No importa cuántos
“Mapas de la prosperidad”, mantras o rituales lleves a cabo para cambiar tu
vida; mientras no transmutes los bloqueos inconscientes de tu mente, nada de
esto producirá resultados efectivos y duraderos. Un bloqueo inconsciente se
origina a partir de un trauma infantil o una falsa creencia que has adoptado a lo largo del tiempo, la cual continúa
influyendo sobre tu vida sin que seas consciente de ello. Por eso, “Ser Consciente de lo inconsciente” es un libro excepcional, ya que te
muestra la forma de acceder a tu inconsciente para consumir los bloqueos
internos que obstaculizan el fluir natural de tu vida y tus relaciones. El siguiente
es un extracto tomado de la página 161 de dicho libro:
Para
cambiar algo afuera, antes debes cambiarlo adentro
Cualquier cosa que quieras manifestar en tu mundo
externo debes tenerla primero en tu mundo interno. Si quieres salud, debes
entrar en sintonía con la salud eterna de tu Ser, que es la paz, dicha y
armonía perfectas. Si quieres amor, debes amar plenamente al Ser que tú eres y
a toda la vida. No puedes recibir aquello que no tienes.
Muchas personas oran o llevan a cabo cualquier clase
de rituales con el fin de cambiar sus circunstancias externas. Pero lo que no
saben es que más que orar, lo que necesitan es cambiar su mundo interno. Cuando
obran así, la oración surge efecto rápidamente.
Dios es la gran pantalla de cine donde proyectas la
película de tu vida. Si no te gusta la película, no trates de ir a golpear o a
modificar la pantalla. Más bien ve a la sala de proyección que es tu mente, y
cambia todo el rollo. Cuando una persona ora para cambiar sus condiciones
externas sin cambiar su mundo interior, es similar a querer cambiar la película
cambiando la pantalla. No tiene sentido.
El mundo exterior es una proyección de tu mundo
interno, los conflictos que guardas a dentro se convierten en conflictos
externos. Cuando aprendes a ser el testigo de tus pensamientos y emociones, los
conflictos que habías guardado por años empezarán a salir para ser
transmutados. Mientras censures el contenido de tu mente, gran cantidad de
pensamientos y emociones permanecerán represados en el inconsciente generando
conflicto.
Cuando envíes tu intención al Universo no debes
hacerlo como si le pidieras a un ente externo a ti. Recuerda que tú mismo eres
el Universo, eres el vacío infinito de realidad en el cual se manifiesta la
forma, eres la inteligencia armónica del gran Tao. Eres el Absoluto mismo. Eres
aquello que no tiene nombre ni forma. Eres Eso.
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