminado y empezó a escandalizar a los líderes religiosos con un mensaje revolucionario. Fue conocido como el gurú del sexo por atreverse a hablar de este tema de una forma tan abierta, en un país donde el sexo era visto como tabú.

Quizá lo que me impactó de Osho fue el hecho de que colocó la Consciencia en el eje de su enseñanza. En vez de concentrarse en adoctrinar a las personas con reglas morales, les instruyó en ser Conscientes de sus pensamientos, sentimientos y acciones. Osho dijo:

“No hay muchos caminos. Hay muchos nombres para el mismo camino, y este camino es Consciencia.”

Osho también revitalizó las antiguas enseñanzas del Tantra, que consiste en convertir cada acto que realizamos, por mundano que parezca, en una actividad sagrada. Con esto sacó la sacralidad de los templos y los rituales y la llevó a la vida diaria. Con el Tantra enseñaría a transmutar nuestra sombra por medio de la Consciencia, lo cual genera cambios psicológicos realmente profundos en nuestro Ser.

Osho convocó a los psicólogos occidentales para integrar el Movimiento del Potencial Humano con las tradiciones de oriente. Gracias a esto se desarrolló la meditación dinámica. Después de miles de años en que se les había enseñado a las personas a meditar sentados, Osho enseñó a meditar bailando, cantando, llorando, riendo a carcajadas y teniendo sexo. Con esto abrió la puerta a desarrollar una amplia gama de terapias, tanto individuales como grupales, con múltiples beneficios para sus practicantes.

 

La época del escandalo

Para hablar de Osho con objetividad, es necesario nombrar todos los escándalos que lo rodearon. Inicialmente creó una comunidad en Pune (India), en un terreno donado por una de sus discípulas. Desde allí mostró su inclinación por ser un provocador. En plena revolución sexual atrajo a muchos hippies y personas que estaban cansados de la hipocresía de sus líderes religiosos, los cuales predicaban en el pulpito en contra del sexo, mientras a escondidas daban rienda suelta a sus deseos reprimidos.

Osho fue quizá el primer maestro espiritual que nos enseñó a reconciliarnos con nuestra sexualidad. Él rompió con todo el tabú creado alrededor del sexo y nos permitió verlo como un aspecto natural de nuestro Ser. Esto enfureció a los líderes religiosos y políticos ya que el sexo ha sido usado por ellos como un medio para controlar a las masas. Fue tal el terremoto espiritual que produjo, que sus estudiantes se dieron cuenta de que la vida de Osho empezaba a correr peligro en India.

A principios de 1981, Osho y muchos de sus estudiantes se trasladaron a los Estados Unidos. Quizá estaban buscando un país más tolerante con la sexualidad. Allí adquirieron un rancho en Oregón, para crear la comuna de Rajneeshpuram. En esta pequeña ciudad construyeron un hotel, un centro comercial, un casino y una pista de aterrizaje. Para ese entonces Osho era conocido como Rajneesh, por lo tanto el nombre de la ciudad hacía alusión a él. En ese momento fue claro que la mayoría de los estudiantes estaban más interesados en crear un culto a la personalidad de Osho, que en profundizar en sus enseñanzas acerca de la Consciencia.

La líder de todo este proyecto fue Ma Anand Sheela. Ella era la secretaria de Rajneesh y su portavoz. El 10 de abril de 1981, habiendo dado discursos diariamente por casi 15 años, Osho tomó el voto de silencio durante tres años y medio. Al dejar de  lado la vida pública, Sheela quedó a cargo de la administración de su comunidad y de la difusión de la enseñanza.

Muy pronto Sheela demostraría su gran adicción al poder. A ella le gustaba tener el control de las personas. Una forma de hacer esto fue creando una religión alrededor de la figura de Osho llamada Rajnishismo. Ella controlaba todo lo que lo que tenía que ver con el culto a Osho, y de esta manera controlaba las vidas de los miembros de la comuna.

Sheela predicaba el odio y la venganza. Ella veía a su comunidad en guerra contra el mundo. Así que comenzaron a acumular un arsenal de armas. Sheela manipulaba y maltrataba psicológicamente a muchas personas. Debido a los celos entre ella y otros seguidores, hubo casos de envenenamiento e intentos de asesinato.

En ese momento Rajneeshpuram era el epicentro de una verdadera locura colectiva. Y Osho, que había dejado de hablar en público, provocaba a la sociedad capitalista norteamericana apareciendo con relojes de oro, joyas caras, trajes llamativos, gorros ornamentados con diamantes y una flota personal de más de noventa Rolls Royces.

Todo lo que estaba pasando contradecía la misma enseñanza dada por Osho. Años atrás un corresponsal le preguntó cuáles eran sus Diez Mandamientos. Osho explicó  que él estaba en contra de cualquier tipo de mandamientos. Pero de todas maneras, sólo “por diversión” le dijo lo siguiente:

Nunca obedezcas ningún mandato a no ser que también provenga desde tu interior.

No hay otro Dios que la vida misma.

La verdad está dentro de ti. No la busques en otra parte.

El amor es una plegaria.

Llegar a ser el vacío es la puerta hacia la verdad. El vacío mismo es el medio, el destino y el logro.

La vida es aquí y ahora.

Vive, totalmente despierto.

No nades, flota.

Muere a cada instante para que puedas nacer de nuevo a cada instante.

No busques. Aquello que es, es. Detente y mira.

Aunque los haya dicho supuestamente “por diversión”, estos “mandamientos” en realidad son los principios que encontramos de manera consistente y coherente en los libros de Osho. Por lo tanto, la creación de una religión con su nombre, la obediencia a Sheela y la mayoría de las cosas que sucedieron en la comuna de Oregon contradecían totalmente sus propias enseñanzas.

Al final, todos los abusos harían que la comuna hiciera implosión. Se desató un escándalo público por los delitos cometidos desde allí. Sheela y otros seguidores de Osho huirían de las autoridades. Se los acusó, entre otras cosas, de complot para asesinar a un Fiscal Federal de Distrito y hubo cargos por intento de asesinato y envenenamiento, como parte del primer ataque con armas biológicas en Estados Unidos.

En ese momento, Osho rompió su voto de silencio y se dirigió nuevamente al publicó. Lo primero que hizo fue decir que Sheela había actuado sin su consentimiento. En septiembre de 1985, disolvió la religión del "Rajnishismo". Dijo que los "rajnishes" no existirían más y que cualquier cosa que llevara ese nombre sería desmantelado. ​ Sus discípulos quemaron cinco mil copias del Libro del Rajnishismo. Después de deshacerse de todo lo relacionado con la religión creada a su nombre declaró:

“Suficiente es suficiente. La broma ha terminado”.

A finales de 1984, Osho fue acusado de intentar evadir las leyes de inmigración de los Estados Unidos y pasó una semana en la cárcel. Fue sentenciado a diez años de prisión, intercambiables por una fianza de 400.000 dólares. Después de esto tuvo que abandonar el país. Regresó a Pune luego de que una veintena de países le negaron la entrada. En 1989 tomó el nombre de Osho y murió al año siguiente a la edad de cincuenta y ocho años. Durante esta última etapa de su vida se dedicaría a dar una serie de charlas sumamente profundas acerca del sentido del Zen.

 

¿Y ahora qué?

Después de conocer todos los desmanes y abusos cometidos en Rajneeshpuram, es muy difícil para muchos conciliar todo eso con las enseñanzas de Osho sobre la Consciencia. De hecho, crear un culto a su personalidad era justamente lo contrario a lo que él había enseñado por años. ¿Entonces para qué sucedió todo esto?

Personalmente veo a la comuna de  Rajneeshpuram como un gran experimento social. La experiencia allí fue una terapia de choque grupal diseñada para acelerar el proceso espiritual de sus participantes. Algunos sannyasins, como se llamaban los seguidores de Osho, vieron el final de Rajneeshpuram como una lección.

Rajneeshpuram fue una gran obra de teatro psicológico, montada para exponer los abusos del poder, la estupidez de idolatrar a un ser humano y la dificultad de las personas para cuestionar la autoridad.

También es cierto que muchos sannyasins y niños que vivían en la comunidad sufrieron daños psicológicos graves. Mucha gente renuncio a sus empleos, dejó sus familias y vendió sus casas para estar con Osho. Personalmente no recomendaría a nadie hacer algo parecido. Yo mismo no lo haría. Pero ese es el estado de consciencia que tengo en este momento. Quizá si yo hubiera estado allí en esa misma época, con el grado madurez espiritual de ese momento, hubiera sido parte de todo ese teatro.

Lo que siento es que lo que sucedió en Rajneeshpuram era la lección exacta que esas personas, incluido Osho, necesitaban para avanzar. Algunos comprendieron la lección y otros no. Miremos el ejemplo de Hugh Milne. Un escoses que estuvo diez años formando parte de los miembros más cercanos a Osho. Más tarde diría lo siguiente sobre su experiencia en la comuna de Oregon:

“Ya no se trataba de amor, meditación e iluminación, sino de esclavitud. Ahí me dediqué a trabajar como osteópata en el centro de salud de la hacienda y los sannyasins que trabajaban entre 80 y 100 horas semanales para construir la comuna, se estaban verdaderamente derrumbando. Pero a pesar de eso, las órdenes de Sheela de cómo debía de tratarlos cuando ellos llegaban al centro de salud era inhumano, ya que ella me ordenó: -simplemente inyéctales un estimulante y ponlos a trabajar de nuevo.”

Pensé que nos estábamos convirtiendo en un monstruo y ahí fue cuando me pregunté: -“¿Por qué sigo aquí?” Y fue en ese momento que decidí partir del rancho de Oregón en noviembre de 1982.”

Hugh estuvo dispuesto a cuestionar la autoridad, a poner en duda aquello que la mayoría consideraba la verdad absoluta y a irse de la comuna de Oregon. Esa era la lección que necesitaba aprender.

Otro de los involucrados, llamado Santoshi, dijo lo siguiente sobre Rajneeshpuram: “fue el experimento más increíble que haya existido y no me arrepiento de haber sido parte de eso.”

Rajneeshpuram fue un como un curso espiritual intensivo para sus miembros y para sus vecinos, los habitantes de la pequeña localidad de Antelope. Pare ellos Rajneeshpuram fue una proyección a gran escala de la libertad sexual que tenían reprimida en su inconsciente.  Y para los miembros de Rajneeshpuram, Antelope era una proyección del moralismo que todavía guardaban en su interior. Por eso hubo un choque entre estas dos comunidades. Antelope y Rajneeshpuram fueron una representación a gran escala de la lucha interna de los seres humanos. Freud la definió como la guerra entre el ello (lo inconsciente) y el superyó (la moralidad). En todos los países se presenta esa misma lucha en la forma de la rivalidad entre demócratas y republicanos, liberales y conservadores, etc.         

                                                                                                                               

Diferentes formas de ver a Osho

Después de esta lectura, cada cual puede decidir cómo interpretar la vida de Osho:

La primera forma es verlo como un maestro despierto con una enseñanza pura que se degeneró gradualmente debido a sus ansias de poder y dinero. O que fue destruido por sus discípulos cuando quisieron ponerlo en un pedestal. También se puede pensar que él mismo contribuyó a su destrucción al creerse que realmente era alguien “especial”.

La segunda forma es contemplar a Osho como una farsante que se dedicó a plagiar a otros autores y que durante años fingió estar despierto. Esto lo habría hecho únicamente con el fin de acumular fama, poder y dinero.

También podemos pensar en Osho como un maestro que conoció la Consciencia Cósmica convirtiéndose en un vehículo de esta. Pero que luego fue seducido por los juegos del poder y el dinero hasta identificarse nuevamente con el “yo”. En esa etapa permitiría la creación de Rajnishismo y acumularía los autos de lujo y las joyas. Al final de su vida se daría cuenta del grado de inconsciencia al que había llegado, disolviendo rápidamente su religión y utilizando esa experiencia para centrarse definitivamente en la Consciencia Cósmica.

Finalmente, otra forma de ver a Osho es como un maestro, que al mejor estilo brusco del Zen, permitió –más no ordenó- todo ese desastre. El objetivo de ello sería dejar que las personas tocaran fondo en su estupidez de querer adorar a un dios humano. En ese sentido, su despliegue de autos de lujo y joyas sería una forma de burlarse del sistema capitalista actuando como un espejo: los que lo odiaban detestaban ver en él aquello que querían para sí mismos: fama, dinero y poder. Por medio de ese despliegue de lujos, Osho habría querido mostrar también a sus estudiantes que la pobreza material no es un valor espiritual verdadero y que la riqueza y la espiritualidad pueden comulgar en armonía.

 

El discernimiento es la Clave

Es importante mencionar que además de la Consciencia, que fue el eje de su enseñanza, Osho también habló de otros temas que aparentemente no aportaban nada al despertar. Entre ellos podemos citar su visión sobre la eugenesia, comentarios homofóbicos, profecías fallidas sobre la tercera guerra mundial y el anuncio de que el SIDA acabaría con dos tercios de la humanidad. Después de la muerte de Osho se publicaron cientos de libros que eran transcripciones sus discursos. En estos libros se eliminó en gran medida todo el relleno de temas que nada tenían que ver con la Consciencia.

La enseñanza de Osho tuvo diferentes etapas. Por ejemplo al principio cuando estaba más identificado con el “yo”, enseñaba acerca de la reencarnación e incluso hablaba de sus vidas pasadas. Al final de su vida, tal vez estando en conexión con la Consciencia Cósmica, afirmó que no había reencarnación. El motivo de esto es que la reencarnación necesita un “yo” o un “ego” que reencarne. Cuando despiertas a la Consciencia Cósmica no hay un “yo”, simplemente te das cuenta de que lo que eres es mucho más vasto que una simple identidad. Entonces entiendes en la Consciencia no existe nacimiento ni muerte, sino un eterno Ahora.

El discernimiento es la capacidad de percibir la diferencia entre la sabiduría y la palabrería. Esto es semejante a un pájaro que busca semillas en medio de un campo. El ave sabe distinguir muy bien las semillas de las piedras, ya que de eso depende su supervivencia. Dejando de lado las piedras, las enseñanzas de Osho son un campo lleno de magnificas semillas de Consciencia. Si sabemos reconocer y poner en práctica esas semillas,  obtendremos claves invaluables para nuestro despertar espiritual.

El eje de la enseñanza de Osho fue la Consciencia. Para despertar a ella hay que dejar la identificación con la mente y las emociones pasando a ser un observador. Osho dijo:

“Párate un día tranquilamente, en cualquier sitio, en cualquier momento. Mira, escucha y se testigo del mundo y de ti mismo. NO PIENSES. Limítate a ser testigo y a ver qué ocurre… Deja que crezca la actitud de ser testigo en cada célula de tu cuerpo, solo sé un testigo imparcial.”

 

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