La gratitud hace que el cerebro libere sustancias como la dopamina y la serotonina, las cuales generan cambios químicos en las células que mejoran la salud. La invitación es a aprovechar la más mínima ocasión que tengas para dar gracias a la vida. Una forma de hacerlo es empezar cada nuevo día –justo cuando te despiertas en la cama– con una sonrisa y dando gracias a la existencia por la nueva oportunidad que empieza hoy. Así mismo puedes terminar el día, antes de acostarte, dando gracias con una sonrisa por el día que termina.
Práctica: Al despertar sonreiré y daré gracias por el nuevo día que llega. Al acostarme sonreiré y daré gracias porque es hora de descansar.
Meditación dinámica:
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