Lo que eres no puede ser dañado, afectado o destruido. El dolor
y el sufrimiento sólo deviene cuando crees que eres el “yo” (yo soy Pedro, Juan
o María). Es el “yo”, construido con los recuerdos que has almacenado en la
mente, el que teme a la muerte, a la separación o a la pobreza.
El Ser que eres está más allá del concepto del “yo”. Es eterno…
infinito… y no puede ser tocado por palabra o situación alguna, por complicada
que parezca. El Ser que eres está más allá del sufrimiento, del drama, del
miedo a la pérdida o al engaño.
Respira… hazte consciente de una respiración… esa es una de
las puertas que te conducen al conocimiento de la Consciencia.
Sólo el ego sufre y llora. Todos los “traumas de la infancia”
residen en el ego. El Ser no conoce trauma alguno porque no se identifica
con la mente y sus constantes dramas. El ego necesita del drama para sostener
la ilusión de su existencia. El drama de “me han engañado”, “ya no me quiere”, “soy
una víctima del sistema” surge del ego.
Respira… toma consciencia de lo que eres. Observa el drama
que proyecta la mente como lo que es: una ilusión sin substancia ni realidad.
Respira… toma consciencia de lo que eres y el Ser fluirá en
tu vida y hará todo lo demás.
A continuación los dejo con la lectura del Avaduth Gita en la voz de Mooji. Una lectura que sin duda, puede ayudarte a trascender la
identificación con el ego y sus dramas, y reconocer tu verdadera esencia...
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