sábado, 4 de enero de 2014

Liberando las emociones


Aceptar lo que sucede en tu vida actual es estar en paz con ello, sabiendo que es lo mejor que te podría haber sucedido para tu despertar, es no renegar ni sentir ira contigo o con el Universo. Pero eso no significa que dejes de actuar. Si tienes que actuar hazlo, si tienes que buscar empleo, ir al médico o crear una nueva forma de negocios hazlo. Lo importante es que lo hagas con el corazón en paz.
                                            
Es normal para la mente condicionada entrar en ansiedad, estrés o ira cuando las cosas no se dan según sus expectativas. Observa la mente, convierte en testigo de su funcionamiento y el estrés desaparecerá. Y si la carga emocional es tal que te cuesta trabajo hacer esto, entonces has una pausa y enfoca tu atención en la respiración. Respira de manera natural, pero consciente de  que estás respirando, esto te ayudará a regresar a la armonía natural.      
                                                                                                                
Las emociones como la ira, el miedo o la desesperación se somatizan en lugares específicos de tu cuerpo. Obsérvalas y siente dónde están ubicadas. Puedes incluso tocar con tus dedos el lugar específico para dirigir mejor tu atención allí. Luego puedes enfocar tu atención en la respiración de la siguiente manera: al inspirar enfocas toda tu atención en el lugar donde está somatizada la emoción. Al expirar dejas que la emoción se libere a través de la respiración. Este ejercicio lo empecé a practicar desde que era un niño, usaba la respiración para liberarme de toda clase de emociones toxicas, es muy poderoso.

El hecho de que las emociones se enfoquen en un área específica del cuerpo no es una teoría más. De hecho un grupo de científicos de la Universidad de Aalto lograron demostrar esto por medio de pruebas en las cuales incluyeron a más de 700 sujetos. (Ver el artículo completo aquí).


Se descubrió que emociones como la ira, el miedo, el asco, la felicidad, la tristeza o la sorpresa– y otras más complejas –como la ansiedad, el amor, la depresión, el desprecio, el orgullo, la vergüenza y la envidia se enfocan principalmente en el abdomen, el pecho, la garganta y la cabeza. Por su parte el amor y la alegría se experimentan en todo el cuerpo.

Al hacernos conscientes de la zona específica donde está ubicada una emoción determinada, podemos procesarla a través de la Autoconsciencia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario