jueves, 20 de febrero de 2014

La estrategia del mártir



Más allá de fijar una posición política sobre lo que está ocurriendo en Venezuela, quiero aprovechar para hablar de una estrategia del ego que se está viendo claramente allí. En Venezuela hay un gobierno de izquierda el cual restringe muchos derechos civiles de sus ciudadanos, sin embargo hay que acotar que la calidad del sistema de salud así como el acceso a la educación y a la vivienda es un ejemplo para la región. Los políticos tradicionales de Venezuela hastiaron al pueblo con su corrupción, esto llevó a la gente a buscar una opción distinta como el movimiento bolivariano. Reconociendo las muchas cosas positivas que tiene este movimiento, es posible que termine llevando a Venezuela a una situación económicamente insostenible a largo plazo. Además es necesario tener en cuenta las reiteradas violaciones a los derechos humanos que se impulsan desde allí.

Más allá de esto quiero hablar de cómo Leopoldo López, líder de la oposición, se entregó a las autoridades del gobierno en la plaza pública, donde millones pudieran verlo y solidarizarse de él. Ahora Leopoldo es un mártir y por ello se está ganando la simpatía de muchas personas alrededor del mundo. El mártir, o la víctima, es otra estrategia del ego para ganarse el favor y la simpatía de los demás. Recordemos que también el ex presidente Hugo Chávez estuvo en la cárcel, lo cual hizo que el pueblo lo percibiera como un mártir al cual había que apoyar. En Venezuela, ir a la cárcel, es una buena forma de escalar posiciones políticas.

Por su parte el presidente Nicolás Maduro, dice que las protestas que hay en su país no tienen nada que ver con su gestión al frente del gobierno. Él dice que todo es culpa de fuerzas oscuras (paramilitares y políticos colombianos, gobierno norteamericano, etc.. etc…) que quieren sembrar el caos en su nación. Para él es más sencillo responsabilizar a otros en vez de mirar la viga en su propio ojo para saber en qué puede estar fallando.

Eso que vemos en Venezuela lo vemos en la vida cotidiana, cuando nuestro ego trata de hacerle ver a los demás que somos víctimas, mártires sufrientes que damos todo por los demás (hijos, padres, comunidad, etc.) ¿Han escuchado a una madre decir lo siguiente? “Tanto que me he sacrificado por mis hijos y mira cómo me pagan”. El ego siempre está buscando reconocimiento y control sobre los demás, para lograr esto, una muy buena estrategia es hacerse la víctima.

En los grupos religiosos también podemos ver claramente la estrategia de la víctima. Si el líder sectario aparece con una grave enfermedad, no puede asumir su responsabilidad por ella, es más fácil decirle a sus seguidores que está cargando con los “pecados” o el “karma” de sus seguidores. La líder de un grupo en cual estuve se divorció de su marido, la explicación perfecta para sus seguidores es que estaba cargando (junto con su ex esposo) el karma de Adán. Ella no estaba dispuesta a ver que, cuando un matrimonio se acaba, hay responsabilidad de parte y parte. 

El ego no desea asumir la responsabilidad por su vida. Siempre es más fácil y seguro para él poner la carga sobre los hombros de los demás. Esto no solo hace que estos se sientan culpables, sino que además sienten simpatía con el “mártir” que “sufre” por ellos. El Swami Vivekananda tenía una opinión sobre esto:


“Cada uno es responsable de lo que le sucede y tiene el poder de decidir lo que quiere ser. Lo que eres hoy es el resultado de tus decisiones y elecciones en el pasado. Lo que seas mañana será consecuencia de tus actos de hoy.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario