lunes, 5 de agosto de 2024

Lección 3: Me hago responsable por mi enojo

El enojo es una emoción, que cuando se usa de forma asertiva, nos ayuda a fijar límites o a poner freno al comportamiento abusivo de los demás. Cuando el enojo se desboca podemos llegar a producir agresiones físicas, verbales o psicológicas cuyas consecuencias afectarán gravemente nuestras relaciones. Puede que en un momento dado te sientas muy enojado por un comportamiento ajeno y quieras responder con furia; recuerda que siempre tienes la libertad de elegir entre reaccionar de manera agresiva o respirar profundo al abdomen mientras te haces consciente de esa emoción. Luego, cuando todo esté en calma, puedes expresar tu molestia con firmeza y sin agredir.

Hacernos responsables por nuestras reacciones es un signo inequívoco de madurez e inteligencia emocional. Es mucho más fácil señalar a los demás como los causantes de nuestro comportamiento que reconocer que tenemos la libertad de elegir cómo reaccionar. El despertar empieza cuando nos damos cuenta de que nuestras reacciones emocionales no son causadas directamente por las acciones de los demás, sino por la forma en que estamos programados para reaccionar ante ellas. Hacernos conscientes de la ira cuando aparece es una forma de desprogramar nuestras reacciones automáticas.

Práctica de la semana: El día de hoy estaré atento para darme cuenta si la ira o el enojo aparecen en mí. En lugar de reaccionar, me haré plenamente consciente de la sensación de enojo en mi cuerpo mientras respiro profundo al abdomen varias veces.

Meditación para procesar la ira




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