domingo, 9 de febrero de 2014

La causa emocional de las enfermedades


Desde hace algunas décadas se viene escuchando voces tanto de profesionales de la salud como de investigadores empíricos los cuales afirman con vehemencia que existe una conexión entre los conflictos emocionales y las enfermedades. Puesto que este Blog no postula dogmas, es importante investigar más afondo este tema para llegar a una conclusión determinante. Sin embargo, podemos intuir que esta conexión es posible dado que el ser humano es un todo en el cual la mente y el cuerpo están relacionados de forma dinámica y complementaria.

Buscando en los Evangelios, encontramos la siguiente historia en el capítulo 9 de Mateo:

“Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema. Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. Entonces él se levantó y se fue a su casa. Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres”.

En esta historia bíblica vemos la relación directa que se muestra entre la enfermedad y los estados emocionales no resueltos. Para Jesús era muy sencillo decirle al paralitico: “Levántate y anda”, pero él sabía que esto no solucionaría el problema intrínseco, la causa profunda de la enfermedad que era el hecho de que este hombre cargaba con la culpa por algo que había hecho en el pasado. Cuando Jesús le dijo: “Tus pecados te son perdonados”, el hombre pudo liberarse a sí mismo de la culpa, pudo perdonarse y volver a caminar.

De esta manera entendemos la enfermedad como la somatización de un conflicto emocional no resuelto. Los conflictos emocionales se dan cuando rechazamos una parte de nosotros mismos o negamos una determinada emoción. El conflicto que ha sido reprimido en el inconsciente, emerge en la forma de enfermedad buscando redención. Es como si la psiquis enviara un mensaje al cuerpo de que algo anda mal allá adentro.

Una de las formas de liberarnos de los conflictos emocionales es por medio de la autoobservación. Cuando observamos los pensamientos y las emociones sin juzgarlos ni calificarlos, el material inconsciente empieza a emerger para ser consumido por la Consciencia. Al liberar la energía psíquica reprimida, la enfermedad debería desaparecer. Esto ha sucedido numerosos casos clínicos en los cuales la resolución de un problema psicológico ha estado relacionado con la curación de enfermedades físicas.

Quiero compartir contigo una pequeña lista de las enfermedades más conocidas y de las lecciones que vienen a enseñarnos. Es muy importante aclarar que esto apenas es una ciencia en desarrollo, lo cual se evidencia en ciertas discrepancias como por ejemplo, que los diferentes autores e investigadores no se ponen de acuerdo sobre qué conflicto emocional causa qué enfermedad. Esto puede obedecer al hecho de que el estudio de las causas psicológicas de las enfermedades todavía se encuentra en pañales, o puede ser posible que cada individuo somatice sus conflictos de una forma totalmente diferente. Pero es indudable la conexión entre los estados psicológicos y las enfermedades, por ello lo médicos les recomiendan a los enfermos de hipertensión arterial, por ejemplo, que aprendan a relajarse y a soltar sus preocupaciones.

La siguiente lista no pretende ser la última verdad, pero es un buen inicio para que cada uno empiece a hacer la introspección necesaria para encontrar la conexión entre su enfermedad actual –si es que la tiene- y sus conflictos emocionales.

Enfermedades del corazón. Está es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Cuando el corazón empieza a fallar puede estarnos mostrando nuestra incapacidad para escuchar la voz del corazón. Muchas veces se trata de una advertencia de que hemos perdido el sentido de la vida y prestamos demasiada importancia a la parte material: (dinero, éxito y poder).

Arritmia cardiaca: Este suele ser un signo de que nos hemos desconectado de los ritmos naturales de la vida, del Gran Tao armónico que controla el Universo.

Hipertensión Arterial: La causa de la hipertensión suele ser la ansiedad por cumplir nuestras expectativas ante la vida o por querer controlar el entorno y a los demás. También se ve en las personas que tienen dificultades para relajarse y tomar las cosas con calma.

Cáncer: Con el cáncer las células dejan de funcionar de forma armoniosa y empiezan a crecer en discordia con el resto del organismo formando un tumor. Las células reaccionan así cuando por mucho tiempo han sido bombardeadas con emociones de odio profundo hacia Dios, hacia los padres, hacia uno mismo, hacia la vida o hacia los demás.

Artritis: Esta enfermedad se genera por la rigidez de la persona misma, así como por sentimientos de ira, amargura y por sentirse atado y reprimido. La dificultad para adaptarse y ser flexible mentalmente así como la falta de confianza y una actitud intransigente ante la vida también pueden detonar la artritis.

Gripe: Esta enfermedad viral se inicia debido a la creencia de que somos débiles e indefensos o víctimas de una fuerza externa debido a un estado bajo de ánimo. El flujo nasal también representa nuestra necesidad de liberar y eliminar emociones y sentimientos guardados por mucho tiempo.

Gastritis: Se produce cuando nos tragamos nuestro enojo y no expresamos los sentimientos de ira hacia los demás. Sin embargo, al expresar estos sentimientos también podemos causar mucho daño al otro y al mismo tiempo fortalecer la ira en nosotros. Una forma sana de liberar la emoción es tomando consciencia de ella tal como hemos explicado a lo largo de este libro.

Problemas de rodillas: Dolores o accidentes en esta parte del cuerpo suelen representar nuestra falta de humildad, rigidez mental, toda resistencia a avanzar, conflicto con la autoridad, así como la arrogancia, obstinación y resistencia que hace que avancemos con sufrimiento.

Enfermedades de la Garganta: Estos suelen aparecer cuando no decimos lo que de veras queremos decir, cuando hay una situación frustrante que no queremos tragarnos o cuando somos muy dados a la crítica de los demás.

Quistes, tumores, cálculos: Generalmente se relacionan con pautas y actitudes mentales acumuladas por largo tiempo, esquemas mentales fijos que no queremos reconocer y romper.

Prostatitis: Viene del sentido de creerse incapaz de lograr cosas. Se da habitualmente en los hombres mayores que después de jubilarse acostumbran a considerarse inútiles, ineficaces e incapaces de ser íntegros.

Obesidad: Cuando la persona se siente vacía interiormente por falta de amor recurre al exceso de comida para compensarlo. En otros casos la obesidad se puede dar por el intento de protegerse de alguien o algo, por un rechazo a la propia sexualidad o una sensación de estar vacío de propósito.  Esta enfermedad, muchas veces aparece después de tener un shock emocional o pérdida de un ser querido.

Problemas respiratorios: Representan Temores (cuando es por alergia). También se dan como resultado de la resistencia a dar, compartir, a entregar, por el aferramiento a uno mismo y resistencia a soltarse, a fluir.

Problemas visuales y Ceguera: Todo problema visual indica la incapacidad de ver la vida de manera objetiva.

Problemas auditivos: Se presentan cuando no queremos obedecer la voz interna de nuestro Ser.

Accidentes: Expresan una necesidad imperiosa de replantearse el camino que seguimos hasta ahora. Un choque con otro auto o con un obstáculo es un mensaje del Universo que dice que debemos hacer un alto en el camino. Las fracturas en los huesos son un símbolo de los esquemas rígidos que llevamos y que deben romperse.


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