miércoles, 10 de octubre de 2012

¿Es posible conocer la verdad?


Nota: Los párrafos entre comillas fueron tomados del libro “Teoría del Conocimiento” de Johannes Hessen.

¿Es posible conocer a Dios? ¿Es posible conocer la verdad? Desde tiempos milenarios filósofos y teólogos se han hecho esta pregunta. Así mismo han existido diferentes posturas buscando responderlas. Johannes Hessen, filósofo cristiano, resumió en su libro “Teoría del Conocimiento”, la forma como las personas abordan la búsqueda de la verdad. Quisiera compartir con ustedes estas posturas, ya que les permite saber de qué manera aborda cada uno la búsqueda de la verdad.


1. El dogmatismo
Dogmatismo, del griego: doctrina fijada.

La primera postura ante la búsqueda del conocimiento es el dogmatismo. El dogmático dice que sí es posible conocer la verdad. Pero ¿qué es la verdad para el dogmático? Como su nombre lo indica, su verdad son los dogmas enseñados por su iglesia o su líder religioso.

Hoy en día vemos muchas personas dogmáticas que aceptan ciegamente lo que les enseñan sus líderes religiosos o los libros que consideran sagrados. El dogmático no se pregunta sobre la posibilidad de que lo que le enseñan pueda ser falso. El “traga entero” y acepta ciegamente las enseñanzas de su pastor religioso o gurú. El dogmático no experimenta la verdad, simplemente se conforma con la versión subjetiva de la verdad que su sistema de creencias le ofrece, es un seguidor ciego.

Por su puesto, el dogmático dirá que sigue su creencia por todos los beneficios que ha recibido, los cambios que ha experimentado en su vida, etc. Sin embargo algunos estudios psicológicos han demostrado que cuando una persona ha gastado tiempo y esfuerzo en una religión o creencia, tiende a exagerar los resultados benéficos que la misma ha tenido en su vida. Él no quiere siquiera pensar que ha perdido su tiempo, así que cae en un autoengaño exagerando los beneficios y negando las desventajas. Al respecto Hessen dice:

“Como actitud del hombre ingenuo, el dogmatismo es la posición primera y más antigua, tanto psicológica como históricamente”.

2. El escepticismo
La segunda postura es el escepticismo. El escéptico dice que es imposible conocer la verdad. Por eso el escéptico dice que debemos absteneros de pronunciar ningún juicio. Sin embargo:

“El escepticismo metódico consiste en empezar poniendo en duda todo lo que se presenta a la conciencia natural como verdadero y cierto, para eliminar de este modo todo lo falso y llegar a un saber absolutamente seguro”.

“Es palmario que el escepticismo radical o absoluto se anula a sí mismo. Afirma que el conocimiento es imposible. Pero con esto expresa un conocimiento. En consecuencia, considera el conocimiento como posible de hecho y, sin embargo, afirma simultáneamente que es imposible. El escepticismo incurre, pues, en una contradicción consigo mismo”.

“Por errado que el escepticismo sea, no se le puede negar cierta importancia para el desarrollo espiritual del individuo y de la humanidad. Es, en cierto modo, un fuego purificador de nuestro espíritu, que limpia éste de prejuicios y errores y le empuja a la continua comprobación de sus juicios”.

3. El subjetivismo y el relativismo
“El escepticismo enseña que no hay ninguna verdad. El subjetivismo y el relativismo no van tan lejos. Según éstos, hay una verdad; pero esta verdad tiene una validez limitada. No hay ninguna verdad universalmente válida”.

“El relativismo está emparentado con el subjetivismo. Según él, no hay tampoco ninguna verdad absoluta, ninguna verdad universalmente válida; toda verdad es relativa, tiene sólo una validez limitada”.

“El subjetivismo y el relativismo incurren en una contradicción análoga a la del escepticismo. Este juzga que no hay ninguna verdad, y se contradice a sí mismo. El subjetivismo y el relativismo juzgan que no hay ninguna verdad universalmente válida; pero también en esto hay una contradicción”.

“El subjetivismo y el relativismo son, en el fondo, escepticismo. Pues también ellos niegan la verdad, si no directamente, como el escepticismo, indirectamente, atacando su validez universal”.


4. El pragmatismo
Según el pragmatismo sólo es verdadero aquello que es útil y benéfico para las personas. Aquello que no sea útil, no puede ser verdadero.

“Pero en su opinión no alcanzamos nunca esta concordancia. No hay ningún juicio verdadero, sino que nuestra conciencia cognoscente trabaja con representaciones conscientemente falsas. Esta posición es evidentemente idéntica al escepticismo y se anula, por ende, a sí misma.

El error fundamental del pragmatismo consiste en no ver la esfera lógica, en desconocer el valor propio, la autonomía del pensamiento humano”.

5. El criticismo
“El subjetivismo, el relativismo y el pragmatismo son, en el fondo, escepticismo. La antítesis de éste es, como hemos visto, el dogmatismo. Pero hay una tercera posición que resolvería la antítesis en una síntesis. Esta posición intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo se llama criticismo (de χρίνειν = examinar)”.

“El criticismo comparte con el dogmatismo la fundamental confianza en la razón humana. El criticismo está convencido de que es posible el conocimiento, de que hay una verdad. Pero mientras esta confianza induce al dogmatismo a aceptar despreocupadamente, por decirlo así, todas las afirmaciones de la razón humana y a no reconocer límites al poder del conocimiento humano, el criticismo, próximo en esto al escepticismo, une a la confianza en el conocimiento humano en general la desconfianza hacia todo conocimiento determinado. El criticismo examina todas las afirmaciones de la razón humana y no acepta nada despreocupadamente. Dondequiera pregunta por los motivos y pide cuentas a la razón humana. Su conducta no es dogmática ni escéptica sino reflexiva y crítica. Es un término medio entre la temeridad dogmática y la desesperación escéptica”.

“Kant dice que: (el criticismo es) "aquel método de filosofar que consiste en investigar las fuentes de las propias afirmaciones y objeciones y las razones en que las mismas descansan, método que da la esperanza de llegar a la certeza".

Como el lector podrá intuir, el criticismo es la aposición que nos lleva al conocimiento directo de la verdad puesto que dice, hay una verdad, pero debemos conocerla cara a cara, poniendo en duda lo que nuestra mente define como cierto. Esta es la experiencia directa con la verdad que va más allá de los dogmas y sistemas de creencias.

Muchas enseñanzas espirituales nos invitan a creen en una serie de mitos, fabulas y teorías que nunca podremos comprobar. Sólo un “gurú” o un “maestro” con poderes especiales tiene acceso a ese supuesto conocimiento y nadie más lo puede comprobar. Solamente debes creer ciegamente en ello. Pero ¿de qué nos sirven todas esas teorías? ¿De qué sirve que nos digan nuestras vidas pasadas o nuestro supuesto nivel de desarrollo espiritual? Hay personas a las que les encanta que les digan esa clase de cosas. Eso los hace susceptibles a vivir en el engaño, a ellos les gusta ser engañados --e incluso pagan por ello.

Hay una verdad a la que podemos llamar Dios, Ser o Consciencia. Esa verdad puede ser conocida aquí y ahora, pero para conocerla hay que ver la vida sin los filtros que la mente y el ego nos ofrecen. Debemos ver la verdad tal cual es.

Podemos acceder a la verdad del Ser en este mismo instante, sin iniciaciones ni preparación previa, podemos hacerlo aquí y ahora enfocando nuestra atención en la respiración… respira normalmente pero hazte consciente del proceso. Inhala y exhala aquí y ahora, hazlo conscientemente para que no le des espacio a tu mente. Por este medio Gautama alcanzó su iluminación y se convirtió en Buda.

¿Demasiado fácil? Sí, personas que están acostumbradas a rituales complejos, meditaciones llenas de visualizaciones, música espacial, postura especial y toda una gran cantidad de adornos no pueden creer que sólo respirando puedan acceder a la verdad de su Ser, que no es otra cosa que el Universo mismo.

Menos es más ¿Estás abierto a la sencillez? ¿O eres de los que dicen: “para que hacerlo fácil, si difícil también se puede”?


En resumen, el dogmático acepta todo sin preguntar. El escéptico niega todo. Subjetivista y el relativista dicen que la verdad es relativa. El pragmático sólo acepta como verdadero aquello que es práctico y el criticista cree que hay una verdad, pero examina todo cuidadosamente para llegar a ella. El criticista no se conforma con lo que otros le dicen, él encuentra la verdad cara cara. ¿Con cuál de ellos te identificas?

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