Algo que fascina a la mente humana son las profecías, ya que estas
le permiten enfocar su atención en el futuro --alejándose del Ahora-- y sentir
que tiene un cierto tipo de control sobre este. ¿Pero realmente funcionan las
profecías? Y… una pregunta más ¿Tienen alguna utilidad?
Muchas personas creen dogmáticamente en Nostradamus ya que piensan
que este hombre ha hecho profecías que se han cumplido de forma infalible. Pero
si damos una mirada objetiva a sus cuartetos, veremos que son ambiguos y pueden
interpretarse de muchas maneras y adaptarse a muchas situaciones de la historia.
De hecho, puedo decirte con toda seriedad que absolutamente
ninguna profecía de Nostradamus ha servido nunca para profetizar un hecho
concreto. ¿Cómo funcionan entonces sus “profecías? Estas se interpretan siempre
en retrospectiva, es decir hacía atrás en la historia. Simplemente alguien lee
una cuarteta y luego busca en la historia qué hechos se pueden adaptar mejor a
lo que dice esta. Es así de simple. Pero nunca sirven realmente para decir lo
que va a pasar en el futuro. Nadie lo ha hecho.
Debes haber escuchado que Nostradamus predijo el ascenso de Hitler
o el ataque a las Torres Gemelas, pero también debes saber que nadie, usando
las cuartetas, advirtió sobre estos hechos concretos antes de que ocurrieran.
Sólo después de que ocurrieron los desastres fue que los intérpretes
descubrieron que, supuestamente, se habían predicho. Algo más que debes saber
es que Nostradamus, y otros supuestos profetas como Edgar Cayce, en algunas
ocasiones dieron fechas concretas sobre el cumplimiento de sus profecías.
¿Adivina qué? No se cumplieron.
Si amas las profecías, es posible que estés
buscando a toda costa escapar del presente. En los últimos años, líderes de sectas han hecho profecías tan absurdas y fallidas como sus
creencias. La última de ellas fue la del supuesto Juicio Final que se llevaría a cabo el pasado 16 de diciembre. ¿Qué hizo que ciertas personas pertenecientes a
esa secta, con un alto coeficiente intelectual, abandonaran sus empleos –alguien
incluso vendió su casa-llenaran cuartos de comida enlatada, o compraran filtros
de agua especiales en preparación para el Apocalipsis? El grado
de coeficiente intelectual (C.I.) no tiene nada que ver con creer o
no en esta clase de engaños tan absurdos. En la farsa del apocalipsis del
16 de diciembre pudimos ver cómo personas con títulos profesionales y
especializaciones cayeron como un ratón en su trampa. Pero algo muy peculiar
sucedió, un emisario del fin del mundo viajó hasta las montañas del Cauca en
Colombia a convencer a un grupo de campesinos sin educación de que se
prepararan para el inminente final. Ninguno de ellos le creyó, incluso alguien
increpó al portavoz del Armagedón diciéndole que si Dios estaba con él, lo
protegería donde quiera que fuera.
El grado de escolaridad o C.I. no tiene nada que ver con que nos creamos o no semejantes tonterías, la respuesta al dilema es poseer una personalidad dependiente, de la cual se habló en un artículo anterior con gran detalle. En este momento, las mentes mas orgullosas de esa secta -aquellas que no están dispuestas a tener la humildad para aceptar que se equivocaron- están creando toda clase de explicaciones para seguir en la secta y no salir de su zona de confort.
El grado de escolaridad o C.I. no tiene nada que ver con que nos creamos o no semejantes tonterías, la respuesta al dilema es poseer una personalidad dependiente, de la cual se habló en un artículo anterior con gran detalle. En este momento, las mentes mas orgullosas de esa secta -aquellas que no están dispuestas a tener la humildad para aceptar que se equivocaron- están creando toda clase de explicaciones para seguir en la secta y no salir de su zona de confort.
Si eres abierto a nuevas ideas y estás dispuesto a cuestionar tus
creencias más queridas, te invito a ver estos vídeos donde se cita a personas
que están a favor y en contra de Nostradamus. Al final, después de una
evaluación objetiva y desapasionada, podrás tomar tu propia decisión.
Ver: Revelaciones - El efecto Nostradamus parte I
Ver: Revelaciones - El efecto Nostradamus parte II
Ver: Revelaciones - El efecto Nostradamus parte III
Ver: Revelaciones - El efecto Nostradamus parte IV
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