sábado, 10 de agosto de 2013

Mas religiones que niños felices

Anthony de Mello solía decir -y tenía razón: “La mayor parte de las personas, desgraciadamente, tiene suficiente religión para odiar pero no para amar”. A pesar de que los grandes líderes espirituales como Buda o Jesús basaron su mensaje en el amor y la compasión, los líderes religiosos han usado ese mismo mensaje para dividir poniendo a hermano contra hermano, todo esto, en nombre de la fe. Observa lo que dijo Jesús:

 “Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo” y odia a tu enemigo.  Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen!  De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual.  Si sólo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo.  Si eres amable sólo con tus amigos, ¿en qué te diferencias de cualquier otro? Hasta los paganos hacen lo mismo.  Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.” (Mateo 5, 43)

A pesar de este mensaje tan claro, la religión hace que se discrimine o rechace a aquel que tiene una forma diferente de concebir a Dios. Es a esta clase de absurdos a los que hace alusión Ricardo Arjona en su canción: "Jesús es verbo no sustantivo”. Allí se hace un cuestionamiento profundo a la hipocresía de la religión y la forma en que nos manipula para hacer que nos alejemos del mensaje esencial que es el amor.

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