jueves, 1 de agosto de 2013

Lao-Tsé y Confucio

De izquierda a derecha: Confucio y Lao-Tsé
El Tao es una de las corrientes espirituales más antiguas del mundo. Tao significa activar sin forzar, dejarse ir, moverse con el flujo de la naturaleza, como las aguas de un río que se deslizan suavemente y sin embargo acaban venciendo las resistencias que se encuentran en su camino. Estar en armonía con el Tao es fluir con la naturaleza, adaptarnos a la vida, soltar toda resistencia.

En la antigua China confluyeron dos grandes de la historia, Lao-Tsé –figura clave del taoísmo- y Confucio, quien era experto creando reglas. Confucio estableció más de 3.300 normas para que el pueblo chino se comportara. Por otro lado, para Lao-Tsé, lo más importante era la Consciencia y vivir en armonía con la naturaleza. Mientras Confucio representa la mente, Lao-Tsé representa el Ser. Un discípulo de Lao-Tsé recrea una supuesta conversación entre esto dos personajes, en el cual se refleja la diferencia del enfoque del confucianismo con el taoísmo:

—Dime —dijo Lao- Tsé — en qué consisten la caridad y el deber para con nuestro prójimo.
—Consisten —contestó Confucio— en cierta capacidad de regocijarnos en todas las cosas; en el amor universal, sin elemento egoísta. Tales son las características de la caridad y el deber para con nuestro prójimo.
— ¡Qué tontería! —exclamó Lao- Tsé—. ¿No se contradice el amor universal consigo mismo? Tu eliminación del yo, ¿no es una positiva manifestación del yo?
Señor mío, no dejes que el imperio pierda su fuente nutricia. Existe el universo, y su regularidad es constante. Existen el sol y la luna, y su brillo no cesa. Existen las estrellas, y sus constelaciones no cambian. Existen pájaros y bestias, que se agrupan sin cambiar. Existen árboles y arbustos, que crecen hacia arriba sin excepción. Sé como ellos: sigue el Tao, serás perfecto. ¿Para qué entonces estas vanas disputas acerca de la caridad y el deber para con nuestro prójimo, como quien tocara un tambor para cazar a un fugitivo? ¡Ay, señor! Has introducido mucha confusión en la mente del hombre.

La enseñanza de Lao-Tsé es contundente: “sigue el Tao, serás perfecto”. Seguir el Tao significa ser la Consciencia, ser libres sin necesidad de entrar conflicto. Mientras la mente confucianista trata de reprimir la mente usando normas y reglas, el pensamiento Taoísta nos lleva a observar la mente y su funcionamiento, a ser el testigo. De esta forma, al identificarnos con el observador –la Consciencia- la mente y el ego pierden su fuerza sin necesidad de luchar. Eso es Tao.


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