Aceptar lo que sucede en tu vida actual es estar en paz
con ello, sabiendo que es lo mejor que te podría haber sucedido para tu
despertar, es no renegar ni sentir ira contigo o con el Universo. Pero eso no
significa que dejes de actuar. Si tienes que actuar hazlo, si tienes que buscar
empleo, ir al médico o crear una nueva forma de negocios hazlo. Lo importante
es que lo hagas con el corazón en paz.
Es normal para la mente condicionada entrar en ansiedad,
estrés o ira cuando las cosas no se dan según sus expectativas. Observa la
mente, convierte en testigo de su funcionamiento y el estrés desaparecerá. Y si
la carga emocional es tal que te cuesta trabajo hacer esto, entonces has una
pausa y enfoca tu atención en la respiración. Respira de manera natural, pero
consciente de que estás respirando, esto
te ayudará a regresar a la armonía natural.
Las emociones como la ira, el miedo o la desesperación
se somatizan en lugares específicos de tu cuerpo. Obsérvalas y siente dónde
están ubicadas. Puedes incluso tocar con tus dedos el lugar específico para
dirigir mejor tu atención allí. Luego puedes enfocar tu atención en la
respiración de la siguiente manera: al inspirar enfocas toda tu atención en el
lugar donde está somatizada la emoción. Al expirar dejas que la emoción se
libere a través de la respiración. Este ejercicio lo empecé a practicar desde que
era un niño, usaba la respiración para liberarme de toda clase de emociones
toxicas, es muy poderoso.
El hecho de que las emociones se enfoquen en un área específica
del cuerpo no es una teoría más. De hecho un grupo de científicos de la Universidad de Aalto lograron demostrar esto por
medio de pruebas en las cuales incluyeron a más de 700 sujetos. (Ver el artículo completo aquí).
Se descubrió que emociones como la ira, el miedo, el asco, la
felicidad, la tristeza o la sorpresa– y otras más complejas –como la ansiedad,
el amor, la depresión, el desprecio, el orgullo, la vergüenza y la envidia se
enfocan principalmente en el abdomen, el pecho, la garganta y la cabeza. Por su
parte el amor y la alegría se experimentan en todo el cuerpo.
Al hacernos
conscientes de la zona específica donde está ubicada una emoción determinada,
podemos procesarla a través de la Autoconsciencia.
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