lunes, 16 de septiembre de 2013

El camino sin sendero

De un diálogo con Mooji
(Extracto de: El latido de lo Absoluto)
A tu propio maestro, Papaji, se le suele considerar un maestro advaita. Son muchos los que piensan que Srí Ramana Maharshi, gurú de Papaji, fue quien revitalizó esta antigua filosofía no dual en la época moderna. Así pues, ¿podría preguntarte qué es el advaita?
El advaita trata de ti mismo; de quién y qué eres. El gran atractivo del advaita es que no necesitas ninguna formación religiosa previa. No es necesario que creas en nada. Al advaita llega gente de todas las procedencias, y todas son bienvenidas. Para realizar la verdad hacia la que apunta esta antigua y práctica filosofía debe existir un anhelo interior en el corazón por conocerse uno mismo o por liberarse del sufrimiento.
El advaita es directo porque apunta a la verdad de manera inmediata, desde el primer instante. Primero señala que ya eres íntegro, que ya estás completo, tal como eres; luego te conduce fuera del sufrimiento.
No hay sendero. Esa es la verdad última. Al ir profundizando en esta realización, tiene lugar un enorme desahogo. No se te dice que debas estar en forma para iniciar este viaje; ni que debas meditar a diario; ni comprometerte ni ser fuerte. Todo lo que esos consejos consiguen es ponerte tareas antes incluso de que inicies la indagación. La ausencia de cualquier tipo de práctica espiritual en el advaita es la principal diferencia con respecto a muchos otros caminos que empiezan desde la presunción de que tú eres tu mente, de que estás limitado y de que has de hacer algo para liberarte. El advaita te muestra desde el principio que aquello que eres realmente siempre ha sido libre. Apunta directamente hacia la omniperfecta e inmutable realidad del Ser, de la profundidad de tu Ser. Primero, descubre la verdad, y luego haz todo aquello que complazca a tu corazón.
Entonces, en el advaita hay muchísima libertad.
No sólo hay muchísima libertad, sino una libertad total. ¿Por qué? Porque el advaita señala que la libertad no es algo que puedas conseguir. Tú eres libertad.
¿Y cómo se consideran y tratan las emociones en esa libertad?
Las emociones sólo son la expresión del Ser universal. Y todo, no sólo las emociones, sino toda acción, todo pensamiento y todo movimiento, está incluido en esta maravillosa expresión del Ser. El advaita no se concentra en interpretar ningún movimiento en particular. Se presta escasa atención o se da poca importancia a estas oleadas. Se concede espacio para que las emociones se expresen, para que agoten su expresión y vuelvan a encontrar la paz en el interior del Ser.
La presencia y el juego de las emociones no constituyen un indicador de la conciencia pura que eres. Quienes despiertan a la verdad dejan de identificarse con ningún objeto, pensamiento, persona o emoción. No sufren ninguna decepción porque no mantienen expectativas. Son uno con el caudal natural de la manifestación, con la danza natural de la energía cósmica tal como aparece en sus cuerpos. Aunque el condicionamiento puede seguir manifestándose, no existe una asociación interior con éste. Por ello son naturalmente libres. Al no identificarse con la memoria personal, todo el ruido del condicionamiento se disuelve. Incluso el mismo concepto de condicionamiento, reconocido como un mero pensamiento, acaba diluyéndose gradualmente con el tiempo.
Procedo del yoga y la meditación. Estar en el satsang y leer sobre el advaita me causa cierta confusión.
Es natural. La mente está confundida porque siempre intenta aferrar, comprender, tener la sensación de "conozco esto", "comprendo lo otro", "sé hacia dónde me dirijo". La mente funciona en una proyección lineal y progresiva. Por ello, en principio, cuando le llega algo tan simple como la no-dualidad, donde no hay ningún sitio al que ir, nada que captar, la mente condicionada queda muy confundida, pero que muy confundida.
Entonces, en realidad es muy simple.
Es incluso más sencillo que simple. Simple quiere decir que hay algo que debes hacer que no es difícil, pero Eso existe incluso antes de pensar la idea de que es simple. Se experimenta como difícil porque no puedes apartar de tu mente la noción de que estás limitado.
La mente adquiere incontables conceptos, y al aferrarnos a esas falsedades estamos asfixiando nuestra espontaneidad, el reconocimiento de nuestro Ser inherente. Así que la mente dice: "¡No comprendo!". ¿Cómo podría entender la mente la simplicidad total cuando su naturaleza es complicar lo que ya es natural?
¿Qué es la auto-indagación?
La auto-indagación es el espejo en que lo eterno se reconoce a sí mismo. Al mirar con la ayuda de este espejo, sabes instantáneamente quién eres en realidad; no quién es tu cuerpo, no quién crees ser o lo que otros dicen que eres. No, a través de este espejo se revela una percepción directa y no dual de tu Ser.
Tu Ser no es un objeto, ¿cómo podría la mente descubrir o alcanzar lo que no es un objeto? Y no me refiero sólo a objetos físicos. Un pensamiento es tan objeto de percepción como cualquier cosa material, igual que las emociones, las imágenes, los recuerdos y las sensaciones. En pocas palabras, todos los fenómenos son objetos. La mente está acostumbrada a interpretar y cuantificar fenómenos. ¿Cómo puede la mente descubrir eso que es consciente de los fenómenos, que es tu propio Ser, la realidad única?
Eres consciente de todo lo que aparece frente a ti en la pantalla de la conciencia. ¿Dónde estaría el mundo sin ti? ¿Dónde estarían y qué serían los pensamientos sin ti, el observador que los percibe? ¿Dónde estarían las experiencias sin ti, el que las percibe? Eres la raíz y el origen de toda experiencia. No puede existir ninguna experiencia sin ti.
Me han dicho que el vedanta advaita es la enseñanza espiritual más elevada.
En realidad, el advaita no es una enseñanza, yo no diría que lo es. Una enseñanza requiere de alguien que la estudie y aprenda. El advaita es directo y pregunta: "¿Quién es el que va a aprender? ¿Puedes aprender a ser tú?".
Me parece que cada vez hay más personas que buscan la liberación.
A decir verdad hubo una época en que yo también creía lo mismo, pero entonces me di cuenta de que lo que realmente busca la mayoría de las personas es satisfacer sus proyecciones, que en realidad están en el interior de sus mentes, y que la mente sólo pretende querer libertad. De hecho, la mente no quiere ningún tipo de libertad. Es lo último que desea, porque la libertad mata a la mente condicionada. Pero sí, existe una atracción en aumento hacia el descubrimiento espiritual. Eso está bien, aunque en principio uno empiece dando rodeos. Pero bueno, por lo menos ya estarás a bordo. Podrás cambiar y pasar de una balsa a un aerodeslizador y luego a un barco más grande, pero seguirá estando bien, pues aunque no estés en el agua, al menos estarás sobre el agua. No siento ningún interés por todo ese entusiasmo acerca de que está teniendo lugar un gran cambio en la conciencia universal, porque son muchos los malentendidos que existen acerca de qué es y qué significa en realidad la verdad. Para conocer la verdad has de desnudarte de todas tus proyecciones, condicionamientos y conceptos, y apartarlos a un lado. Y luego, cuando estás completamente desnudo, no adoptas otros nuevos, sino que sigues desnudo.
¿Puede el advaita ayudar a que el mundo sea mejor?
Cuando te has liberado de la influencia hipnótica de tus propios conceptos, del condicionamiento y las vanas proyecciones mentales, entonces estás verdaderamente disponible para tu propio Ser. No existirá ninguna energía interna restrictiva ni necesidad de manipular a los demás para satisfacer tus proyecciones. En cierto modo, tu entorno se ennoblece automáticamente a causa de tu presencia. Al igual que los árboles nos proporcionan oxígeno para respirar, aunque nadie se lo agradece, los seres humanos que han despertado a la verdad irradian paz profunda, comunión y amor sin hacer ningún esfuerzo consciente para ello. La paz es su propia naturaleza. Hay un dicho que reza: "Si tengo una barra de pan y te doy media, me quedará media, pero si te doy todo mi conocimiento y amor, seguiré teniendo todo mi conocimiento y mi amor". Eso es compartir la verdad. No es compartir objetos, es compartir el sujeto, y el sujeto no puede dividirse. Tú eres eso.

Así que para contestar a tu pregunta de si el advaita, que significa la verdadera comprensión y experiencia de la verdad, puede ayudar al mundo, diré: ¡Desde luego que sí! Incluso tú, con tu búsqueda de la verdad, no sólo te estás ayudando a ti mismo, sino también, y automáticamente, a otros seres. Cuando tu mente se orienta hacia la rectitud, hacia la paz, también, simultáneamente, existe la búsqueda para eliminar el odio, el miedo y el deseo, que son formas de ignorancia. Tu búsqueda es sagrada porque miras hacia la verdad y las personas se sienten atraídas hacia esta verdad, que es otro nombre de lo que somos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario