lunes, 26 de mayo de 2025

Lección 49: Cultivo una actitud amorosa

La mayoría de las personas van por el mundo hambrientas de amor y de aceptación. La Madre Teresa tenía la razón cuando dijo: “en el mundo hay más hambre por amor y por ser aceptados que por pan”. Brindar una sonrisa o ser amables con un desconocido es una forma de expandir el amor por el mundo. En nuestro hogar o lugar de trabajo podemos irradiar la frecuencia del amor con la forma en que tratamos a nuestros compañeros y familiares. Si nuestro oficio incluye relacionarnos directamente con los clientes, podemos convertir esa labor en una oportunidad magnífica para ser mensajeros del amor. La gente ya tiene demasiados conflictos en sus casas como para que los tratemos con desprecio o arrogancia.

Práctica. El día de hoy seré amable con las personas que encuentre en mi camino. Les hablaré con amor, les serviré con amor y les sonreiré mirándolos a los ojos. Este día soy un mensajero del amor. No dejaré que las personas con las que interactúe se vayan sin haber recibido una sonrisa o un trato amable y generoso.

Meditación para expresar el amor

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