viernes, 5 de julio de 2013

Guardianes del Ser, por Eckhart Tolle

Tomado de una entrevista hecha a Eckhart Tolle por la editora y redactora de la revista Modern Dog, Connie Wilson.


Con sólo mirar a un perro sin ningún tipo de comentario mental, simplemente estar en sintonía... hay una conexión. Otra cosa que es muy importante para muchas personas es que se dan cuenta, de manera consciente o inconsciente, de que su perro no les está juzgando. Para algunas personas, es la única relación que tienen, en la que no hay miedo y en la que se dan cuenta de que están siendo aceptadas y no juzgadas. Para muchas personas es la única relación que tienen con otro ser. Eso es una lástima, porque realmente deberían tener relaciones profundas con los seres humanos también, pero eso es difícil porque cada ser humano tiene una mente y todo ser humano juzga y así las personas tienen miedo, se retraen, se ponen barreras. Yo creo que los perros mantienen a millones de personas sanas que de otro modo se convertirían en profundamente neuróticas en nuestro alienado mundo. Por lo tanto, el perro te mantiene en contacto con el Ser —más allá de la mente— el Ser, la esencia más íntima. Puedes mirar a los ojos del perro y ver esa esencia más íntima. Hay enseñanzas que dicen que cada ser es una chispa de lo divino o Dios. Puedes verlo a veces con más claridad [en perros] que en un ser humano, porque el ser humano tiene el velo de la mente, las emociones negativas, y el ego, y desempeña un papel o interpreta un personaje. Yo creo que los perros ocupan una función vital en la consciencia colectiva de la humanidad. Yo los llamaría "los Guardianes del Ser". Ellos nos muestran lo que hemos perdido y, una vez que nos damos cuenta de eso, ellos pueden ayudarnos en nuestro cambio a un estado de consciencia más profundo. Por supuesto, no queremos estar limitados a tener sólo relaciones profundas con los perros, pero nos pueden enseñar cómo relacionarnos profundamente con otro ser, y entonces podemos aprender también a relacionarnos profundamente con los seres humanos. Ese tiene que ser el siguiente paso.

Hay varios portales que se pueden utilizar para entrar en el Ahora. Un portal es tomar conciencia del campo de energía de tu cuerpo mientras permaneces ahí. Sientes que estás realmente vivo en tus manos y tus brazos y tus piernas, en todo el cuerpo. Hay una vitalidad que la mayoría de la gente no puede sentir porque sólo están en sus cabezas, pensando. Toda su atención es absorbida por el pensamiento y no están presentes donde están. Así que puedes utilizar este portal, la vitalidad de tu cuerpo interior. Puedes utilizar las percepciones sensoriales... ver la naturaleza — los árboles o los animales o tu perro. Simplemente estate alerta mientras ves a un perro, jugando, descansando; juega con el perro... puedes aprender de un animal a estar presente. Tu perro puede enseñarte a estar presente ya que el perro está listo para disfrutar, celebrar la vida en cualquier momento... el Ahora. El perro está en el Ahora por lo tanto puede enseñártelo o recordártelo. Cuando estás agobiado por los problemas, mira a tu perro y ve cómo el perro siempre está listo para celebrar la vida. Otra apertura es preguntarte a ti mismo si eres acogedor con el momento presente, o si estás haciendo del momento presente un obstáculo o enemigo. Si estás en contra del ahora o quieres huir de él, creas tensión, creas ansiedad, creas culpa o resentimiento del pasado ... toda esa carga de cosas que la gente lleva a todas partes son del pasado, y entonces creas la carga del futuro, que no puedes controlar, así que vivir el momento presente es en realidad una transformación de consciencia. Es por eso que El poder del ahora ha tenido un impacto tan grande, porque les ha dicho a las personas que no se daban cuenta de que podían estar presentes y podían simplificar y profundizar sus vidas enormemente y hacerla más alegre. Nos muestran (los perros) lo que hemos perdido y, una vez que nos damos cuenta de eso, nos pueden ayudar en nuestro cambio a un estado de consciencia más profundo.

© Modern Dog Magazine - Fall 2007 Issue

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