Programa
para hoy: espirar, inspirar, espirar.
Somos la Consciencia Divina pura,
perfecta, eterna; pero nos sentimos abrumados por la duda, la ira, la ansiedad únicamente
porque nos identificamos con algo que no somos: la mente y el ego. ¿Cómo
podemos regresar a nuestra esencia que es dicha y paz perpetua? Hay varias
formas de hacerlo, una de ellas, quizá una de las más importantes, es vivir el
ahora. La mente y el ego sólo pueden vivir en el pasado o en el futuro, pero
ellos no pueden existir en el ahora.
Eckhart Tolle escribió un libro bello
y profundo que toda persona interesada en el despertar espiritual puede leer:
El Poder del Ahora. Allí explica muy bien los principios del ahora por medio de
ejemplos de la vida cotidiana.
Por el momento puedo decirte que una
de las puertas más directas para entrar al ahora es la respiración consciente. Es
muy sencilla y cualquier persona la puede hacer. Consiste simplemente en poner
tu atención en el proceso de la respiración. No necesitas visualizar nada ni
respirar de una forma especial, únicamente debes poner tu espalda recta y
enfocar tu atención en la respiración.
Cuando inspiras te haces
consciente de que estás inspirando. Cuando exhalas, te haces consciente de que
estás exhalando. ¿Cómo una técnica tan sencilla te puede ayudar en tu despertar
espiritual? Para le mente esto puede ser un choque porque quizás puede estar
acostumbrada a que las practicas espirituales deben ser complejas, visualizando
luces, colores, etc. pero la meditación en la respiración –que es tan antigua
como la existencia del yoga- es diferente.
Buda alcanzó la iluminación por
medio de esta práctica. Él anduvo durante años estudiando con gurús, con los samanas
del bosque y nadie lograba darle lo que él buscaba: la iluminación. Hasta que
un día se cansó de todo eso y decidió sentarse a meditar y no pararse hasta obtener
las respuestas que buscaba sobre el fin del sufrimiento humano. Pues bien, Buda
meditó todo el tiempo en su respiración y por este medio logró su iluminación o
despertar espiritual.
Pero si tú haces la respiración
consciente buscando la iluminación no la alcanzarás. ¿Sabes por qué? Porque tu
mente te estará ubicando en una meta futura. El futuro no existe y cualquier cosa
que busques allí, incluso el despertar, se convertirá en una atadura.
La clave consiste en que respires únicamente
por respirar. Nada más. No busques nada, ni paz mental, ni relajarte, ni nada. Simplemente
respira por respirar, enfocando toda tu atención en ello. Esa es la forma de
escapar de la mente y el ego, recuerda que ellos sólo tiene poder mientras te
enfocas en el pasado y en el futuro, pero cuando vives el presente ellos
mueren, desaparecen porque no tiene de qué alimentarse.
No puedo decirte lo que lograrás
al practicar la respiración consciente, porque al hacerlo estaría condicionándote.
Debes descubrirlo por ti mismo. Lo mejor de esto es que puedes hacer en
cualquier momento del día o de la noche. Es una buena idea empezar el día con
diez o más respiraciones, y terminar el día de la misma manera. Si quieres
dedicar más tiempo puedes hacerlo. Pero las personas ocupadas pueden hacerlo en
cualquier momento, en el semáforo, mientras esperan en la cola del banco, en
cualquier sitio. Y sólo necesitas hacer una respiración consciente para entrar
en contacto con lo que tú eres realmente. Además es una cura muy poderosa
contra el estrés y la ansiedad.
Es una práctica muy sencilla y
profunda, pero sólo funciona si la utilizas. Hazla cada vez que puedas y te
acuerdes. La constancia es la clave del éxito en cualquier cosa que quieras
lograr.
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