Cuando decimos “uno” o “nosotros” dentro de una frase, (p. ej. “uno se pone triste cuando queda solo”), inconscientemente buscamos dar a entender que todas las personas piensan y sienten de la misma manera, cuando en realidad cada uno piensa y siente de una forma particular. El uso del pronombre “yo” nos permite asumir la responsabilidad por nuestras afirmaciones, mientras que el lenguaje impersonal, caracterizado por el uso excesivo del “uno”, diluye nuestra responsabilidad. Así que en vez de decir: –“A uno le gustaría vivir en un lugar tranquilo”, puedes decir: –“A mí me gustaría vivir en un lugar tranquilo”, en lugar de decir: –“Nosotros los humanos somos violentos”, es más asertivo decir: –“Yo soy violento”.
Práctica: El día de hoy estaré atento a mí comunicación y en lugar de decir “uno” usaré el pronombre “yo” y tomaré consciencia de cómo me siento.
Meditación en el reflector del darse cuenta:
No hay comentarios:
Publicar un comentario