lunes, 12 de diciembre de 2022

Mindfulness

 

El Mindfulness, también llamado atención plena o conciencia plena, consiste en estar atento de manera intencional a lo que hacemos, sin juzgar, apegarse, o rechazar en alguna forma la experiencia.

Esta práctica consiste en prestar atención a los pensamientos, las emociones, las sensaciones corporales y al ambiente circundante, sin emitir ningún juicio al respecto. La atención se enfoca en lo que se percibe, sin preocuparse por los problemas, por sus causas y consecuencias, ni buscar soluciones.

El Mindfulness fue desarrollado por el Dr. Jon Kabat-Zinn, inspirado en el budismo Theravada y en el yoga. Parte de su éxito y aceptación consiste por un lado en haberlo depurado de los aspectos religiosos del budismo, y por el otro, en demostrar los resultados sobre la salud psicológica por medio de la experimentación científica.

 

Actitud

La actitud y el compromiso  son  los  fundamentos de  la práctica  de  la  atención  plena.  Los  factores  relacionados  con  la  actitud son siete: 

1.    La ecuanimidad: Ser observadores imparciales de nuestra experiencia, sin prejuzgarla, intentando ver las situaciones desde distintos puntos de vista.

2.    La paciencia: La sabiduría de saber parar, calmarnos y también de entender que las cosas suceden en su momento.

3.    La mente de principiante: La receptividad para experimentar lo que nos sucede cada día como algo nuevo, distinto a lo vivido anteriormente.

4.    La confianza: El hecho de ser nosotros mismos, ser honestos y tener una conducta apropiada con nosotros mismos y con los demás.

5.    El fluir: Poner la energía en lo que hacemos, con determinación, pero sin esperar unos resultados concretos. El ir avanzando, evitando poner esfuerzos innecesarios en lo que hacemos.

6.    La aceptación: Ver las cosas tal y como son, de forma sincera con nosotros y generosa con los demás.

7.    El dejar ir: Evitar aferrarnos a lo vivido y permitir que nuevas cosas sucedan, siendo amable y bondadoso con lo que ya pasó.

 

La practica

La siguiente meditación ha sido tomada de la página web: https://elefantezen.com

1.    Encuentra un lugar tranquilo y asegúrate que no vas a ser interrumpido por el móvil o por personas a tu alrededor.

2.    Siéntate en una silla o en el suelo con la espalda recta pero relajada. Si te sientas en el suelo, hazlo encima de un cojín para estar más cómodo.

3.    Ahora haz tres respiraciones profundas. Inspira por la nariz y expira por la boca. Esto ayudará a relajarte.

4.    Y ahora puedes cerrar suavemente los ojos. Intenta dejar fluir la respiración en su estado natural.

5.    Permite que el inspirar y el espirar, poco a poco, se vayan acompasando a su ritmo normal, sin presiones, sin bloqueos, sin ataduras.

6.    Déjate ir. Descansa en la respiración. Y desde este estado de relajación, centra tu atención en la respiración.

7.    Simplemente observa como entra el aire al inspirar, y sale el aire al espirar. El aire entra, el aire sale, entra, sale…

8.    Es posible que algún pensamiento distraiga tu atención. Es normal. Cuando esto ocurra, sin enfadarte, con amabilidad y con suavidad, vuelve de nuevo tu atención a la respiración.

9.    Al aire entrando y saliendo, tu cuerpo se expande con cada inspiración, tu cuerpo se relaja con cada espiración…y si viene otro pensamiento, de nuevo, vuelve a descansar tu atención en la agradable sensación de la respiración… y así unos segundos.

10. Ahora puedes conectar de nuevo con tu cuerpo, con los sonidos a tu alrededor. Y cuando quieras, puedes abrir los ojos.

11. Observa por un momento en qué estado se ha quedado tu cuerpo y tu mente.

12. ¿Quizás más relajado? No pasa nada si hoy has tenido muchos pensamientos y te ha costado apaciguar la mente. Hoy ha sido el primer día. Seguiremos avanzando en la siguiente sesión.


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