Por Jeff Foster
“El incesante optimismo acerca del
futuro sólo genera un mayor shock cuando las cosas salen mal; a través de luchar
por mantener sólo creencias positivas acerca del futuro, el pensador positivo
está menos preparado, y suele angustiarse más cuando aquello que sucede no
puede convencerlo de que se trata de algo bueno."
- Oliver Burkeman
Es hora de que la humanidad despierte
del trance de lo positivo-negativo. El pensamiento positivo es sólo la versión
psicológica de la cirugía plástica del cuerpo. A largo plazo simplemente no
funciona, y sólo crea más sufrimiento.
El pensamiento positivo es realmente un pensamiento completamente obsesionado con la negatividad, enfocado en la negatividad, en guerra con la negatividad… lo que resulta bastante negativo, si lo pensamos bien.
El pensamiento positivo es realmente un pensamiento completamente obsesionado con la negatividad, enfocado en la negatividad, en guerra con la negatividad… lo que resulta bastante negativo, si lo pensamos bien.
El pensamiento positivo es la mejor
manera de distraernos y desconectarnos de nosotros mismos, de los defectos, de
las imperfecciones, de las peculiaridades, de las singularidades que percibimos
en nosotros, y de los oscuros rincones que intentamos ocultar con tanto
esfuerzo. Luchamos por esconder los aspectos ‘malos’ de nuestra experiencia sin
convivir realmente con ellos, sin enfrentarlos, sin abrazarlos, sin sanarlos,
sin amarlos. Dejamos de ver la belleza, y tal vez incluso el increíble
potencial que contiene lo 'negativo’. Rechazamos una mitad de la vida, y no es
de extrañar que nos sintamos incompletos.
Lo 'negativo’ es sólo un aspecto de
nosotros mismos buscando desesperadamente amor, no rechazo ni más sofocación.
Podríamos sentirnos mejor momentáneamente a través de distraernos de lo
'negativo’, pero en realidad, no hay ninguna fuente externa de felicidad.
Todo gira en torno a un malentendido
primordial. La división positivo/negativo es tan sólo una creación de la mente
dual. El pensamiento divide la luz de la oscuridad, la vida de la muerte, el
bien del mal, lo santo de lo profano, y después hace el intento de sanar esas
heridas auto-impuestas a través de más división, más guerra, más actividad
dual. Pero no importa a qué tanta cirugía plástica mental o física te sometas,
seguirás sintiéndote incompleto y lejos de Casa. La guerra no puede terminar
con la guerra. La oscuridad no puede terminar con la oscuridad. La luz es el
único poder.
¿Qué pasaría si tú no fueras la mente?
¿Qué pasaría si el pensamiento no pudiera definirte? ¿Qué pasaría si ambos
aspectos de la vida, lo positivo y lo negativo fueran admitidos en la
inmensidad que eres, como nubes en el cielo, como olas en el océano? ¿Qué
pasaría si ninguna cantidad de cirugía plástica, si ningún 'cuerpo perfecto’,
si ninguna 'mente perfecta’, pudiera conducirte hacia tu verdadera naturaleza,
la cual está brillando en medio de toda la aparente imperfección, iluminando de
igual manera tanto lo bueno como lo malo?
El pensamiento positivo no sana
realmente en el sentido más profundo de la palabra, el pensamiento positivo crea
el pensamiento negativo, y después, se opone a él. De esto puedes estar
positivamente seguro.
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