Una sonrisa sincera transmite calidez, confianza y amabilidad. Mantener la sonrisa durante al menos dos minutos, aunque no tengamos ganas de reír, hace que se generen cambios fisiológicos y psicológicos importantes. Al hacerlo, el cerebro recibe la información de que estamos felices y empieza a liberar sustancias químicas como la dopamina que nos hace sentir aún más felices y la serotonina la cual reduce el estrés al tiempo que fortalece nuestro sistema inmunológico y calma el dolor.
Práctica: El día de hoy sonreiré a las personas con las que me encuentras en la calle, a mis compañeros de labor, a mis jefes, a mis subalternos, a mis familiares y me daré cuenta de cómo me siento al hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario