Por Walter J. Velásquez
En un sentido más profundo, la vida es una proyección de
tus pensamientos y emociones. Algunos han entendido esto e intentan, sin éxito,
cambiar las condiciones externas de sus vidas por medio de afirmaciones
positivas. El tema no es tan sencillo, puede que repitas muchas afirmaciones
positivas desde la mente, pero la sala de proyección de la vida se encuentra en
un nivel más profundo: el inconsciente.
Para transformar tu vida no es suficiente con tratar de
cambiar los pensamientos “negativos” por pensamientos “positivos”. En realidad
necesitas cambiar la actitud general hacía la vida. La actitud se compone de
tres elementos: creencias, sentimientos y comportamientos. Les daré un ejemplo.
Un amigo mío realiza muchas afirmaciones positivas buscando cambios en su
mundo. Sin embargo, su actitud ante la
vida es negativa. Tiene la creencia de que el mundo es malo y está controlado
por seres que quieren destruirnos, sus sentimientos hacía los demás suelen ser
hostiles y su comportamiento es conflictivo en los lugares donde ha trabajado. ¿Importa
cuántas afirmaciones positivas realice a diario? Por supuesto que no.
Cuando tenemos una actitud negativa ante la vida, sufrimos
de algún nivel de paranoia. La paranoia es un trastorno que nos hace creer que
los demás están en nuestra contra. Entonces dedicas mucho tiempo a pensar en conspiraciones
planetarias y siempre crees que tus vecinos o compañeros de trabajo traen algo
contra ti. Ahora, si creemos que la vida es una proyección de nuestras
actitudes, entonces la actitud paranoica traerá una vida marcada por muchas
dificultades en todos los niveles posibles.
Pero existe otra actitud más propicia: La pronoia. Esta es lo contrario de la paranoia, es la creencia de
que el Universo está de tu parte. La pronoia llevada al extremo también puede
ser perjudicial, ya que hará de ti una persona ingenua y fácil de engañar. Pero
una pronoia equilibrada, es un tipo de actitud transformadora.
La pronoia no es un pensamiento, es una actitud. Se basa en
la creencia de que eres digno de ser feliz y que la vida conspira a tu favor
para que vivas en esa felicidad. La raíz de la pronoia es una confianza
profunda en el Universo, lo cual te lleva a tener sentimientos constructivos
hacía la vida y comportamientos acordes a esto.
Desarrollar la pronoia requiere empezar por ser agradecido
con la vida en todo momento. Y va más allá: agradecer incluso las crisis y
entenderlas como oportunidades para crecer y aprender nuevas y valiosas lecciones.
Entonces la vida ya no se dividirá en momentos “buenos” y “malos” porque
entenderás que todos los sucesos son buenos en el sentido de que son las
experiencias exactas que necesitas para tu aprendizaje y crecimiento. Al
comprender esto, de repente dejas de quejarte y de buscar culpables de lo que
te sucede, y empiezas a preguntarte para qué ha llegado esta crisis a tu vida,
qué es lo que necesitas aprender, de qué peligro desconocido te está
protegiendo la vida por medio de este obstáculo.
Cultivar la actitud de la pronoia te permite experimentar
cómo el Universo te ama profundamente. De repente te conviertes en un imán que
atrae aquello que te beneficia. Entonces ocurren coincidencias en tu vida que
te conectan con las personas o las oportunidades que necesitabas. La vida deja
de ser una lucha y se convierte en un bello y armonioso baile donde cada paso
se sincroniza con el siguiente para llevarte cada vez más arriba en la espiral
de la Autorrealización.
Si tienes una actitud paranoide hacía la vida empieza por
observar tus pensamientos y emociones sabiendo que no son reales, de este modo
empezarán a perder fuerza. Enfócate en ver las oportunidades y mantén una
actitud de curiosidad que te permita descubrir cómo el Universo conspira para
tu Despertar y felicidad. Por encima de todo: confía profundamente en el hecho
irreversible de que LA VIDA SIEMPRE
QUIERE LO MEJOR PARA TI.
Excelente!!
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