Cuando pronunciamos un “pero” después de una afirmación, inconscientemente estamos anulando lo que dijimos antes. Examinemos esta frase: –“Amo a los animales pero no me gusta tener mascotas”. El “pero” de esta oración anula el “Amo a los animales” y crea un conflicto. Si el hablante en realidad ama a los animales podría usar la “y” en lugar del “pero”: –“Amo a los animales y no me gusta tener mascotas”. De esta manera se logra conciliar las dos partes de la oración y dar fin a la contradicción, lo cual contribuye a la integración psicológica. Así que para contribuir a la integración lingüística y psicológica es recomendable usar la “y” en lugar del “pero” en tu comunicación verbal.
Práctica: El día de hoy estaré atento para darme cuenta cuando uso el “pero” para negar mi propia afirmación y lo cambiaré por la “y” para integrar las dos partes de la oración.
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